domingo, marzo 31, 2013

El Boquete de Zafarraya y su prolongación hacia el este y el oeste

Pueblo de referencia: Venta de Zafarraya. 
Tal y como subimos por la carretera A-335, La Viñuela Alhama de Granada, al poco de dejar atrás el embalse de La Viñuela y dejar a nuestra izquierda el desvío hacia Periana y a la derecha el desvío hacia Alcaucín, la carretera comienza a subir afrontando una sucesión de zig-zags conocidos como “Las Revueltas de santa Ana”, desde el inicio de la ascensión nos llamará poderosamente la atención una imponente apertura en el cordal montañoso hacia el que nos vamos aproximando. Se trata del emblemático Boquete de Zafarraya, que marcaa la línea interprovincia Málaga-Granada y por lo tanto límite entre la Alta Axarquía malagueña y la comarca del Poniente granadino. Unos metros después de rebasar sus imponentes tajos ya nos encontramos con las primeras casas de esta pequeña localidad granadina, que en la actualidad cuenta con 1.300 habitantes (venteños/as). Su diminuto término municipal, que abarca unos centenares de metros mas allá de su núcleo urbano, linda con las localidades malagueñas de Periana y Alcaucín al sur, sureste y suroeste. Y las localidades granadinas de Zafarraya al oeste y Alhama de Granada, localidad a la que pertenece al norte y este. 
Pasajes de la Historia: Los primeros pobladores del Llano de Zafarraya, se remontan al Paleolítico Medio (entre 30 y 50.000 años atrás), cuando el hombre habitaba la cueva del Boquete, aunque el primer asentamiento del que se tiene constancia data de la época visigoda (s. VI) a través de los yacimientos encontrados en el actual núcleo urbano de Ventas de Zafarraya. Históricamente éste Llano ha sido conocido como Dehesa de Zafarraya, que, hasta la Reconquista cristiana fue administrado por la desaparecida población de Zalia. Una vez que ésta población fue ocupada por los cristianos y  no repoblada, los municipios de Alhama de Granada y Vélez Málaga se disputaron durante siglos las fértiles tierras del Llano o Poldje de Zafarraya.
El núcleo de Ventas de Zafarraya, lo conocemos hoy con éste nombre, porque comienza a convertirse en un asentamiento urbano, a partir de unas antiguas ventas, situadas en el estratégico paso interprovincial del Boquete, junto al Camino Real Granada-Málaga. Malagueña en sus orígenes, pasa a formar parte de la provincia de Granada en 1833. En 1835, supera ya la población de cien vecinos, iniciándose la segregación del núcleo de Calar del Rey, al que pertenecía. Al nombre del pueblo se le eliminó la palabra Llano, para que no fuera muy largo, ya que su nombre original era Ventas del Llano de Zafarraya (topónimo de origen árabe "Manzil Fahs Rayya"), los otros núcleos de población en esa fecha eran El Almendral, Pilas de Algaida y Calar del Rey.
En 1842 se constituyó el municipio de Ventas de Zafarraya. El 25 de diciembre de 1884 pasará a la historia, como una fecha negra para las provincia de Málaga y Granada, debido a un fuerte terremoto. La catástrofe fue de tal magnitud que en Ventas de Zafarraya, se vienen abajo el 80% de las casas, provocando 74 muertos y 16 heridos y produciéndose grandes desperfectos en la mayoría de sus casas, algunas aaplastaadas por las enormes piedras quee caen desde la parte alta de los tajos y laderas adyacentes. La reconstrucción del pueblo se hizo casi íntegramente con dinero procedente de la entonces colonia española de Cuba,  por lo que durante varios años después pasa a llamarse Nueva Habana, pero la fuerza de la tradición hace que el antiguo nombre vuelva a imponerse. 
En la vecina localidad de Zafarraya el 30% de las casas se viene abajo, un 50% sufre daños muy graves y el resto daños sustanciales. Como consecuencia: 25 muertos y 75 heridos.  Algunas zonas del pueblo quedaron tan dañadas que se opta por construir un nuevo barrio en las cercanías. 
En agosto de 1922, llega el ferrocarril a Ventas de Zafarraya. Todo un acontecimiento que revoluciona la vida en esa población con este proyecto llevado a cabo por La Compañía de ferrocarriles Suburbanos de Málaga, con el objetivo de unir Málaga con Granada, pasando por Vélez y Alhama, pero son años convulsos entre la Restauración y la Dictadura de Primo de Rivera, y el proyecto se queda a medias llegando la línea desde Málaga hasta Ventas de Zafarraya, pero no mas allá. Se trataba de un ferrocarril alpino de cremallera, ya que alcanzaba la cota de 1000 metros de altitud sobre el nivel del mar al enfilar el Boquete, incluso se construyó un hotel al pie de la estación, dándole un gran impulso económico al pueblo. A finales de los años 50, con la mejora de las comunicaciones por carretera, la línea perdió rentabilidad, cesando totalmente los servicios ferroviarios el 12 de mayo de 1960, tal y como se nos recuerda en el elaborado mosaico-azulejo del mirador del Boquete.
