martes, julio 27, 2010

Descenso del Genal: desde la Venta San Juan al puente de Gaucín

El descenso del río Genal desde el puente de la venta San Juan, hasta el puente de Gaucín es un pequeño desafío que comienza como una placentera ruta acuática con mágicos rincones para el baño y la fotografía. Pero a poco que te vayas demorando, por haber comenzando la ruta demasiado tarde o por alargar en exceso las paradas, se puede terminar convirtiendo en una lucha contra el reloj para no llegar de noche.

Ni que decir tiene que el Valle del Genal esta considerado como uno de los lugares más hermosos y atractivos del sur peninsular. La mayor parte de su cauce discurre a través de una gran masa forestal de bosques autóctonos repletos de castaños, quejigos, alcornoques centenarios y pinos en sus zonas altas. La proliferación de castaños da lugar a la denominada primavera de cobre en pleno otoño y durante la primavera y el verano, tiñen de un intenso color verde esta comarca que en un futuro podría ser catalogada como parque natural e incluso parque nacional, en lo referente a Los Reales de Sierra Bermeja. Sus pozas y pequeños rápidos dan lugar a imágenes de gran belleza que invitan al baño en sus aguas aparentemente limpias y cristalinas. Sin embargo, en esta ruta pudimos constatar que era cierto el artículo que se publicaba dos meses antes, en el blog de: “Gaucín día a día”, respecto a la calidad de sus aguas y que decía así:

“Los indicadores medioambientales en el Valle del Genal son buenos, excepto la calidad de las aguas, donde aparecen datos alarmantes, como el hecho de que el 84 por ciento —206 kilómetros— de la longitud fluvial presente riesgo seguro de incumplimiento de los objetivos de calidad establecidos por la Directiva Marco de Aguas (DMA) de la Unión Europea. La situación "más grave" es la de los ríos Guadiaro y Genal, ya que las aguas presentan altos niveles de estreptococos y coliformes fecales, así como amonio y nitrógeno procedentes de los vertidos urbanos y de las granjas porcinas. Doy fe de ello, visualmente sus aguas son cristalinas la mayor parte del tiempo, pero en muchas pozas y tramos de poca profundidad con suelo arenoso, al caminar sobre él, se crea una especie de fango con un olor ligeramente desagradable.

El problema se agrava por el retraso en materia de depuración. De los 22 municipios de la Serranía, sólo cuatro —Ronda, El Burgo, Parauta y Gaucín— disponen de Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) en funcionamiento o conducción a depuradora. En el resto de pueblos las depuradoras se encuentran en construcción (Cuevas del Becerro y Algatocín) o en proyecto. En ningún caso se aplica el tratamiento terciario, por lo que no se produce la reutilización de las aguas depuradas”. Por lo que debería ser un dato muy a tener en cuenta por los bañistas y excursionistas que visitan estos ríos en temporada de baño.

Cómo llegar:

Viniendo desde la costa por la antigua N-340, al llegar a Manilva, nos desviamos hacia el interior a la altura de una gasolinera. Por la autovía de peaje salimos mucho mas arriba y llegamos mucho antes. En ambos casos pasaremos por un parque eólico de grandes dimensiones a pocos metros de la carretera a nuestra izquierda, con Casares y Sierra Crestellinas relativamente cercanos a la derecha y Gaucín con la silueta del Hacho hacia el que nos dirigimos dirección norte recortando el horizonte frente a nosotros, después de unos tramos llanos y rectos pero con algún que otro bache, la carretera empieza a descender por una serie de zig-zags que acaban en un pequeño puente por donde la carretera atraviesa el río Genal. A pocos metros del puente existe una pista que pasa junto a la base del mismo y por lo tanto es el lugar ideal para dejar allí, algunos coches, ya que este es el lugar donde tenemos previsto finalizar la ruta. En estos coches es donde cada uno debe dejar muda de ropa y calzado para cambiarse. Y continuaremos en el resto de los coches para dirigirnos al inicio de ruta, subiendo la carretera que nos lleva hasta Gaucín, desde donde continuamos dirección Norte, es decir hacia Ronda, dejando a nuestra derecha el pueblo de Benarrabá, un poco mas adelante el puerto del Espino, donde se encuentra el desvío hacia Cortes de la Frontera que podemos ver desde allí, pero nosotros seguimos siempre por la carretera principal dirección Ronmda, hasta llegar a Algatocín, localidad en la que nos adentramos para iniciar el sinuoso y largo descenso hasta el puente de la venta San Juan donde tenemos previsto iniciar nuestra ruta.

Viniendo desde el interior carretera Ronda-Algeciras y al llegar a Gaucín tomamos dirección Casares, al final de la bajada nos encontramos con el puente sobre el río Genal donde tendremos que dejar al menos un coche pués se trata del finalk previsto de ruta y desde allí regresaremos por la misma carretera que hemos veniodo hasta regresar a Algatocín desde donde descenderemos al puente de la Venta y camping de San Juan..

Distancia aprox. 18 km. A ojo de buen cubero el recorrido es de unos 16 km según se puede calcular sobre un mapa topográfico, sin embargo, lo cierto y verdad es que al final del recorrido en el puente de San Juan el GPS nos marcaba 18,9 km, habiendo realizado tan sólo un par de rectificaciones sobre nuestros pasos, de a penas 400 m en total (ida y vuelta), aún así le hemos puesto 18 km como medida aproximada hacia abajo, aunque a buenseguro que a cualquier persona que lleve GPS le saldrá por unos 18,5 km

Desnivel aprox. 140 m (descenso imperceptiblemente continuo)

Tiempo aprox. Entre 8 y 13 horas. El tiempo aproximado en grandes travesías de descensos de río o similares depende de muchos factores. Concretamente en este caso, como en toda ruta acuática suelen hacerse muchas paradas en las pozas para los baños, que por supuesto es uno de los grandes atractivos de la ruta. Y hay tiempo para todo, pero hay que gestionarlo muy bien y sobre todo hacerlo con un grupo reducido y a serr posible con experiencia en este tipo de rutas, si por el contrario el grupo es superior a 20 personas, incluyendo algunas no acostumbradas a la dureza que conlleva este tipo de rutas, simplemente animadas por la belleza de unas bonitas fotografías. La ruta se le puede hacer eterna y lastrarán al grupo, convirtiéndolo en un rosario interminable y a buen seguro acabarán de noche, con las linternas, y echando maldiciones los de adelante porque ya están hasta los cojones de esperar a los de atrás y los de atrás cagándose en todo porque van reventados y la ruta se le hace interminable.

