lunes, mayo 30, 2011

Descenso del río Guadalmedina: tramo de las Casas de Valladares al pantano del Agujero

Ruta: De las casas de Valladares al pantano del Agujero

Entorno: (Perímetro suroeste parque natural Montes de Málaga)

Lugar de referencia: Pantano del Agujero (Málaga)

Punto de encuentro: 9.30 am (ya desayunados en la venta El Túnel)

Cómo llegar al punto de encuentro:

Para llegar a la venta el túnel salimos de Málaga por la autovía de la Pedrizas A-356, dirección Sevilla-Cordoba-Granada y poco después de dejar atrás el desdoblamiento Motril-Almería (que no tomaremos), pasada una primera gasolinera a la derecha, nos encontraremos con una salida que nos indica: “Pantano del Agujero” que también coincide con los Jardines de la Concepción”, por ahí abandonaremos la autovía pasando por debajo de la misma y llegando a una rotonda donde debemos seguir rectos, pasamos un primer túnel pequeñito que da paso a la presa del pantano del Agujero y poco mas adelante llegamos a un segundo túnel, tras el cual ya está la denominada venta El Túnel, dejando allí algunos coches.

Una vez estacionados varios coches en la venta el Túnel, retornaremos a la autovía A-356 en los restantes vehículos, continuando dirección Antequera, hasta tomar la salida 134: Lagar de Cotrina-Casas de Valladares desde donde iniciaremos la ruta a través del río Guadalmedina aguas abajo hasta llegar al pantano del Agujero.

Distancia aprox. 9 km

Desnivel total aprox. no llega a 100 m

Punto de partida: Lagar de Cotrina

Tiempo aprox. 4-5 horas

Nivel dificultad: bajo

Tipo suelo: cantos rodados del lecho del río y algunas zonas pizarrosas.

Tipo de recorrido: lineal

Mapa: Parque natural Montes de Málaga, (Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía)

Hora puesta de sol y ciclo lunar: 21.50 pm, luna nueva

Meteorlógica: Cielos despejados con intervalos nubosos y una agradable brisa del sureste que aunque no superó los 18 km/h resultó muy agradable en los largos tramos del río expuestos al sol.

Fecha de realización: sábado, 4 de junio de 2011

10 Participantes: Valentín García Vioque “El Rey de la Montaña”, Paco Jaime “El Sabio de Hortaleza”, Guillermina Montañez “la chica de la Cruz Roja”, Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, Ana Mena “La Sirenita del Guadalmina”, Victoria Beltrán “La Botánica”, Elisa “La Nazarena”, Mónica “la chica que perdió la brújula”, Juan Antonio Villalba “El Corsario de Sierra Almijara” y Juan Ignacio Amador “El Comandante”.

A tener en cuenta:

1º) Éste es un río que se resiente muchísimo de la ausencia de lluvias y al llegar el verano, su cauce se ve muy mermado, por lo que resulta recomendable para los meses de primavera.

2º)Como en toda ruta lineal, una vez reunidos en el punto de encuentro, dejaremos algunos coches en la venta El Túnel, desplazándonos con el resto de vehículos hasta el inicio de ruta “Lagar de Cotrina”. Por lo que es recomendable que no vayan mas de tres personas por vehículo.

3º) Material recomendado: Aunque la mayor parte del trayecto el río es poco profundo y casi siempre se puede caminar por la orilla, para mayor comodidad se recomienda el uso de bañador, o pantalón corto susceptible de mojarse, así como unos tenis con buena suela de agarre o directamente unas botas viejas de trecking que nunca fallan, así como una camiseta de batalla.

4º) Dejar muda limpia de ropa y calzado en los coches que dejemos por la mañana en el punto de encuentro (final previsto de ruta).

5º) Aunque se tenga pensado finalizar almorzando en la venta El Túnel o cualquier otra de la zona, nunca está de mas llevarse bebida y comida como a cualquier otra ruta por si se demora la ruta en el tiempo. Además de un bote estanco para proteger comida, móviles, cámaras, etc… para mayor tranquilidad, si bien en este río no es imprescindible porque prácticamente no hay tramos de nado, salvo si queremos finalizar cubriendo algún tramo del pantano del Agujero nadando mochila en ristre.

Descripción de la ruta:

Tal y como hemos dicho anteriormente una vez que hemos dejado al menos un coche en la venta el Túnel (final previsto de ruta), regresamos a la autovía A-356 en los restantes vehículos, continuando dirección Casabermeja, hasta tomar la salida 134: Lagar de Cotrina-Casas de Valladares que es una salida en bajada, de manera que el lagar de Cotrina queda a la izquierda, justo al otro lado de la autovía de manera que tendríamos que pasar por debajo de la autovía, remontando una pista asfaltada, que nos llevaría a un pequeño grupo de casas que se han construido alrededor del mencionado Lagar de Cotrina, que ya se confunde con las demás casas, pero lo suyo es tomar la pista asfaltada que nos encontramos al llegar a la rotonda, sin llegar a rodearla, llevando la autovía a nuestra izquierda y el lecho del río a nuestra derecha, llegando así hasta el recinto donde se encuentra el gran caserón que tuvo que ser en su día lo que hoy se conoce como Casas de Valladares, actualmente en estado de ruinas, pero con la magia especial que guardan esos lugares que durante varias generaciones fueron testigo del auge, esplendor y tal vez la caída del poderío que antaño tuvieron sus propietarios.

Aunque el recinto de las Casas de Valladares se encuentra parcialmente vallado, se suele acceder al mismo sin problemas o si no, desde la misma rotonda una pista nos lleva directamente al cercano lecho del río, si bien tenemos que saltar una verja que da acceso a una finca de aguacates.