En 1975 el municipio de Ventas de Zafarraya se fusiona con el municipio de Alhama de Granada. Actualmente, la villa experimenta un crecimiento poblacional notable gracias a su estratégica ubicación entre el Poniente Granadino, comarca a la que pertenece y la Axarquía Malagueña, comarca a la que perteneció y también debido a la fertilidad de sus tierras, con cultivos de hortalizas fuera de temporada. En 2002 se creó la Entidad Local Autónoma de Ventas de Zafarraya, en el municipio de Alhama de Granada. El 12 de mayo de 2011 se aprueba el expediente de creación del municipio de Ventas de Zafarraya, iniciándose así el camino hacia la segregación y recuperación del ayuntamiento fusionado en 1975.
La actual crisis económica ha obligado a posponer un proyecto que se había aprobado recientemente y que consistía en recuperar una pequeña parte del antiguo trazado de la vía, creando una línea turística que utilizaría una replica a escala del tren originario y que con una longitud de unos dos km une el Mirador del Boquete, al pie de los tajos, desde donde parten dos interesantes rutas de senderismo hacia ambos lados, anunciadas con sus correspondientes paneles en el extremo sur de la locaalidaad, con la originaria estación de Ventas de Zafarraya, situada en el extremo nororiental de esta pequeña localidad. Para mas información: http://eltrendelllano.com/llegar.html 
Su escudo heráldico: Tiene forma eclesiástica, cuartelado (dividido en cuatro partes).  Primer cuartel: en gules, un castillo de oro aclarado de azur, que remarca su pertenecía al Reino de Castilla y León, como queda patente en su cuarto cuartel, donde podemos ver un león coronado de oro. Segundo cuartel. Encina de color verde sobre fondo rojo. Y tercer cuartel: Estrella de seis puntas o de David, sobre fondo negro, que podría tener su origen en alguna familia judía de entre sus primeros habitantes. Sobre el todo, brochante ovalado de azur con tres flores de lis de oro bien ordenadas y bordadas de gules. Entado en punta y caído de plata con una granada. Surmontada de corona real. 
Si hay algo que nos llame poderosamente la atención para ubicar la localidad de Ventas de Zafarraya es precisamente. El Boquete de Zafarraya, impresionante paso natural entre las provincias de Málaga y Granada, cual si fueran “Los Argonath” del Señor de Los Anillos. Formando una especie de “U” que queda dibujada en la distancia, a modo de enorme hueco, que visto desde el sur, tal y como vamos subiendo desde La Viñuela, se forma entre “El tajo de la U” (1.214 m) a la izquierda (oeste) y el tajo Panderón (1.113 m) a la derecha (este). 
Espectacular paso de montaña donde los haya que nos himnotiza desde la distancia y nos hechiza en sus proximidades, auténtico Monumento Natural que el Ayuntamiento de Ventas de Zafarraya, ilumina durante las primeras horas de la noche cual majestuosa catedral de la Alta Axarquía. 
El boquete forma una especie de pasillo de rocas calizas, flanqueado por imponentes tajos que forman parte del Arco Calizo Central, correspondiente a la Dorsal Bética, como eslabón de transición entre su vecina Sierra Tejeda al este y al oeste: La Sierra del Cabrero, La Torca, sierra de En medio (pico Vilo) y Camarolos (Chamizo Alto). Contrastando enormemente con la tremenda Llanura Lacustre, técnicamente conocida como Poldje de Zafarraya ó Llanura lacustre de Zafarraya en la Comarca del Poniente Granadino, muy cerca de Alhama de Granada. Este paso fue en su día utilizado por los musulmanes como punto estratégico para guarecer a sus tropas mientras preparaban el asalto a los diferentes pueblos de la comarca, por eso aún quedan restos de numerosas torres de comunicación y restos de antiguas fortalezas que conectaban la costa con el interior de la península. 