Nivel dificultad: Alto, porque aunque su perfil sea prácticamente llano y en descenso, discurre la mayor parte del tiempo por el lecho del río con muchos tramos resbaladizos que nos obligan a estar constantemente pendiente de donde ponemos cada pié para no caer, resbalar, golpearnos los tobillos o lo que es peor sufrir un esguince. Al no existir referencia visual del final de ruta hasta llegar al mismo, si se va justo de fuerzas las ansias por llegar se pueden convertir en una pesadilla y además resulta muy fácil perder la noción de la distancia y los kilómetros que se van haciendo si no se lleva un mapa de la zona o GPS.

Tipo suelo: el cauce del río con fondo rocoso y resbaladizo, de vez en cuando nos da una tregua con tramos arenosos. Márgenes del río con cañaverales, adelfas, juncos, culantrillos y abundante vegetación de ribera en general, flanqueadas la mayor parte del tiempo por empinadas laderas que te obligan a seguir por el mismo cauce. Si bien de vez en cuando parecen pequeños tramos de sendas paralelas al cauce, zonas llanas con choperas, algarrobos o alcornoques bajo los que podemos avanzar mas rápido. En el último kilómetro existe un camino paralelo por la orilla derecha y anteriormente varios tramos de sendero que pasan junto a fincas con árboles frutales, por donde podremos avanzar por fuera de forma intermitente.

Tipo de recorrido: lineal, esto nos obliga a dejar coches en el final previsto de ruta al comienzo de la jornada. Si bien la mejor opción es contactar con Autocares Domínguez (Telf. 952 794 738), de la cercana localidad de Casares, quedar todo el grupo en el puente de San Juan, para dejar todos los coches allí. Que el autocar ó la minibús, venga a recogernos y ya desde allí dirigirse a la venta de San Juan, punto de inicio de la ruta, pues se trata de mas de 30 km de sinuosa carretera de montaña, que de lo contrario estamos obligados a hacer al final de la ruta, para recuperar los coches que dejamos al inicio de la misma.

Términos transitados: El río Genal, como le ocurre a otros muchos ríos a servido históricamente para delimitar los términos municipales a ambos lados de su valle, por lo que la ruta discurre a caballo entre: Algatocín-Jubrique, Benarrabá-Genalguacil y Gaucín.

Recomendación: bañador, tubo estanco ó en su defecto cualquier bote grande tipo garrafa de aceitunas o similar que también se puede comprar en “los chinos” (para proteger cámara, móvil, comida, llaves del coche, etc…), gorra, protector solar, bastones (dos mejor que uno) calzado para caminar por el agua del río, preferentemente botas de trecking o zapatillas de deportes que no tengan las suelas desgastadas y por supuesto con bastante agarre.

Una de las principales referencias que tenemos en esta ruta para calcular si vamos bien de tiempo es El Prado de la Escribana que se encuentra poco antes de cubrir el primer tercio de ruta. Si llegamos aquí en menos de 3 horas desde el inicio vamos bien, obviamente si lo hacemos en menos mejor, pero por cada cuarto de hora que nos pasemos, podría equivaler a una hora mas de retraso respecto a la hora que tendríamos previsto finalizar la ruta.

En este tipo de rutas acuáticas siempre es recomendable dejar en el maletero de uno de los coches que se han quedado en el final previsto de ruta muda de ropa y calzado cómodo para la vuelta. Y una bola se plástico grande y fuerte para guardar la ropa y calzado mojado con el que llegaremos al final.

A tener en cuenta: Algunas personas se apuntan a este tipo de rutas animadas por unas seductoras imágenes de senderistas caminando por el lecho del río, saltando al agua, etc… imágenes que además de belleza, transmiten una sensación de aventura y diversión. Pero en mi modesta opinión y tras varios años frecuentando distintas rutas acuáticas, toda ruta acuática superior a 5 km con terreno muy rocoso y tramos resbaladizos, se hace interminable para cualquier persona no acostumbrada y las expectativas de diversión con las que llegaban a la ruta se van transformando en pesadilla y arrepentimiento por haber venido. Además por cada kilómetro que vamos acumulando, también se va acumulando el lastre que supone movernos en largos tramos por dentro del agua y las piernas se van notando cada vez mas pesadas.

Una montaña por alta que sea, nos suele dar una referencia aproximada de lo que nos falta hasta la cumbre aunque no la veamos y en el peor de los casos nos damos media vuelta si vemos que vamos mal y ya en el descenso comenzamos a reecuperar y todo resulta mas fácil. Sin embargo, en las travesías acuáticas, nunca ves el final hasta que no has llegado, por muy estudiado que lleves un mapa topográfico, cuando crees que ya falta poco, todavía queda bastante mas de lo que te imaginas, detrás de la siguiente curva que hace el río te crees que ya está allí el final, pero detrás vienen 20 curvas mas, si vamos justo de fuerza cada tramo se te hace mas largo y la incertidumbre sobre cuándo acaba la ruta, puede llegar a machacar psicológicamente a las personas no acostumbradas.

Posible punto de fuga: km. 4´7 Prado de la Escribana, si cualquier persona del grupo ha llegado a este punto demasiado despacio o en malas condiciones, debe ser lo suficientemente honesta para abandonar en este punto, tomando la pista que lo/la llevará directamente hasta Benarrabá, de lo contrario, si esta/s persona/s sigue/n adelante, además de poner en riesgo su integridad física, lastrará/n al grupo y la ruta se les hará interminable.

Mapa: Del km 0, puente de San Juan, al km 16, casa del Cañuelo, mapa Gaucín (1.064-IV) y del km 16, casa del Cañuelo al puente de Gaucín km 18, mapa Casares (1.071-II)

Fecha de realización y meteorología: sábado, 24 de julio 2010, el día amaneció con cielos cubiertos en toda la zona cercana al Estrecho, incluidos valles del Genal y el Guadiaro, hasta el mediodía no comenzamos a ver el sol. No obstante, una agradable brisa nos favoreció una temperatura que osciló entre los 27-30ºC y el caudal del río presentaba un aspecto magnífico para encontrarnos en la última semana de julio, tal y como reflejaba la rudimentaria piscina formada en el dique del prado de la Escribana donde tampoco faltó la sesión de baños y saltos.

Participaron en esta ruta: Celia “La Sirenita de Iguazú” que cubrió el recorrido con pundonor espartano yendo de menos a mas. Antonio el “Vinicultor” que fue uno de los coordinadores de ruta el verano anterior con GRUME. Encarni “La Corresponsal de la Bota Viajera” con muy buen fondo físico como en ella es habitual en la semana previa a una combinada Camino de Santiago (versión Cantábrico) por Santander y Picos de Europa. Silvia “La Pitonisa del pico del Convento” uno de los fichajes estrella de la temporada capaz de adaptarse a cualquier ritmo sin perder en ningún momento la sonrisa a pesar de cubrir turnos de casi 12 horas en el hotel durante seis días consecutivos. Al igual que Manolo “El Maitre” que en pleno verano y con el hotel a tope de españoles en estas fechas, está haciendo tripletes de desayuno, almuerzo y cena, con mas de 13 horas de trabajo en total durante toda la semana y Juan Ignacio Amador (como diría Miguel Becerra): “El Pequeño Saltamontes” que tenía una larga cuenta pendiente con esta ruta, desde que se viera obligado a suspenderla en agosto de 2004, por el famoso incidente que había tenido lugar días antes en el Descenso del Guadalmina con la amiga Noelia que quedó lesionada y que también iba a ser la compañera de aventuras en este descenso del Genal, que al final se vio obligado a suspender por evitar el riesgo de realizar aquel primer descenso en solitario. Y por supuesto, Chuckie “El Perro Volador” que fue duda hasta última hora por la herida que se le hizo en una patita dos semanas antes en río Verde de Otívar, realizando la ruta con sus alegres carreras de principio a fín.

