domingo, marzo 06, 2011

La Mesa de Villaverde: De la iglesia rupestre de Bobastro al Mirador de la Encantada:

Distancia aprox. 6,5 km

Tiempo aprox. 2 horas

Desnivel aprox. a penas unos 140 m de ascensión.

Punto de partida: 480 m, comienzo del sendero a la altura del punto de información y aparcamiento para acceder a las ruinas de la iglesia rupestre de Bobastro.

Punto mas elevado: 619 m, ruinas de la alcazaba de Bobastro en el extremo oriental de la Mesa de Villaverde.

Nivel dificultad técnica: bajo.

Tipo suelo: tramo de senderos intercalados con tramos de pista asfaltada..

Tipo de recorrido: circular, rodeando el embalse superior por la orilla contraria al tramo de ida.

Fecha de realización: sábado 5 de marzo de 2011, inestabilidad meteorológica con predominio de cielos cubiertos y riesgo de pequeños chubascos intermitentes 8que por suerte no se llegaron a cumplir por la zona donde nos encontrábamos).

28 participantes: desde Córdoba vinieron Héctor y Mª Luisa acompañados por sus tres princesas: Ángela. Luisa y y de distintos puntos de la costa del Sol: El Doctor Leal,Auro “El tulipán del coto”, Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, Ana Mena “La Siremita del Guadalmina”, Cowboy Ruben, Rosa “El Bicho del Bosque”, Ruslan “El Espartano”, Rusik, Salvador, Heriberto, Roberto, Tomy, Rafael, Pedro, Marivi “La Pirata Informática”, Manolo “El Hacker”, Nacho, Juani y así hasta un total de 28 amigos del senderismo que nos dimo cita una vez mas en la venta El Cruce de Ardales, a pesarde que el día anterior cayeran rayos y centellas y tener pronósticado para ese día cierta inestabilidad meteorológica.

Mapa: 1.038-I, Pantano del Chorro

A tener en cuenta: Desde la primavera de 2010 el recinto donde se encuentra la iglesia rupestre de Bobastro se encuentra vallado. Para acceder a él hay que hacerlo a través de una vista guíada sin que de momento sea necesario hacer reserva, de jueves a domingo de 10.00 a 15.00. El horario de las visitas es a cada hora en punto, donde un guía que trabaja para la comarca del Guadalteba, en nuestro caso nos tocó Serafín de Cuevas del Becerro nos dio una didáctica charla sobre el lugar, el entorno, y la vida y milagros de Omar Ibn Afsún.

La entrada es de 2€ los niños y 3€ adultos, pero para grupos superiores a 20 personas la entrada nos la cobran a 2€. Una buena causa para justificar la prolongación en el tiempo de este puesto de trabajo, al mismo tiempo que nos empapamos un poquito de nuestra propia historia disfrutando del entorno.

Esta ruta que combina a partes iguales historia, paisaje, naturaleza e ingeniería (hudráulica) es ideal para entender la importancia estratégica de esta singular montaña, que además de poseer rincones de gran belleza, nos ofrece unas vistas espectaculares de todas las sierras que la rodean. Sin duda el mítico Omar Ibn Hafsun supo escoger muy bien la atalaya perfecta, desde donde poner en jaque al poderoso Califato de Córdoba, en tiempos de Abderramán III.

Omar ben Hafsun

En un contexto de crisis y enfrentamientos surgió la figura de Omar, que era un musulmán nuevo (muladí) cuya familia tenía sus raíces en un noble visigodo que se había convertido en tiempos no lejanos al Islam. No se sabe con certeza el lugar de nacimiento de Omar ben Hafsun que se atribuyen distintos varios de Málaga como Júzcar, Parauta, Riogordo o Colmenar entre otros.

Lo que sí ha quedado reflejado en las fuentes es que desde muy joven fue un hombre de acción, que tras haber matado a un vecino tuvo que refugiarse en los inaccesibles parajes de la Serranía y mas tarde en el norte de África huyendo de la ley. Pasado un tiempo prudencial, retornó a los montes y se fue convirtiendo en líder de un movimiento de rebeldía de los muladíes que poblaban estos parajes, ya que se sentían oprimidos y explotados por los tributos que le tenían que pagar a los emires cordobeses. En unos años el poder central andalusí llegaría a sentir la clara amenaza que suponía el alzamiento de Omar, hasta el punto de que los emires fueron incapaces de mantener el orden en estas tierras ubicadas entre Ronda y Antequera. Las dificultades para la recaudación de los tributos fueron pronto insalvables, pero lo que en un principio se considero como una inaceptable insolencia, pronto se convertiría en desafío hasta el punto de que incluso la propia ciudad de Córdoba se sentiría amenazada por los rebeldes.