El Boquete de Zafarraya pertenece al conjunto de sierras de Alhama que comprende un macizo de unos 36 km de longitud, situado al oeste de Sierra Tejeda, actuando de murallón al sur de los Llanos de Zafarraya. Considerando como punto de partida su extremo más oriental, su trazado comienza siendo este-oeste, para luego desviarse, a la altura del cerro Marchamonas, dirección sureste-noroeste. Al este del Boquete nos encontramos con: el Morrón de la Cuna o Pico del Puerto (1225 m). Hacia el oeste el cordal del Boquete se encuentra el imponente tajo de la U, que forma parte de la pequeña sierra de la Umbría de los Buenos, que en su prolongación hacia el Hoyo del Toro, cambia su denominación por la Sierra del Cabrero, que después del Hoyo del Toro pierde algo de altura, hacia el cerro de Marchamonas (1273 m) para elevarse posteriormente tras pasar por el Puerto del mismo nombre y alcanzar la cota máxima de la sierra: La Torca (1500 m). Finalmente y conectando con la Sierra de Enmedio a través del Puerto del Sol, encontramos la Hoya de la Majada de las Vacas (1316 m). La sierra continua hacia el Puerto de los Alazores y las estribaciones de Sierra Gorda, actuando la mayoría de las divisorias de agua de estas sierras como límite interprovincial Málaga-Granada. 
Ficha de ruta: El Boquete de Zafarraya y su prolongación hacia el este y el oeste 
Punto de encuentro recomendado: Aparcamiento junto a la gaasolineraa que nos encontramos unos 200 m después de entrar en el pueblo junto a laa travesía principal a la altura del desvío hacia la localidad de Zafarraya. (No mas tarde de las 10.30 am)  
Tipo de ruta: Doble circular con forma de 8. Mas bien podríamos decir que son dos rutas en una pues el principio y fin de ambas se encuentran muy próximas. 
Dificultad: Media/Alta, ya que a pesar de su longitud, relativamente corta, conviene advertir del buen estado físico que se requiere para afrontar el tremendo repechón que tenemos que superar en la ascensión que nos lleva hasta la divisoria de aguas de la Sierra del Cabrero. Así como el destrepe técnico hacia la vertiente sur para continuar hacia el Hoyo del Toro, son detalles a tener en cuenta para no invitar alegremente a cualquier persona no acostumbrada a caminar por terrenos abruptos o afrontar subidas con fuertes pendientes sin un solo metro de tregua.
Distancia aprox. del recorrido: 13 km 
Desnivel aprox. de subida: 800 m 
Tipo de terreno: Calles del pueblo y pista de aproximación al inicio de ruta 15%. Cortafuegos 9%  sendero intercalando zonas de dolinas, abundantes  lapiaces y empinadas laderas 76%. (Imprescindible botas de trecking que no estén demasiado gastadas). 
Puntos de agua para abastecernos: Al regresar al pueblo tras el primer tramo circular. 
Duración aproximada: 5-7 horas (dependiendo del ritmo y paradas). 
Punto de partida y retorno: Pueblo de Ventas de Zafarraya. 
Mapa: Zafarraya 1.040 
Fecha de realización: Viernes Santo 29 de marzo de 2013 
Participantes: Desde Huelva: Teresa “La Doctora Quinn”. Desde Sevilla: El Catedrático Don Juan José. Desde distintas zonas de la Costa del Sol: Ilse “La Gacela de la Selva Negra”, Vicky “La Botánica”, Juan Antonio Mena “El Elfo de la Malagueta”, Eduardo “El Profe”, Juan Ignacio Amador y como guía de lujo: Manuel Manzanares “El Cartógrafo de su Majestad” que nos sorprendió superando ampliamente las expectativas de los mas optimistas, con lo que sin duda alguna fue una ruta tan bonita e interesante, como desconocida para la gran mayoría. 
Meteorología: Cielos predominantemente cubiertos con algunos claros y bajo riesgo de precipitaciones que no llegaron a producirse. Las temperaturas a penas sobrepasaron los 10ºC en las zonas altas de la ruta. Con una ligero viento de poniente que no llegó a superar los 15 km/h, temperatura ideal para una caminata con tramos de rampas muy exigentes. 
A tener en cuenta: Dado que esta ruta se divide en dos recorridos circulares a modo de “8”, con principio y final muy próximos entre sí, podemos realizarla en el orden que queramos, es decir: primero la vertiente ESTE del Boquete hacia el Morrón de la Cuna y el pico del Puerto. O bien, hacia la vertiente OESTE, hacia el Hoyo del Toro. Pero dado que lo recomendable es afrontar primero la ascensión mas dura, sin haber realizado todavía ningún desgaste de energía, nos decantamos por afrontar primero la vertiente OESTE, que nos llevará hasta la cumbre cercana a la dolina conocida como El Hoyo del Toro
Bibliografía: http://www.ventasdezafarraya.es/, http://granadapedia.wikanda.es/wiki/Portada y los apuntes del Cartógrafo de su Majestad.   