Incidentes: Siete compañeros de aventura en total, con quienes ya había realizado numerosas rutas, pero que en la mayoría de los casos habían coincidido muy pocas veces o ninguna hasta ese día. No obstante reinó un magnífico ambiente de camaradería de principio a fín y se caminó a un ritmo bastante bueno, por lo que nos recreamos en cada una de las pozas mas bonitas que nos íbamos encontrando, con tres paradas prolongadas para comer. Aún así partimos del puente de la venta san Juan a las 9,30 am y llegamos al puente de Gaucín a las 20,15, pues sabedores de que llegábamos con luz de sobra, nos planteamos la jornada en plan relax para disfrutar de los baños, la fotografía y el precioso paisaje que nos acompañó la mayor parte del recorrido.

Encarni llevaba unas viejas botas de trecking que con el tute del agua y las rocas, se le despegó la mitad de la suela desde la mitad del puente hasta el talón, así le aguantaron hasta el final. Buen ejemplo: para recordar que este tipo de rutas duras por terrenos tan irregulares no son las mas apropiadas para llevar calzados viejos o un poco estropeados, porque nos podemos quedar sin calzado a mitad de ruta. Por otra parte podría haberse ido directamente para Torremolinos al final de la ruta con Manolo y Silvia, de no ser porque incomprensiblemente, dejó su muda y las llaves de casa en uno de los coches que se habían quedado en el inicio de ruta, es decir en la Venta de San Juan hasta donde tuvo que regresar en el coche de Antonio, junto con Celia y Juani que eran quienes tenían sus coches allí. Y es que una vez mas hay que recordar que en este tipo de rutas con transbordos de coches de un lugar a otro, si nos lo montamos bien, nos podemos ahorrar mas de un transbordo al final del recorrido.

Primer tramo: del puente de Gaucín al Prado de la Escribana:

Tras el Alto Genal, el río bordea Atajate y Benadalid, para entrar en los términos municipales de Benalauría y Jubrique, donde vuelve a reducirse su cauce, debido a la extracción de agua con motores ilegales, o acequias alimentadas a partir de rudimentarios diques que se repiten a lo largo de nuestro itinerario. Afortunadamente existen grandes pozas para bañarse, como el denominado charco Estrecho , ó El charco Picao”, unos 500 m aguas arriba del puente de la venta de San Juan y su camping, por donde pasa la carretera Algatocín-Jubrique y que es el punto donde comienza nuestra ruta y desde donde podemos contemplar la localidad de Algatocín al oeste en una imagen de postal. Al otro lado del río, ya en el término municipal de Algatocín, está el camping del Genal.

Para iniciar la ruta descendemos a los pies del puente, a través de una rampa, que hay enfrente de la venta, al otro lado de la carretera, aquí se ha improvisado una especie de dique, para formar una gran poza, que suele aglutinar a muchos de los bañistas que frecuentan este lugar, pero la ruta no ha hecho mas que comenzar y no conviene perder tiempo con un primer baño, a no ser que sea un ligero chapuzón para coger la temperatura del agua. Con el camping del Genal, en la orilla derecha, según el sentido de nuestra marcha al oeste en el t.m. de Algatocín, y el camping de San Juan a la izquierda, este, en el t.m. de Jubrique, iniciamos la caminata, entre la frondosa vegetación de ribera que nos va a acompañar la mayor parte del trayecto. Pronto nos encontramos con unas llamativas paredes de negra pizarra en la orilla derecha, a renglón seguido, junto a un árbol caído, parte un sendero de la orilla izquierda que nos puede ayudar avanzar unos 400 m en pocos minutos, pero para los buenos aventureros, merecerá la pena seguir río abajo, pasando por un primer puentecillo de tablitas, que parece sacado del Señor de los Anillos y por supuesto los primeros rápidos, que pondrán a prueba nuestro equilibrio según la fuerza de la corriente. Antes del primer kilómetro el arroyo Monardilla entrega sus aguas al Genal llegando desde nuestra izquierda.

Entre choperas, cañaverales, quejigos, adelfas, juncos y demás vegetación de ribera, caminaremos sobre el mismo lecho del río plagado de rocas redondeadas muy resbaladizas debido al abundante verdín que las cubre, teniendo que ir pendiente de cada paso que damos, aunque afortunadamente el río nos da una tregua con intermitentes tramos arenosos donde podemos caminar con total comodidad y sin peligro de caídas o resbalones. Sobre el km 2 de ruta, también por nuestra izquierda entrega sus aguas al Genal el arroyo Hondo. Poco antes habremos dejado a nuestra derecha una antigua construcción, que a penas nos permitirá ver la maleza, se trata del molino de los Choreses. Aunque las laderas no siempre son escarpadas, la vegetación que flanquea ambas márgenes del río suele ser tan abundante, que nos obliga a ir por él la mayor parte del tiempo, a veces nos da la sensación de ir haciendo una especie de descenso del Amazonas en miniatura. En un momento dado nos encontramos con un segundo puentecillo de madera y poco después llegamos a una pequeña playita donde una soga que cuelga de un árbol de la orilla izquierda, invita a realizar divertidos saltos al agua.

Hasta ahora la mayor parte del tiempo el río a penas ha llegado a cubrirnos por encima de la cintura, pero aproximadamente en el km 3, nos encontramos una gran poza de fondo arenoso trazando una curva de izquierda, donde quien no lleve bote estanco, tendrá que pasar con la mochila sujeta por encima de la cabeza para que no se le moje la comida. Nuevos rápidos, algún que otro árbol caído sobre el lecho del río y curiosas algas rojas sujetas a las rocas, son la antesala de una acequia que nos vamos a encontrar en el margen izquierdo, poco después ya en el km. 4, llegaremos a una chopera, asentada sobre un llano en la orilla izquierda del río, a la que accederemos poco después de dejar a nuestra izquierda una pequeña construcción entre la abundante vegetación, casi al final de la misma pasaremos por lo que debe ser la joya de la corona del Turismo rural del valle del Genal, una especie de mansión rústica espectacular, que bien podría llamarse “El Palacio de La Escribana”. Un centenar de metros mas allá, regresamos al lecho del río desde donde distinguimos ya a muy poca distancia la pista que comunica Benarrabá con Genalguacil, a través del dique-puente del Prado de La Escribana, km. 4,8 al que llegamos en menos de 3 horas desde la venta San Juan, encontramos el lugar completamente solitario de bañistas o excursionistas. Aprovechando el buen nivel de las aguas y lo bien que íbamos de tiempo, disfrutamos de una prolongada sesión de baños y de la primera comida del día en los banquitos aledaños al parque infantil, donde Silvia no pudo evitar la tentación de tirarse desde el tobogán. Precisamente aquí tuvo lugar la presentación del libro “Valle del Genal, guía del excursionista” por Rafa Flores (primavera 2007), el vademecum de los excursionistas que frecuentan esta comarca.