Al contrario de lo que puede parecer desde la carretera A-356 , por la que tantas veces hemos pasado entre Málaga y el puerto de Las Pedrizas, el río Guadalmedina, nos sorprende a lo largo de su recorrido con algunos tramos de angosturas en los que se abre paso a través de paredes de pizarra, tan características del parque natural de Los Montes de Málaga, regalándonos algunas pozas, cascadas y rápidos que harán las delicias de cualquier amante de las rutas acuáticas. Además se trata de un río con bastante vida donde nos encontramos con la presencia de ranas de principio a fin, inofensivas culebrillas de agua y galápagos en las grandes pozas, así como peces, que resultan cada vez mas numerosos conforme nos vamos acercando al tramo final cerca ya del pantano del Agujero.

La abundante presencia de adelfas a lo largo del recorrido adorna el paisaje con su intenso tono rosa, al que se unen los verdes oscuros, de una zona de pinos y eucaliptos que también atravesaremos, además de las huertas de aguacates, naranjos y otros frutales en las huertas que nos van acompañando por ambas orillas. En contraste con el paisaje de secano de las redondeadas laderas que nos rodean la mayor parte del trayecto, a excepción del inicio donde las laderas del monte Jotrón presiden el horizonte al noreste.

Como en todos los ríos de cauce ancho, en casi todo momento tenemos la opción de caminar por fuera del agua, entre otras cosas porque hay zonas que en épocas de crecida el río ha llegado a abarcar mas de 100 m de anchura tal y como delatan los cantos rodados y la vegetación de ribera, siendo mucho mas estrecho su cauce en circunstancias normales. Además también nos vamos a encontrar con varias pistas y sendas paralelas a la orilla a las que se puede acceder sin problemas si así lo deseamos, pero el paseo por su cauce resulta tan grato y relajante que prácticamente no tenemos necesidad de abandonar su cauce en ningún momento. Por otra parte conviene aclarar que a lo largo de su recorrido el río es atravesado por tres o cuatro vados correspondientes a caminos vecinales o a pistas muy utilizadas por la gente de la bicicleta para pasar de la zona del Jotrón que llevamos a nuestra izquierda a la antigua carretera de Casabermeja que llevamos a nuestra derecha. Así como un acceso directo a la venta-gasolinera de Cotrina, a penas a 3 km de iniciado este dócil paseo cuyo único inconveniente sea que la mayor parte del tiempo discurre demasiado cerca de la carretera, viendo y escuchando los coches de vez en cuando, aún así llega un momento que te olvidas completamente de esta proximidad, felizmente compensada por el cántico de las muchas aves que anidan en su cauce.

En este itinerario pasaremos bajo cinco viaductos de la A-356, el primero antes del km 2, el segundo poco antes del km 5, el tercero y cuarto muy seguidos, salvando uno de los pronunciados meandros del Guadalmedina en el km 8 y el quinto y último en el km 9, muy cerca ya de la cola del embalse. Precisamente justo antes del tercer viaducto, nos encontramos con un azud que se hizo para frenar la velocidad del agua, encontrándonos a continuación, de frente, con una torrentera de un arroyo tributario, represada con varios muretes para frenar la acción erosiva sobre el terreno. Dejando a nuestra derecha pocos minutos después los restos de un molino de agua, que parece la base de un antiguo torreón, tras el cual podemos abandonar momentáneamente el cauce, atravesando un sendero que cruza un pequeño huerto de naranjos y olivos en paralelo a la orilla. Poco después pasaremos bajo el cuarto viaducto, tras el cual dejamos a nuestra izquierda los restos de otro molino y un kilómetro después llegamos al quinto y último viaducto que tras una curva a la izquierda nos sitúa en lo que se considera la cola del embalse, coincidiendo con los restos de un viejo molino que quedan a nuestra derecha junto a un algarrobo, desde el que parte un sendero por una empinada loma que nos lleva a las proximidades de la venta el túnel. O bien seguir avanzando por la cola del embalse manteniéndonos preferentemente cerca de la orilla derecha, si bien se trata de un pantaano de pequeñas dimensiones. No obstante, si vamos con niños conviene extremar las precauciones pues estos lugares a veces suelen ser traicioneros y obviamente en este lugar ya estamos hablando de aguas profundas.

lunes, mayo 23, 2011

PR.A-339, Sendero de Los Caños (VIllanueva del Trabuco,MÁLAGA)

Entorno: falda norte de la sierra de San Jorge y sierra Gorda (sector Villanueva del Trabuco)

Pueblo de referencia: Villanueva del Trabuco (Málaga)

Cómo llegar a Villanueva del Trabuco:

Desde la A-92, lo suyo es llegar hasta el desdoblamiento de Estación de Salinas (pasada la salida de Archidona en dirección Granada) y tomar el desvío dirección Málaga: Puerto de Las Pedrizas y la primera salida que nos encontramos ya es la de Villanueva del Trabuco.

Desde la Costa, la manera mas fácil de llegar es por la carretera del Puerto de Las Pedrizas, tomando el desvío hacia Granada, donde nos llegamos a encontrar hasta tres salidas hacia Villanueva del Trabuco, lo suyo es tomar la tercera, que coincide con la salida Archidona-Villanueva del Trabuco que es la que llega de forma mas directa, las anteriores te obligan a pasar antes por Villanueva del Rosario.