Tomando como referencia la mencionada gasolinera, echamos a andar en dirección noroeste, por el ramal de carretera A-341, que nos señala hacia la localidad de Zafarraya (3 km), a lo largo de unos 500 m caminaremos junto a esta carretera, con algunos chalets a nuestra derecha y una hilera de casas adosadas a nuestra izquierda que finaliza en el Bar Frenazo, a continuación pasamos por delante de una pequeña nave agrícola con portón metálico azul y un cartelón que reza: “Llano Fresh Trade”, desde donde ya podemos contemplar perfectamente la cercana localidad de Zafarraya. Unos metros mas allá de la nave, pasamos por delante del cementerio, de cuyos muros destacan unos altos cipreses, aquí dejamos de caminar junto a la carretera y tomamos una pista a la izquierda que comienza a separarse paulatinamente de la carretera;
si bien en todo momento mantenemos rumbo OESTE, adentrándonos de golpe entre las numerosas entre las fincas que han proliferado por doquier a lo largo de la fértil Llanura de Zafarraya, que tras las abundantes lluvias de este invierno volvían a presentar numerosas lagunas aquí y allá. También llama la atención el número de balsas de agua repartidas por toda la llanura, tan abundantes como distintas en formas y tamaños. 
Además de los almendros y algún que otro cerezo en los márgenes del camino, abundaba el cultivo de cereales y de vez en cuando algún que otro invernadero de influencia almeriense, ponía la nota artificial en medio del paisaje agrícola, junto con algún casita blanca y pequeñas naves de almacenamiento, aquí y allá. Al fondo en la misma dirección que llevábamos (oeste) ya se podía apreciar la cara norte de La Torca en todo su esplendor con un denso manto de pinar desde media ladera hacia abajo. A nuestra derecha, la vertiente sur de la Sierra de Loja con la pedanía de El Almendral a sus pies y a nuestra izquierda, la agreste crestería que va desde el tajo de La U o de La Cueva hacia El Hoyo del Toro, el primer objetivo de la jornada. 
Poco antes de completar un kilómetro caminando por esta pista asfaltada, llegamos a la altura de una finca cultivada con una pequeña casita de apero a nuestra izquierda. Éste es el lugar donde abandonamos la pista, describiendo un giro de 90º a nuestra izquierda, que nos lleva durante un corto trecho entre huertas valladas que inmediatamente vamos a dejar atrás. ¡Ojo con dos tremendos mastines blancos!, que afortunadamente se encontraban amarrados en la parcela de la casita de apero que queda a nuestra izquierda. 
 
A partir de aquí y a lo largo de un kilómetro y medio aproximadamente, vamos a mantener dirección predominantemente sur-suroeste, afrontando una corta pero dura ascensión con pendientes del 30 y 40% por un cortafuego que discurre en paralelo al perímetro oriental de un denso bosque de pinos que llevaremos en todo momento a nuestra derecha, mientras que a nuestra izquierda nos acompañarán laderas tapizadas por matorral bajo. 
Conviene tomarse esta subida con paciencia y tranquilidad porque de lo contrario puede dejar sin resuello al mas pintao, los gemelos de mas de uno/a empezarán a echar humo al poco de iniciar la subida, como me pasó a mí, acusando la falta de ritmo tras el obligado parón de las últimas semanas por lluvia.  
Superada la primera mitad de la ascensión realizamos una parada táctica para recuperar el resuello, mientras Chuckie enviaba ladera abajo a una oveja que un vecino del pueblo nos comentó que llevaba varios días buscando al inicio de la subida. 
Aquella parada nos sentó de maravilla a mas de uno, mientras nos recreábamos con toda la altura ganadaa sobre Los Llanos de Zafarraya, que ahora veíamos a vista de pájaro con la vertiente sur de la sierra de Loja, donde destacaba el pico Cazadores, cerrando el horizonte al norte de nuestra posición con la pequeña pedanía de El Almendral a sus pies y Zafarraya un poco mas a la izquierda oeste. Mientras que a la derecha, noreste contemplábamos la mayor parte de la localidad de Ventas de Zafarraya y por encima de esta al fondo la sierra de Júrtiga, coronada por la alomada Torrecilla de Zafarraya (1.322 m), sobre la que se encuentra una caaseta de vigilancia forestal prácticamente idéntica a la que corona el cerro Lopera de Sierra Almijara y otras cumbres de la provincia de Granada. 
