martes, noviembre 28, 2006


Domingo 26 de noviembre de 2006
Desfiladero del Gaitanejo y Pico del Convento (Parque Natural de Ardales)

Preciosa ruta apta para todos los públicos con magníficas panorámicas capaces de satisfacer los gustos de los senderistas mas exigentes y al mismo tiempo con un trazado lo suficientemente fácil como para poderse realizar con niños ó adultos que prefieran trazados cómodos sin ninguna dureza.



Para realizar esta excursión nos dimos cita a la hora prevista en el punto de encuentro: Mario, Carmen, Diego, Esther, Lucía, Marisol, Consuelo, Pepa, Conchi y José Antonio desde Ronda, Rosa desde Casarabonela, José y Lourdes desde Sevilla. Y desde distintos puntos de la costa: Juan Antonio, Susana, María, Nacho, Juani, Ruth y Sean. Superado ya un mas que razonable tiempo de cortesía nos pusimos en movimiento. Con lo cual, nos pusimos en marcha desde el “Rte. EL MIRADOR” (350 m. aprox. Sobre el nivel del mar), hacia el cercano “Rte. EL KIOSKO” por el filo de la carreterilla que atraviesa esa zona del “Camping de Ardales” muy próxima a la orilla del pantano, hasta que a unos 200 m. de “Rte. EL MIRADOR” abandonamos la carretera para introducirnos por un tunelillo de unos 150 m. excavados de forma rudimentaria en la arenisca que nos llevaron al otro lado de la montaña, para llevarnos a un bonito sendero que atraviesa un bonito bosque de pinos y que durante un trecho se mantiene paralelo al embalse del Gaitanejo, cuya vista teníamos a nuestra izquierda en el sentido de la marcha. Pronto la senda se ensancha, hasta convertirse en carril que de seguirlo hasta el final nos lleva hasta “La Presa de Gaitanejo” donde en realidad empieza (o termina) el “Caminito del Rey” (actualmente cortado, pero con el proyecto de restauración aprobado por la Junta) y precisamente por allí estuvieron apunto de seguir los del grupo cabecero si un servidor no se llega a dar cuenta a tiempo.

Pero el camino para llegar al borde del “Desfiladero del Gaitanejo” que era nuestro primer objetivo, se encontraba justo al comienzo del mencionado carril, en un ramal del mismo que va subiendo suavemente hacia la derecha y que pronto nos muestra la majestuosa silueta del “Pico del Convento” con su cara oeste (la mas agreste) frente a nosotros, los zig-zags del camino nos van acercando hacia sus intransitables laderas, pasando junto a una zona de colmenas, próxima a un punto geodésico, que tal y cómo indicó nuestro amigo Juan Antonio, parecía como si se hubiese caído del pico y lo hubieran colocado allí mismo. Conforme íbamos subiendo, teníamos mejores vistas sobre la presa de Gobantes, con el Castellón de Teba o Peñarrubia asomando por encima en dirección noroeste a nuestra espalda, así como del embalse y la subestación eléctrica del Gaitanejo con los Tajos Ballesteros y la Sierra del Huma frente a nosotros, hasta que la pista terriza termina en una especie de plazoleta. Llegados a este punto, continuamos dirección este, por una precaria senda salpicada de matorral de jara y romero, salpicada de rocas calizas algo resbaladizas por las que llegamos al borde del desfiladero en poco mas de cinco minutos. Las vistas que se obtienen desde este lugar son sencillamente impresionantes: a nuestros pies tenemos el tramo mas recóndito del río Guadalhorce, dirigiéndose hacia el Desfiladero de Los Gaitanes que tenemos frente a nosotros, con el vertiginoso puente que lo cruza de pared a pared, la Mesa de Villaverde asomando por la derecha y la impresionante mole del Huma a la izquierda a la izquierda deja a cualquiera con la boca abierta. El toque sublime y casi místico lo pone el majestuoso vuelo de los buitres que habitan por esa zona y que tuvimos la suerte de contemplar, una vez mas, a muy poca distancia. Una vez hechas las fotos de rigor, solo quedaba regresar por el mismo camino.