Ni que decir tiene el Prado de la Escribana es el único punto de fuga accesible de todo el recorrido, para que la/s persona/s que no vayan bien abandonen la ruta, tomando la pista que sube hacia Benarrabá en dirección norte, ganando altura rápidamente respecto al río, en sucesivos zig-zags, este-oeste, hasta ir orientándose cada vez mas al oeste, pudiendose llegar en poco mas de una hora, si acortamos los zig-zags por las trochas. Ojo no confundir con la pista que desde el prado de la Escribana, se mantiene mas o menos paralela al río en su margen derecho y que nos va a acompañar durante el próximo kilómetro y medio de ruta, porque en realidad se trata de un ramal perteneciente a una laberíntica sucesión de carriles, que viene a comunicar distintas fincas desde la localidad de Benarrabá hasta el mismo río Genal, pero que en ningún caso debemos tomar, porque nunca acorta el trayecto y como vía de escape tiene un sin fin de cruces y zig-zags hasta llegar a Benarrabá por lo que la debemos descartar.

Segundo tramo: Desde el Prado de la Escribana a la Huerta Gamona:

Una vez que queda atrás el siempre plácido y tranquilo prado de la Escribana, con su parque infantil sus banquitos su puente dique, la pista que comunica Genalguacil con Benarrabá y el espectacular paisaje montañoso de Sierra bermeja al sureste, continuamos río abajo, a nuestra izquierda entrega sus aguas el río Almachar, principal afluente del Genal, que suele tener un poderoso caudal hasta finales de primavera, aunque en esta ocasión nos lo encontramos seco. Unos 800 m. mas debajo del río Almachar, se nos unirá por el oeste, margen derecho, el arroro de las Veguetas, km 6, que ya no llevaba agua, por esta zona el río se torna monótono con largos tramos rectos entre cañaverales carentes de interés paisajístico en dirección predominantemente sur. Mientras que por el margen derecho senos van a unir los arroyos de las Covatillas y del Mora, que a penas percibiremos entre los cañaverales. Por esta zona lo recomendable es ganar tiempo avanzando mas deprisa por las márgenes secas del río. Mas adelante, algunos sauces, chopos y quejigos de buen porte que crecen en la orilla forman pequeños bosque de galerías, que le aportan al paisaje un juego de intermitentes luces y sombras que multiplican las tonalidades verdes que nos envuelven a lo largo del recorrido. Aprox. En el km 7,5 de nuestra ruta nos encontramos cuatro chopos enormes en la orilla derecha, inclinados hacia el río, de hecho uno de ellos ha caído sobre el mismo cauce y junto con los otros tres que aún se mantienen en pié, presiden un idílico paraje, donde Silvia capturó una tortuga de gran tamaño que soltamos tan pronto hicimos las fotos de rigor. Aproximadamente en el km 8, poco antes de la mitad del recorrido, Antonio “El Vinicultor de GRUME” que junto con Celia había hecho la ruta el año anterior, volviéndonos a recordar que íbamos muy bien de tiempo, insistió para que hiciéramos allí la 2ª comida del día, concretamente se trata de un lugar muy fácil de distinguir, pues después largos tramos rectos con dirección sur, el río se topa con una pared oscura, probablemente de pizarra, que le obliga a trazar una curva hacia la derecha, casi un ángulo recto para continuar dirección oeste. Se trata de una magnífica poza para darse un buen baño, que está situada al pié de la Cuesta de la Pepa, km. 9, que queda en nuestro margen izquierdo. Mientras que en la orilla derecha de esta poza, nos encontramos con varias tiendas de campaña, a todas luces, acampada ilegal, probablemente el típico lugar al que sólo saben llegar la gente de la zona. De hecho unos metros mas abajo nos encontrábamos con un vado correspondiente a la mencionada pista que de subir a la derecha nos llevaría hasta Benarrabá tras muchos rodeos y de continuar por el ramal del margen izquierdo del río, nos llevaría a la casa de La Alharía y el camino de Los baños del Duque, ya en el t.m. de Genalguacil, pero nosotros continuamos en todo momento río abajo que es nuestro camino y no tardamos en encontrarnos a nuestra derecha un amplio lecho del río, que salvo en época de fuertes lluvias, suele quedar al descubierto, siendo un interminable pedregal por donde podemos avanzar mas rápido. Al final del mismo, regresando a la orilla del río propiamente dicho nos encontramos con otro bonito puente colgante de madera. De nuevo el río queda encajonado por laderas mas escarpadas y a su vez rodeado por abundante vegetación de ribera que nos obliga a seguir caminando por el agua, llegando a una idílica poza donde el río vuelve a girar a la izquierda al encontrarse de frente con un curioso promontorio de pizarra negra, a modo de terraplén, km 9,5.

Al salir de la mencionada poza de aguas cristalinas, volvemos a avanzar por fuera del agua, sirviéndonos de otra zona de aluvión que tan sólo queda cubierta de agua en época de crecidas, en principio el río queda a nuestra izquierda y después lo atravesamos por un cañaveral, se trata de la zona conocida como Los Llanos de la Trocha, km. 10 desde donde los fértiles márgenes del Genal, fueron colonizados en su día por fincas de cultivo dedicadas principalmente a los almendros, naranjos, limoneros, olivos y algunos subtropicales como aguacates o chirimoyos, si bien hoy en día mucha de ellas se encuentran abandonadas e invadidas por la maleza, como el molino de Aljarames que queda semioculto en el margen izquierdo. Mientras vamos atravesando esta zona, el río queda a nuestra derecha, adentrándonos en un precioso bosque de quejigos, alcornoques y eucaliptos de un tamaño espectacular, pero en todo momento caminaremos muy cerquita del río, hasta que regresamos a su orilla encontrándonos otra idílica poza, presidida por otro rudimentario puente de madera que en esta ocasión sostiene una tubería que atraviesa el río de un lado a otro, en la orilla por la que hemos accedido a este punto un bonito sauce de cuya base parten dos troncos casi del mismo grosor como si se tratara de una “V” le da un toque bastante peculiar a este lugar que podríamos ubicar de forma aproximada en el km. 11. Estamos en la zona conocida como Huerta Gamona, aunque actualmente en estado de abandono.

