domingo, julio 26, 2009

ARROYO DE LA VENTILLA (Arriate, Serranía de Ronda)

Cuántas veces en nuestras idas y venidas por carretera, no habremos pasado a muy poca distancia de algún paraje de gran belleza sin ser conscientes de ello. En este caso nos referimos al precioso arroyo de la Ventilla, atravesado por un alto viaducto que se construyó recientemente con motivo de las mejoras de la carretera Ronda-Ardales-Campillos. Precisamente para localizar el punto de inicio de esta ruta, 4,5 km después de salir de Ronda en dirección Campillos por la Ctra. A-367 dejamos a la derecha una gasolinera BP y un km. después también a nuestra derecha, antes del mencionado viaducto, sale un ramal de la antigua carretera que tomaremos para 500 m después atravesar un puente que nada mas pasar nos lleva a una explanada donde podemos dejar los coches, aunque por la mañana está a la sombra de unos eucaliptos, conviene dejar puesto el parasol pues por la tarde da el sol de lleno y si es verano, hay que echarle valor a la hora de meterse en el coche cuando regresamos de la ruta.

Junto a la media docena de compañeros de GRUME (Grupo de Montaña de Estepona) y la docena corta de Pasos Largos, se nos unió en el inicio de ruta el Ilustrísimo Señor Don Francisco Marín, también conocido como “El Artista de la Serranía”: un auténtico humanista pues además de arista es biólogo, apasionado de la geología y otras ramas del saber que como profesor ha venido impartiendo desde hace varias generaciones en el Instituto Pérez de Guzmán de Ronda. Residiendo actualmente en Arriate, desde donde se desplazó al punto de inicio para daros una charla tan amena como instructiva a modo de introducción sobre lo que a continuación íbamos a ver. Haciendo especial hincapié en que en el Jurásico toda la zona había estado dominada por un gran delta que desembocaba en el antiguo mar de Alborán, precisamente un amplio brazo de aquel antiguo mar comunicaba todo el corredor que va desde el estrecho de Gibraltar y Coto de Doñana hasta Alicante, abarcando gran parte de lo que hoy es el valle del Guadalquivir. Hasta mas allá de Sevilla capital todo estaba bajo el mar, de ahí el suave perfil de esta provincia, de la que solo sobresalían de la superficie marina las sierras de Morón, el Tablón y el Peñón de Algámitas, que destacaban por encima de aquel mar a modo de islotes. Pero volviendo al arroyo de la Ventilla, que en su día fue uno de los brazos de aquel gran delta, también nos recordaba que conforme el mar fue retrocediendo la acción erosiva del agua sobre las débiles areniscas tan características de los fondos marinos facilitaron la formación de algunos pequeños cañones por donde discurre esta ruta del río de la Ventilla, que es un afluente del Guadalcobacín, que en mas de una ocasión ha dado pié a la duda de sí era o no el mismo Guadalcobacín en su tramo mas alto. Lo cierto y verdad es que mas adelante se unen el Guadalevín con el Guadalcbacín para formar el río Guadiaro poco antes de llegar a Benaoján, donde también se le une el Guadares a la salida de la Cueva del Gato en otro paraje de extraordinaria belleza.

