miércoles, marzo 25, 2009

Techos provinciales de Albacete y Murcia

Doble ascensión especial techos provinciales: “Las Cabras” sábado 21 y “Revolcadores” domingo 22 de marzo, (techos de Albacete y Murcia)

La propuesta para este fin de semana era cumplimentar el expediente montañero con los dos techos provinciales de Albacete y Murcia.

La previsión del tiempo nos daba vía libre para disfrutar de dos buenas ascensiones, pero antes nos quedaba un largo desplazamiento hasta el piquito de de provincia de Granada cercano a las provincias de Jaén, Albacete, Murcia y Almería.

Resumen del fin de semana. Objetivos, conseguidos y expectativas cumplidas con creces. Un solo pero, la falta de algunos amigos que por diversas circunstancias no pudieron cumplir su deseo. Tranquis, Pepe el makis y Comandante, las montañas seguirán allí por algún tiempo. Estuvisteis en nuestro pensamiento.



Sábado 21 de marzo

A la hora prevista, las 10 de mañana en el Bar Camacho de Cañada de la Cruz, nos encontrábamos preparados para la primera ascensión, Magda, “la Pimentonera”, Miguel Angel “El hombre que sabia demasiado”, Patricia “La chica que miraba a las estrellas”, Manuela “La dama de hierro”, Reinaldos “Senescal de la Bahía”, Miguel Angel,”el rey del GPS”, Angela, Ignacio “Montaraz del Aneto” y este que escribe “Vendaval del Moncayo”.

Por la información recopilada, ambas ascensiones, pueden realizarse por distintas rutas. Con el objetivo de hacerlas mas variadas y amenas, propongo a los compañeros realizar rutas circulares con el apoyo de los coches para evitar los tramos de carretera. Democráticamente tras el análisis de las distintas opciones decidimos subir a la sierra de las Cabras por el barranco de los Mocalones desde el cortijo del Mosquito de Arriba, para una vez en lo alto de la sierra, coronar todos los dosmiles de la provincia de Albacete, diez en total. Por este orden, Puntal norte de la Sierra 2016, cota 2008, Puntal de la Enebra 2029, Los Cacarines 2034, Las Cabras 2080, cota 2071, La Atalaya Este, techo de la provincia 2083, La Atalaya Oeste 2071, Piedra de la Lobera 2018 y el Cagasebo 2043. Contad, diez. Desde el Cagasebo, peculiar toponimia, bajar hasta los cortijos del Puerto y ya por pista y un tramo de carretera a Fuente de la Carrasca.

En las reseñas y mapas consultados, no hay unanimidad en de denominaciones de los lugares. Se reconoce como techo de la provincia a Las Cabras, sin embargo en los mapas, el denominado Atalaya tiene 3 metros más de altura, como también lo indicaban los GPS.

Cañada de la Cruz está a los pies del Revolcadores, objetivo del día siguiente, pero el del sábado era el cercano techo de la provincia de Albacete. Nos desplazamos unos 11 Km. A la aldea de Fuente de la Carrasca a los pies de la sierra de las Cabras, allí dejamos unos coches y con el resto nos dirigimos al cortijo del Mosquito de Arriba, unas ruinas como la mayoría de los que pudimos ver por estas sierras.

Tras la foto de inicio de ruta, comenzamos la subida por el carril en busca del barrando de los Mocalones, con algo de retraso sobre el horario previsto, lo que hacia peligrar la consecución de todos los objetivos, pero este coordinador con su proverbial templanza iba calmando los temores del resto del grupo. /Es coña/

Con la tranquilidad de contar con varios GPS, los tracks de los tramos que deseábamos hacer, y la excelente forma física del grupo, con precisión suiza, en el reloj y en el terreno, íbamos dibujando con nuestros pasos el itinerario y uno a uno alcanzando todos los hitos indicados anteriormente.

La Sierra de las Cabras nos iba sorprendiendo. No esperaba un entorno tan agradable y variado, como podéis ver en las fotos, bosques, barrancos, crestas, rocas para trepar, alguna mancha de nieve que a alguno nos hizo disfrutar como niños. Buena climatología, ni frío ni calor, aunque la bruma nos impedía ver los amplios horizontes que desde estas cotas deben contemplarse y hasta alguna suave gota de lluvia refresco nuestros rostros.

Ruta perfecta, solitaria, toda la sierra para nosotros, exigente pero sin complicaciones técnicas, salvo que se hace sin sendas y como mucho algunas trazas la mayoría de cabras. Fueron unos 15 km. Alrededor de 1200 metros de desnivel acumulado y 7 horas y media de marcha sin paradas. Como diría nuestro presi, PERFECTO


Domingo 22 de marzo

El domingo mismos protagonistas, salvo Magda, que aprovechaba el desplazamiento para estar con su familia en Águilas, y Patri por motivos profesionales.

Los sietes magníficos restantes estábamos a las 9 de la mañana de nuevo en el bar Camacho de Cañada de la Cruz, inicio de la ruta, para trasladar algunos vehículos al cercano Cortijo de la Cañada, lugar previsto de fin de ruta.

Foto de inicio en la plaza frente al establecimiento hostelero para comenzar la ruta de subida que ibamos a realizar por el barranco de las Zanjas. Desde Cañada hasta unas casas denominadas Porche de los Rincones se hace por un carril en buen estado para tomar desde allí el cauce seco del barranco que con su frescor nos iba haciendo más llevadero el calor del esfuerzo en la fría mañana.

La subida sin grandes desniveles 600 metros en unos 3 km, a buen ritmo y sin pausa, con alguna trepadita divertida de esas que tanto me gustan. Vaya el nivel físico de los compañeros, de montañeros GL, me llevaban con la lengua por el suelo.

Siguiendo el barranco, hacia los 1700 metros de altitud, gira al oeste hacia el collado de los Maderos, al cual no subiríamos ya que a la vista del Revolcadores nos salimos de él siguiendo el track y unos hitos que marcan el itinerario del inexistente camino hasta el Revolcadores. En este caso cono el día anterior hay diferencias en la toponimia de los hitos, aunque en los mapas que llevabamos a la cota 1999 le llaman Revolcadores que es el nombre que se da como techo de Murcia, es la loma más al norte y que esta marcada como Obispo, la que marca mas altura, 2014..

El día había salido algo más claro que el anterior y nos permitía disfrutar de mejores panorámicas de las sierras más cercanas, todas ellas deslumbradas por la belleza de la Sagra, la montaña perfecta, cubierta en parte por la nieve.

Una vez alcanzado el Revolcadores y con el tiempo ganado en la subida el resto de la jornada la hicimos a ritmo de paseo, disfrutando del paisaje y la conversación. Nos dirigimos al Obispo y tras la foto del techo conseguido vuelta sobre nuestros pasos de nuevo al Revolcadores, al collado de los Maderos y al cerro sur de la sierra Seca. Desde este punto se inicia el descenso por la loma oeste, entre pinos y carrascas, sin senda pero con la ayuda de los GPS y con las referencias, primero del Cortijo del Moralejo y posteriormente al girar al sur, del cortijo de la cañada, cuando el bosque nos permitía verlos. El descenso también divertido, con algunos pasos cerrados por la vegetación y pedreras que nos incitaban a bajar a toda velocidad.