Distancia aprox. 13 km

Desnivel aprox. subida inferior a 300 m

Punto de partida y punto mas bajo de la ruta: Hotel rural Molino del Jabonero (km. 4, ctra. MA-225: Villanueva del Trabuco-puerto de Los Alazores), 750 msnm

Punto mas elevado: cerro Eulogio (974 msnm)

Tiempo aprox. 4-5 horas (ruta de media jornada)

Nivel dificultad: bajo (ideal como ruta familia)

Tipo suelo: principalmente pista terriza

Tipo de recorrido: lineal

Mapa: Villanueva del Trabuco (1.024-IV)

Fecha de realización: domingo 22 de mayo de 2011

Participantes: desde distintos puntos de laa Costa del Sol vinieron: Guillermina, Ana, Mónica, Rafael, Pedro, María, Juan Antonio Villalba, Valentín, Paco Jaime, Silvia, Ruslaan, Rusik, Isabel, Manolo, Mateo, Nacho y Juani.

Hora puesta de sol: 21:25 pm y ciclo lunar: creciente-media

Meteorología: Cielos despejados al inicio de la jornada superando los 25ºC en la primera hora de recorrido, con tendencia a aparición de pequeños frentes nubosos a partir del mediodía y una agradable brisa de viento Sur 14 km/h que nos permitió disfrutar de una agradable temperatura la mayor parte del recorrido.

Principal interés de la ruta: El espectáculo de la Fuente de los 101 caños, bien merece la visita a Villanueva del Trabuco, así como el telón de fondo montañoso que tendremos a lo largo de toda la ruta caminando a los pies de las laderas norte de la Sierra de San Jorge y sierra Gorda, además de unas vistas privilegiadas sobre Villanueva del Trabuco y la vega de Archidona extendiéndose hacia la cercana provincia de Granada, por donde la sierra de Loja, preside el horizonte hacia el este.

A tener en cuenta:

Como en toda ruta lineal, hay que dejar algún cochesen Villanueva del Trabuco, desplazándonos con el resto de vehículos hasta el inicio de ruta situado justo después de pasar el km 4 de la ctra. 4100 Villanueva del Trabuco-Alfarnatejo, concretamente en la explanada que hay frente al alojamiento rural del arroyo del Jabonero (750 msnm).

Cómo llegar al inicio de ruta:

Hay que llegar a Villanueva del Trabuco desde la A-92 y buscar la salida del pueblo por su extremo oriental, concretamente buscando la carretera MA-225: Villanueva del Trabuco-Loja-Granada, por la que dejamos atrás el pueblo antes de llegar al km. 2 dejamos a la izquierda una pequeña barriada, donde nos encontramos con la venta el Cortijuelo a pie de carrtetera, justo después llegamos a un cruce que nos indica a Salinas de frente y a la derecha Alfarnate-Alfarnatejo-Puerto de los Alazores por la MA-4100, que es nuestra carretera, 600 m después nos encontramos con otro cruce que nos señala a la izquierda: Mirador falda de Gibalto y a la derecha: Fuente de los Cien Caños y Molino Jabonero que es nuestra opción, manteniéndonos en todo momento en la carretera por la que veníamos, pasado el km 3, una flecha de madera nos indica zona de aterrizaje de parapente, continuamos y a la izquierda hay una granja avícola con aspecto de nave industrial, por aquí ya debemos ir muy despacio, porque el mojón de km 4 está semi oculto por la vegetación que crece al margen de esta carretera sin cuneta y justo 60 m después a la derecha de la carretera, un minúsculo cartel nos señala la entrada de la pista por la que accedemos al alojamiento rural del arroyo Jabonero, que podemos visitar antes del inicio de la ruta encontrándose en el patio de dicho alojamiento, donde amablemente nos dejan pasar. Un panel informativo a la entrada del mismo nos ilustra sobre su antigüedad y funcionamiento.Ssus restos se han conservado muy bien, tal y como podemos contemplar con sus antiguas prensas y restos de su arquitectura.

Descripción de la ruta:

Iniciamos el recorrido en la explanada del alojamiento rural Molino del Jabonero, buscando el cauce del recién nacido río Guadalhorce, junto al cual nos encontramos con el correspondiente panel informativo y un puentecillo por el que nos adentramos en tierras de labranza, por lo general dedicadas al cereal. Iniciando una suave ascensión en dirección predominantemente sureste hacia donde contemplamos la imponente mole caliza de la Sierra de San Jorge, mientras que a nuestra izquierda, es decir al noreste se alza desafiante el cerro Gibalto, que ya tenemos anotados en la agenda para la próxima temporada. En todo momento la ruta discurre por un carril terrizo perfectamente asequible para hacer a caballo o bicicleta de montaña. En el primer kilómetro de ruta vamos a ir dejando atrás y a la izquierda el río Guadalhorce, al tiempo que pasamos junto a los cortijos de Rajaestacas o el de Medianoche, reformados actualmente hasta el punto de parecer grandes chalets.

Esta zona dedicada al cultivo de cereal, olivos y frutales es conocida como "La Higuerilla", en un momento dado vamos a girar a nuestra izquierda, dirección noreste de manera que casi el 2º kilómetro de ruta estamos caminando en sentido contrario a gran parte de la ruta que discurre predominantemente hacia el oeste. Pero tampoco ha de preocuparnos pués el perfil es muy dócil y la sombra de árboles frutales nos acompaña hasta comenzar a escuchar las cantarinas aguas de un arroyo tributario que se forma a partir del impresionante nacimiento que tiene lugar en la fuente de los Cien Caños, donde vamos a llegar poco después de vadear el arroyo, encontrándonos con una zona donde se suele acampar con frecuencia en primavera y verano y llegando sin margen de error a la emblemática fuente de los 101 Caños, situada los pies de la Sierra de San Jorge; la peculiar estructura de dicho manantial recientemente catalogada como “Monumento Natural” no dejó indiferente a nadie. ¡Por cierto! Que en la actualidad se puede ver el cartel donde está dibujado el proyecto de área recreativa que van a construir próximamente. Como no podía ser de otra manera aquí hicimos la primera parada prolongada para recrearnos con las fotos, el frescor del agua y la magia del lugar, donde peregrinan cada año los vecinos del pueblo a mediados de mayo para celebrar la fiesta de San Isidro y al menos una vez a la semana a llenar sus garrafones de agua, a pesar del cartel que reza agua no potable. A pesar de que quienes estén acostumbrados a beber en fuentes y manantiales pueden beber allí sin problemas.