Antes de comenzar la caminata los compañeros de Pasos largos le hicieron entrega a los compañeros de GRUME de una bandera pintada a mano con el logotipo de esta asociación hermana por parte del “Diablillo de Timanfaya”. Junto al aparcamiento existen dos paneles uno de ellos hace referencia a la Cañada Real que por allí pasa para acceder a los caminos hacia Córdoba y Granada, y el otro panel hace referencia al mencionado Cordel del Camino de los Pescadores, que es precisamente la pista que desde allí discurre paralela al río y poco a poco nos va acercando a la orilla del mismo, coincidiendo durante un trecho con la primera parte de nuestra ruta. Si bien, nosotros optamos por descender al río por la empinada ladera donde se encontraban los eucaliptos, para desde allí pasar por debajo del puente y poco después enlazar con el mencionado camino que poco a poco se va difuminando como pista para convertirse en senda. En la primera parte el cauce está muy abierto, pero no tardamos en introducirnos en un precioso bosque de galería a través de un pequeño cañón que nos va a proporcionar sombra y frescor a lo largo de todo el recorrido. Tal y como ya nos adelantaba el Doctor Manuel Manzanares mas conocido como “El Tritón de las Chorreras” la música acuática del mismo cauce del arroyo, junto a pequeñas cascaditas, unidas al cántico de los mirlos, el pica pinos, la lavandera y el inconfundible trinar de algún abejaruco fueron poniéndole sonido a la banda sonora de esta preciosa ruta enmarcada por una exuberante vegetación casi selvática repleta de contrastes entre luces y sombras.

Tal y como nos adelantaba el Tritón de las Chorreras este tramo del Arroyo de la Ventilla es uno de los mejores exponentes del bosque de galería de la comarca de Ronda. Resulta una auténtica delicia caminar entre un mar de helechos que el algunos tramos nos recuerda a La Sauceda o al río de la Miel de Algeciras, mientras en todo momento estamos protegidos por la generosa sombra de los olmos, chopos, higueras, fresnos, sauces y álamos que se alzan hacia la luz, mientras yedras, lianas y enredaderas cuelgan de aquí y de allá, cerrándose sobre el arroyo cual selva tropical, poniendo color de umbría a las ráfagas de sol que en ocasiones a penas se deja ver entre la exuberante vegetación que nos rodea. Además de las aves anteriormente mencionadas, si disponemos de tiempo suficiente, situándonos en un lugar estratégico y con gran discreción no será difícil divisar algún martín pescador, algún águila, halcón, cernícalo ó incluso alguna comadreja.

Mediado el recorrido nos encontramos con una solitaria mesa con sus correspondientes banquitos de madera, pasando mas adelante por la base de una de las paredes del cañón que aunque pequeñito, en este tramo ha quedado parcialmente abovedada formando un rincón de gran belleza, algo mas adelante veremos a nuestra izquierda el saliente de una pared bastante mas alta en cuya parte superior un gran amante de la naturaleza esculpió la cara de Felix Rodríguez de la Fuente sobre la roca de arenisca. Para llegar a continuación a una especie de rudimentaria área recreativa donde íbamos a disfrutar del almuerzo y un buen baño. Pero antes, decidimos pasar de largo tomando siempre como referencia la senda que discurre paralela al arroyo para atravesarlo poco después y subir una pequeña ladera que nos situó ante la Cueva del Oráculo que resultó ser una enorme oquedad al pié de otra gran pared de arenisca, donde en la antigüedad los llamados “brujos” ofrecían victimas a sus dioses. Aprovechando el refugio que ofrecían las oquedades de estas grandes paredes de arenisca que flanquean los restos de este cañón, pudimos visitar a escasos metros de la denominada Cueva del Oráculo, restos de antiguas viviendas y molinos de molienda, uno de estos molinos fue el molino de Santa Leonor ó de La Mirla, que según el profesor Marín estuvieron en funcionamiento hasta los años 80. Por desgracia en vez de recuperar el patrimonio histórico, al menos en enclaves tan bellos como éste, a modo incluso de pequeños museos etnográficos, como por ejemplo el Lagar de Torrijos en los Montes de Málaga. Muchos ayuntamientos con políticos mas preocupados en lucrarse mientras puedan aprovechar el cargo para su beneficio personal y familiar, junto con la Junta de Andalucía ¡cuya corrupción es imparable!, dejan totalmente abandonados a su suerte gran parte de nuestro patrimonio histórico, expoliado y cubierto de zarzas y maleza.