Reanudada la marcha y tal y como nos íbamos acercando a la divisoria de aguas la naturaleza caliza de esta sierra se hace cada vez mas patente con la abundancia de roquedos que nos vamos encontrando a nuestro paso y que van proliferando en número, tamaño y altitud conforme vamos ganando altura, hasta el punto que parece imposible que podamos trasponer hacia la vertiente sur. Sin embargo, conforme vamos llegando a la parte alta (final) del pinar que hemos ido llevando todo el tiempo a nuestra izquierda. Nos vamos a adentrar un poco en él, para esquivar los enormes roquedos que nos cortan la ascensión en línea recta, desviándonos durante un corto trecho en perpendicular hacia la derecha, pero sin dejar de ganar altura en ningún momento hasta alcanzar la divisoria de aguas. 
Donde bien merece la pena hacer una merecida pausa para recuperar resuello, mientras nos recreamos, con una espectacular panorámica con un amplio sector de la Axarquía a nuestros pies con la referencia del embalse de La Viñuela al sur de nuestra posición con un ramillete de pueblos pertenecientes a la comarca como el emblemático nido de águilas de Comares, encaramado a un cerro con el Mediterráneo al fondo. Hacia el oeste la prolongación del Arco Calizo central con la sierra de En medio, Los Tajos del río Sábar y gran parte de Camarolos hasta la Peña Negra y hacia el este la imponente presencia de Sierra Tejeda con el coloso de La Maroma (2.065 m).
 Una vez que alcanzamos la agreste crestería donde nos encontramos con grandes crestones rocosos que ya veíamos desde abajo, debemos buscar el paso mas cómodo para realizar un destrepe de unos – 40 m de desnivel, entre grandes escalones y callejones, que con la ayuda de algún “autoculin” nos ayudarán a situarnos en tierra firme, concretamente en la parte alta de la ladera que da a la vertiente sur, desviándonos ahora hacia nuestra derecha, es decir, dirección OESTE, de manera que a lo largo de unos 500 m caminaremos en paralelo a la crestería que llevaremos a nuestra derecha y a la izquierda toda la caída de la sierra hacia el sur, con el embalse de La Viñuela a nuestra izquierda;
y mucho mas cerca de nosotros, discurriendo en paralelo al pie de monte que llevamos a la izquierda la pista que une Ventas de Zafarraya con Periana, mientras que nosotros vamos ascendiendo en paralelo a la crestería hasta que nos vamos volviendo a situar a su altura, encontrándonos con una sucesión de pequeñas dolinas que a modo de plazoletas nos da una tregua mientras caminamos por sus ´dóciles praditos a modo de plazoletas, destacando por su tamaño la dolina conocida como:
“El Hoyo del Toro” nombre con el que también se conoce a la siguiente elevación que nos encontramos en dirección oeste, a la que accedimos por su misma arista, cuyo vértice geodésico tiene 1.352 msnm. 
Lugar idóneo para la foto de grupo donde nos estuvimos recreando con las vistas anteriormente mencionadas, desde la cota mas alta que íbamos a alcanzar en aquella jornada, entre las localidades mas importantes se podía apreciar el extremo occidental del núcleo urbano de Vélez Málaga y justo por encima, ya a orillas del Mediterráneo Torre del Mar, así como las localidades de Riogordo y Colmenar en línea recta hacia el suroeste con el fondo de Los Montes de Málaga y al norte unas vistas privilegiadas sobre la gran Llanura Lacustre o Poldje de Zafarraya, con sus geométricas parcelas dedicadas al cultivo y regadas con el agua de sus numerosas balsas, pozos y lagunas. 
Una vez finalizada la sesión de fotos en la cumbre del Hoyo del Toro (1.352 msnm), para no regresar sobre nuestros mismos pasos, descendimos unos 40 m hacia su vertiente sur donde enlazamos con un difuminado sendero tímidamente marcado con pinturas sobre algunas piedras donde, que tomamos en dirección ESTE, es decir, en sentido contrario por donde habíamos venido encontrándonos con la entrada de una cuevecilla, junto a cuya entrada un rudimentario cartelón de madera anunciaba: “Cueva de Los Guicos” y unos metros mas allá llegábamos a un collado que con otro cartelón similar anunciaba “Hoyo del Toro”;
quedando la dolina a nuestra izquierda y siguiendo nosotros en dirección ESTE, prácticamente en paralelo al camino por donde habíamos llegado, que quedaría a nuestra izquierda y por donde podríamos caminar sobre nuestros pasos si quisiéramos porque queda a muy poca distancia, sin embargo, este sendero atraviesa una sucesión de pequeñas dolinas que merece la pena ver para poco después pasar muy cerca del lugar donde aterrizamos tras el destrepe. 
