sábado, abril 09, 2011

De la Albuquería al arroyo del Corcho





Entorno: Sierra de la Alpujata o Sierra de Coín.

Pueblos de referencia: Coín

Distancia aprox. 8 km.

Desnivel aprox. 200 m

Punto de partida: en un punto del carril próximo a unos pinares pasada la cantera de La Albuquería

Punto mas elevado: la ruta discurre prácticamente al pié de la cara norte de la sierra y no hacemos ninguna cumbre

Tiempo aprox. Unas 4-5 horas

Nivel dificultad: bajo

Tipo suelo: Casi todo es pista terriza y algún tramo de sendero.

Tipo de recorrido: Lineal.

Mapa: Coín (1.066-I), parte central del mapa

Fecha de realización: sábado, 9 de abril, típico día de primavera con cielos completamente despejados llegando a temperaturas cercanas a los 28ºC en las horas centrales del día.

Participantes: Un total de 16 amigos entre los que se encontraban 10 adultos y seis niños de entre 9 y 15 años.

Descripción de la ruta: Desde Coín hay que tomar la salida dirección Marbella-Monda y 1 km después de dejar atrás la venta La Cruz de Piedra, llegamos al desvío hacia Cártama, que no llegamos a tomar, sino que seguimos de frente dejando a nuestra izquierda la cantera de la Albuquería, se trata de una pista asfaltada por donde debemos avanzar hasta unos dos kilómetros mas allá de la cantera que nos encontramos con la baliza indicativa del PR.A-338 La Albuquería-Barranco Blanco, por donde empieza nuestra ruta. Aparcando los coches en el primer ensanche que veamos de carril y tomando esta baliza como punto de referencia adentrándonos en el bosque de pinos que queda a la izquierda del camino por el que hemos llegado.


Los primeros 500 m de ruta discurren bajo la sombra de un hermoso pinar hasta que llegamos a una bifurcación de caminos con la correspondiente baliza del PR.A-338, que nos señala a Barranco Blanco 11,2 km a nuestra izquierda, dirección este, sin embargo, nosotros vamos a seguir de frente, en pocos metros dejamos atrás el pinar por el que hemos ido ascendiendo suavemente, adentrándonos ahora en una zona donde comienza a predominar el alcornoque y la vereda comienza a estrecharse hasta convertirse en un estrecho y angosto sendero que nos reta a superar un desnivel de casi 100 m en poco mas de 400 m de distancia y donde la fuerte pendiente ha provocado que las aguas torrenciales excaven un canal en medio de la empinadísima senda, hasta que llegamos a la altura de una pista, que es un lugar perfecto para la parada de reagrupamiento mientras va llegando el resto del grupo.

A partir de aquí, tomamos a la derecha por esta pista, en dirección sur, suroeste y un perfil predominantemente descendente, por el que vamos a atravesar dos arroyos tributarios del arroyo del Corcho, al que vamos a llegar después de unos 3 km de pista flanqueada de numerosos ejemplares de alcornoques, encinas y quejigos entre otras especies, además de matagallos, cantuesos, romero, aulagas, conejillos, jaras y una gran variedad de flora, que hará las delicias de los amantes de la botánica. Además nos muestra unas panorámicas preciosas de la cara norte de la Sierra Alpujata. Atravesado el vado del arroyo del Corcho que suele llevar un generoso caudal si hemos tenido un buen invierno de lluvias, llegamos a un idílico pradito donde incluso nos encontramos con varios naranjos distribuidos en una zona abancalada. El camino discurre en paralelo al arroyo, que a partir de este punto comienza a estar engalanado de un bonito bosquete de helechos a lo largo de su rivera que va quedando a nuestra izquierda y que después de pasar junto a unos grandes eucaliptos, va a ir quedando cada vez mas por debajo nuestra. Unos 100 m mas allá llegamos a una curva en horquilla que describe el camino a nuestra derecha y que comienza a ganar rápidamente altura hacia el corazón del gran alcornocal que existe en esta zona de la sierra, pero nosotros continuaremos rectos y en paralelo al río, hasta llegar unos 200 m después de esta bifurcación a un idílico prado que después de atravesarlo nos lleva a un pequeño bosquete de helecho. Siendo éste el final de nuestro recorrido, iniciando aquí el regreso, por el mismo camino por el que hemos venido sobre nuestros pasos.

sábado, abril 02, 2011

Del cerro Rebolo al Sillón del REy

Zona de los Embalses del Guadalhorce-Guadalteba y Conde del Guadalhorce.