En estos momentos la mayor amenaza de este bello paraje del arroyo de la Ventilla es la urbanización de nueva construcción que con el consentimiento del ayuntamiento de Arriate (Izquierda Unida-Los Verdes…¡tócate los huevos…!) se está llevando a cabo. Por desgracia, al igual que sigue ocurriendo en muchas poblaciones, en pleno siglo XXI, desde el momento que el arroyo comienza a atravesar el casco urbano de Arriate, el cauce se convierte en una cloaca al aire libre. De manera que antes de abandonar la localidad de Arriate el deterioro físico que sufre este bonito arroyo ya es de juzgado de guardia. Por lo que rogamos al ayuntamiento, actué en consecuencia y abogue por una eficaz y moderna política medio ambiental que pase por revisar su sistema de depuración de aguas residuales y un fuerte control en cuanto a los vertidos incontrolados de plásticos y residuos solidos que pueblan ambos márgenes del arroyo hasta su desembocadura en el Guadalcobacín, 500 m después de dejar atrás el último puente que cruza el arroyo de la Ventilla, tras dejar atrás las últimas casas de Arriate.

Todas las autoridades deberían predicar con el ejemplo cuando se suele decir aquello de que si nosotros disfrutamos de este tesoro natural, las futuras generaciones tienen el mismo derecho a disfrutarlo, respetando y cuidando nuestro entorno. No somos los dueños de la tierra y por ello tenemos el deber de trasmitir en perfecto estado sus tesoros naturales de generación a generación. Claro que estas bonitas palabras de poco sirven en un país donde el código penal es un cachondeo y a los pirómanos que queman miles de hectáreas que tardarán mas de 30 años en recuperarse no les cae ni un año de cárcel, cuando lo mas lógico sería que una vez detenido: el individuo en cuestión esté de sol a sol: primero limpiando todo el monte, segundo repoblándolo enterito hasta que los árboles estén tan verdes y tan altos como cuando él los quemó y entonces, es decir: 20 ó 30 años después ya te puedes ir a tu casa. ¡Ese tío os aseguro que no volvía a provocar un incendio en su vida!. Por no hablar de otras medidas tan justas como eficaces que se me ocurren para penalizar otros muchos tipos de delitos de los que es víctima nuestra sociedad, mientras nuestros delincuentes se descojonan de nosotros ante la mierda de código penal que tenemos. Pero esa ya es otra historia…

sábado, julio 11, 2009

II Edición Nocturna Torcal de Antequera

De los 14 participantes del año pasado tan sólo un servidor repetía en esta segunda edición y es que aunque la experiencia gustó bastante, ninguno de los compañeros de la 1ª edición pudo participar en esta, nisiquiera Guillermina la Astrónoma, que con gran entusiasmo me propuso repetirla este año por lo mucho que le había gustado la experiencia. ¿Tal vez debería haberme guiado por el principio de no repetir dos temporadas seguidas la misma ruta?. Tal vez hubiera sido lo mejor teniendo en cuenta que llegado el día no había recibido ni una sola confirmación de ningún compañero de Ronda, aunque esto ys es habitual si no viene el Gran Rafa Flores, ni de Sevilla, ni de Córdoba, ni de Granada, ni de la Costa. Pero una vez mas dos Pasos Largos de Cádiz, acudieron cual intrépidos aventureros, sin importarles la distancia, el cansancio acumulado de toda una semana de trabajo ó la posterior lucha contra el sueño al volante, después de toda la noche andando. Siendo Juan Luis España "El Farolillo Rojo" que desde La Linea llegaba en un pletórico estado de forma y Juan Moreno Guilón, "El Marqués del Puerto de Santa María" quienes me darían la gran alegría junto con la imprevisible "Rosa de Casarabonela" que después de una frenética semana de trabajo en el ayuntamiento de Gaucín se presentaba la primera en el punto de encuentro. LLevándome la mayor sorpresa con los aprox. 12 compañeros de GRUME (Grupo de Montaña de Estepona), que una vez mas capitaneados por su secretario Miguel acudían a la cita, propuesta por el prestigioso Doctor Manuel Manzanares mas conocido como "El Tritón de las Chorreras", acompañado a su vez de su inseparable guardia pretoriana, ó lo que es lo mismo el incombustible "Valentín-Al Filo de lo Imposible" y Eduardo Campos I "El Profe". A todos ellos va dedicada esta crónica en agradecimiento a su participación, cuando ya me veía mas sólo que aquella noche que pasó el Maestro Gandalf vivaqueando en la cumbre del Hacho de Gaucín.