Cuando regresamos al final del carril, tal y como estaba previsto, quienes lo estimaron oportuno regresaron por el mismo camino al punto de inicio (es decir al Rte. EL MIRADOR) y el resto tomamos una senda en dirección sur, cuyo comienzo está, actualmente señalado por dos hitos de piedra paralelos, uno a cada lado del sendero, a modo de entrada señalándonos el camino para acceder a la cumbre del Pico del Convento. El sendero que se abre paso a través de altos matorrales también de jara y romero, nos acerca hasta un collado próximo a la cumbre que tenemos a nuestra derecha en todo momento, desde allí rodeando la misma por su vertiente este-sureste, llegamos sin grandes complicaciones a la antecumbre, donde el terreno se suaviza, antes de afrontar un pequeño tramo de trepada al que pudo acceder la mayor parte del grupo que hasta allí nos desplazamos, incluidos “Doli” la perra de José y Lourdes que supo encontrar un acceso mas fácil para llegar a la cumbre. Ni que decir tiene, de las espectaculares vistas que nos ofrece esta cumbre, que con tan sólo 619 m. ofrece unas vistas grandiosas multiplicando el ángulo de visión de la panorámica que ya teníamos desde el borde del Desfiladero del Gaitanejo que ahora tenemos a nuestros pies, impresionante el Desfiladero de Los Gaitanes entre cuyas paredes se veía el embalse del Chorro al este, y al nordeste el Huma, el Capilla (algo mas a la izquierda) y el Tajo Ballesteros, de la misma manera hay que destacar las vistas hacia el noroeste, con el Castellón de Teba o Peñarrubia destacando por encima del embalse del Guadalteba y mas a la izquierda la torre del Castillo de la Estrella (en teba) y la localidad de Cañete la Real a la izquierda, mientras que a la derecha, se distingue perfectamente el pueblo de “Campillos”. Asomarnos a la cornisa de esta cumbre por su cara norte transmite una gran sensación aérea, ya que por esa zona la pendiente es de extraplomo y prácticamente estábamos al filo de lo imposible. Cómo dato curioso, alguien dejó colocada una camisa gris a rallas, sobre una rama, a modo de espantapájaros.

El regreso lo realizamos sin mayores dificultades llegando al carril en poco mas de diez minutos, regresando por el mismo camino, excepto en el tramo final, que en vez de coger por el tunelillo, continuamos por el carril que nos llevó directamente al “Restaurante EL MIRADOR” donde ya nos esperaban el resto de compañeros, incluidos Ana y Miguel, que vinieron desde Casares y que al llegar algo mas tarde habían decidido dar un paseo hasta la subestación eléctrica del Gaitanejo, que se comunica directamente con dicho restaurante a través de un carril, se trata de un bonito paseo, que se puede cumplimentar muy bien con la ruta propuesta para la ocasión, especialmente si se coge una senda que discurre muy próxima a la orilla del embalse y que mientras lo va rodeando, pasa junto a unas covachas de origen prehistórico, donde según se comenta existieron en su día pinturas rupestres.
Ni que decir tiene que las vistas desde este restaurante hacen honor a su nombre, si a esto le añadimos el magnífico sabor de su cocina casera y la amabilidad del personal, sin duda alguna lo convierten en un lugar de referencia para disfrutar de la Naturaleza y de la buena mesa.

Una vez reagrupados todos, el personal del “Restaurante EL MIRADOR”, que nos atendió maravillosamente en todo momento, ya nos tenía reservada la mayor mesa para el grupo (previa llamad al 952 11 98 09, para reservar el día antes). Además de su famosa paella, tienen una variadísima carta de carnes, así como platos de todo tipo), destacando las especialidades de la casa según las distintas épocas del año, siendo los mas solicitados: el revuelto de setas, el jabalí con pisto, el campero con huevos fritos y chorizo. Y a la hora de los postres, una vez mas las especialidades de la casa fueron los grandes triunfadores mención especial merece “la tarta de queso con frambuesa” que bien merece un monumento. Así como el encanto de la chica que nos atendió que se daba un aire con la “Merche” de la serie “Cuéntame” (pero en jovencita).