La Fuente de los Cien Caños, además de ser el lugar emblemático de la ruta, también nos marca el inicio de la parte principal de este itinerario que se caracteriza por discurrir en todo momento por el pié de monte. A penas a 30 m de la fuente de los Cien Caños, continuando por el carril terrizo en dirección sur, llevando las laderas de la sierra de San Jorge en todo momento a nuestro costado izquierdo, nos encontramos con las grietas de donde sale el agua que alimenta la fuente a presión, ¡he aquí el auténtico nacimiento!. Y justo al lado, un difuminado sendero que nos lleva hasta la parte superior de la sierra de San Jorge en una empinadísima ascensión que realizamos en la travesía del Arco Calizo Central de 2007. En todo momento la ruta está perfectamente balizada y continuamos por el carril terrizo, conocido como el Camino de Los Royales, en dirección suroeste, adentrándonos en un denso pinar desde el que vamos viendo a nuestra derecha Villanueva del Trabuco, que es un referente visual al norte casi todo el tiempo y al este Sierra Gorda, de la que ya tenemos unas vistas muy amplias cuando llegamos al cruce de la pista que sube hasta el camping y que traspone al otyro lado de la sierra concretamente hasta Alfarnate. De hecho era la antigua carretera que iba a Alfarnate, aunque actualmente la vemos como una pista terriza, eso sí, en muy buen estado.

Por ella subimos a penas unos 100 m, para desviarnos inmediatamente después a la derecha, dejando a nuestra izquierda una casa de moderna construcción, por encima de la cual destacaba el cerro del tajo Tello (1.336 m), que ya íbamos dejando atrás es la segunda mayor altura de la Sierra de San Jorge, donde distinguimos a dos personas haciendo escalada. A partir de aquí el PR por el que vamos hasta ahora coincide con un GR, por lo que al amarillo y blanco de las balizas se le une el color rojo. Unos caballos que vimos en un prado que quedaba a nuestra derecha nos regalaron una bonita fotografía con Villanueva del Trabuco al fondo, mientras comenzábamos a descender muy suavemente, hasta llegar a una antigua fuente con un abrevadero para el ganado, para girar a la izquierda, dejando el Cortijo de Chozos Breves a nuestra derecha.

En casi todo el recorrido nos acompañan los pinos carrascos, formando bosquetes en la falda de Sierra Gorda que es la que ahora queda a nuestra izquierda, a continuación nos vamos a encontrar con un pequeño tramo de subida y a partir de ahí varios toboganes suaves pendientes de subidas y bajadas, bastante asequibles. Poco antes de llegar al Cortijo Pérez (o Fuente del Borreguero), conocimos a Inocencio y su gran rebaño de cabras que aún mantiene la actividad ganadera del cortijo. Tras animada charla Valentín aprovecho para pedirle prestada su honda y lanzar varias piedras a una enorme distancia dando en el blanco tres de tres.

Con el cortijo a la vista, antes de llegar al mismo decidimos salirnos del camino y disfrutar del almuerzo bajo una encina solitaria y un tronco caído que quedaba a unos 50 m a la derecha del camino. Ocasión que aprovecho Valentín para recitarnos su segunda poesía del día, dedicada en este caso a la épica travesía que habían llevado a cabo el fin de semana anterior por Sierra Almijara. Finalizado el almuerzo regresamos al carril que en época de lluvias suele estar muy embarrado por tratarse de un terreno muy arcilloso pero afortunadamente nos lo encontramos en buen estado. Entretenidos con la charla pasamos de largo el desvío que hay que tomar a la altura del cortijo a la derecha, dirección noroeste y que debe ser un senderillo que no vimos, el caso es que nos mantuvimos en la pista por donde veníamos caminando desde hacía ya un buen rato, pasando junto al cerro Eulogio que quedaba a nuestra derecha y que aunque en un principio teníamos pensado coronar, al tratarse a penas de una tachuela, que quedaba casi a la misma altura de nuestro camino y estando para colmo asaeteado con una potente antena de telefonía, que casi inspiraba temor a radiaciones, decidimos pasar de largo, llegando hasta las inmediaciones de la cantera del Cristal Partido, cerca de allí se encuentran las antiguas Minas de San Eulogio, de las que extraía el plomo. Quedando la cantera a nuestra izquierda y tomando nosotros a la derecha por el antiguo camino de la Dehesa, actualmente asfaltado por tratarse de la carretera de servicio que usan los trabajadores de la cantera para trasladarse desde la misma hasta Villanueva del Trabuco.

En poco mas de kilómetro y medio de prolongado descenso manteniéndonos sobre el trazado del GR E-7, esta pista asfaltada, confluye con la denominada vereda "El Camino de la Sierra", que era la que partía del Cortijo Pérez o de la Fuente del Borreguero, donde nace el arroyo de los Crespos cuyo modesto cauce nos acompaña entre cultivos y olivares hasta entrar en Villanueva del Trabuco a la altura de un parque infantil, con pequeño rocódromo incluido y pista polideportiva a la derecha y llegando hasta el paseo de San Isidro donde teníamos aparcados los coches.

Antes de despedirnos nos tomamos unos cafés y cervezas en la taberna del Trabuco, para finalizar este agradable paseo por la cuenca alta del río Guadalhorce.