Sin que ningún compañero nos hubiera confiormado su asistencia antes de las 23.00 pm. para participar en la primera ruta, el compañero Juan Luis España y yo llegábamos sobre las 20.40 pm al aparcamiento del centro dee visitantes, donde tan sólo nos encontramos con un par de moteros, y dos familias con toda la pinta de estar a punto de marcharse tras haber hecho la ruta verde. Así que en vista de que no veíamos ninguna cara conocida, con el sol cayendo rápidamente cogemos cámara, trípode y poco mas y salimos disparados para fotografiar la puesta de sol desde el Abrigo de Juan Ramos. Al hacer la primera pausa para fotografiar un ejemplar espectacular de cardo boreriquero, al amigo Juan Luis le entran ganas de tirarse de los pelos cuando cae en la cuenta que se ha dejado la batería de litio de su super cámara cargando en casa, ¡vaya putada!. Al menos le quedaba el consuelo de hacer algún que otro barrido con su videocámara para grabar la puesta de sol y el amanecer. Con Chukie poniéndo a prueba la velocidad punta de todas las cabras montesas de la zona y su capacidad de trepada, llegamos al mencionado "Abrigo de Juan Ramos", entrañable refugio de piedra del que fuera el último cantero del Torcal, desde donde disfrutamos de una espectacular puesta de sol disfrutando de una preciosa panorámica del monte Huma, el Capilla y el cercano Camorro Alto a la derecha del cual íbamos viendo como se ponía el sol, que iba tomando una tonalidad cada vez mas roja conforme se iba poniendo sobre el horizonte, de la misma manera que el laberinto de rocas del Torcal Alto iba cambiando de tonos teñidos por unos rayos de sol cada vez mas anaranjados. ¡Como hubieran disfrutado los Grandes Fotografos de pasos largos en aquel momento!, entre los cuales se encuentra nuestro buen amigo Juan Luis sin la batería para su inutilizada cámara, tan sólo mi rudimentaria cámara para captar tanta belleza. Para colmo cuando estaba desmontando el trípode una vez hecha la última foto, la cámara cayo sobre las rocas estrepitosamente, sin embargo, cuando ya me hacía a la idea de que aquel había sido su final, comprobamos incrédulo que seguía funcionando perfectamente a pesar de su maltrecho aspecto, sin duda, ¡una cámara espartana!.
De vuelta al centro de visitantes, ya casi denoche, nos llevábamos la mayor sorpresa de la jornada al encontrarnos con Rosa de Casarabonela, que genio y figura hasta la sepultura, al llegar antes de las 20.30 pm y no ver a nadie se había ido a hacer la ruta verde por su cuenta, de ahí que no la viéramos al llegar. También nos encontramos con los compañeros de GRUME: Carlos y Juan Carlos que ya habían venido a la nocturna de la semana anterior en Güejar Sierra y que desde Marbella acudían con una espectacular amiga alemana, a la que le estuvimos haciendo una entrevista tipo "Jesús Quintero" mientras cenábamos sentados en corro en el estratégico Mirador de las Ventanillas.
A las 23.00 pm tal y como estaba previsto ya teníamos montado el comité de bienvenida para los compañeros de Grume, el Tritón y la Santa Compaña, que a su vez habían quedado previamente en el estratégico hostal restaurante Casabermeja, como en tantas otras ocasiones. Algo después de la hora prevista llegaban en luminosa caravana haciendo su entrada en el parking del centro de visitantes, cual luciérnagas gigantes a la par que nuestro compañero Juan Moreno Guillón que tras una odisea desde el Puerto de Santa María, llegaba por primera vez en su vida al Torcal en plena noche. Una vez finalizada la ronda de saludos y presentaciones, procedíamos al repàrto reparto de mapas gigantes del Torcal (fotocopias A-3), con una breve introduciión por la otra