En el año 889 Omar ben Hafsun como muestra desprecio y desafío al califato de Córdoba decidió convertirse al cristianismo, lo que de algún modo supuso el principio de fin de su movimiento. Ya que el hombre que gobernaba en las coras de Rayya, Elvira y Jaén, y que era señor de poblaciones como Archidona, Baeza, Úbeda, Priego y Écija habría de ver como muchos de sus partidarios, muladíes sinceros a las creencias islámicas, le abandonaban y quienes no lo hicieron comenzaron a recelar y desconfiar de él, pasando en poco tiempo de ser visto como un héroe a ser visto como un villano y traidor entre su propia gente. No hay que olvidar la enorme importancia que se le ha dado a lo largo de la historia a la religión, que en muchos casos ha sido el motivo y la excusa principal para emprender muchas guerras e infinidad de conflictos bélicos. Omar, sin embargo, falleció cuando corría el año 917 sin haber sido vencido por sus enemigos.

Desde este nido de águilas que era la inaccesible fortaleza de Bobastro, situada no lejos de los llanos de Antequera, Omar ben Hafsun había tenido fácil acceso a las campiñas del Guadalquivir y a la Vega de Granada, de modo que durante medio siglo tuvo en jaque a los emires al-Mundhir y Abd Allah.

Tuvieron que pasar diez años de la muerte de Omar para que Abd al-Rahman III fuera capaz de conquistar Bobastro a sus hijos, que seguían encabezando la rebeldía. Sería ahora, tras tomar la ciudad-fortaleza de Bobastro, cuando el emir se proclamaría califa de al-Andalus. Se dice que fue enterrado en Bobastro, de acuerdo con los ritos cristianos. Pero cuando la ciudad fue tomada por Abd al-Rahman III el cuerpo del rebelde sería desenterrado y trasladado a Córdoba donde sus restos fueron objeto de exposición a la chusma y escarnio de su memoria.

Iglesia rupestre de Bobastro

Esta peculiar iglesia rupestre ( mas que construida, esculpida en roca de arenisca) está formada por un templo que a su vez integraba un monasterio que muy probablemente habría sido construido antes de la llegada de Omar ibn Hafsun a estos parajes, continuando una tradición eremítica que se remontaba a tiempos antiguos. El conjunto monástico estaba fortificado y de las bases de sus murallas y torres se conservan todavía vestigios muy interesantes.

En el espacio central del conjunto monástico se aprecian vestigios de lo que pudo ser un patio, ó quizás un pequeño claustro, del que todavía se pueden contemplar el aljibe en el que se almacenaba el agua y algunos silos para cereales. En uno de los lados de ese patio se sitúan los restos de la basílica, en donde habría sido convertido al cristianismo Omar ben Hafsun, que constituye una bella muestra de arquitectura rupestre, excavada en la roca, siguiendo posiblemente esa tradición eremítica del entorno de la que antes hablábamos.

Este templo de Bobastro tiene planta de tipo basilical y esta dotado de tres naves, siendo la central de mayores dimensiones. Están separadas por diversos pilares y arcos de herradura, y cuentan con una cabecera que esta dotada de tres capillas. De este interesante edificio no podemos sino destacar el transepto, destinado a los ritos mistéricos propios de la liturgia mozárabe, y las cancelas que separan las diversas naves y ábsides. Todo ello tuvo que producir en su tiempo una sensación clara de compartimentación del conjunto, en el que sobresale igualmente la jerarquización de los espacios, que se adaptan al propio desnivel del terreno que desde la cabecera del templo va descendiendo hasta sus pies. Debajo de la basílica se intentó construir una especie de cripta, solo labrada en la roca en una fase inicial, en la que posiblemente descansarían en su momento los restos de Omar. Cuenta también el edificio, finalmente, con una interesante tribuna, situada en la planta superior, a un nivel más elevado (más cerca del Reino Celeste), labrada también en la roca y decorada con bellos arcos de herradura por los que en su día entraba la luz en la sala.

Las Mesas de Villaverde

Al finalizar la visita, para ganar algo de tiempo y ahorrarnos unos 600 m de caminata por asfalto, cogimos los coches y poco después iniciábamos la caminata alrededor del contraembalse superior de la encantada, rodeándolo en el sentido de las agujas del reloj con la omnipresente silueta del monte Huma al norte y las sierras de Agua y Alcaparaín al sur, rebasada ya mas de la mitad del perímetro de este peculiar embalse nos acercamos al extremo oriental de la denominada Mesa de Villaverde por donde discurre este agradable paseo.