De manera que ahora llevamos el embalse de La Viñuela a nuestra derecha (sur). Casi de frente un tanto a la derecha (este) la imponente silueta de La Maroma, que durante varias horas lució un sombrerillo de nubes en aquella jornada de cielos cubiertos y a nuestra izquierda la crestería que va desde La Hoya del Toro que ya íbamos dejando a nuestra espalda y cada vez mas atrás, hacia el tajo de La U o de la Cueva;
en cuya dirección caminábamos, sin mas referencia que los difuminados senderos de cabra, manteniendo la norma de caminar en paralelo y muy cerca de la base de la crestería que llevábamos a nuestra izquierda y que conforme vamos perdiendo altura en un prolongado descenso, van ganando altura presentándose como unos tajos que se presentan cada vez mas imponentes conforme vamos descendiendo al mismo tiempo que siguen ganando mas y mas altura sobre nuestras cabezas. 
Sin duda alguna todo un espectáculo que quedará grabado a fuego para siempre en la retina de quien os relata esta preciosa y espectacular ruta. 
Llega un momento en que nos situamos a la altura de una espectacular cueva tipo ventana que queda unos 80 m por encima de nosotros ladera arriba, siempre a nuestra izquierda. Mientras que a nuestra derecha, lo que llevamos es la caída de la ladera, con la todavía lejana vía verde “Ventas de Zafarraya-Periana” allí abajo y un precioso cortijo en sus cercanías. 
La visión de aquella llamativa oquedad sobre nosotros bien merecía la pausa para inmortalizar tan magnífico hito geológico con algunas fotos, hasta el punto de que “El Elfo” y yo, no pudimos resistir la tentación de tirar ladera arriba para asomarnos a la misma.
Mientras tanto, el grupo, siguió el empinadísimo descenso ladera abajo, pasando unos 300 m después frente a la entrada de otra gran cueva, que una vez mas quedaba a la izquierda, bajo los imponentes tajos, donde Manolo aprovechó para comentarle al grupo que esa sí era la Cueva del Boquete de Zafarraya, situada en la vertiente sur del tajo de la U, que fue descubierta en 1979 por Cecilio Barroso Ruiz, quien inició las primeras excavaciones arqueológicas entre 1981-83. En 1982 se halló el fémur denominado Zafarraya 1 y en 1983 una mandíbula humana catalogada como Zafarraya 2, que por su excepcional estado de conservación, se ha considerado una de las mejores piezas encontradas en Europa occidental, que pertenecieron a un varón de unos 40 años y de 1,61 m de altura al que los arqueólogos bautizaron como el hombre de Zafarraya.
Se trata de una cavidad de tamaño medio cuya entrada se sitúa sobre un farallón vertical. A pocos metros de la entrada la cavidad se bifurca en dos conductos: El primero, hacia la izquierda, tiene un desarrollo vertical; el conducto de la derecha, verdadera galería, presenta un relleno de sedimentación arqueológica en una longitud de 16 m. Más de cien investigadores han estudiado los 55 restos humanos, 5000 piezas de huesos de animales encontrados mas un millar de útiles líticos descubiertos en nueve años de trabajos arqueológicos, que revelan la forma de vida y el ecosistema de los últimos neandertales y que lo convierten en uno de los yacimientos prehistóricos mas importantes de Europa occidental. De hecho, es el yacimiento que mayor número de restos neandertales ha proporcionado de toda la Península Ibérica. 
La cueva del Boquete de Zafarraya no era un lugar de hábitat, ni tan siquiera estacional ya que era usada como un alto de caza con presencia humana de escasos días o incluso de horas. El estudio de distribución espacial de todo el material recopilado ha permitido diferenciar en un relleno de 1,5 m de espesor, 45 niveles de ocupación, tanto humano como de carnívoros, que estuvieron allí en el periodo que va de los 30.000 y 50.000 años, anteriores a nuestra era. Cazaban  a sus presas: caballos, cabras, jabalíes y otros animales por la zona y en el interior de la cueva cortaban la carne y rompían los huesos para sacarle la médula
Finalizada la visita a la entrada de la cueva, no tardarían en completar el último tramo de descenso hasta alcanzar la mencionada pista Ventas de Zafarraya-Periana, que obviamente tomaron a la izquierda, es decir hacia la entrada del Boquete, ni que decir tiene que este tramo de pista formaba parte del antiguo trazado del tren, pasando poco después por un túnel excavado en roca viva, que resultó todo un desafío para la rudimentaria tecnología del primer cuarto del pasado siglo XX. Una vez superado ese pequeño túnel que es junto con los tajos en sí, la imagen mas representativa de la vía verde que une Ventas de Zafarraya con Periana, el grupo llegaba a una especie de alargada área recreativa, situada junto a la entrada del Boquete, unos 6 m por encima del nivel de la carretera a los pies del tajo de La U;
con varios bancos donde el grupo aprovechó para almorzar y bastecerse de agua, así como varios paneles informativos como el que anunciaba la ruta lineal “Sendero del tajo de la U” por donde minutos mas tarde aparecerían El Elfo y El Comandante realizando su particular versión del descenso. 