Cuenta la leyenda que existía una venta en un cruce próximo al pueblo, cuyo propietario, para proveerse de víveres se dirigía a Archidona. En sus continuos viajes era asaltado por los caminos y le robaban las mercancías, por lo que decidió comprarse un trabuco (arma de fuego), del que no se separaba ni a sol ni a sombra, de ahí, que cuando fue a Archidona decían “aquí viene el tío del trabuco”, posible origen del nombre de este municipio.

jueves, mayo 19, 2011

Travesía Picacho-Aljibe con inicio en el área recreativa del Picacho y final en el área recreativa de La Sauceda

(Parque Natural de Los Alcornocales)

Pueblos de referencia: se trata de una ruta interprovincial a caballo entre Cádiz y Málaga, por lo que sus pueblos de referencia son Alcalá de Los Gazules, si se viene de Cádiz, Cortesw de la Frontera si se viene desde la zona de ronda e incluso Jimena de la Frontera si se viene desde la costa del sol.

Cómo llegar al punto de encuentro:

Desde Sevilla o Cádiz se llega por la autovía Jerez-Los Barrios tomando el desvío hacia Ubrique-Puerto Gáliz, pasado Alcala de los Gazules si venimos desde Jerez, o antes de Alcalá si venimos de Algeciras.

Desde Ronda y otras zonas del interior por Cortes de la Frontera.

Desde la Costa del Sol: 12 km mas allá de Manilva, justo antes de que la N-340 atraviese la desembocadura del río Guadiaro, nos desviamos a la derecha dirección: San Enrique de Guadiaro o San Martín del Tesorillo, pasaremos por la barriada de la Estación de Jimena (donde paramos a desayunar), dejando el pueblo de Jimena de la Frontera a nuestra izquierda y continuando hasta el área recreativa de La Sauceda 20 km mas allá de Jimena por una preciosa carretera paisajística paralela al río Hozgarganta que llevaremos a nuestra izquierda, sumergiéndonos cada vez mas en un paisaje donde predomina el verde y en especial los alcornoques que le dan nombre al parque.

Punto de encuentro: como de costumbre cada vez que realizamos una travesía quedamos en el lugar donde teníamos previsto finalizar la ruta, así que nos citamos a las 9:30 am en el área recreativa de La Sauceda. Donde dejamos varios coches desplazándonos todos juntos en el resto de vehículos hasta el inicio previsto de ruta, es decir: en el área recreativa del Picacho, donde llegamos por la ctra. A-375, dirección Alcalá de los Gazules, pasando por el mítico Puerto Gáliz.

Inicio de ruta: área recreativa del Picacho
Distancia aprox. 12,7 km.

Desnivel aprox. ascensión 719 m

Desnivel aprox. descenso 589 m

Punto de partida: área recreativa del Picacho (390 m)

Punto mas elevado: Aljibe (1.092 m)

Tiempo aprox. Unas 7 horas (se puede realizar en mucho menos, pero es una ruta que se presta mucho a paradas para reportajes fotográficos y la contemplación del paisaje).

Nivel dificultad: medio/bajo

Tipo de recorrido: Lineal.

Tipo suelo: sendero arenoso con algunos tramos pedregosos, pero por lo general muy escalonados y dóciles de transitar, si bien en el tramo que va del Aljiba a La Sauceda, la mayor parte de la primavera y en épocas de lluvia gran parte del sendero está embarrado, ya que por el discurre uno de los manantiales tributarios del arroyo de Pasadallana.

Mapa: Mapa parque natural de los Alcornocales (Junta de Andalucía)

Fecha de realización: Sábado, 14 de mayo de 2011, cielos despejados con ligera brisa de levante que no impidió que las temperaturas rozaran los 30ºC, en el tramo de solana que hay entre El Picacho y El Aljibe.

Participantes: Desde Huelva vino: Mª Teresa “La matorna”, también conocida como “Arwen de Rivendel”, desde Jerez: Miguel Becerra “El Maestro Jedi” el hombre que sobrevivió al ataque de las orugas asesinas, desde Rota: Reinaldo y Manuela “Los Senescales de la bahía”, desde Sevilla: Angel Romero “El Guía del Desfiladero” y Chari Mendez “La Perla del Aljarafe”. Desde Ronda: Yoli (¡como corre!). Y desde distintos puntos de la Costa del Sol: Eduardo Campos González “El Profe”, “Cowboy” Ruben, Paco Jaime “El sabio de Hoertalezaa”, María “La Chilena”, Celia “La Hechicera du Sao Paulo” y Juani, rebautizado por el Maestro Jedi como: “Pequeño Saltamontes”.

Situación geográfica: Alcalá de los Gazules, Cádiz y Cortes de la Frontera, Málaga. Coordenadas UTM 262.888,46 (X) 4.045.428,54 (Y) desde Alcalá ó 268.527,10 (X) 4.045.908,74 (Y) desde La Sauceda.

El poblado de La Sauceda, hoy día convertido en casas-cabañas de alojamiento rural es un antiguo poblado árabe, luego fue un refugio de bandoleros durante el siglo XVI y de represaliados contrarios a los golpistas durante la Guerra Civil. Antes de llegar a la zona de las cabañas se pueden ver resto de las típicas construcciones del antiguo poblado árabe y las ruinas del molino harinero del Mondo, lugar de reunión del pueblo. Ya en la zona de las cabañas encontramos las ruinas de la Ermita, paso obligado en la ascensión a El Aljibe.

A tener en cuenta:

1º) Se trata de un sendero de acceso restringido por lo que previamente hay que solicitar el permiso a: la Oficina del Parque Natural Los Alcornocales, en Alcalá, con horario de 8:00 a 15:00 horas de lunes a viernes, enviándonos su solicitud por escrito vía fax o por correo, en cualquier caso deberá hacer constar el nombre de la persona responsable del grupo, con sus datos personales (D.N.I. y domicilio), teléfono de contacto, número de personas que componen el grupo y fecha de la visita.