carilla sobre este precioso y único paraje natural y las distintas actividades que íbamos a llevar a cabo. Que aunque lógicamente ya estaban anunciadas previamente, aprovechábamos para volver a recordar que la noche iba a consistir en tres rutas de manera que siempre partíamos y regresábamos al centro de visitantes, resultando de gran ayuda para lo que decidamos coger o dejar en el coche en cada momento, amén del comodín del sueñecito si a alguien le entraba el sueño. Junto con el mapa y la descripción de esta 2ª Travesía Nocturna Torcal de Antequera, se entregaba otra hoja con un resumen del estado del cielo nocturno durante el mes de julio 2009 y el mapa correspondiente tomando como referencia las 12.00 de na noche.
Así que una vez hecha la introducción general, dimos los consejos oportunos para realizar de la manera mas cómoda posible la primera salida que iba a consistir en subir a Sierra Pelá, mas concretamente al Camorro de los Monteses conocido como los repetidores, que mas de una vez han llamado nuestra atención al entrar por la carreterilla de acceso al torcal allí arriba a la derecha y hacia donde ahora empezábamos a caminar con la referencia de tres luces rojas sobre sus torretas metálicas que ahora se nos antojaban muy distantes.
Para ir haciendo boca, como nos cogía de camino, tal y como estaba previsto, visitamos el monumento natural del Tornillo, una auténtica maravilla geológica en la que no escatimamos una generosa sesión de fotos, conscientes que nos encontrábamos ante la piedra sagrada escogida como logotipo y símbolo principal del Torcal de Antequera. De vuelta a la carreterilla de acceso, continuamos descendiendo con vistas de la cercana e iluminada Villanueva de la Concepción a nuestra derecha, hasta que poco después de revasar el Mirador de Diego Monea, comenzaba la corta pero empinadísima pista asfaltada que te lleva al Camorro de los Monteses, llegando en primer lugar a un collado que ya traspòne la sierra, viendo a nuestros pies parte de la iluminación nocturna de la ciudad de Antequera y un agradable viento norte, que sin llegar a ser muy fuerte, fué muy de agradecer, al ayudarnos a mitigar el esfuerzo de la subida hasta los repetidores, a los que llegábamos con el grupo compacto, despùés de haber dejado atrás una erosionada y casi desaparecida pista, que después se transformaba en senda y finalmente en un afilado canchal, hasta situarnos al pie de las antenas, desde donde disfrutábamos de una bonita luna en cuarto menguante elevándose desde el este, al tiempo que Valentín aprovechaba para recordarnos que las rocas sobre las que estábamos sentados eran las ideales para que debajo hubera una víbora, lo cual provocó alguna que otra risa nerviosa, alguna maldición, picores de pierna y algún que otro: ¡vámonos ya pa´bajo no se nos vaya a hacer tarde para las otras dos rutas!. Si la ascensión la llevabmos a cabo por tramos mucho mas dóciles que el año pasado, el descenso fué todavía mas cómodo. Ya en el camino de vuelt, remontando la carreterilla hacia el centro de visitantes: Valentín y el Tritón, protagonizaban un espectacular demarraje, dejándo atrás todo el grupo en una frentética llegada a lo que sería nuestro primer paso por el centro de visitantes. En el que minutos después nos volviamos a reunir todos con una prolongada pausa de cafes, pastelitos, frutos secos, etc... Aprovechando también el momento relax para hacer acto de un entrañable regalo de cumpleaños, pués hacía un par de horas, que acabábamos de estrenar el sábado día 11 de julio, fecha en la que hace 57 años llegaba al mundo el ilustrísimo Doctor manuel Manzanares, mas conocido como "El Tritón de las Chorreras".