Antes de llegar al cortijo de la cañada tuvimos que atravesar un campo de almendros en flor que nos ofrecieron unas postales inolvidables con las flores en primer plano sobre el fondo de la Sagra.

Tras coger los coches, antes de las dos ya estábamos con los deberes hechos de vuelta en el bar Camacho, donde habíamos reservado mesa para dar cuenta de unos platos de migas con tajá, de las que había tenido noticia por las reseñas de la ruta en Internet.

Al sentarnos a la mesa, le pregunte al dueño, “y además de las migas que puede ponernos”, y me contesta, “vosotros terminar con las migas y luego ya veremos”.

Teníais que haber visto las caras de sorpresa que se nos pusieron al ver las bandejas de tomates, pepinos, mandarinas y racimos de uvas enteros, que nos pusieron como acompañamiento, además de los platos de pimientos fritos y chorizo, y las bandejas de boquerones, después de la preparación, las migas no se veían.

No voy a decir que han sido las mejores migas que he comido en mi vida, yo las hago muy buenas, pero desde luego que van a ser las más recordadas.

De los siete comensales, solo dos pudimos terminar con el plato y los repetidos rellenos de tajá. Ignacio y yo, que solemos aplicar la teoría del pobre, reventar antes que sobre, y de verdad que estuvimos a punto.

Otra agradable sorpresa fue a la hora de pagar.

Magnífico fin de semana vivido con los amigos.

P.D., acabo de probar los embutidos artesanos que algunos compramos en Puebla de don Fadrique, güenos, güenos.

http://picasaweb.google.com/picobarro/SierraDeLasCabras?authkey=Gv1sRgCOGIzKWvzO70lgE&feat=email#

http://picasaweb.google.es/picobarro/Revolcadores?authkey=Gv1sRgCJHthbim7NCyUQ&feat=email#5316808087325311858

martes, marzo 17, 2009

III Edición Transmijeña

III Edición Transmijeja

Sábado 14 de marzo de 2009

Me gustaría empezar esta crónica aclarando que cuando se coordina una travesía y mas siendo la primera vez, te planteas muchos datos: que si la distancia, la dificultad etc. pero cuando
se vive una experiencia como la del sábado, el compañerismo y la humanidad de esta ruta igual que en tras muchas está por encima de todo. Muchas gracias por aportar tanto a los demás, es un orgullo teneros a todos como compañeros en la senda de la vida y los compañeros que no
pudisteis venir, que sepáis que de alguna forma estabais en la mochila de nuestro corazón.


La ruta se inició en la plaza de Mijas después del desayuno servido por el servicio de catering los primeros 2 km se desarrollaron por la carretera que conduce a Benalmadena al llegar a la barriada de Osunillas nos adentramos en la sierra a través de un bosque de pinos en animada charla señal que la subida no era demasiado dura todavía. Al llegar a la zona del último incendio se procedió a u una parada junto al pino que e plantó el día anterior nuestro gran poeta Carlitos nos deleitó con una de sus maravillosas poesías en esta ocasión tuvo la competencia de un nuevo fichaje llegado desde Ronda.
A continuación nos dirigimos al arroyo de Don Pedro en un paraje donde existe un pinar de los mejores conservados de esta maltratada sierra para llegar al cruce que nos llevaría en dura ascención al cerro del Moro, divisándose maravillosas
vistas de t
oda la costa una vez superada tan dura prueban tomamos agua y algo de alimento para dirigirnos al vecino cerro Castillejo, donde también disfrutamos de maravillosas vistas de Málaga, sierra Tejeda y Almijara, sierra de las Nieves en fin los paraísos montañeros mas cercanos de quienes vivimos en la costa o la serranía.

La primera bajada de la jornada se realizó a través de una senda totalmente cubierta de pinos pasando por el puerto del Cerezal, iniciando otra subida muy dura que nos lleva al puerto de la Media Luna, donde realizamos una segunda parada tras la cual reanudamos comenzó el segundo descenso que en esta ocasión consistía en un agradable paseo ya por la pista del viejo helipuerto hasta el puerto de La Graja, continuando por la pista que faldea la zona norte de la sierra hasta el puerto de la Encina donde disfrutamos a la sombra de cervezita, fruta fresca, bromas, chistes y un merecido descanso depues de dejar atrás los primeros 16 km. Mientras teníamos delante de nosotros la serpenteante senda arenosa por la que llegaríamos minutos mas tarde al pico Mijas, que con sus 1.150 m es el punto mas alto de la sierra. Cuando llegamos a la popularmente conocida “bola blanca”, pequeña estación de control aéreo, la recompensa fue grande con el espectáculo que se abría a nuestra vista con el Mediterráneo a nuestros pies, Fuengirola allí abajo y una amplia franja litiral de la provincia de Málaga hasta incluso parte de Granada.

En el definitivo descenso por la cañada de la Adelfa
seguimos prolongando la fiesta montañera, disfrutando de tapitas y del buen ambiente de
amistad que reinó durante toda la jornada.
hacia puerto del Colorao, se mezclaron los colores de la primavera con los troncos calcinados del incendio que devasto esta sierra en el año 2001. Hay muchos pinos que tratan de devolver a la sierra el aspecto que tenia. El grupo se estiró tanto que se dividió en dos, pero antes de llegar a la cantera del Barrio nos reagrupamos, para juntos contemplar un maravilloso atardecer desde la ermita del Calvario, desde donde regresábamos a la localidad de Mijas, por el empinado pavimento de la calle Camino del Calvario donde nos recibió la orquesta municipal con música de fiesta y cohetes. Tras los cuales disfrutamos de una merecidas jarras de cerveza de a litro, en el bar que hay frente al ayuntamiento. Pero como todavía nos supo a poco nos fuimos al bar Alarcon donde

Y por su puesto no quisiera finalizar estas lineas sin antes volveros a dar uchas gracias a todos, pues sin vosotros este día no hubiera sido tan maravilloso. Gracias a ese gran sabio de las montañas J. Morente, al igual que Paco Jaime, José Antonio Luque y Salva Vega. Ppermitidme la licencia de darle las gracias a mi hijo Pablo que nos llevo las viandas. Muchas gracias por admitidme en esa gran familia que es Pasos Largos. Y a tí Juani, gracias por aportarnos tanto.

Un abrazo muy fuerte para todos.

Paco Pino Leal

Fotos: Juan Antonio Mena y José Antonio Blackmountain

domingo, marzo 15, 2009

Ascensión al Peñón de Algámitas, 14 marzo 2009


Algámitas: Recóndito pueblo de la provincia de Sevilla situado en su esquinita sureste, de manera que desde él podemos dar un paseo a pie adentrándonos por territorio de las provincia de Cádiz y Málaga. Por su término municipal pasan las aguas del pequeño río Corbones. En Algámitas se emplazan las dos montañas mas altas de la provincia de Sevilla "El Terril", con 1129 m que comparte con el t.m. de Pruna, también provincia de Sevilla y completamente dentro de su t.m. el emblemático Peñón de Algámitas (1.128 m). Los habitantes del pueblo se hacen llamar "algamiteños". Se encuentra a 110 Km. de Sevilla capital. Y tiene una altitud sobre el nivel del mar de 423m. Tiene una extensión de 22 Km2.