Tercer tramo: De la Huerta Gamona al puente de Gaucín:

Después de la mencionada poza con el puentecillo de madera que sostiene una tubería y el árbol con tronco doble en forma de “V”, nos vamos a encontrar con una serie de tramos rectos del Genal, confondo arenoso que nos facilitan la caminata. Siendo el siguiente hito significativo un puente colgante, en medio de un tramo recto y relativamente ancho del río, flanqueado de chopos, a partir de aquí, cada vez, van a ser mas frecuentes los caminos que nos encontremos paralelos al río, pero en ningún momento debemos alejarnos del mismo, porque estos caminos solo nos alejan del río ladera arriba o bien los tramos que discurren paralelos al río suelen quedarse cortados por la vegetación y de vez en cuando tenemos que caminar sobre nuestros pasos obligándonos a buscar el acceso mas cercano al agua entre la abundante vegetación para continuar por el mismo cauce.

Las huertas, a ambos lados del río son cada vez mas frecuentes, así como las pistas que desde allí se dirigen ladera arriba, hacia Benarrabá, Gaucín, o directamente a la carretera, pero que no debemos tomar en ningún caso. Junto a las márgenes del Genal comenzaremos a encontrarnos con numerosos cortijos y pequeñas casitas aisladas. En plena sucesión de meandros dirección sur-oeste-sur, llegaremos a la altura del Molino del Capitán, km. 13, que queda en la orilla derecha.

Después de pasar por una amplia rambla del río donde este traza una abierta curva hacia la izquierda, con chopos en la orilla derecha, avanzaremos por un camino que discurre por la orilla izquierda del río, dejando a nuestra izquierda dos casa muy cercanas: una rojiza y otra la típica casa encalada con una llamativa placa solar sobre su tejado. Seguidamente llegamos a otra idílica poza, junto a la cual discurre una acequia elaborada de forma artesanal sobre la orilla derecha del río. Unos metros mas debajo de esta poza, pasamos por encima de la acequia para avanzar por fuera del río que ahora llevamos a nuestra izquierda. Pasando junto a una espectacular adelfa, desde la que tenemos la primera vista del piramidal cerro de Las Chapas, que a partir de ahí va a convertirse en el principal referente visual dirección sur, mientras que nosotros avanzamos en dirección predominantemente suroeste. Adentrándonos minutos después en un huerto aparentemente abandonado presidido por las casas de la Huerta del Hornillo, km 14,5 que es el lugar donde ahora nos encontramos. Unos 500 m mas allá también en el margen derecho del río pasaremos junto al molino Corcho, y 200 m. aguas abajo, queda el Molino Toponero, que pasará desapercibido entre los cañaverales y por estar a unos 100 m del río en su margen izquierdo. Mientras mas de uno/a comienza a preguntarse “cuándo coño llegaremos al dichoso puentecito de Gaucín”.

Seguidamente llegamos a otra rambla seca del río, convertida en un inmenso pedregal tan solo cubierta en época de crecidas invernales, mientras el río discurre a través de un cerrado cañaveral, volviendo a caminar por el mismo cauce hasta prácticamente el penúltimo kilómetro, después de haber pasado junto a la Casa del Cañuelo, km 16, que queda en la orilla derecha, a partir de aquí nos encontramos con una sucesión de preciosos tramos de bosque de galería formados principalmente por choperas y quejigos. Por esta parte final de nuestra maratoniana ruta, el cauce se ensancha y es poco profundo, faltando poco mas de un kilómetro el cauce se ensancha, flanqueado por cerros cada vez mas bajos, que ya nos anuncian la proximidad al puente de Gaucín. Redondeadas piedras blancas de tamaño mediano sobresalen del agua a modo de isletas, mientras que las que permanecen en el fondo, están cubierta de verdín, dificultando bastante el poder mantener el equilibrio, por lo que hay que extremar la precaución a cada paso que damos. Y aunque nuestra intención es llegar hasta el puente por el mismo cauce del río, la paliza de agua que uno lleva a esas alturas y el riesgo innecesario de lesión por una caída o torcedura en ese último kilómetro carente de interés paisajístico, hacen recomendable que recurramos al comodín de la pista que discurre paralela al margen derecho del río, unos cables de alta tensión harán las veces de pancarta de últimos 500 m antes de llegar al puente de Gaucín, km 18 y final de ruta.

jueves, julio 15, 2010

RÍO VERDE DE OTIVAR:

Barranco de los Chortales, cascada de los árboles petrificados, Barranco de las Chorreras y Cañón del río Verde. (Entorno extremo oriental parque natural Sierra Almijara-Tejeda y Alhama, cabecera del río Verde, t.m. Otivar, GRANADA).

Localidad de referencia: Otivar, por la costa se accede desde Almuñecar, por el interior desde Alhama de Granada-Jayena.
Itinerario: A unos 100 m al norte del panel del sendero del río Verde ubicado en el km. 31 carretera de la Cabra Montés (a 4 km del puerto de la Cabra Montés, dirección Jayena), parten dos sendas que vienen a unirse poco después para llevarnos a la cascada del Árbol Petrificado de allí iremos vadeando en alguna ocasión el Barranco de los Chortales, para ascender la cuesta del cerro del Gitano que poco después faldearemos por una pista, hasta abandonarla para bajar por el sendero del barranco del lagarto, llegando a la poza Central del Barranco de Las Chorreras, que ya no abandonaremos hasta el lugar conocido como “junta de ríos”, donde en su unión con el río Nacimiento, forma lo que es la cabecera del río Verde propiamente dicho, continuando por una pista que discurre al pie del espectacular cañón del río Verde, que abandonaremos tras atravesar el puente de Hierro, cerca del cual se suelen dejar algunos coches, previo polémico peaje del carril de la Cooperativa de Cázulas (5€ por persona y coche), aunque también se pueden subir a pié planteandose a modo de entrenamiento para no perder la forma en verano.
Tipo de ecorrido: lineal (esto requiere dejar previamente vehículos en el final previsto de ruta)
Distancia aproximada: 15 km
Duración: 9 h. (incluyendo un mínimo de 2 horas de paradas para los baños, comidas y reagrupamientos)
Dificultad: Hasta el km. 10,5 dificultad media-baja para personas con buena preparación física acostumbradas a rutas de montaña. Últimos 4,5 km. dificultad media/alta si se plantea completar a pié el carril de la Cooperativa de Cázulas, ya que es una subida continua superando unos 400 m de desnivel, aunque por la tarde ya no es tan calurosa.
Desnivel acumulado: 730 m.
Tipo de camino: 10,5 km predominantemente cuesta abajo con algunos toboganes por veredas pedregosas, y zona de ribera con terreno muy rocoso, aunque dócil de caminar y 4,5 km. finales de pista polvorienta cuesta arriba, que es el peaje a pagar de esta que es una de las etapas reinas en la modalidad de acuáticas de toda Andalucía.