Una vez finalizada la pausa nos dirigimos al rudimentario panel orientativo que se encuentra al comienzo de las rutas verde y amarilla que con su forma de herradura se superponen mutuamente, siendo la verde la herradura pequeña, que con buen criterio estiman como una ruta de 45 minutos, siendo la amarilla la herradura mas grande que durante su primer y último tramo coincide con la ruta verde. Se trata de las dos únicas rutas que a fecha de hoy se pueden llevar a cabo en el Torcal sin autorización previa. Al fin y al cabo aquí ambas aglutinan el mayor número de figuras significativas del Torcal alto, que fuimos atravesando entre sus pasillos, úvalas, corredores, pasando junto al "Robot", "La Esfinge", "Los Iguales", "Las Pesas", "El Adelantado", "El Potro", "El Camello", "Las Catedrales", el misterioso "Callejón Oscuro", "El Callejón del Tabaco", "El MIrador del Amonite" y por supuesto las pausas correspondientes para disfrutar de aquel cielo estrellado con los frontales apagados, regresando al centro de visitantes con la sensación de dejar atrás un mundo mágico.

Volvía a repetirse la pausa necesaria para reponer fuerzas y sobre todo para tomar bebidas contra el sueño, pués faltaba una hora para el amanecer y el cansancio comenzaba a hacer mella en mas de un compañero, en esta ocasión eran dos compañeros de GRUME los que se quedaban en su coche a la espera de que finalizáramos la tercera y última ruta, siendo Rosa, la que ahora salía tambaleándose de su coche todavía bajo los síntomas del sueño y el cansancio, que vencio al poco de echar a andar, conforme remontábamos la loma que nos lleva al collado previo al "Abrigo de Juan Ramos" entrañable refugio de piedra, del que fuera el último cantero del Torcal y donde 9 horas antes habíamos estado mi compañero Juan Luis España y yo fotografiando un precioso atardecer con el telón de fondo de la Sierra Chimenea, el Capilla y el Huma que todavía no veíamos pero intuíamos, aprovechando l coyuntura para que mas de un compañero se fotografiara en la entrada de ese refugio conocido como "El Abrihgo de Juan Ramos", desde el que ascendimos a Las Vilaneras Altas atravesando un par de dolinas iluminados por las primeras claras del día con las que nos situamos sobre la plataforma que se encuentra por encima del "Champiñón" al que descenderíamos una media hora después de haber disfrutado de un espectacular amanecer sobre la ciudad de Antequera y gran parte de su comarca, pudiendo distinguir perfectamente la "Peña de los Enamorados", "Las Subbéticas cordobesas", "La Sierra de Archidona" y toda la prolongación del Arco Calizo Central desde nuestra posición en el Torcal hasta Sierra Pelada, Las Cabras, La Peña Negra, La Maroma, Camarolos y su prolongación hasta el Puerto de los Alazores por donde vimos salir el sol, conforme el cielo iba pasando de un azul cada vez mas claro al celeste de la mañana, pasando por tonos de violetas, rosas y anaranjados del que se iban tiñendo las sierras y montañas anteriormente mencionanadas hasta que el astro rey iluniba definitivamente todas las cumbres con los primeros rayos de sol de la mañana con los que ya emprendimos el sosegado regreso completando el tramo circular de la ruta roja, pasando bajo "Los Castillones" mientras el incansable Valentín aprovechaba la mínima oportunidad, para introducirse en una grieta o covacha a poco que pasábamos cerca de cada una de ellas, aunque ello supusiera jugársela en ocasiones, trepando por lugares inverosímiles cual cabra montesa. Por segundo año consecutivo completábamos el programa que nos habíamos propuesto despidiéndonos con la satisfacción generalizada de haber compartido una preciosa noche cargada de sensaciones. Prolongando el encuentro mas de la mitad de los compañeros con un generoso desayuno en el estratégico hostal-restaurante Casabermeja, donde se desayuna de maravilla si tienes la suerte de que te atienda Eva.