Para bajar el lastre de tan suculenta comida, incluidos postres, cafés y “chupitos” gentileza de la casa. Nada mejor que un paseito al cercano mirador al que se accede continuando el carril que pasa por la zona alta del restaurante, tomando el primer desvío a la izquierda, donde en poco mas de cinco minutos se llega a una magnífica balconada, desde donde un mapa descriptivo nos va ayudando a identificar las distintas cumbres de la línea del horizonte desde la Sierra de Alcaparaín, hasta el Castellón de Teba y Sierra Llana en un magnífico arco de 180º por encima del conjunto de embalses del Guadalhorce, Guadalteba y Conde del Guadalhorce, sobre el que ya se iba poniendo el sol otoñal en un atardecer para fotografía de catecismo. Cualquier intento de describir la belleza de aquel atardecer sobre las aguas del embalse es inútil para poder describir la belleza de aquel paisaje que tuvimos el privilegio de disfrutar quienes nos dimos cita aquel día, en una de las rutas mas agradecidas y asequibles para realizar en familia por la provincia de Málaga.

Los niños que hasta el desfiladero llegaron perfectamente se lo pasaron en grande y una vez mas, los adultos, nos despedimos con las sensaciones compartidas de haber disfrutado de un día magnífico, superando con creces todas las expectativas de quienes venían por primera vez.

NOTA: Para mas información sobre el Restaurante “EL MIRADOR” pinchar en el enlace: http://www.beautifulyoo.com/el_mirador_starpage.htm

Crónica y fotos: Juan Ignacio Amador

martes, noviembre 21, 2006

Domingo 19 de noviembre de 2006

De La casa de la Miel a la Torre de Verdiales (Montes de Malaga)

Tal y como venía demandando el sector mas “Light” del COMANDO PRESTON, el tipo de ruta escogida para ese día fue de nivel “insultantemente fácil” con el aliciente principal del almuerzo en la famosa “Venta el Tunel”, que a su vez fue el punto de encuentro, donde fueron llegando puntualmente desde distintos puntos de la costa: Fernando y Ana con su hijo Dani; Juan Antonio y Lourdes; Juani y María con Nacho, Sarah y Michael, Roberto y su hijo Tomy, Cheryl y Nuria; y finalmente Jon y Lindsey con su perra “Honey”. Un total de 16 amigos mas que de las montañas de la buena mesa.

Desde la “Venta el Tunel” continuamos subiendo con los coches, unos 7,8 km por la carretera antigua de “Casabermeja” hasta llegar a un puerto donde nos encontramos con “La Casa ó cortijo de la Miel” donde dejamos los coches al comienzo del carril, por el que discurre la totalidad del recorrido, unos 9 km. de ida y vuelta hasta las ruinas de la antigua torre musulmana conocida como la “Torre de Verdiales”. Nada mas bajarnos del coche la panorámicas es grandiosa pudiendo contemplar parte de la sierra de Camarolos, Torcal de Antequera, Capilla, Huma, Prieta, Sierra de las Nieves, Canucha, Blanca, Sierra de Mijas y de Coín, por encima del Valle del Guadalhorce y del río Campanillas.