Precisamente sobre la Mesa de Villaverde se estableció la pequeña ciudad fortaleza de Bobastro, centro neurálgico de las revueltas de Omar ben Hafsun, considerado durante siglos como un paraje especialmente inhóspito y agreste situado en medio de ningún sitio. El acceso a la ciudad-fortaleza era especialmente penoso y sabemos por los cronistas musulmanes de la época, entre ellos al-Himyari, que estaba provista de dos puertas para acceder a las cuales había que subir por duras pendientes teniendo a la vista visiones de vértigo del entorno montañoso. En la zona más elevada de la Mesa estaba enclavado el castillo de Omar. La altura del enclave, su fácil defensa al estar bordeado de precipicios y el abastecimiento de agua hicieron que este nido de águilas de la rebeldía no cayese en manos de los señores de al-Andalus hasta el 19 de enero de 928 cuando, tras haber resistido más de 50 años los ataques cordobeses, Bobastro fue tomado por los hombres de Abd al-Rahman III.

El alcázar de Bobastro

El cronista ibn Hayyan nos ha transmitido que una vez tomado Bobastro, Abd al-Rahman III ordenó levantar un nuevo castillo, sobre el que anteriormente existía, en el que se había fortificado Omar ben Hafsun. Con esa actuación pretendía asegurar el pleno dominio de estos parajes inhóspitos una vez que la población levantisca fue obligada a abandonarlos pasando a residir en el llano.

Los restos de este castillo, muros de sillarejos y vestigios de estuco con decoración a la almagra, se aprecian todavía hoy cuando se pasea por la zona más elevada de la Mesa de Villaverde, en concreto al final de la carretera que sube hasta la Mesa de Villaverde y nos deja frente al Mirador de la Encantada y no muy lejos del solitario bar La Mesa.

La Mesa de Villaverde tiene entre una de sus principales peculiaridades la de albergar el embalse superior de la Encantada, construido a mediados del S.XX , conocido como embalse superior de la Encantada, con la finalidad de producir energía eléctrica durante el día, tras una previa labor de elevación artificial de las masas de agua por la noche.

Las gentes del lugar afirman que cuando se construyó este embalse se destruyeron multitud de vestigios arquitectónicos de tiempos pasados, lo que parece fácilmente creíble pués hasta hace relativamente poco a penas se le ha dado valor a los vestigios arqueológicos hallados en plena naturaleza. Seguramente en el mismo lugar donde hoy se ubica el embalse existieron muchas de las defensas y viviendas de Bobastro. Por las laderas de esta meseta, desparramados, abundan trozos de tejas y cerámica, vestigios de multitud de viviendas rupestres, unas veces cuevas naturales, otras readaptadas, lo que ha sido tradicionalmente facilitado por la propia naturaleza de la roca de arenisca, en el que abundan los abrigos y covachas, que hasta no hace muchos años fueron habitadas para desarrollar las labores de pastoreo, de las que todavía en la actualidad queda algún rebaño de cabras y ovejas. Por sus dimensiones sobresalen las denominadas Casa de la Reina Mora y Casa de la Encantada.

Finalizada la visita al extremo oriental de la mesa, donde disfrutamos de amplias panorámicas del entorno, destacando la salida del río Guadalhorce hacia la localidad de Álora, con numerosos cortijos allá abajo en la distancia, algunos en ruinas y otros en aún en funcionamiento, regresamos sobre nuestros pasos hasta el lugar donde habíamos dejado los vehículos. Desplazándonos hasta la zona conocida como “parque Ardales” donde se encuentra el restaurante El Mirador, donde además de una gran paella se degustaron otras especialidades de la casa. Y tal y como estaba previsto como colofón a esta relajante jornada de senderismo familiar, dimos un corto paseo para disfrutar de algunas de las panorámicas mas espectaculares que se pueden obtener del embalse del Conde del Guadalhorce, la idílica casa del Conde con su cenador a orillas del embalse, algunos tramos del gaitanejo, la entrada del Desfiladero y el inconfundible pico del Convento, finalizando con el ya clásico tunelillo que hizo las delicias de los mas pequeños antes de despedirnos hasta nuestro próximo encuentro.

1 comentario :

  1. la locomotora de Alhaurín4:31 p. m.

    Un poco de historia no nos hace mal a nadie. maravillosa crónica que seguro que hará que la próxima vez observemos las ruinas de Bobastro desde otra perspectiva. Un saludo.

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