miércoles, noviembre 07, 2007

Un paseo por los alrededores de Faraján

Faraján - La Puente - Chorreras de Balastar - Faraján (Valle del Genal)
El sábado, 3 de octubre amaneció como un típico día otoñal, con suaves temperaturas y con un cielo gris, que nunca llegó a amenazar con dejar de caer la tan ansiada lluvia. A las 11,00 h nos dimos cita en Faraján un total de 27 senderistas dispuestos a vivir una bonita jornada de campo. Comenzamos a caminar por el camino que baja paralelo al arroyo de la Pasadilla, antes de afluir a la pista asfaltada de la venta La Vega observamos el antiguo lavadero del pueblo, hoy en desuso y abandonado. Una vez en la pista cruzamos al otro margen para tomar un carril paralelo que se desprende poco después a la izquierda, sorteando una angarilla que dejamos cerrada. Este camino serpentea en busca de la chopera que atisbamos en una de las vegas del río Genal. Abandonamos el carril y tomamos el marcado sendero que accede a la vega de la Puente, donde hallamos el vetusto y viejo puente de hierro, sitio propicio para sacar unas fotos. Intentamos penetrar por la maraña al derruido molino de la Puente, cosa que dejamos para otra ocasión (podeis ver fotos del molino en la crónica del Grupo Extremo de este verano: Vega Larga-Venta La Vega). Ahora tomamos la marcada acequia que discurre paralela al río, atrevesando una zona muy tupida de vegetación, que viene a morir a la pista asfaltada, ya conocida. Subimos unos metros para desviarnos por un carril terrizo que surge a nuestra izquierda, con la presencia de quejigos y madroños en los taludes. El almuerzo lo hacemos en la amplia vega que forma el arroyo Balastar antes de entregarse al Genal. Al tiempo retomamos nuestra ruta y retrocedemos unos metros para tomar el antiguo camino del Molino, hoy habilitado para la saca de las corchas y para otros menesteres forestales. La subida es pina y muy dura, lo cual deja marcado a más de uno, despues se dociliza y atraviesa unos perezosos. Tras pasar una cancela, el carril se encamina hasta Faraján, aunque nosotros nos desviamos por el sendero que baja hasta el travertino del arroyo Balastar, un paraiso de verdor, huertos, frutales y chorreras impresionantes. Tras la visita, regresamos al carril y entramos en Faraján. Los más aguerridos, aún tienen fuerzas para visitar la segunda chorrera del día. En definitiva, una bonita ruta para un día de otoño en el Genal.

Por Rafa Flores "El Maestro Gandalf de la Serrania"

No hay comentarios :

Publicar un comentario