sábado, julio 04, 2009

Nocturna al Calar de Güejar Sierra (Sierra Nevada)

Tras haber cenado en Los Abades, los 14 compañeros que allí nos habíamos dado cita partíamos hacia Güejar Sierra, concretamente hasta la Fuente de los 16 caños ubicada en el barrio alto de dicha localidad, donde ya nos esperaban otros dos, formando finalmente un grupo de 16 compañeros entre los que se encontraban: 5 socios de GRUME (Grupo de Montaá de Estepona) capitaneados por el bueno de Miguel y por parte de Pasos Largos Salva-El Legionario, que venía acompañado por dos amigos científicos, uno de ellos responsable del Zoo de Fuengirola, Juan Moreno Guiñón desde el Puerto de Santa María con dos cojones, El Indomable Jaime con cuatro colegas suyos que acaban de crear el GEMA (Greupe de Montaña Activa, de Sevilla), capitaneados a su vez por su miembro fundador: Julio Sanz Rebollo, gran montañero y amante de la fotografía donde los haya con cuya espectacular cámara consiguió capturar las mejores imágenes de esta bonita ruta nocturna con algunas exposiciones de hasta 30 segundos para captar el espectacular cielo estrellado bajo el que estuvimos caminando a lo largo de aquella noche, Carlitos-El Poeta de las Cumbres que volvió a hacer honor a su sobrenombre por partida doble, en esta ocasión una de cosecha propia y otra de Pablo Neruda y Juani en labores de coordinador de ruta y cronista de esta nueva aventura.
Antes de echar a andar, reparto de mapas, breve explicación sobre la ruta y foto de grupo frente al desvencijado mapa de situación: "Fuente de los 16 caños-Collado del Alguacil", que dicho sea de paso, es una magnífica propuesta de lo que sería la versión extendida del Calar de Güejar Sierra, que en nuestro caso teníamos pensado ampliar hasta el Cerro del Tamboril, tal y como habíamos realizado Carlitos y yo las pasadas navidades con un espectacular paisaje nevado.
Los primeros metros de esta ruta discurren por una rampa durísima que nos lleva hasta la gran alberca que queda a la izquierda de la pista por donde vamos, mientras comenzábamos a disfrutar de las primeras vistas nocturnas sobre el alargado casco urbano de Güejar Sierra iluminada a nuestra derecha. Mientras tanto seguíamos caminando en dirección sur por la cañada real que discurre al pie del Calar de Güejar Sierra, peculiar montaña, que vista desde la distancia parece u7na bañera boca abajo. Bajo los afilados farallones rocosos que rodean la cumbre del Calar presidiendo el paisaje a nuestra izquierda, caminábamos iluminados por una generosa luna en cuarto creciente, que levemente elevada sobre el horizonte sur, parecía querer posarse sobre la piramidal silueta del Trevenque, como diría el Maestro Gandalf: "La Reina de la media montaña granadina".
Con pausitas cortas, pero a un ritmo muy cómodo para que el grupo avanzara lo mas compacto posible, llegábamos a esa espectactular grieta a través de la que pasa el sendero una vez que hemos abandonado la cañada real y hemos dejado a nuestra derecha dos balsas contra incendios y que bautizamos en su día como "Las Termóipilas del Calar" donde hicimos una pausa lo suficientemente larga como para hacernos la segunda foto de grupo y que mas de uno tuviera tiempo de disfrutar de la buena hierba de Cuaderna del Hobbit, al mas puro estilo de Bilbo Bolsón de la Comarca.