Sin prisas pero sin pausas comenzamos a caminar bromeando con la nula dificultad de esta ruta, disfrutando de las vistas y de algunos ejemplares de algarrobo. Pero como suele ocurrir en todo grupo, conforme se va avanzando el chicle se va estirando y en este caso fueron Tomy, junto con Jon y “Honey” quienes fueron en cabeza la mayor parte del recorrido con un ritmo trepidante, hasta el punto que en un momento dado, giraron a la izquierda, cuando la ruta oficial debería haber sido el camino que iba recto, pero poco importaba esa equivocación cuando los caminos eran relativamente paralelos y la ruta “insultantemente fácil”. Sin embargo, el planteamiento cambió cuando el carril por el que caminábamos quedaba cortado drásticamente al quedar interrumpido por una fuerte ladera. Con el objetivo a la vista de la “Torre de verdiales” a unos 100 m. sobre nuestras cabezas no dudamos ni un solo instante en subir a “jierro” por un tramo de empinados bancales con numerosas filas de almendros, entre los que fuimos subiendo como mejor pudo cada uno, ya que entre bancal y bancal, las pendientes eran tan fuertes que el uso de las manos se hacía completamente necesario, para mas de uno/a la subida hasta el “auténtico carril”, que nunca deberíamos haber abandonado, fue todo una demostración de poderío físico y de fuerza de voluntad. Destacando una vez mas el espíritu olímpico de Fernando y Ana para subir a su hijo Dani de 3 años, por esas rampas tan exigentes con suelo inestable y resbaloso y si no que se lo pregunten a Cheryl que dio tres culazos monumentales. También cabe destacar la labor de compañerismo de Juan Antonio, el desparpajo de Nacho y Tomy y la potencia de Lindsey, una vez mas campeona categoría femenina.
Desde allí arriba, el objetivo ya estaba muy cerca y a poco mas de un centenar de metros de dicho lugar llegamos a “otro cortijo en venta”, frente al cual, partiendo del mismo carril, encontramos la sendita que nos llevó hasta la antigua atalaya musulmana hoy conocida como la “Torre de Verdiales” donde nos hicimos las fotos de rigor al tiempo que “Cheryl” decía: ¡Coño pa esta mierda de piedra hemos andado tanto!. No obstante el paseo resultó de lo mas agradable y recomendable para ir con niños y realizar una ruta suave como demandaban gran partedel grupo que allí se encontraba.

Una vez en la “Torre de Verdiales” el camino el carril continua 6 km. mas allá hasta enlazar con el paso bajo la Ronda Oeste (“Camino de la Virreina”) y si seguimos un poquito mas adelante sale un desvío a la derecha que nos lleva al “Puerto de la Torre” lo que supone una magnífica posibilidad para realizar un bonito recorrido circular en bicicleta que ya se ha convertido para muchos aficionados de Málaga capital en todo un clásico, como pudimos comprobar a lo largo de aquella mañana.

El camino de vuelta resultó muy agradable y tranquilo, con el aliciente de conocer “La Ermita de Verdiales” que nos habíamos saltado en el último tramo de la ida. Sin embargo, como nota negativa no podíamos pasar por alto la cantidad de cables de alta tensión que afean el paisaje, pero sobre todo de la tremenda desforestación de la zona, que en parte puede explicar los tremendos problemas hidrológicos que padece gran parte de Málaga, viendo el hilillo de agua que corría por el río Guadalmedina, no podíamos extrañarnos del estado apocalíptico de los embalses del Limonero y del Agujero. Sin duda, la cuenca del Guadalmedina, especialmente desde Casabermeja hasta Málaga es uno de los mayores ejemplos de “desastrosa gestión de conservación del medio ambiente”.

No obstante, el almuerzo que finalmente se hizo en “Los del Tunel” fue realmente maravilloso, con entrantes de Berenjenas, aceitunas, Lomo con tomate (quienes fueron lo suficientemente rápido), el delicioso arroz de los montes y unos postres suculentos con la cuajada con tocino de cielo, como plato estrella. Dejaron absolutamente satisfechos a todo el mundo, sobre todo al comprobar que tan sólo salíamos a poco mas de 10 € por cabeza (bebidas y propina incluida).

miércoles, noviembre 15, 2006

Ascensión al cerro Bonales y Tentudia

domingo, 12 de noviembre de 2006
Record de asistencia en nuestra última salida "Los 8 techos de Andalucía":

26 personas se dan cita para subir a los techos de Huelva y Badajoz en la Sierra de Tentudía