El Ayuntamiento de Algámitas ha apostado por el turismo rural, apoyándose en unas riquezas naturales y recursos endógenos que hoy en día están muy demandadas. Llevando a cabo la creación de un precioso complejo turístico de montaña denominado EL PEÑON, siempre tomando como base una línea ecológica y de bajo impacto ambiental en las construcciones, siendo éstas de piedra y madera en su mayor parte para no olvidar el entorno rústico que nos rodea. Conforman el calendario festivo de este bonito pueblo: la romería de San Isidoro en mayo, y dos ferias, la de Verano, y las patronales del Dulce Nombre celebradas en el mes de enero.

Historia: Los primeros restos de civilización datan del Neolítico, debido a los restos de hachas de piedra pulimentada encontrados en dicha localidad. Con respecto al poblado ordinario de Algámitas hay que dejar claro que se encontraba difuminado entre las márgenes del "Río Corbones" si hablamos de su procedencia romana, o en las proximidades del "Arroyo del Membrillar", si tomamos su procedencia arabe.

También estuvo habitado por tribus las "Faldas del Peñón", donde todavía podemos encontrar variados útiles de caza de la Edad Prehistórica.La fundación de Algámitas es muy confusa pero la opinión generalizada, es que su origen está en un poblado Túrdulo (una clase de Íberos) que tenía su asentamiento disperso desde lo que actualmente es el pueblo de Pruna, hasta cerca del "Río Corbones". Este poblado recibía el nombre de "Callet". Por los restos arqueológicos encontrados de cerámicas se sabe que también fue habitada por los fenicios, que la denominaron "Hagalmi", (que significa peña). Después llegaron los griegos, de los que también se desconoce el nombre que le dieron.

Descripción de Complejo Rural El Peñón
En la ladera del mismo, a 800 m. de altura, con 50 hectareas de extensión y en un bosque de encinas y quejigos se encuentra enclavado el Complejo Turístico de Montaña El Peñón. El Peñón dispone de todos los Servicios e Instalaciones necesarios para que su estancia sea lo más agradable posible: Recepción, Tienda, Teléfono, Restaurante, Piscina, Cabañas, Albergues, Zona de Acampada,...El Complejo Turístico de Montaña "El Peñón" se encuentra enclavado en una finca de 50 hectáreas, contando con 5 hectáreas para sus instalaciones. Estas instalaciones están totalmente construidas de piedra y madera, de manera que se intenta siempre cuidar la integración de éstas en la naturaleza del entorno.Recepción: donde nuestro personal le dará la bienvenida a su llegada al complejo y le atenderemos e informaremos de todo lo relacionado con la zona. Junto a la recepción se encuentra el teléfono público.Tienda: donde podrá comprar todo lo necesario durante su estancia, como pueden ser alimentos, bebidas,....además de souvenirs de la zona.Restaurante: El complejo consta de un restaurante con capacidad para 350 comensales, construido íntegramente en madera y piedra donde podrá degustar la gastronomía típica de la zona.Con respecto al alojamiento en el complejo se puede optar por las siguientes posibilidades:- Cabañas: Si usted decide visitarnos con su pareja ó con un grupo reducido de personas el complejo cuenta actualmente con 11 cabañas de 6 plazas cada una totalmente equipadas y construidas íntegramente en madera y piedra.- Cabañas de Madera : Desde primeros de Julio disponemos de cabañas de madera totalmente equipadas y situadas en una de las mejores zonas del complejo, junto a la piscina.Todas las cabañas constan de baño con agua caliente, cocina, chimenea, terraza con excelentes vistas ya que todas están enclavadas sobre laderas, barbacoa, ropa de cama y menaje de cocina.- Albergues: Si usted piensa visitar el complejo formando parte de una excursión o un grupo ponemos a su disposición nuestros dos albergues "El Buitre" y "El Zorro" que se encuentran situados dentro del complejo.El albergue "El Buitre" está preparado para albergar un máximo de 56 plazas divididas en 7 habitaciones constando cada habitación de 4 literas de 2 plazas cada una así como taquillas individuales y mesas. Este albergue consta además de servicios y duchas comunes, mesa de ping-pong, sala de reuniones, pista de tiro con arco y rocódromo.El albergue "El Zorro" está también preparado para albergar un máximo de 56 plazas divididas en 14 habitaciones constando cada habitación de 2 literas de 2 plazas cada una, taquillas y mesas. Este albergue consta además de servicios y duchas comunes,mesa de ping-pong, patio cubierto, pista de tiro con arco y rocódromo.- Zona de Acampada: El complejo consta de una zona de acampada donde podrá alojarse con su tienda de campaña o caravana en contacto directo con la naturaleza. Esta zona tiene capacidad para 300 plazas divididas en 90 parcelas, constando cada una de ellas con una mesa y magníficas vistas. Además la zona de acampada consta de duchas con agua caliente y servicios, bar con terraza, barbacoas y una estupenda piscina.Para más información sobre nuestras instalaciones: 95 585 53 00.
Ascensión al Peñón de Algámitas (1.128 m) desde el área recreativa (730m): sabado, 14 de marzo de 2009
En la creencia de que la Transmijeña se celebraría el sábado 28 de marzo, como estaba anunciada en un principio, decidimos programar para el sábado 14, la ascensión al emblemático Peñón de Algámitas, preciosa montaña que con sus 1.128 m es la joya de la sierra sur de Sevilla, que junto con el vecino Cerro del Terril 1.129 m, destacan como los grandes centinelas de la campiña, pudiéndo distinguirse fácilmente a veces hasta a mas de 80 km según la ubicación en la que nos encontremos.
Dado el carácter familiar con el que se había programado en un principio, hicimos extensible la propuesta a otros amigos que no tenían pensado participar en la Transmijeña, llegando a superar la veintena de participantes entre niños y adultos, que disfrutaron de lo lindo con las maravillas que atesora esta peculiar montaña que ya rebosa primavera por sus cuatro costados y coronando ante todo pronóstico el último tramo rocoso al que se llega por una vertiginoso saliente, donde la mayoría de los niños se subieron como el que se sube a un columpio, antes de que los mayores nos diéramos cuenta.
Se trata de una ascensión que se puede realizar de forma circular: La subida mas directa es la que se realiza rodeando su cara este y sur es decir, tal y como miramos hacia la cumbre desde el área recreativa, rodearíamos la montaña por la izquierda, manteniéndonos en la subida cerca de la base de sus farallones rocosos, sin duda se trata del camino mas corto para llegar a su cumbre, pero como siempre el tramo mas corto coincide con el mas empinado. De manera que yendo con los niños optamos por la opción mas tendida y suave, que rodea toda la cara norte y oeste, de tal manera que tal y como miramos la cumbre desde el área recreativa, la rodearemos por la derecha, siguiendo las indicaciones del “SL 4” uno de los pequeños “senderos locales” que se han creado para promocionar la práctica del senderismo por la zona. El sendero parte justo frente la oficina de información situada junto al restaurante en la misma entrada del área recreativa donde existe un aparcamiento habilitado para los visitantes. A través de una escalera de piedra vamos ganando altura rápidamente conforme vamos dejando a derecha e izquierda bucólicas cabañas y bungalows ideales para venirse a pasar unos días, mientras el canto de los pájaros le pone la banda sonora a la ascensión. Aunque la subida es exigente en su comienzo, no tardamos en encontrarnos con pequeños tramos de praditos donde se allana el camino que nos permiten tomar un respiro de vez en cuando, en todo caso la sombra de encinas y quejigos mitiga el esfuerzo de la subida. Una baliza mal orientada del SL4, nos hizo tomar un desvío a la izquierda que resultó ser el destino del SL2, llevándonos hasta el lugar conocido como “El Mirador” dando vistas a la espectacular pedrera de la cara norte del peñón, así como al pueblo de Algámitas. Afortunadamente, el desvío sólo suponía desandar unos 300 m. de sendero a través de un precioso bosque de galería que volvimos a recorrerar para retornar al pradito, encontrándonos además de un rebaño de ovejas con unos caballos y un poni junto al cual se hicieron fotos los/as niños/as que venían en el grupo.