Al poco de reanudar la marcha dejando atrás el angosto paso entre las paredes rocosas, veíamos a nuestra derecha las luces del cortijo del Mondongo, que pocos minutos después iban a quedar inmortalizadas por la cámara de Julio-El Cazador de estrellas desde el Collado de la Gitana, donde hicimos una nueva pausa que Carlitos aprovechó para recitar una poesía de Pablo Neruda, bajo un firmamento repleto de estrellas. Desde allí proseguimos el camino previsto hacia el Cerro del Tamboril por la Cañada Real de Quentar, pero nos saltamos el ramal de senda que nos llevaba hasta el mismo y que a la luz del día hubiéramos visto sin problemas, no obstante, al darnos cuenta del error, decidimos seguir adelante, con la esperanza de encontrar un nuevo enlace, pués al fin y al cabo caminábamos en paralelo al sendero, hasta que llegó un momento que iba quedando cada vez mas por encima nuestra, sin encontrar ningún tramo de loma lo suficientemente asequible para retomar la senda, así que decidimos volver sobre nuestros pasos hasta el Collado de la Gitana, demanera, que lo que iba a ser una ruta en forma de "8", se quedó con forma de "6", pero con la tranquilidad de que el plato principal estaba por degustar y lo teníamos ante nosotros.
Como íbamos sobrados de tiempo aprovechamos para dedicar una buena pausa a la contemplación del firmamento estrellado, donde no faltaron estrellas fugaces y misteriosas luces que dieron lugar a conjeturas varias con las inevitables bromas. Con el espectacular frontal de Salva en cabeza, nos pusimos en marcha para crestear el Alto del Calar, donde nos esperaban un rebaño de vacas, cabras y ovejas que nos observaban con mas sorpresa que preocupación. Cada pocos pasos nos íbamos encontranbdo enormes ejemplares de araña-león por el camino, junto con varios ejemplares de auquella especie de cigarra gigante con la que nos fuimos tropezando en nuestra primera ascensión al Chullo. Incluso en el primer tramo de la ruta nos encontramos con un buen ejemplar de escorpión y en las bañeras que a modo de abrevadero nos vamos encontrando junto al sendero, tampoco faltaron unos renacuajos que según nuestros expèrtos podría tratarse de un ejemplar de rana endémica de Sierra Nevada. Entre vaca y vaca, fuimos cresteando la redondeada loma, pasando junto al inexistente vértice geodésico del Alto del Calar y continuando hasta el lugar conocido como Los Parapetos, donde unas trincheras circulares y un pequeño bunquer dan testimonio del fortín que construyeron los republicanos para defender esta estratégica montaña en tiempos de la Guerra Civil, siendo muy sangrientas las contiendas que tuvieron lugar por esta zona de la por entonces muy republicana Granada.
Tal y como teníamos previsto desde un principio, al poco de llegar a Los Parapetos, comenzábamos a recrearnos con las primeras luces del alba, y las distintas tonalidades del cielo pasando del violeta, al rosado y anaranjado que va tiñendo las cumbres al amanecer hasta que poco a poco se va imponiendo el azul del cielo matutino, que va ilumninando todo el paisaje tal y como las sombras comienzan a bajar desde las cumbres hasta el fondo de los valles, casi a la misma velocidad que descendíamos nosotros desde los Parapetos, hasta Las Cruces y desde éstas hasta la serpenteante vereda de la Fuente que llega hasta el Alto del Toril, que ya dejamos definitivamente a nuestra derecha enfrentándonos a tan empinada y resbaladiza senda con unas vistas privilegiadas sobre Güejar Sierra, el Embalse de Canales, parte de Granada capital y su periferia y por supuesto los colosos de Sierra Nevada, frente a los cuales habíamos estado caminando toda la noche.
Finalizando la ruta con la satisfacción compartida de haber disfrutado de una nueva experiencia en la que curiosamente el único pero podría ser la elevadísima temperatura nocturna que nos sorprendió a todos. Con momentos mágicos como la observación de las pequeñas criaturas de la noche, el firmamento estrellado en una noche muy clara, como algunos no recordaban desde hacía mucho tiempo y por supuesto las luces del amanecer que siempre suele ser la guinda del pastel de cada ruta nocturna.