Dirección: Plaza de San Jorge, 1. Casa del Cabildo
Municipio: Alcalá de los Gazules
Teléfono: 956 413 307 / 956 413 305
Fax: 956 413 288
E-mail:pn.alcornocales.cma@juntadeandalucia.es

2º)Al ser un trayecto lineal se puede iniciar en cualquiera de los dos puntos, según convenga. Estos dos puntos son el Área Recreativa del Picacho, en la carretera que une Alcalá con Puerto Gáliz, a unos 12,7 km de dicha localidad y La Sauceda.

En nuestro caso comenzamos en el área recreativa del Picacho, con el objetivo de evitar las pendiente mas fuertes de la ruta que son las que pertenecen al Picacho, será el primera cumbre que coronemos, continuando por la loma que se dirige hacia El Aljibe, donde el único problema suele ser el viento en algunas ocasiones, y posteriormente el descenso hacia La Sauceda, también con un perfil muy cómodo. Enlazando dos senderos del Parque como son la Subida al Aljibe desde La Sauceda y la ascensión al Aljibe desde su área recreativa.

3º): LLevar ropa de abrigo. Allí arriba, casi siempre suele hacer viento.

4º) Si bien tanto las ascensiones al Picacho como al Aljibe, por separados suelen ser muy agradecidas, por estar casi todo el tiempo amparados por la sombra, los aproximadamente 6 km que van de una cumbre a otra, es prácticamente en su totalidad zona muy expuesta al sol y es por ello que una vez iniciada la temporada de verano conviene descartar esta travesía.

Descripción de la ruta:

Una vez que llegamos al aparcamiento del área recreativa del Picacho, nos encontramos con compañeros de GRUME (Grupo de Montaña de Estepona) que casualmente habían preparado una circular Picacho-Aljibe para ese mismo día organizada por Pepe y Antonio Muñoz “El Bucólico”, con quienes volveríamos a coincidir en la primera cumbre. A escasos metros del aparcamiento, se encuentra el aula de Naturaleza del Picacho y al otro lado de la carretera, que tenemos que cruzar existen dos paneles ofertando por un lado la ascensión al Picacho y por otro el pequeño senderito circular de la Garganta de Puerto Oscuro, de tan sólo 2 km de distancia y que en su primer tramo comparte su trazado con el nuestro que es la subida al Picacho, siendo el primer hito de nuestro recorrido la preciosa laguna del mismo nombre, que con el Picacho al fondo nos regala la primera imagen emblemática de la ruta que aprovechamos para hacernos la pertinente foto de inicio de ruta.

Esta laguna se encuentra rodeada por unas barandillas de madera laboriosamente colocadas para recordarnos que su acceso queda prohibido, especialmente para proteger a los anfibios que en ella habita y a los que le tienen dedicado varios paneles a lo largo de su recorrido como por ejemplo al tritón jaspeado o la llamativa salamandra andaluza. Tal y como llegamos a la laguna, continuamos caminando alrededor de ella, llevándola en todo momento a nuestro costado izquierdo. Ni que decir tiene que esta laguna es de gran importancia para los animales del bosque ya que aquí bajan en busca de agua y alimento. Anfibios, reptiles, insectos y plantas acuáticas habitan sus aguas verdosas. Sufre un fascinante ciclo anual: se alimenta de las lluvias del otoño y la primavera, pero en verano se seca. Para calcular el nivel máximos que alcanza la laguna, sólo tenemos que observar detenidamente las plantas y rocas del contorno.

El sendero está totalmente señalizado con hitos de piedra que incluso se encuentran numerados, por lo que no existe posibilidad de perderse. Algunos ruinas nos hablan de los antiguos trabajos que aquí se desarrollaban. Una vez que dejamos atrás la laguna pasamos junto a un antiguo horno de pan y es que habría que recordar que a partir del trigo que se cultivaba en la zona o bien se importaba de la campiña, se obtenía harina en los molinos. Con esta harina de trigo se hacían grandes teleras de 2 ó 3 Kg de pan que se introducían en los hornos y eran cocidos con leña. Con la llegada de los hornos industriales, ésta, como otras actividades tradicionales, cayeron en el desuso, pero son parte importante de nuestra historia.

A escasos metros del horno de piedra se encuentra el primer cruce de sendero que nos señala: “Sendero garganta del Puerto Oscuro” (izquierda) y Picacho-Aljibe (de frente), hacia donde nosotros continuamos. Algarrobos, lentiscos y acebuches complementan la predominante presencia de majestuosos ejemplares de encinas, alcornoques y quejigos, que nos proporcionarán su generosa sombra a lo largo del recorrido. No será difícil observar en los quejigos las clásicas bolas con pequeños pinchos que cuelgan de sus ramas y que a simple vista parecen frutos, siendo en realidad las denominadas agallas: alteraciones de los brotes jóvenes producidas por la picadura de un insecto que realiza la puesta de huevos para la reproducción en ellos. A lo largo de la ruta disfrutaremos de unas espléndidas panorámicas de gran parte la provincia de Cádiz, sin duda uno de los principales alicientes de esta ruta señera del Parque Natural de los Alcornocales. La subida al Picacho es todo un clásico del la provincia de Cádiz en general y del parque natural de Los Alcornocales en particular.