Una vez retomado el sendero no tardamos en alcanzar el extremo oeste del Peñón que ya comienza a ofrecernos panorámicas mas amplias de la campiña sevillana hacia Morón e incluso vistas al suroeste pudiendo distinguir facilmente la localidad de Olvera, asomando por encima del castillo de Pruna, el Lagarín y las Grajas al fondo con el Gastor a sus pies, la sierra de Líjar, tapando Algodonales y por supuesto destacando en el horizonte la crestería de la sierra del Pinar. Conforme continuábamos girando ya íbamos teniendo unas vistas cada vez mas amplias y cercanas del cerro del Terril, que con un metro mas que el peñón de Algámitas es el verdadero techo provincial de Sevilla, si bien por desgracia los incendios lo han castigado tanto, que coronarlo es prácticamente su único aliciente. Conforme vamos entrando adentrándonos en la vertiente sur del peñón comienzan a desaparecer los bosquetes de encina y el sendero discurre entre la abundante hierba en ésta época del año y roquedos cada vez mas frecuentes, que de vez en cuando forman un gran escalón ó un pequeño veredón, donde el uso de las manos nos ayudará a superar las pendientes del terreno cada vez mas pronunciadas donde la senda mas que verse se intuye, de vez en cuando corroborada por alguna flecha verde que nos va orientando hacia la pradera inclinada que se encuentra junto a la misma cumbre. Pradera que nos encontramos inundada de flores amarillas y donde dada la pendiente mas de uno tuvo ue echar mano al suelo, para seguir subiendo, tal es la pendiente en el último tramo de subida. Al llegar a la parte superior de la pradera, los niños que iban como auténticos cohetes no dudaron en seguir los pasos de Orzo Wei Javi, contal facilidad y rapidez llegaron a la cumbre, que contajiaron a la mayor parte del grupo hasta el punto de que mas de uno/a que yendo sólo o en un pequeño grupo jamás se hubiera atrevido a coronar aquel último tramo de vértigo cuando ya se dio cuenta estaba en la mismísima cumbre del Peñón de Algámitas. Paradójicamente, si nos olvidamos del cerro del Terril de las 8 cumbres provinciales de Andalucía, siendo Sevilla la provincia mas llana, tiene el techo provincial mas difícil de conquistar en su último tramo, pero allí estábamos haciendo historia en una jornada difícilmente repetible por el peculiar grupo que allí nos juntamos en tan histórica jornada.

Una vez de regreso al pradito de la antecumbre y localizada ya la primera baliza del SL4 tras atravesar un retamar, para seguir rodeando el peñón hacia su cara este, ahora ya en sentido descendente. Iniciamos el descenso con el grupo muy compacto, pero tal y comenzaron a aparecer los primeros tramos de fuerte pendiente por terreno inestable de piedrecillas sueltas, el grupo comenzó a estirarse, reagrupándonos de vez en cuando en pequeños praditos a modo de balconadas que también tiene la bajada. Sin embargo, ya eran casi las 14.30 pm.y todavía quedaría una media hora siguiendo las balizas del SL4 hasta el área recreativa. Por lo que con mesa para 20 dultos y otra para 7 niños ya reservada y mi hermana Lourdes con madre, mi cuñado Eduardo, Lucía y Arturo esperándonos, ya no dude en decirle al resto del grupo que continuaran la bajada a su ritmo que ya nos veríamos en el restaurante. Quedándome yo en cola junto con mi hijo Nacho que se le había metido un pincho en la bota, mi cuñada Ana Mari y Jordi que también se quedó para echarle una mano a mi hermano Alberto que cada vez llevaba peor los tramos de pendiente pronunciada. Unos 20 minutos después, a la tercera llamada a mi móvil del grupo delantero,en a penas unos minutos, reiterándome que estaban desconcertados, porque aunque veían perfectamente el sendero con las balizas del SL4, no dejaban de subir y subir, cuando en teoría deberían continuar predominantemente en descenso y a mí la verdad es que no me sonaba ese perfil. Habiendo localizado en el mismo punto donde me hicieron la tercera llamada, una bajada por una senda inverosimil que nos situaba rápidamente en la base del peñón muy cerquita ya de la carretera. No dude en decirle al grupo que ante la incertidumbre retrocedieran sobre sus pasos, reagrupándonos en el punto donde los últimos pasamos a ser los primeros, llegando a la base pocos minutos después.
Tal y como ocurriera dos años antes al poco de tocar la carretera, volvíamos a introducirnos en el bosquete de encinas para continuar rodeando la base del pñón hasta cerrar el círculo en el restaurante del área recreativa donde la comida nos supo a gloria y donde Orzo Wei Javi nos confirmaba que a pesar de aquel desconcertante tramo de subida continua, el sendero llegaba a un punto donde comenzaba a descender de forma definitiva situándote en el mismo área recreativa el Peñón, donde ya habían terminado de comer cuando llegamos el resto del grupo. No obstante, a pesar de esos momentos de incertidumbre en la bajada, todos coincidimos en que la jornada había sido muy bonita e incluso quien lo pudo pasar peor sugería que mas adelante deberíamos preparar otro encuentro.
Antes de despedirnos un sidecar verde caqui custodiado por un chiguagua y con un casco militar en plan pieza de museo 2ª Guerra Mundial, fue motivo suficiente para hacernos la consabida foto humorística para despedirnos como siempre entre risas y bromas.

domingo, marzo 08, 2009

Travesía Ronda El Burgo

Sábado 7 de marzo de 2009
Travesía Ronda – El Burgo, Ruta homenaje a Pasos Largos, el último bandolero de la Serranía:
Hacía ya varios años que se venía fraguando la idea de realizar esta emblemática travesía entre las localidades de Ronda y El Burgo donde el mítico bandolero Pasos Largos que le da nombre a nuestra asociación senderista: nació, creció y protagonizó los mas sonados episodios con los que se forjó la leyenda del que ha sido considerado el último bandolero de la Serranía. Personajes mitificados que forman parte de la rica y variopinta historia de nuestra querida Andalucía. Pero por una razón o por otra todavía no se había organizado dicha travesía, hasta que por fin nuestros compañeros: Rafa Márquez, mas conocido como el Aristóteles de la senda (socio nº1 de P.L.), Don Fernando el Diácono y Carlos Tapia, El Retratista de atardeceres y amaneceres se decidieron a prepararla y organizarla con gran acierto y brillantez para el inolvidable sábado 7 de marzo de 2009, consiguiendo superar la cincuentena de socios que tuvieron el privilegio de poder participar en esta interesante travesía de dificultad media con perfiles suaves y una distancia de 22,4 km caminando por bellos paisajes montañosos repletos de historias y leyendas, atravesando Sierra Blanquilla, situada al norte del parque natural Sierra de Las Nieves, Reserva de la Biosfera.