A la hora fijada llegamos a Arroyo Molinos de León, situado en los confines de Andalucía, concretamente en el extremo norte de la provincia de Huelva, lindando con la provincia de Badajoz o lo que es lo mismo, Andalucía y Extremadura. A unos 172 km. de Huelva capital y unos 120 km. desde Sevilla, la extensión de su termino municipal es de 91,7 km. cuadrados y su población es de 1.163 habitantes. Está situado en el extremo norte del Parqe natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche en una zona pedregosa de montes de encinas y alcornoques. Y al igual que la gran mayoría de los pueblos de la zona su población vive de la agricultura y de la ganadería, destacando el cultivo de cereales, legumbres y hortalizas siendo la base de su economía la aceituna de molino. El origen de su ombre de debe a la proliferación de molinos que existió en su día, lo del “león” ya no lo sé. Al llegar al pueblo nos encontramos en primer lugar con la Ermita de Nª Sra de los Remedios a la izquierda y unos 400 m. mas alante a la derecha, las calles del pueblo nos conducen hasta la Parroquia de Santiago El Mayor (ambas del siglo XVII).
En pocos minutos llegaron todos los amigos que habían confirmado su asistencia y el grupo de “Beautiful girls” procedentes de Sevilla, como parte de las pruebas de acceso al Comando Preston, a las que se presentaron: Lucía, Ana, Ana Eugenia y Magdalena. Ni que decir tiene las bajas temperaturas a las que tuvieron que hacer frente nuestros fieles compañeros de Málaga: Juan Carlos, Paqui, Miguel y Patricia que llegando el día antes hicieron noche en el ”Camping de Aracena” con un frío serrano que casi no les dejó dormir echando bastante de menos el suave clima costasoleño.
Antes que nada, hay que dejar el mayor número de coches posible en el “Puerto de los Ciegos”, para lo cual tomamos desde el pueblo por el Camino de Cabeza la Vaca, pasando al comienzo por varios molinos junto al Arroyo del Abismo en una zona de numerosas huertas, hasta que nos apartamos del arroyo para continuar por un auténtico “Camel Tropic” que Isi recordaba mas o menos en el mismo estado que el “carril de Quejigales” (que mas hubiéramos querido el resto de mortales que no tenemos 4x4), tras poner a prueba los bajos de los coches en varias ocasiones llegamos hasta la carretera de Cabeza la Vaca al Tentudía a la altura del Puerto de la Media Legua (912 m), donde nos reunimos todos los coches antes de continuar carretera arriba hasta “El Puerto de Los Ciegos” en la misma ladera del “Cerro Bonales” y a poco mas de un kilometro de la cumbre del Tentudía, allí se quedan todos los coches excepto los de Juani e Isi que vuelven cargados con “todos los conductores” por el mismo camino hasta “Arroyo Molinos de león” donde nos esperan el resto de compañeros, mas el trío que acababa de batir el record de velocidad entre Ronda y Arroyo Molinos de Leon en el coche de Carlos Tapia “el aprendiz de mago”, acompañado por Rafa Márquez “El Aristóteles de la Senda” y Paco Domínguez “el Reportero de las cumbres”.
Una vez finalizado el protocolo de saludos y presentaciones partimos desde la paza de la Iglesia de Santiago (570 m.), caminando por una callejón flanqueado por muros de piedra y salpicado de casas encaladas a ambos lados que en unos instantes quedaron atrás para dar paso a una zona de dehesas que rodea al pueblo por todas partes, avanzando en dirección norte, nos adentramos por un camino empedrado que se llama Cuesta de los Olivos, antiguo camino real de arrieros que utilizaban para llegar hasta Badajoz. La Cuesta de los Olivos supera el desnivel de toda la loma de solana al nordeste de Arroyomolinos llamada Alto de Matavacas (859 m). uno de esos carriles flanqueados por pequeños muros de piedra tan característicos de esta zona, que ya forman parte del paisaje. El grupo avanzaba a un ritmo tan vivo, que nuestro amigo Manolo “novato en las artes senderistas” le llegó a decir a Jaime: “¡Quillo como ésto sea así todo el tiempo, yo no sé asta donde voy a poder llegar!”.


Atrás iban quedando magníficas vistas de Arroyomolinos con toda la extensa barrera de sierras al sur del término, como la Sierra del Ruar o Los Gabrieles (790 m), Sierra del Búho (851 m), Sierra del Castillo del Cuerno (824 m, divisábamos su antigua fortaleza morisca) o Sierra de la Nava.