A tener en cuenta: Salvo algún vado, el 99,9% de la ruta se hace por pistas y senderos pedregosos que van por fuera del agua por lo que se recomiendan botas de montaña ó unas buenas zapatillas de deporte, bastones, zapatos a quien le apetezca andar por el agua cuando se llegue a la zona de las pozas (no obligatorio), bañador ó/y pantalones cortos, gorra, gafas de sol, cámara fotográfica y prismáticos. No olvidar agua en gran cantidad, mejor bebidas isotónicas y como alimento barritas de cereales, fruta y lo que cada uno tenga por costumbre para el almuerzo mochilero. Si no se dejan previamente coches cercanos al puente de hierro, donde finaliza el cañón, hay unos 4,5 km. de súbida continua hasta la parte de arriba del carril de la Cooperativa de Cazulas.
Cómo llegar: Poco después de entrar en el núcleo urbano de Almuñecar, se llega a un cruce donde podemos ver el cartel hacia Otivar (pueblo de referencia para nuestra ruta), todavía en la localidad de Almuñecar tomamos la carretera A-7106, pasando por Jete a 8 km de Almuñecar, poco antes habremos dejado a nuestra izquierda el cartel que nos señala hacia la recóndita reserva natural de peña Escrita, 4 km después de Jéte llegaremos a Otivar, donde quien venga con tiempo de sobra podrá desayunar en el bar “El Capricho” a pie de carretera, por la que continuaremos siempre subiendo con preciosas vistas de la parte más oriental de La Almijara y el valle del río Verde a nuestra izquierda.
La carretera, cada vez con más precipicios a nuestra izquierda y curvas cerradas, rara vez nos permite pasar de tercera y nos exige conducir con los 5 sentidos al volante, hasta que, a unos 5 kilómetros más allá, vemos a nuestra izquierda el desvío hacia la casa rural Palacete de Cázulas, que no tomaremos, pero ya estaremos muy atentos porque unos 500 m después nos encontraremos un llano a la izquierda de la carretera, que será el lugar que elegiremos para dejar allí algunos coches, sirviendo también como punto de recogida para los compañeros de Ronda que vengan con la minibús que han alquilado. Los que no hayáis estado nunca allí no os preocupéis, porque tomando la referencia de la entrada del carril hacia la casa rural Palacete de Cázulas, siguiendo un poquito mas para´lante encontraréis muy fácilmente el llanote a la izquierda de la carretera que nos servirá como punto de encuentro.
Introducción: El barranco de las Chorreras y su afluente de los Chortales abren en la Almijara la garganta más larga, profunda y estrecha de todos los cursos de agua que en ella nacen. Sus saltos de agua han hecho famosos estos riachuelos porque son un auténtico santuario para los aficionados al descenso de barrancos.
El senderista los puede recorrer andando en un trecho más largo, desde su principio hasta su final, cuando entrega su poderoso caudal al Río Verde, el más conocido y famoso de Andalucía por mantener caudal de agua constante, incluso en verano, con aguas cristalinas y cauce soleado en muchos tramos.
En el trayecto podremos disfrutar de los farallones rocosos que emergen del suelo y de donde cuelgan majestuosas tobas calcáreas a modo de estalactitas y chorreras dignas de un master de geología, que flanquean las profundas y estrechas gargantas que van apareciendo a nuestros pies llenas de vegetación, con numerosas cascadas, de los increíbles zigzags que nos transportan en unos minutos de los secarrales inhóspitos de la parte alta a umbrías paradisíacas por algunos puentes colgantes, en la parte baja, y sus pozas cristalinas que invitan al baño en sus limpias.
Descripción de la ruta: Esta ruta parte del km 31 de la carretera de la Cabra Montés, una de las carreteras paisajísticas mas espectaculares del sur de España, que comunica Almuñecar con la comarca de Alhama de Granada y que antiguamente era la única carretera entre Granada capital y su costa, rodeando todo el perímetro oriental del parque natural de las Sierras Tejeda Alhama y Almijara, que si venimos desde la costa va quedando a nuestra izquierda, mientras que a la derecha tenemos las sierras de Lentegí, Entresierras y la de los Guajares, cuya afilada crestería con laderas blanquecinas, llamará poderosamente nuestra atención, toda esta zona tan recóndita, antaño fue refugio de moriscos, maquis y demás fugitivos de la autoridad vigente.
El primer tramo del recorrido tiene una serie de suaves toboganes con varias subidas y bajadas, mientras que, al otro lado del valle vemos la pista que asciende del barranco de la cueva de Funes a la carretera de la Cabra Montés que acabamos de abandonar y que forma parte de una variante circular, mas recomendable para el invierno por tener menos contacto con el agua. Superado el segundo kilómetro de ruta, un pequeño ramal de sendero a nuestra izquierda, nos sitúa sobre un extraordinario mirador, ni que decir tiene que las vistas desde aquí son sencillamente impresionantes con el Navachica al oeste, el pico del Cielo al suroeste y el cerro Lopera al noroeste que podemos distinguir fácilmente por la pequeña caseta blanca para prevenir incendios que preside su cumbre, al sur no muy lejos de nosotros comenzamos a ver la pista que utilizan los barranquistas para hacer su aproximación en 4x4 para iniciar el descenso del Barranco de Las Chorreras, algo mas adelante la cruzaremos y durante el siguiente trecho caminaremos cerca de ella.
De vuelta al sendero, rodeamos el mirador, pasando bajo su pared norte y oeste, y continuamos el descenso ya de forma mucho mas pronunciada, pasando junto a un tajo que queda a nuestra derecha y a continuación tras un zig-zag de la senda, seguimos descendiendo, hasta que superamos un pequeño tobogán que nos sitúa en un collado desde donde parece imposible que la senda pueda seguir bajando, las vistas que se obtienen desde este punto sobre el “Barranco de Las Cabrerizas” son preciosas, de repente, como por arte de magia, aparece ante nosotros una escalera excavada en la roca, con algunos peldaños de mas de medio metro no aptos para enanos, que incluso nos brinda la ayuda de un pasamanos en algunos tramos, desde el inicio de la escalera ya tenemos allí abajo la bella estampa que nos ofrece la peculiar “Cascada de los Árboles Petrificados” que recibe su nombre de la curiosas formas que han ido adoptando las “tobas carcarias” casi permanentemente moldeadas por la acción erosiva del carbonato cálcico que en gran medida contienen las aguas de Sierra Almijara, tal y como podemos leer en el panel informativo que allí se encuentra para ilustrarnos sobre el monumento natural que tenemos ante nuestros ojos. A la derecha de esta cascada, tal como la miramos de frente, existe una preciosa cuevecilla, donde nos sorprenderá el desarrollado sistema de estalactitas e incluso estalagmitas que ha formado la acción del agua a pocos metros de la entrada, sin duda uno de los rincones mágicos de este completísimo y variado itinerario, que no podemos dejar de visitar.