Mientras tanto, volviendo al momento en que Juan Antonio y yo nos separamos del grupo, con la intención de alcanzar la entrada de aquella cueva ladera arriba y  seguidamente descender para reagruparnos de nuevo. 
Al llegar a las proximidades de la cueva, nos percatamos de que el acceso a la misma era demasiado vertical desde la vertiente sur donde nos encontrábamos. Sin embargo, El Elfo de la Malagueta, gracias a su instinto montañero, descubrió que era posible trasponer la divisoria de aguas, desviando nuestra empinadísima trayectoria de ascenso hacia la izquierda, llevándonos la agradable sorpresa de salir justo a la altura del mirador del tajo de la U, situado a 1.164 m;
donde no sólo nos encontramos con el correspondiente panel descriptivo en este caso con foto panorámica doble hacia el norte y hacia el sur, sino con el anuncio del sendero, (trazado en naranja sobre el mapa), que comunica este lugar con la entrada del Boquete, donde mas tarde nos reuniríamos con el grupo. 
Aprovechando la ocasión para establecer comunicación telefónica con el siempre operativo móvil de Ilse, comunicándole nuestras intenciones al resto del grupo, que aún se encontraba en pleno descenso. 
Una vez establecida la comunicación, nos recreamos con cierta tranquilidad en aquella cueva tipo ventana, denominada en este caso Cueva Orea. 
Desde donde iniciamos un zig-zagueante descenso con vistas muy áreas sobre la localidad de Zafarraya y todo el entorno de Los Llanos a nuestros pies. 
 
A media bajada, el sendero pasa por una redondeada elevación, que hace las veces de balcón natural y que de hecho han aprovechado para hacer otro segundo mirador, también con sus correspondientes barandillas de madera y su panel con fotografía descriptiva, en esta ocasión centrada en las vistas hacia el norte, que por cierto, nos encontramos tirado en el suelo. Se trata del Mirador El Pradillo desde donde ya volvimos a establecer contacto visual y acústico con el resto de nuestros compañeros que ya estaban completando los últimos metros antes de llegar la mencionada área recreativa situada a los pies del tajo de La U;
por cuyo tortuoso sendero descendimos El Elfo y yo, con la mayor rapidez que me fue posible. 
2ª parte: Sendero Cuna-Boquete 
Finalizado ya el almuerzo y posterior tertulia, caminamos unos 200 m sobre la misma vía del tren que a una escala en miniatura se ha trazado desde allí hasta el otro extremo del pueblo y poco después de pasar por encima de la carretera, situándonos ya en la vertiente contraria de la misma, hasta que poco después llegamos a la altura de una nave con el techo verde que quedará a nuestra izquierda desde donde parte el sendero que debemos tomar a la derecha, ladera arriba y en cuyo inicio nos encontramos con un panel sobre el que se traza el sendero Cuna-Boquete;
sobre una rudimentaria pero muy práctica fotografía tipo Google Earth, que resulta muy efectiva a la hora de orientarnos, además de su esquemático perfil altitudinal, distancia de 4, 4 km y tiempo aproximado de hora y media (según panel), donde una vez mas se comete el error de tomar como única referencia la distancia y no los casi 400 m de desnivel a superar, que si bien no es mucho, habría que añadir a la distancia, siendo mas fiel a la realidad anunciar una duración aproximada de 2 horas y media para cualquier senderista de tipo medio. 
No obstante, esta segunda parte de nuestro itinerario es una auténtica delicia, en cuanto a lo dócil y también interesante itinerario, en contraste con la mas agreste, aunque también mucho mas espectacular primera parte que hemos descrito anteriormente.
Desde el panel de inicio de sendero, vemos como comienza a ascender dibujando numerosos zig-zags que pasan junto a algunos ejemplares de pinos muy dispersos, que pronto quedarán por debajo nuestra, mientras nos vamos acercando a la base de la vertiente oeste del tajo Panderón, que vamos a ir dejando en todo momento a nuestra derecha, alcanzando un bonito collado cual verde pradera, desde donde echando la vista atrás tenemos una nueva perspectiva de la vertiente este del tajo de La U.  