A la hora indicada ya habían llegado todos los compañeros al punto de encuentro ubicado en el parking junto al Polideportivo Municipal, cercano al hospital de Ronda, desde donde partió la travesía dirección nordeste, caminando por pistas mas o menos paralelas a la carretera de Campillos, entre fincas y tierras de labranza donde ya se dejaba ver algún almendro en flor anunciando la cercana primavera, mientras que los grandes charcos que inundaban algunos tramos del camino, daban fe de las recientes lluvias caídas en los días anteriores, ¡cuánto tiempo hacía que no vivíamos un invierno tan lluvioso!. Todavía bajo aquel cielo cubierto de negros nubarrones llegábamos a la fuente de Espejo, donde se hacía la primera parada de reagrupamiento. Poco después iniciábamos la bajada al arroyo de la Ventilla, con vistas a un precioso cortijo situado casi al nivel del arroyo, que algunos optaron por atravesar por debajo del puentecillo sobre el que pasa la vía del tren y la mayor parte del grupo en un tramo aguas arriba, donde cada uno salvo el vado con la pericia propia de un pasos largos, excepto paradojas del destino, uno de nuestros mas intrépidos compañeros: el incansable José Antonio Blackmountain, que tal vez por un exceso de confianza a la hora de pasar el vado saltando de piedra en piedra, resbaló con una roca, no solo metiendo una pierna el agua casi hasta la rodilla, sino doblándose un tobillo, a pesar de lo cual no solo le restó importancia al asunto, sino que continuó, completando la totalidad con pundonor espartano.

Una vez atravesado el vado del arroyo de la Ventilla, las nubes comenzaban ya a disiparse, permitiéndonos disfrutar de una radiante jornada de sol. Y la travesía viraba ya de forma clara en dirección este, continuando por una suave pero prolongada ascensión, que serpenteaba entre abundante matorral y pequeñas encinas, como antesala del precioso prado donde fuimos pasando junto a los hitos de la Fuente del Espino, el mítico miliario romano, o los restos del dolmen situado a los pies del cerro conocido como el Cancho de la Pepa, principal referente visual del tramo central de la travesía, que fuimos faldeando por la cara sur de su base, hasta situarnos en el mítico puerto del Viento, donde tocábamos la carretera Ronda-El Burgo, que durante el siguiente kilómetro quedaría a nuestra derecha, perdiéndola momentáneamente de vista, tal y como bajábamos por una cañada, a partir de la cual ya nos sumergíamos en el paisaje telúrico de rocas calizas que caracterizan al tramo mas espectacular del camino que comunica a Ronda con El Burgo. Como íbamos diciendo, aproximadamente un kilómetro después volvíamos a tocar dicha carretera, que ésta vez si atravesábamos, para comenzar a faldear la cara norte del bonito cerro donde se encuentra la peculiar Fuente de La Alberquilla, que se visitó, ladera arriba, tomando un pequeño desvío a la derecha, justo antes de llegar al Puerto de Los Empedrados, donde disfrutamos de un agradable almuerzo de hermandad sendérica, entre las ruinas de las cortijadas que allí existieron y que vieron nacer y crecer al mítico Pasos Largos, como bien se encargó de recordarnos nuestro buen compañero Don Fernando el Diácono, con sus oportunas poesías que siempre hacen referencia al contenido de cada ruta o acontecimiento en cuestión, que al mismo tiempo fue complementada por las distintas explicaciones que el gran Rafa Márquez, mas conocido como el Aristóteles de la senda, se fue encargando de darnos, frente a cada uno de los hitos mas significativos de la ruta, que venían señalados en el mapa que se nos entregó al comienzo de la ruta y del que todavía me valgo para escribir esta humilde crónica. Tras la poesía de Don Fernando, y como homenaje a Pasos Largos, se plantó un algarrobo, con tu tubito de protección junto a las ruinas de una antigua vivienda. Como no podía ser de otra manera, aprovechamos la ocasión para visitar la pequeña cueva situada unos 75 m al noreste de dichas ruinas, cuya entrada se encuentra al fondo de una minúscula depresión rocosa, que bien podrían pasar desapercibida para cualquier caminante que pase por el Puerto de los Empedrados, si no conoce su ubicación exacta. Y es que aunque la pequeña cueva a penas tiene mas de 30 m de longitud, las formaciones de estalactitas y estalagmitas que se encuentran en su interior bien merecen la visita, que esperemos nunca se produzca por parte de aquellos indeseables que suelen causar estragos a la entrada de pequeños santuarios geológicos como éste.

De vuelta al Puerto del Viento, otra vez mochila en ristre, comenzaba ya la última parte de la travesía en predominante descenso hacia El Burgo, intentado seguir el trazado de una antigua cañada real oculta entre aulagas y otros matorrales de espino que tapizaban la vaguada por donde discurre el arroyo Bolina, junto al cual caminábamos, casi chapoteando por la hierba dada la cantidad de veneros existentes en la zona, hasta situarnos en una pequeña llanura de transición por donde volvíamos a cruzar por última vez la carretera Ronda-El Burgo que ahora quedaría definitivamente a nuestra derecha, pasando inmediatamente después junto un abundante rebaño de ovejas, donde había casi tantas crías como ejemplares adultos, regalándonos una entrañable postal con el telón de fondo del cerro del Espartal, llegando a continuación a la antigua venta de Añoreta, donde fueron varios los compañeros que aprovecharon la oportunidad de llenar sus cantimploras con la rica y fresca agua que emana de su encalado pozo blanco.

Y desde la antigua Venta de Añoreta iniciábamos ya el último tramo de la travesía, por la Cañada Real de la Cruz Blanca, pasando junto a una peculiar era cuadrada y llegando unos quince minutos después a un collado que nos brinda una panorámica espectacular con el pueblo de El Burgo a nuestros pies y el grandioso paisaje montañoso de la agreste cara norte de Sierra Cabrilla, con la cumbre de Sierra Prieta asomando por detrás al sur, la inconfundible silueta de de la Sierra Alcaparaín al este y la majestuosa sierra de Las Nieves al oeste con algunos neveros dispersos a la altura del Peñón Enamorados. Impresionante colofón para finalizar esta bella travesía montañera rematada con tan espectacular telón de fondo del que fuimos disfrutando ya todo el tiempo hasta llegar a la localidad del Burgo donde nos despedíamos con la gratísima sensación compartida que siempre te dejan jornadas tan memorables como esta, despidiéndonos frente al monumento a Pasos Largos.