A muy poca distancia se encuentra el final de uno de los dos ramales que tiene el “Carril de las Cabrerizas” que de momento vamos a obviar. Ahora tenemos una sucesión de toboganes para vadear varias veces el “Barranco de Los Chortales” hasta que llegamos al punto donde se le une el “Barranco de los Madroñales” por el oeste, es precisamente a partir de aquí donde pasa a tomar el nombre de “Barranco de Las Chorreras” excavando un valle profundísimo, con una prolongada sucesión de pozas y cascadas, que hace de este tramo el lugar mas atractivo y espectacular para todos los amantes del barranquismo, de hecho suele ser frecuente encontrarnos en este punto algún grupo que viene con una empresa de turismo activo y de camino recomendamos que nadie se aventure a lanzarse río abajo si no se lleva el equipo adecuado y acompañado con personas experimentadas en descenso de barrancos, pués tiene algunos saltos y rápeles que imponen bastante respeto. Mientras nosotros, comenzamos una prolongada subida de poco mas de un km sin tregua, con el recién nacido “Barranco de Las Chorreras” a nuestra izquierda, cada vez mas abajo, pero superada la subida por la pedregosa pista comenzamos a faldear el cerro del Gitano que en todo momento queda a nuestra derecha, según la época o el año, nos encontramos en medio del camino enormes peñascos procedentes de algunos derrumbaderos, de repente la pista describe una amplia curva a la derecha y en medio de dicha curva hacia nuestra izquierda un precioso sendero desciende en paralelo al “Barranco del Lagarto”, pequeño arroyo que sólo lleva agua en época de lluvias torrenciales, pero por el que llegaremos hasta la mítica poza Central en poco mas de 15 minutos, con los imponentes farallones rocosos del “Haza del Quejigo” y “Las Minillas” al este y frente a nosotros como telón de fondo.

Una vez en la “Poza Central” la ruta se convierte en un parque temático del agua, con una sucesión de cascadas y pozas de aguas turquesas y cristalinas, que hace de este lugar un auténtico santuario para los amantes del barranquismo, del senderismo y la Naturaleza en general. A partir de aquí la diversión con los baños está asegurada. A la sensación de privilegio por tan paradisiaco lugar se unirá el éxtasis que nos producirá la espectacular belleza de los impresionantes desfiladeros que flanquean el barranco.

El tramo del Barranco de las Chorreras, que vamos a recorrer, cuenta con un elaborado y entretenido sendero, donde no faltan escaleras con sus barandillas correspondientes en las zonas mas expuestas y un conjunto de puentes colgantes que le daba a este recorrido un toque a lo Indiana Jones, por desgracia las lluvias torrenciales con las que fue castigada toda esta zona en septiembre de 2007, hace ya 3 años, destrozaron tres de los cinco puentes que tenía, mientras tanto, se pasan la pelota de unos a otros: ayuntamiento de Cázulas, Diputación, Dirección del Parque Natural y Junta de Andalucía, pero nadie hace nada, en este mal endémico que padece Andalucía, salvo honrosas excepciones, pués como bien sabéis aquí se inauguran los senderos, los políticos se hacen la foto y después nos olvidamos de lo mas importante, que es el mantenimiento de los senderos y sus señalizaciones. Por suerte anónimos senderistas y gente de buena fe, han improvisado algunos vados, para salvar los pasos mas delicados. Nada mas cruzar el vado donde al barranco de las Chorreras, se le une el del Nacimiento, en el lugar conocido como “Junta de los ríos” que ha quedado muy erosionado y estropeado tras la tremenda riada de septiembre de 2007, ya vamos acompañando al río por una pista que pasa a través del impresionante desfiladero del río Verde, formado por las paredes de los cerros del Charquito y las Majadillas a nuestra izquierda y las Grajillas a nuestra derecha como colofón de oro a esta completísima ruta que jamás defrauda y siempre te deja ganas de volver. El final teórico se encuentra pasado el puente de hierro donde se suelen dejar algunos coches antes de llegar al inicio de ruta, de no ser así hay que completar 4,5 km de subida por la polvorienta pista de la Cooperativa de Cázulas, hasta salir a la carretera de la cabra Montés.

Fecha de realización: sábado 10 de julio 2010
Participantes: una treintena larga, en su mayoría pasos largos, comprendida por una comitiva de unos 15 amigos de Ronda capitaneados por Don Fernando el Diácono: ”Senderista destacado 2010”, “Rafa Márquez-El Aristóteles de la senda”, Paco Domínguez “El Reportero de las cumbres”,Herminia “A Meiga da rías Baixas”, Ricardo “El Hombre bala”, "la Dama del Lago" ó Javi, único niño de la ruta que se portó como un campeón y algunos/as mas hasta una docena larga que tuvieron a bien alquilar una minibús que les facilitó muchísimo la labor de trasbordo entre inicio y final de ruta. También vino Rafa Sancho “El capitán de Fragata” en esta ocasión no desde Sevilla, sino de su ático duplex con vistas a la Alhambra, en Granada capital. Desde La Línea, Cádiz, Juan Luis España “Capitán Legia del Comando Perro Burgués”, que sigue progresando adecuadamente, muy combativo durante toda la jornada, finalizando la etapa en el grupito de cabeza, firmando una fenomenal ascensión por la pista de la cooperativa de Cázulas que lo llevó a enfundarse el malliot amarillo.

De la costa del Sol vinieron: María de Estepona “Sentido & Sensibilidad”, Silvia “la Pitonisa del pico del Convento”, Miguel “El Hombre que sabía demasiado”, Patri “La Chica que miraba las estrellas”, Valentín “El Héroe del puerto de la Refriega” que estuvo presente en todas las fugas de la jornada, El Doctor Leal, que al igual que Paco Jaime “El sabio de los Boliches”y María “La Chilena” disfrutaron de lo lindo con los baños en las pozas, José “El Titán del pico Capilla” , su hermano Antonio “El Coloso del Plaza de Armas”, Rocío “La Ninfa del Castaño Santo” coincidiendo en que esta era una ruta de “diez sobre diez”, Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, Vicky La Botánica “Senderista Destacada 2010”, que también disfrutaron bastante de la ruta, los Jamones “Tatiana-Ginger” e “Isaac-el Pirata de la Pata de jamón” que pusieron un ritmo trepidante en cabeza de pelotón, pasando entre los primeros por todas las metas volantes, junto con su huesped Paul, chavalín francés de unos 15 años, que dejó muy alto como buen vecino de los Alpes, Manolo “El Cartógrafo de su Majestad” que aquel día iba de explorador, Eduardo “El Padre carras”, recién llegado de una visita de diez días al Vaticano, pués actualmente está haciendo una tesis doctoral sobre la Capilla Sixtina, Juani “el Pequeño Saltamontes” recordando viejos tiempos como coordinador en esta que es una de sus rutas favoritas y algunos amigos de GRUME entre los que estaban varios miembros históricos como Miguel, Pepe o Antonio y otros compañeros mas con los que hasta ahora no habíamos coincidido, que no quisieron perderse esta preciosa ruta.