Este itinerario se encuentra balizado con gran generosidad sin escatimar en balizas y pinturas con flechas azules que nos serán de gran utilidad.
Poco después de superar el mencionado collado, giramos hacia la derecha, ganando altura de forma progresiva, pero suavemente, al tiempo que vamos rodeando el tajo Panderón, que siempre que queda aa nuestro costado derecho, a cuya cumbre se puede acceder con relativa facilidad, campo través sobre su canchal, antes de que el sendero gire a la izquierda y nos oriente con dirección predominantemente este;
atravesando la preciosa dolina existente entre el tajo panderón, que vamos dejando a nuestra espalda y el pico del Puerto (1.225 msnm);
hacia cuya cumbre vamos a llegar sin mayor dificultad que unos 200 m mas de desnivel, que afrontamos con la comodidad que nos brinda el zigzagueante sendero que discurre sobre el Morrón de la Cuna;
que en realidad es la vertiente sur del pico del Puerto en cuya cumbre nos encontramos una pequeña pradera salpicada de lapiaces;
y en su extremo este, un montículo de piedra, a modo de rudimentaria pirámide que nos señala el punto mas alto y desde el que por encontrarse mas próximo a la Maroma, que siempre es nuestro principal referente al este, nos permite recrearnos con mayor nitidez sobre la vertiente occidental de la misma, abarcando toda la franja que va desde Alcaucín hasta el área recreativa del Alcázar, los profundos tajos del barranco del mismo nombre y toda la zona de transición noroccidental hacia la zona del Robledal Alto.
 Al terminar la sesión de fotos en la cumbre, esta preciosa y muy asequible ruta circular, continúa en dirección noreste;
 alejándose cada vez mas de su inicio, mientras vamos atravesando dóciles dolinas y zonas de abundante lapiaz que se  hacen muy llevaderas gracias a la abundancia de hierva sobre la que podemos caaminar con un perfil tan cómodo como escalonado y con suelo parcialmente almohadillado;
hasta que llega un momento que llegamos a un recodo de sendero, donde giramos unos 90º a nuestra izquierda cambiando el rumbo noreste, por rumbo noroeste de manera que si a antes de frente y ahora a nuestra derecha, teníamos como telón de fondo la Torrecilla de Zafarraya.
Mientras que hacia el oeste, lo que vamos a llevar de frente es la dorsal norte de toda la crestería que va desde el tajo de La U hacia el Hoyo del Toro ó dicho de otro modo la prolongación de la sierra de La Umbría de Los Buenos hacia la sierra del Cabrero;
 pudiendo distinguir perfectamente la tremenda pendiente del cortafuegos que afrontamos al inicio de la jornada, en paralelo al denso pinar que cubre la falda norte de la sierra de enfrente y mas a la derecha, algo mas alejada la agreste sierra de La Torca. En nuestro descenso pasamos por un pradito parcialmente cultivado con lo que parecían alubias, llegando después a un segundo prado con algunos frutales, cerca del cual vimos un rebaño de ovejas, custodiadas por una hembra de mastín que hizo buenas migas con Chukie, acompañándonos durante un trecho, hasta poco antes de iniciar el definitivo descenso, hacia la localidad de Ventas de Zafarraya, con vistas frontales ahora hacia el Llano.
Conforme nos íbamos acercando al núcleo urbano llamaba la atención encontrase con algunas hileras de casas adosadas a medio hacer, cual cadáveres en descomposición como consecuencia de la crisis que asola a la España de hoy, tras los años del boom inmobiliario, donde muchos vivieron como si todo fuera Jauja, dándose ahora de bruces con la cruda realidad, cuya principal responsabilidad fue de los banqueros por prestar tan alegremente el dinero con cláusulas leoninas y nuestros corruptos (los de antes y los de ahora) por haberlo permitido.
El sendero viene a salir a una empinada calle donde nos encontramos con el mismo panel informativo que al inicio de “Sendero Cuna-Boquete” y una simpática señal de “atención al tren-paso a nivel”. Nosotros, volvimos a tomar aquí como referencia los raíles a pequeña escala, hacia nuestra izquierda, es decir, dirección sur;
 pasando por algunos encajonamientos abiertos entre los roquedos para el paso del antiguo tren, cuya línea de pequeños raíles a escala abanddoaamos, al llegar a la altura de la gasolinera junto a la cual habíamos estacionado nuestros vehículos al inicio de la jornada, tomándonos la copa de despedida en la cervecería, bar-pizzería, discopub El Bokete con “k” de kilo.