No quisiera finalizar esta breve crónica sin felicitar una vez mas a nuestros compañeros Rafa Márquez, Fernando Ruiz y Carlos Tapia por su magnífica labor preparatoria y como anfitriones de lujo para esta bella travesía altamente recomendable para los amantes del senderismo. Si bien habría que recordar que conviene hacerla con alguien que la haya realizado anteriormente pues a lo largo de la misma existen varios cruces de sendas y caminos que se prestan fácilmente a confusión.

Crónica: Juan Ignacio Amador Tobaja

lunes, marzo 02, 2009

Ascensión a la Sierra de las Cabras (1.280 m)

Sabado 28 de febrero de 2009
Ascensión a la Sierra de Las Cabras (1.280 m) “El Centinela de Las Pedrizas.
Conforme se acercaba la fecha, los pronósticos meteorológicos daban mayor probabilidad de lluvia hasta el punto de que 48 horas antes del día señalado nos vimos obligados a trasladar la 2ª Travesía del Jurásico entre El Valle de Abdalajís y El Chorro al 18 de abril, fecha en la que teníamos prevista la Ascensión a la Sierra de las Cabras, que por tratarse de una ruta mas corta y sencilla, fue la que optamos por realizar en su lugar permutando las fechas, en esta jornada de incierto pronóstico meteorológico con la esperanza de que no pasara de algún chaparroncillo.

1ª parte, Al filo de lo imposible por la vaguada equivocada:
Poco antes de la hora prevista ya estábamos haciéndonos la foto de comienzo de ruta los diez compañeros que acudíamos a la cita, mochila, bastones e impermeables en ristre frente al hotel restaurante La Yedra, autovía de Las Pedrizas, magnífico y cómodo punto de partida para iniciar esta interesante y muy poco frecuentada ruta montañera. Después de aprovisionarnos de agua en la famosa fuente de la Yedra, junto al aparcamiento, comenzamos a andar por la vía de servicio dirección este, hasta que después de pasar junto a la gasolinera, situada a unos 200 m. del comienzo, accedimos por una angarilla al terreno sembrado que nos encontramos al pie de los tajos de la cara norte de la sierra, manteniéndonos cerca de la valla metálica para no estropear la tierra cultivada, en paralelo a la carretera de servicio que va quedando a nuestra izquierda, hasta que poco antes de llegar al tendido eléctrico que nos sirve de referencia para iniciar la aproximación al pie de la sierra, giramos a la derecha, de manera que comenzamos a ascender suavemente por una dócil cañada tapizada de hierba y salpicada de grandes retamas, alguna que otra aulaga y matagallos entre los que vamos ganando altura cómodamente a través de cualquiera de las sendillas mantenidas por el paso del ganado, de manera que con la carretera a nuestra espalda y con el tendido eléctrico a nuestra izquierda o incluso a veces por debajo del mismo, llegamos al Puerto Lucena, situado a 1,8 km. del comienzo de ruta, coincidiendo con la cuarta torreta de alta tensión, y sobrepasando dicho puerto debemos mantener la dirección sureste en busca de la base para iniciar la ascensión. Pero el mar de nubes bajo el que estábamos inmersos nos impedía ver nuestro objetivo e incluso nos hizo dudar sobre el camino a seguir. Y fue en aquel preciso momento cuando el amigo Fernando de La bota viajera, que se unió a nuestra comitiva frente a la comisaría de Carranque, por suspensión de su salida a última hora, habiendo hecho esta ruta con anterioridad, quien nos indicó que le sonaba haber subido por la vaguada que teníamos a la derecha, justo antes de llegar a la cuarta torreta. Como vimos muy marcado el embarrado sendero que zigzagueaba a través del canchal y la dirección también nos acercaba al objetivo que no veíamos, pero intuimos, decidimos probar suerte de manera que un kilómetro después llegábamos a un pradito salpicado de majuelos, desde el cual iniciamos la ascensión hacia la cumbre primero por una zona abancalada y posteriormente por un terreno cada vez mas escarpado hasta que nos situamos en el mismo filo de un tajo, cuya base se perdía de vista bajo nuestros pies oculto por las nubes en las que estábamos inmersos rociados por una permanente llovizna casi imperceptible, que hacía peligroso caminar por un terreno tan calizo, hasta el punto que justo antes de llegar al mismo bode del tajo, nuestra compañera Maribel, La Sirenita del río Cebollón, protagonizaba la caída mas espectacular de la jornada, cayendo de espaldas sobre una enorme roca que por fortuna era plana, menos mal que la mochila la amortiguó, a pesar de lo cual no faltaron los masajes de deep heat dados con todo cariño por parte del doctor Amador que aquel día estaba de guardia. Recuperados del susto, pasamos al otro lado de la alambrada que nos encontramos en ese punto, mientras Carlitos iba haciendo jirones con su impermeable de 1€ comprado el día anterior en los chinos, el GPS de Juan Antonio, el Elfo de La Malagueta, nos indicaba que la cumbre estaba cada vez mas cerca, pero tras 50 m. de ascensión por un abrupto canchal completamente resbaladizo y con profundas grietas entre roca y roca, llegó un momento en que se hacía cada vez mas difícil y peligroso continuar, pues ya no íbamos caminando sino trepando, por lo que hubo que dar marcha atrás retrocediendo sobre nuestros pasos hasta que volvimos a situarnos en el sendero que discurría paralelo al tendido eléctrico a la altura de la cuarta torreta.