Efemérides: día previo a la histórica final de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010, que acabaría ganando España 1-0 a Holanda, por lo tanto jornada previa a un día inolvidable en el que predominaron las camisetas rojas y una bandera de España presidiría nuestra foto de inicio de ruta y cánticos de guerra en todas las fotos de grupo.
Manuel Manzanares “El Cartógrafo de su majestad”, que compartió con nosotros el viaje hasta casi el inicio de ruta, se bajó del coche poco después de superar el puerto de la Cabra Montés para iniciar un descenso hasta la poza Centrál, que venía descrito en el libro de la editorial argúval: “Ríos y costas del parque natural de las sierras Almijara y Tejeda”, tomando como referencia la pista que utilizan los barranquistas, para abandonarla en el collado Cabanitos y desde allí iniciar un vertiginoso descenso a la poza Central desde la cabecera del barranco Minillas que va quedando cada vez mas a la izquierda, pero que a la postre resultaría un sendero abandonado, cubierto de piedras sueltas por empinadísimas torrenteras, que en ocasiones le pareció tan empinado como el descenso del cerro Cisne, hasta el punto que Manolo tuvo que emplearse a fondo, para llegar sano y salvo a la poza Central sin sufrir ningún percance, llegando casi dos horas antes que el grupo, compartiendo a partir de allí el resto de la ruta con nosotros.
Nuestra amiga Patri “La Chica que miraba a las estrellas” que aparentemente acabó la ruta sin ningún problema, comenzó a sufrir el día siguiente una especie de reacción a picaduras de insectos, presuntamente durante la ruta.
Por otra parte Ricardo “El hombre-bala” nos deleitó con su espectacular sesión de saltos en la última poza.
Chuckie, que a sus casi cuatro años está curtido en mil batallas, comenzó a dar síntomas de cansancio y a caminar con cierto cuidado a partir de la poza Central y en el cañón del río Verde, Herminia y María, se dieron cuenta de que tenía una almohadilla de la patita delantera izquierda rajada, improvisando un vendaje con un calcetín, que le duró hasta media subida del carril de la cooperativa de Cázulas, hasta que la raja se le fue convirtiendo en cráter, sin a penas poder caminar, teniendo que cargar con sus casi 14 kg la mayor parte del último tramo hasta donde las rodillas aguantaron. Cuatro días después, a base de limpiarle la herida con agua oxigenada y betadine, ya camina con aparente normalidad y vuelve a correr como Jesús Navas por la banda derecha, pero posiblemente no irá convocado al descenso del río Genal, el sábado 24 de julio, por precaución.
Prácticamente desde el inicio de ruta Mª del Mar, la mujer un compañero de GRUME, comenzaba a dar síntomas de que la ruta le podía quedar demasiado grande, no ya sólo por la distancia, sino porque en general estaba muy por encima de sus posibilidades tanto a nivel técnico, como físico actualmente. Como se puso de manifiesto durante la ascensión por la pedregosa pista del cerro del Gitano o del carril de la Cooperativa de Cázulas donde finalmente los compañeros que estaban con ella, consiguieron que un coche que subía la llevara hasta la carretera porque ya iba fundida. Y no hago mención de este tema para criticar a Mª del Mar que desde mi punto de vista: hizo un sobre esfuerzo por encima de su actual estado de forma, posiblemente para contentar a su marido, es mas estoy seguro que esta persona ni siquiera sabía el tipo de ruta en la que iba a participar. Lo que si quiero remarcar es que en estos casos la persona responsable es quien la trae a la ruta, que no solamente ni se molestó en consultar o preguntar a la persona de contacto, sino que tampoco tuvo en cuenta que esta circunstancia iba a lastrar el ritmo de todo el grupo, al menos hasta la cascada de los Árboles Petrificados, ya que poco después, superado el tramo de cruce de pista con senderos, que podrían prestarse a confusión, decidí dividir al grupo en dos, enviando hacia delante a la mayor parte de los compañeros, guiados por quienes habían hecho la ruta conmigo el año anterior. Quedándome yo con esta pareja, además de Antonio y Silvia, llegando ya a la poza Central, una hora después que la cabeza del grupo.
Este tipo de incidentes no se debe producir nunca, primero por la seguridad de la propia persona, que se presenta a una ruta para la que no está preparada y segundo porque se puede convertir en un lastre para todo el grupo. Hagamos buena la frase de que “el buen senderista es aquel que conoce sus propias limitaciones” y por lo tanto saber en qué tipo de rutas podemos participar y en cuales no. Afortunadamente el resto del grupo andó fenomenal, salvo en la que para muchos se hizo interminable ascensión por el carril de la cooperativa, que aunque se planteo a modo de entrenamiento, hizó que mas de uno/a llegara al final de ruta bajo mínimos.

Y por último pido disculpas por decir las cosas tal y como las pienso, a pesar de los riesgos que ello conlleva en una sociedad tan hipócrita como la nuestra donde siempre nos pueden mirar mal si no hablamos o actuamos de una forma políticamente correcta”. ¡Pero que coño!, al pan pan y al vino vino". Y que conste que en general la gente se lo pasó fenomenal, fue un día inolvidable, mejor dicho fin de semana inolvidable e histórico para todos, pero creo que también es sano recordar este tipo de incidentes, para aprender de nuestros propios errores y evitar que no se vuelvan a repetir en un futuro.

Alojamientos en ó cerca de Otivar:
Pensión Parada: Avda. Alcalde Caridad 958.645.165
Preguntad por Carmen al 958.645.073

Alojamiento rural palacete de Cázulas:
(es el mas cercano a los puntos de inicio y finalización de rutas, pero no encontramos referencias en Internet)

Hostales y pensiones de una * en Almuñecar :
Costabella – 958633256
El puente – 958630123
Los Rosales – 958631079
Medina – 958631028
Plaza Damasco – 958630165
Victoria – 958630022
Vistamar – 958633623

Hostales y pensiones de dos * en Almuñecar :
Altamar – 958630346
Andalucia – 958635654
California – 958630212
El Tesoro – 958880066
Racamar – 958630023
San Sebastián – 958630466
Tropical – 958633458