Después de un primer collado llaneamos por la umbría de dicha loma y llegamos al Puerto de la Gila (798 m), donde aparece una encrucijada de caminos (un carril) y los primeros robles. Tomamos a la izquierda por el PR mal señalizado por el ayuntamiento, ya que a pesar de las visibles marcas amarillas y blancas que nos vamos encontrando a lo largo de la ruta, el verdadero camino del Tentudía (que me confirmaron algunos que era particular a su paso por un castañal), seguía a la derecha (opción circular en la próxima guía de Isi “El Profeta del Aljarafe”, del parque natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche). Al llegar a cada encrucijada o cada collado los del grupo delantero encabezado por “Orzo Wei Javi”, “Sean “El Canadiense Errante”, “Zorro”, “Huevo” y el ”Serpa Carmona” se quedaban esperando a los de atrás como mandan los cánones para los reagrupamientos tácticos, de hecho durante gran parte de la travesía el grupo de 26 personas que éramos avanzó de forma muy compacta y a un ritmo mas que aceptable.
La zona por la que transitamos posteriormente se llamaba Los Valles, a nuestra izquierda llevábamos la vertiente del Arroyo del Abismo, y divisábamos al Noroeste algunas alturas ya extremeñas como el Cerro Molino (961 m), Cerro del Castaño (934 m, no confundir con el otro Cerro del Castaño) y Alto del Castillejo (928 m). Después fuimos bordeando el Cerro Vilano (927 m), a nuestra derecha, hasta llegar a un colladito donde a la izquierda se encuentra un toril de ganado en la zona llamada El Robledo, desde la que posteriormente bajamos hasta llegar a un cruce dudoso por la mal interpretación de las marcas donde nos reunimos todos. A la izquierda seguía el Camino del Abismo por la Fuente de la Higuera, que nos llevaría de nuevo al pueblo, de frente el carril salía a la carretera de Cabeza la Vaca al Tentudía a la altura del Collado Garrido (893 m), y a la derecha el camino que finalmente tomamos hacia el Tentudía. Las abundantes lluvias caídas los días previos hicieron posible que disfrutáramos de preciosos prados con intensas tonalidades verdes, bajo el cielo azul de aquella resplandeciente mañana otoñal, certificada por los distintos tipos de setas que nos íbamos encontrando a ambos lados del camino y la caída de las hojas de robles, inmortalizados a su vez por grandes fotografos que nos acompañaban aquel día como: Angel, Chari, Paco Domínguez, Carlos Tapia ó Manuela “La Emperatriz de la Bahía” entre otros.
Subimos y alcanzamos un collado entre bonitas praderas, a nuestra izquierda ya se levantaban los primeros "miles" de Huelva-Badajoz, como el Cerro Gordo y más adelante, Cumbre de las Ceborillas (1.038 m). Cruzamos un regajo perteneciente a la cabecera del Arroyo de las Vegas, a nuestra izquierda circundamos toda la zona llamada Las Eritas, dejamos a la derecha el Cerro de la Encina (924 m), con su tupido castañar, y más adelante llegamos a una portera donde presuntamente, a falta de contrastar, se encuentra según los mapas, la Casa de Eritas. Por aquí ya empezaron a encenderse las luces de alarma en la rodilla izquierda de nuestro sufrido amigo Isi, fruto de varios cientos de kilómetros por los caminos mas insospechados de esta sierra y otras zonas de Andalucía. La cojera era cada vez mas ostensible a pesar de la cercana compañía de Reinaldo “El Senescal de la Bahía” y de la resignada mirada de su novia Maku “La de los ojos Esmeralda”, que por tercer día consecutivo lo seguía para hacer otra ruta senderista…¡y es que esa ansiada guía hay que escribirla antes con los pies!.


Más adelante cruzamos el Arroyo de Valle Moral junto a las ruinas de la Casa del Tío Aleluya, continuamos entre robles hasta llegar a un carril y el Cortijo del Portugués a la derecha, después de dejar paso a unas reses bravas para que terminaran de pasar por una estrecha senda por la que teníamos que bajar.



Llegamos a la aldea de Los Bonales, con sus casas aprovechadas para aprisco de ganado, y por encima de esta ya se distinguía claramente el punto culminante de toda la loma que constituye el Cerro de los Bonales (1.059 m). Antes de entrar en la aldea cruzamos el Arroyo de las Lancheras. Después de la aldea vino un fuerte repecho que nos situó en el Puerto de los Moleores (899 m), entre los Bonales a la izquierda y el Alto de los Barriales o Plaza de los Abantos a la derecha (949 m).En este punto enlaza una vía pecuaria llamada Colada de la Garganta, tras una portera a la derecha, utilizada en la futura guía de Isi, para venir desde el Puente de la Gitana (Ctra Arroyomolinos-Cala), hasta el Tentudía por el Barranco de Valdelamadera.