Un centenar de metros después del horno de piedra pasamos junto a una gran roca a nuestra izquierda por encima de la cual preside el paisaje la omnipresente silueta del Picacho, que conforme vamos rodeando y ganando altura cada vez nos parecerá menos picudo y mas asequible. A renglón seguido el sendero salva las aguas del arroyo de la garganta del Puerto Oscuro por un pequeño puentecillo de madera y unos 200 m mas allá llegamos a un pequeño claro del bosque donde nos encontramos con un panel informativo ilustrativo del funcionamiento y la utilidad de los alfanjes y los hornos de carbón, sobre el que el gilipollas de turno se había dedicado a refregar sus dos pezuñas llenas de barro. Recordándonos una vez mas aquello de que “los tontos son infinitos”. Poco después salvaremos una alambrada por un paso de madera que a modo de doble pasillo está perfectamente preparado para permitir el paso de personas y al mismo tiempo acotar algunas zonas del parque para la protección, el control y el estudio de los grandes mamíferos del parque, sin olvidar que algunas fincas están dedicadas a la explotación ganadera.

No tardamos en llegar a un segundo cruce de senderos que nos recuerda que sobre nuestro pasos regresamos al área recreativa del Picacho, a la derecha por la misma carretera paisajística a la que acabamos de llegar, se puede continuar hasta la cumbre del Aljibe o hasta el extremo oriental del embalse de Barbate, bastante mas lejano y sin la protección de la sombra, siendo por ello una opción mucho mas recomendable para hacer en bicicleta de hecho se trata de un ciclo carril turísitico del parque. Mientras que nuestra opción es la que siempre nos indica Sendero del Picacho, que en este caso consiste en atravesar la carretera y continuar ladera arriba. Encontrándonos en unos instantes con el relajante repiqueteo del agua procedente de la Garganta de Puerto Oscuro, arroyo tributario del río Barbate, donde nos encontramos con los primeros ejemplares de rododentro con sus hojas de un color verde intenso y forma de elipse. Seguimos caminando junto al arroyo, en ocasiones acompañado por una rudimentaria pasarela de madera al amparo de un precioso bosque de ribera formado fundamentalmente por alisos, cuya frondosidad hace la ascensión muy llevadera, mientras caminamos bajo sus vistosas hojas y sus frutos con aspecto de pequeñas piñas que maduran a finales de verano quedando en el árbol, vacías, durante bastante tiempo.

Conforme vamos ganando altura, el alcornocal va a ir dejando paso a un pinar, con ejemplares centenarios a veces de un tamaño colosal. El matorral también ha cambiado, empiezan a predominar el brezo, madroño, lentisco y como siempre las aulagas, siempre presentes en nuestras latitudes. Justo cuando la masa arbórea queda atrás e iniciamos el último tramo de ascensión tenemos un ramal a la izquierda que nos lleva a al mirador del Picacho que se encuentra a unos 100 m por debajo de su cumbre orientado hacia el suroeste, con el consabido panel de la fotografía panorámica que nos ayuda a identificar los hitos geográficos que tenemos ante nosotros. Esta zona se conoce localmente como las herrizas. Los fuertes vientos y lo pedregoso del suelo impide el crecimiento de plantas de mayor tamaño. Pero estas duras condiciones han favorecido, por otro lado, la aparición de interesantes endemismos y especies singulares, como el atrapamoscas que como su propio nombre indica es una planta carnívora... de alguna forma habrá que compensar la escasez de nutrientes de este suelo.

El siguiente hito es el Puerto de las Calabazas, pocos metros antes de llegar al mismo nos encontramos con un nuevo cruce de balizas que nos indica: área recreativa del Picacho a 2,8 km (regresando sobre nuestros pasos). A la derecha, dirección este, área recreativa de La Sauceda 8 km y a medio camino El Aljibe (al que nos vamos a dirigir mas tarde) y a la izquierda, norte/noroeste: cumbre del Picacho a tan sólo 600 m y poco menos de 600 m de desnivel por donde iniciamos la última parte de la ascensión, abandonando poco después el sendero oficial, por un angosto ramal que se adentra en un mal de brezo, aulaga y lentisco que desemboca en una preciosa umbría formada por un pequeño bosquete de alcornoques centenarios, flanqueados por un roquedo sobre el que ha proliferado un amplio manto de musgos y líquenes, encontrándonos también con algunos ejemplares de madroños, que a partir de aquí son cada vez más abundantes. Estamos ya muy cerca de la cumbre del Picacho a la que se puede llegar por varios senderillos de cabras que se abren pasos entre abundantes lascas y una colección de grandes rocas muy peculiares que a modo de esculturas abstractas nos van a acompañar hasta esta cumbre de 883 msnm, que al contrario de lo que indica su nombre está formada por un dócil pradito completamente llano, desde el que tenemos una amplia panorámica de la provincia de Cádiz. Destacando: el parque natural de la Sierra de Grazalema con las inconfundibles siluetas del Reloj, El Simancón, la Corona de Los Yedrales y la crestería de la sierra del Pinar al norte por encima del embalse de Los Hurones. Al suroeste podemos distinguir el embalse de Barbate con la localidad de Alcalá de los Gazules a su derecha y en días despejados hasta Cádizcapital y gran parte de su bahía. , al sur vemos gran parte de la zona sur del parque próxima a Tarifa y Algeciras. Hacia el sureste, la loma que nos llevará hasta nuestro segundo objetivo: el Aljibe que con sus 1.091 m que es el techo del parque y que a penas distinguimos en la distancia como un pequeño montículo rocoso que podemos confundir fácilmente con la vecina atalaya donde se encuentra La Pileta de la Reina. Tampoco será raro contemplar el cercano vuelo de algún buitre con su elegante planeo.