2ª parte, retomando el buen camino, Ascensión por el Embudo:
Con la certeza de encontrarnos en el camino correcto y por un terreno mucho mas dócil que el afilado canchal de la crestería donde nos vimos obligados a dar marcha atrás. Avanzamos a buen ritmo por la ladera este de la sierra que vemos perfectamente tal y como nos vamos aproximando hacia el puerto de Las Pedrizas cuando venimos desde Málaga, pasando cerca de un nutrido rebaño de ovejas con alguna que otra cabra que no dejaban de seguir con la mirada la amenazante presencia de los tres perros que nos acompañaban. A nuestra izquierda cada vez mas abajo iba quedando otro hotel restaurante junto al inicio de la bajada del puerto de Las Pedrizas por encima veíamos el pueblecito de Villanueva del Cauche y mas lejos en dirección este Villanueva del Rosario, al pie de la formidable sierra de Camarolos, mientras que de frente a nosotros, dirección sur, veíamos Casabermeja con el telón de fondo de los Montes de Málaga. Conforme nos íbamos acercando a la lengua de tierra, desde donde se accede al empinado embudo por el que se realiza la ascensión el mar de nubes lo iba cubriendo absolutamente todo, por encima y por debajo nuestra. Como ya había algún compañero con hambre, decidimos almorzar en la base del tobogán, al pie de un roquedo que a penas ofrecía refugio para el constante chirimiri que nos iba rociando todo el tiempo. El moscatel ofrecido por nuestro amigo Miguel Becerra, el Pura Sangre Jerezano, fue mano de santo para entrar en calor, así como su tremenda tableta de chocolate que junto con la de Carlitos fue devorada sin piedad por algunos compañeros muy necesitados de alimentos energéticos antes de afrontar tan empinada subida. Tras la breve pausa de la comida expres, comenzamos la empinada ascensión por la mencionada lengua de tierra, manteniéndonos cerca de la pared rocosa que teníamos a nuestra izquierda. Con gran esfuerzo íbamos subiendo sin a penas visibilidad totalmente engullidos por las nubes en las que estábamos inmersos, pero tampoco importaba mucho en ese momento la falta de visibilidad, pues teníamos la certeza de que ahora sí, marchábamos por el buen camino. Conforme nos íbamos adentrando por el cada vez mas empinado embudo, donde incluso en el día mas despejado lo único que vas mirando es donde dar el siguiente paso, entre el jadeo de tu respiración, el roce del impermeable y el compás de tus bastones buscando un punto de apoyo entre piedra y piedra para impulsarte a cada paso y una voz interior que te dice: “¡qué coño estás haciendo tú aquí en un día como éste!”. Pero son precisamente esos momentos de mayor esfuerzo y fatiga, donde a penas queda aliento para intercambiar una sola palabra con el compañero de delante o de detrás, cuando mas consciente eres del mérito, el esfuerzo, la capacidad de sacrificio y la satisfacción personal de llegar o al menos intentar llegar a la cumbre que te has propuesto llegar. No te obsesiones por mirar cuánto falta hasta el próximo collado, por donde va ya el primer compañero, simplemente camina y cuando te des cuenta ya estarás allí con todo el grupo reunido en el próximo collado ó en la mismísima cumbre. En nuestro caso, el grupo que ascendió a un ritmo constante y sin pausa, se detuvo justo antes del final del embudo, donde nos encontramos con una especie de bifurcación bien marcada por el paso de las cabras, pudiendo optar por la de la derecha que en teoría se dirige de forma mas directa aunque por un abrupto canchal hacia la cumbre o la de la izquierda, que en realidad es un cuello de botella o mas bien un veredón por el que optamos continuar ascendiendo valiéndonos de las manos para superar escalones de casi metro y medio por una zona de gran verticalidad, pero relativamente cómoda, pues a veces te permite impulsarte agarrándote a las encajonados paredes por la que íbamos subiendo de forma escalonada a través de altísimos peldaños., teniendo que ser ayudados de vez en cuando por la mano amiga de algún compañero, hasta que nos situamos en el colladito cercano a la cumbre donde nos esperaba otra alambrada. Tal y como girábamos a la derecha, dirección norte avanzamos por un escalonado canchal, que de una forma mucho mas cómoda y sencilla de lo que nos esperábamos nos llevó hasta la misma cumbre en poco mas de cinco minutos desde el mencionado collado. Con el subidón de adrenalina que siempre te da el objetivo conquistado y mucho mas en un día de condiciones climatológicas tan adversas, cierto es que en la cumbre no nos llovió, ni hacía nada de viento, celebramos la conquista, bromeando con el enorme roto por la entrepierna de los pantalones de Carlitos por donde asomaban unos inmaculados calzoncillos blancos que dejaban entre ver un tremendo bulto a pesar del frío. Por no hablar del chubasquero que se había comprado en los chinos el día antes por 1€ y regateando, con el que llegó hecho jirones a la cumbre cual guerrero espartano, casi arrastrándolo por el suelo, mientras los compañeros se descojonaban vivos, porque cada vez que había que saltar una alambrada parecía que el chubasquero se enganchaba mas y mas por todas partes. Pero yo sabía que en realidad se trataba de un chubasquero inteligente con tecnología punta, que se iba desintegrando poco a poco conforme aumentaba la temperatura corporal. Entre onza y onza de chocolate y algún que otro pastelito traído de Grazalema nos recreamos con la curiosa cafetera que a modo de buzón han dejado instalado junto al esqueleto del punto geodésico, del que prácticamente se ha erosionado la capa exterior del consabido cilindro de hormigón, a cuyo pie han dejado una placa los compañeros del “Club de montaña amigos del Torcal”, junto a la cual nuestro ínclito amigo Carlitos nos volvía a deleitar con una preciosa poesía de cosecha propia (ver video al final de la crónica).

3ª parte: Descenso desde la cumbre de la Sierra de las Cabras hasta el barranco de La Yedra:
Sin poder disfrutar de la privilegiada panorámica que se puede contemplar desde esta cumbre situada en el centro norte del Arco Calizo Central, con la prolongación de la misma hacia el este donde destaca en primer término la Peña Negra con la curiosa denominación de sierra del Co en los mapas del IGN y la continuación de la sierra de Camarolos donde se distinguen los perfiles de La Cruz y el Chamizo Alto y hacia el oeste la vecina sierra del Torcal y el Camorro Alto coronando sierra Chimenea, iniciamos el descenso en dirección norte, sin mas vistas que los primeros 30 ó 40 m del escalonado canchal por el que íbamos descendiendo hasta situarnos al borde del tajo Prieto, que tuvimos que esquivar descendiendo en perpendicular hacia la izquierda, ó lo que es lo mismo dirección noroeste, hasta que llegamos a un precioso bosquecillo de olmos y majuelos que envueltos en la niebla nos recordaban a la escena de la película Excalibur donde Percebal ha llegado a un bosque misterioso en su búsqueda del Santo Grial. Dicho bosque, resultó ser la antesala de un inmenso prado verdaderamente precioso donde brotaban veneros por doquier que resultaron ser el nacimiento del arroyo de La Yedra, formado a partir de una alineación de pequeñas charcas que nos sirvieron de referencia para guiar nuestros pasos hacia la cabecera del barranco de La Yedra a donde llegamos con bastante facilidad y a muy buen ritmo. Sin embargo, al asomarnos a la cabecera del barranco, vinieron a mi mente las palabras de la crónica que “El Tritón de la Chorrera” traía imprimida en una inmaculada carpeta de la interesantísima página piedra sobre piedra: http://www.forospiedrasobrepiedra.com/smf/index.php?topic=5230.msg73662#msg73662, acompañada con sus sempiternos mapas del IGN sobre los que tiene marcados mil y un senderos conocidos e inéditos por la provincia de Málaga y sus alrededores. En la crónica venía a decir algo así como: -cuando lleguéis a la cabecera del barranco, mas de uno se preguntará: “Cómo coño vamos a bajar por ahí”- y es que aquello ponía los bellos de punta solo de verlo. Se trataba del prototipo de barranco encajonado entre dos tremendas paredes a modo de desfiladero que va formando un embudo conforme desciendes hasta su base. Pero ¡que coño!, la carretera junto al comienzo de ruta ya se veía allí abajo y además teníamos el privilegio de contar con senderistas de leyenda como: Jon Webster-El Huracán de Sheffield, Valentín-El Retorno de Séneca (Campeón de España de Travesía de Montaña, “Veteranos A” 2007 y 2008), el curioso caso de Manolo Manzanares-El Tritón de la Chorreras, Eduardo Campos-El Maestro de Esgrima, Maribel Martín-La Sirenita del río Cebollón, especializada en descenso de cañones y Miguel Becerra-El Piloto de Pruebas, con lo cual animados por la cercanía de la carretera, decidimos iniciar el descenso con gran soltura por parte de los compañeros anteriormente mencionados, mientras que el resto íbamos arrastrando el culo de forma poco ortodoxa por la empinada barranquera que totalmente mojada y sin dejar de llover se hacía muy resbaladiza e incluso peligrosa, jugándote por cada metro avanzado, la caída por un empinado tobogán de rocas hacia el fondo del barranco cubierto de zarzas. Hasta que poco a poco, gracias a los ánimos y consejos de los compañeros que iban abriendo camino por delante, nos reagrupamos a la altura de la repisa donde se encuentra la entrada de una curiosa cueva que queda a la derecha del barranco tal y como vamos bajando. Desde allí apiñados en dicha repisa a modo de balconada, seguimos con atención las peripecias del Huracán de Sheffield en su labor exploratoria para localizar nuevas repisas, salientes o veredones que facilitaran la bajada, incluso llegó a realizar una espectacular ascensión por la pared que teníamos enfrente. Pero dado lo agreste del terreno, por donde la única manera de seguir bajando era destrepando escalones de mas de 3 m de altura por rocas lisas completamente empapadas y con el verdín de los abundantes líquenes, mientras comenzaba a llover cada vez mas fuerte y el cielo cada vez mas oscuro conforme iba cayendo la tarde. Decidimos dar marcha atrás, pues todavía en seco podría haberse intentado, pero en mojado y sin llevar encima el material adecuado intentar forzar la situación hubiera sido una temeridad por lo que llegados a este punto decidimos regresar sobre nuestros pasos hasta la gran pradera donde se encuentran los veneros que dan lugar al nacimiento del arroyo de La Yedra.