Pueblos de referencia: Ardales-Campillos

Distancia aprox. 8 km.

Desnivel aprox. 220 m

Punto de partida: km 2,5 carretera El Chorro-Campillos

Punto mas elevado: cresta del cerro Rebolo 480 m

Tiempo aprox. Unas 4 horas

Nivel dificultad: medio/bajo

Fecha de realización: sábado 02 de abril de 2011, cielos nubosos todo el día con una luz demasiado gris para la fotografía paisajística.

Participantes: 22 amigos entre los que se encontraban 8 niños, todos disfrutamos de un agradable paseo que a pesar de su aparente docilidad no estuvo carente de algún tramo algo aéreo, amén de los espectaculares paisajes que se obtienen desde el cerro Rebolo de los trea embalses, especialmente de los del Guadalteba y Guadalhorce por su proximidad.

Tipo suelo: pista terriza, campo través y carretera de los embalses.

Tipo de recorrido: Lineal.

Mapa: Pantano del Chorro (1.038-I)

Descripción de la ruta: Una vez en el inicio de ruta (km 2,5 de la carretera MA-451 El Chorro-Campillos) comenzamos la caminata en suave descenso, dirección norte, noreste, para pasar muy cerca del cortijo del Rebolo, que toma su nombre del redondeado cerro por cuyas laderas primero y su cresta después discurre la primera parte de esta ruta. Las vistas sobre el embalse del Guadalhorce son espectaculares con Sierra Llana al fondo y el monte Huma detrás, considerada una montaña mágica por la energía positiva que transmite y que con sus 1.191 m constituye la máxima altura del paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes.

Poco después de pasar junto al mencionado cortijo el camino gira a la derecha dirección sur, manteniéndose en un suave perfil casi llano con las aguas del embalse de Guadalhorce a nuestra izquierda, a la altura del cortijo del Chopo, la pista gira a la derecha y comenzamos a ascender dejando a la derecha este cortijo y muy pronto el camino se convierte en sendero. Cuando el sendero se pierde, empieza un pequeño tramo aventurero campo través de corta pero intensa ascensión entre pinares hasta alcanzar la crestería por donde nos facilita la progresión los restos de un antiguo cortafuegos..

Por lo que en casi todo momento avanzamos sin dificultad por la cresta en dirección sur, desde el mirador de los Tres Embalses, dando vistas a las dos vertientes del cerro, aunque hay algunos tramos con rocas, que nos obligaron a rodear algún pequeño saliente. No obstante, todo el grupo progresó sin mayor dificultad deleitándose con unas vistas de ensueño sobre los embalses y su entorno a caballo entre las montañas del paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes a la izquierda y la campiña de Teba a la derecha, junto con su sierra y el emblemático Castillón de Peñarrubia, hasta que descendimos al nivel del puente de la presa Guadalhorce-Guadalteba, que atravesaremos hasta pasar por delante de los cuidados jardines pertenecientes a las oficinas de la Confederación Hidrográfica del sur, girando aquí a nuestra derecha.

Se trata del epicentro de la red de carreteras de los embalses teóricamente sólo para operarios y frecuentada los fines de semana por excursionistas, amantes de la pesca, la escalada y el parapente que también se práctica por la zona. Tan pronto como dejamos atrás la presa Guadalhorce-Guadalteba, nos encaminaremos hacia la histórica presa de Gobantes, inaugurada oficialmente en el año 1921 por el Rey Alfonso XIII, se trata de una obra que en su día fue faraónica, dirigida por Don Rafael Benjumea Burín y que supuso un antes y un después para el desarrollo industrial de Málaga capital y la comarca del Guadalteba. Aún quedan vestigios de aquel histórico evento como el sillón del Rey donde tampoco faltó la foto de grupo, la heráldica del escudo español sobre las farolas, la monumental presa de gobantes con sus bloques de sillería ó la idílica Casa del Conde con el nivel de las aguas del embalse hasta arriba de las escalerillas del cenador, cuya vista nos acompañó en este último tramo del paseo completando unos 8 km hasta que llegamos al Restaurante El Mirador, donde ya habíamos dejado una paella encargada por la mañana para la mitad del grupo, optando el resto por otros de los magníficos platos que también se preparan en esta mítica venta.