Llegamos al Puerto de Los Ciegos (952 m), y antes disfrutamos de unas bonitas vistas a un valle a nuestra derecha donde destacaba el Molino de los Moleores o Cortijo de la Tallisca (según planos IGN). Ya teníamos nuestros dos objetivos a tiro de piedra y tras unos breves instantes de duda entre cual atacar primero nos decidimos finalmente por el el Tentudía (1.112 m), hacia el que nos dirijimos por la vieja carretera que llega a su cumbre desde el pueblo de “Cabeza de la vaca” y atajando en su último tramo por el viejo camino, parcialmente transformado en pista que tras los mas de 700 m. de desnivel acumulado entre subidas y bajadas, se hicieron algo duros en el último tramo, tras la obligada visita a La Ermita, que cuenta con un bonito claustro, tienda de souvenir y restaurante anexo, decidimos sacar las viandas que llevábamos en las respectivas mochilas, sentándonos al borde de la bonita pradera que se encuentra entre la Ermita y la emblemática cruz de hierro junto a la cual nos encontrábamos disfrutando de una grandiosa panorámica hacia el noroeste desde donde podíamos distinguir perfectamente los pueblos de Cabeza de La Vaca, Monasterio y Fuente de Cantos. Tal y como íbamos girando alrededor de la Ermita que cuenta con la peculiaridad detener el punto geodésico sobre su campanario, se puede disrutar de unas panorámicas tremendas de gran parte de la Sierra Norte de Sevilla, el P. Nat. Sierra de Aracena y Picos de Aroche con parte de su embalse brillando como un espejo por el efecto del sol, la comarca extremeña de Tierra de Barros, etc. Allí estábamos nosotros en el techo de la provincia mas grande de España, tan relajados estábamos que Jaime se quedó dormido y hasta llegó a roncar, consecuencia lógica de la noche discotequera que había vivido horas antes. Mientras que el “Huevo”, Jordi y el “Serpa Carmona” no pudieron resistirse a las maravillosas carnes a la brasa que se servían en el restaurante panorámico, que también tendrá que incluir nuestro amigo “Isi” en su guía, para los mas sivaritas.
El ambiente de camaradería, bajo aquel cielo azul, aquel prado verde, la temperatura ideal y tan magníficas panorámicas a nadie le apetecía marcharse, pero estábamos en el techo de Badajoz y nuestro objetivo teórico dentro de “los 8 techos de Andalucía” era el “Cerro Bonales” al que llegamos por el mismo camino que habíamos traido y que visto desde “El Puerto de Los Ciegos” no es mas que un cerrito de menos de 100 m. de desnivel, al que se accede por una angarilla, continuando por una senda difuminada entre la hojarasca del joven bosque de robles que crece por su ladera y que en ocasiones llega a cerrarse tanto que nos recuerda a “El Proyecto de Las Brujas de Blair”. Una última alambrada que se pasa sin complicaciones es el último obstáculo para esta cumbre tan dócil donde conviven los robles con los pinos y donde viejos incendios han provocado algunos claros que aprovechamos para hacer algunas fotos con todo el grupo “casi” al completo.
Afortunadamente fue un acierto dejar el mayor número de coches posible en “El Puerto de Los Ciegos”, posibilitando el que pudiéramos bajar todos juntos hasta “Arroyomolinos de León” para recuperar los pocos coches que habían quedado allí y no tener que hacer dobles viajes.
Sin duda alguna la gran sensación del día fue encontrar tantas caras nuevas entre las 26 personas que nos dimos cita, comenzando por el grupo de “Beautiful girls”, que junto con la reaparición de Jaime, Manolo y cinco miembros del Comando Preston en Sevilla hicieron posible el que por primera vez, fuesen mayoría mis paisanos. No obstante hay que destacar el mérito de quienes vinieron de Ronda, Málaga y Rota a quienes dedico mis mayores elogios y agradecimientos.
Crónica: Isi y Juani
Fotos: Juan Ignacio Amador