4ª parte, El Regreso a las cuatro torres:
Salir de aquel encajonado barranco dando marcha atrás, resultó casi tan duro psicológicamente por la impotencia de encontrarnos ya a tiro de piedra del comienzo de ruta como físicamente por tener que remontar el escarpado y resbaladizo terreno por donde habíamos descendido. Seguramente en cualquier grupo de excursionistas poco experimentado hubiera cundido el pánico viendo como comenzaban a marcharse las últimas luces de la tarde. Pero un grupo de pasos largos jamás se pone nervioso ante la adversidad y con disciplina espartana desandamos a buen ritmo todo el trecho que nos separaba hasta la paradisíaca pradera donde se forma el nacimiento del arroyo de La Yedra, volviéndola a atravesar en sentido contrario, hasta que al llegar casi al fondo de donde de la misma, donde comienza la alineación de charcas giramos a la izquierda, dirección este, saliendo a un collado, tras el cual descendimos a la pequeña pradera desde donde habíamos iniciado la primera ascensión de la mañana, continuando siempre en dirección este, ya por camino conocido, recuperamos el famoso sendero que discurre paralelo a las cuatro torretas de alta tensión, junto a las cuales fuimos descendiendo hasta llegar sin ningún problema y todavía con luz suficiente hasta el inicio de ruta. Recreándonos con el juego de luces del atardecer filtrándose entre las nubes que cubrían las zonas altas de las impresionantes paredes de la cara norte de esta sierra, en cuya base se asienta el hotel Fuente La Yedra, donde una vez cambiados, nos tomamos el cafelito de despedida donde como de costumbre no faltaron las bromas sobre alguna anécdota de esta jornada jornada en la que Carlitos batió todos los records de caída en una sola ruta y por supuesto la mención de las próximas rutas con el deseo de volver a coincidir en próximas aventuras y la gratísimas sensaciones compartidas que siempre te dejan jornadas épicas como ésta.

La Sierra de las Cabras:
A modo de conclusión, se me ocurre pensar que posiblemente nos encontremos ante la gran paradoja de ser la sierra que mas tráfico soporta a sus pies por tener en su base el mítico puerto de Las Pedrizas con todos los enlaces por autovía que comunica a Málaga con el resto de de provincias del interior y sin embargo ser una de las mas desconocidas, sino la menos visitada a nivel senderismo. Pero es esta una sierra que lejos de lo inhóspita y desértica que puede resultar vista desde la distancia, está repleta de vida, desde las numerosas cabras hispánicas de donde procede su nombre con las que nos encontramos en varias ocasiones, hasta el jabalí muy abundante en esta zona a juzgar por la cantidad de agujeros que vimos en el suelo testimonio de sus típicas excavaciones a la búsqueda de raíces y pequeños animalillos. Así mismo nos encontramos con bastantes madrigueras de tejón, mofetas y por supuesto zorreras, incluso nidos de alcaudón en espinosos majuelos al alcance de la mano. Y es que la ausencia casi total de envases y envoltorios varios, junto con las sendas tan poco marcadas nos indican lo poco frecuentada que está esta sierra, donde a poco que te adentras en ella, la sensación de paz y silencio es infinita. Siendo un lugar ideal para el estudio de la rica fauna de la zona, donde además de los anteriormente mencionados, también nos encontramos con la colorida presencia de jilgueros, verderones, tarabillas posadas en los cardos borriqueros, cogujadas, mirlos e incluso en primavera golondrinas volando a ras de suelo por los verdes prados.
En los espacios donde el canchal nos da una tregua y donde la acumulación de tierra y materia orgánica ha dado lugar a suelo fértil, crece gran variedad de plantas que hará las delicias de los amantes de la botánica, especialmente durante la primavera. No obstante, el abundante ganado que pasta libremente por la falda de la sierra solo ha permitido que proliferen los resistentes torviscos y matagallos, además de una gran variedad de cardos y espinos como los que tenemos que ir esquivando en el tramo que va del puerto Lucena, hasta la lengua de tierra donde comienza el embudo. En nuestro caso la flor protagonista de la ruta fue el lirio, preciosa flor donde las haya, que rara vez crece solitaria, teniendo la peculiaridad de crecer al menos junto a otra compañera con la que parece fundirse a veces en pequeños o medianos ramilletes de manera que con sus pétalos morados en distintas tonalidades, a veces nos cuesta distinguir individualmente cada flor parecino estar fusionadas unas con otras en curiosa simbiosis. Preciosa y misteriosa flor donde las haya que ha encontrado su hábitat ideal en las faldas de estas sierras calizas que conservan un altísimo índice de humedad gran parte del año. En la zona alta de la sierra el amante de la botánica volverá encontrar otro gran aliciente al poderse deleitar con el variado mosaico de líquenes que en forma de costras verdes, amarillas y anaranjadas nos vamos encontrando en los bordes de las rocas donde mejor se conserva la humedad, prueba inequívoca de la pureza del aire que existe en esta sierra donde nuestros pulmones agradecerán la visita.
Desde el punto de vista geológico se diría que es el prototipo de sierra eslabón del arco calizo central, que nos encontramos a lo largo de toda la sierra de Camarolos, sierra Chimenea o incluso en la cercana sierra del Torcal, si bien no con formas erosivas tan espectaculares como esta última. Pero mantiene todos los ingredientes del típico paisaje kárstico con lapiaces, torcas, marmitas y fisuras por fragmentación, que le dan caprichosas formas a las abundantes rocas junto a las cuales vamos caminando la mayor parte de la ruta, llegando a encontrarnos a veces inverosímiles orificios redondeados a modo de entanas, así como algunas cuevas, grietas y simas con las que habrá quetener cuidado en mas de una ocasión.