Una vez finalizado el reportaje cimero y la parada de rigor, iniciamos el descenso regresando sobre nuestros pasos hasta la mágica umbría de alcornoques y desde allí por un sendero alternativo hasta el estratégico puerto de Las Calabazas, donde, retomamos la dirección predominantemente este-sureste por la loma que nos lleva hacia El Aljibe. Después de descender hasta el puerto de Las Calabazas, iniciamos una corta pero empinada ascensión que pasa muy cerca de la cumbre del cerro de Las Taconeras (902 m), máxima altura de esta loma por la que caminamos bajo el intenso calor que nos tocó aquel día. Tras una corta bajada, iniciamos otro tobogán de suave pero muy prolongado ascenso, mientras que a nuestra izquierda comenzamos a llevar un murete de piedra que ya nos va a acompañar prácticamente hasta El Aljibe, justo cuando la ascensión empieza a hacerse mas pesada y monótona un bosque formado por jóvenes ejemplares de alcornoque nos proporciona una reconfortante sombra que nos hace recuperar fuerzas para llegar sin problemas al punto donde nos encontramos con una verja que se abre sin problemas y giramos a la derecha, dirección, sur encontrándonos con otra verja que salvamos con la misma facilidad, tras la cual nos encontramos con mas balizas: sobre nuestros pasos: Travesía del Picacho y su correspondiente área recreativa a 6,2 km. Y a la izquierda: área recreativa La Sauceda: 4,7 km y cumbre del Aljibe: a tan sólo 300 m que con un perfil ya prácticamente llano cubrimos en un instante.

Una última verja da paso al altiplano sobre el que se encuentran los montículos rocosos donde se encuentran La Pilita de la Reina, curiosa bañera natural que se encuentra en la parte alta de la primera peña y que nos encontramos, siendo la segunda, a penas a unos 70 al oeste, la denominada cumbre del Aljibe, que a simple vista nos cstaría diferenciar de la anterior de no ser por albergar el vértice geodésico (1.091 msnm), al que llegamos a través de una elaboradas escaleras excavadas sobre la misma roca, donde a penas estuvimos el tiempo justo para hacernos la foto de rigor, encaminándonos seguidamente a la peña vecina conocida como la Pilita de la Reina a donde todos llegamos tras una corta pero divertida trepada. Según cuenta la tradición local su nombre se debe a que la reina Isabel la Católica se bañó aquí por última vez antes de la conquista de Granada, aunque no me la imagino trepando con aquellos refajos por estas rocas y mucho menos con la fama de guarrilla que tenía.

Finalizada la visita la sesión de fotos en la Pilita de la Reina, cruzamos la valla que marca la frontera interprovincial, dejando atrás la provincia de Cádiz y adentrándonos oficialmente en la provincia de Málaga. Pasando junto a un bosquete de robles melojos y algún que otro acebo. El calor predominante del mediodía invitaba a dejar atrás la altiplanicie, buscando el amparo de la sombra que nos brinda ese curioso pasillo formado por alcornoques por donde inicia el descenso. Siendo el lugar que escogimos para almorzar con una divertida selección de anécdotas de Mª Teresa en el hospital de Huelva, eso sí, contadas con el recato y la sutileza que caracterizan a esta entrañable amiga salmantina. Retomado el descenso, la abundante vegetación que nos rodea nos impiden disfrutar de las vistas del entorno en la distancia, pero al mismo tiempo nos adentramos en una especie de selva subtropical que es precisamente donde radica el principal encanto de esta ruta con el predominio de los mares de helechos a ambos lados del camino y el rododendro en flor que alcanza su esplendor entre mediados de abril y mediados de mayo e incluso hasta finales si la primavera ha sido muy lluviosa.

Durante gran parte de la primavera el siguiente tramo del sendero se encuentra encharcado por uno de los manantiales tributarios del arroyo de Pasadallana al que pronto llegaremos. Se trata de la zona conocida como los Canutos de los Sauces, que nos lleva hasta la pista cicloturista, donde se encuentra la Fuente del Perro, que aprovechamos para refrescarnos y reponer agua, aunque teóricamente no es potable, pero el ambiente es tan puro, que a todos los que bebimos nos supo a gloria. Una vez en la pista cicloturista, si giramos a la izquierda llegaremos a la laguna del Moral unos 4 km mas allá dándonos la opción de finalizar en el área recreativa de la Sauceda (unos 8 km en total desde este punto). No obstante, con la solana que caía aquel día decidimos tomar la pista a la derecha, dirección sur, hasta que 800 m después, junto a un pequeño aljibe, tomamos el ramal del sendero de La Sauceda propiamente dicho, descendiendo a nuestra izquierda dirección predominantemente este, noreste, manteniéndonos paralelos al arroyo de Pasadallana, que nos acompañará en todo momento por nuestra derecha. Al que nos acercamos en varias ocasiones para fotografiar algunos de sus mágicos rincones a base de pequeñas pozas y cascadas envueltas por helechos, rododentros en flor, enredaderas, quejigos, alisos y sobre todo alcornoques.

Casi al final del descenso llegamos al extremo norte de la gran explanada de la ermita, hasta donde hemos llegado acompañados por grandes quejigos y alcornoques encontrándonos con un toro manso que pastaba frente a la puerta de la ermita y que minutos mas tardee abandonaría con aire resignado, debido a nuestra presencia mientras fotografiábamos tan idílico paraje. Minutos mas tarde en un pradito que se encuentra cerca de la ermita, Miguel becerra “El maestro Jedi” estuvo a punto de ser envestido por dicho murlaco, pero gracias a su juego de cintura que nos recordó al “Juli” le hizo un quiebro sin mover los pies del suelo y con los brazos y bastones en alto, cual banderillero experto, con el que salió airoso del lance. Y con la agradable sensación de haber realizado una bonita travesía completamos el último tramo del camino, caminando entre las casas rurales que forman el poblado de la Sauceda, con sus hornos de pan, las piedras de molienda, el puente de madera que cruza el arroyo de La Sauceda y numerosos paneles informativos, entre ellos uno firmado por carlos Guerrero “El mariscal de la Translíbica” dedicado al Poblado de La Sauceda, que pertenece al término municipal de Cortes de la Frontera (Málaga).