miércoles, mayo 16, 2018

Ascensión al Alcojona, Abanto y Cascajares


Entorno: Parque Natural Sierra de las Nieves (Sector Pinsapo de la Escalereta-Alcojona, Abanto, Cascajares -Sierra Blanca de Parauta-)
Hora y punto de encuentro recomendado: A las 8.30 am en la Venta La Laja o Navasillo para desayunar o a las 9.00 am ya desayunados.
Localidad de referencia: Parauta
Cómo llegar a La Venta Las Lajas o El Navasillo (ambas ventas colindantes): Hay que tomar la carretera N-332, Ronda-San Pedro de Alcántara (km 11´5). Es decir a unos 11,5 km de Ronda o unos 38,5 km de San Pedro.
Cómo llegar al inicio de ruta:  Por la misma carretera N-332, desde las mencionadas ventas, tomamos dirección San Pedro de Alcántara y poco más allá de un kilómetro, coincidiendo más o menos con el p.k. Nº13 nos encontramos con el desvío de acceso al parque, que como vayamos despistados, nos podemos pasar de largo. Éste desvío se encuentra a la izquierda de la carretera dirección San Pedro o a la derecha, dirección Ronda. Aproximadamente a unos dos kilómetros del inicio, nos encontramos con una bifurcación en el lugar conocido como "Rajete", que reconoceremos fácilmente, porque coincide con el lugar, donde la pista principal por la que vamos pasa por el vado que salva las aguas del arroyo de la Fuenfría, junto al cual discurre paralelo un ramal de pista a la derecha, que nos llevaría hasta el A.R. de la Fuenfría Alta, lugar más que recomendable para dejar un coche pues es el final ideal para este recorrido.
De regreso por al pista de la Fuenfría, volvemos hasta la pista principal, que tomamos en dirección ESTE, a la derecha, tal y como regresamos de la Fuenfría y continuamos con nuestro vehículo hasta la Nava de San Luis, que reconoceremos por un gran llano, presidido por unas casas (Alojamiento rural de lujo), con el idílico telón de fondo del cerro Alcojona, a la derecha de la pista, que reconoceremos fácilmente por su curiosa forma de "queso de tetilla". Las perspectivas van mejorando, conforme ganamos altura por la pista que en todo momento, se dirige a Quejigales (clásico punto de partida para iniciar la Ascensión a La Torrecilla, Enamorados y otros lugares emblemáticos del Parque).
Unos dos kilómetros más allá de La Nava de San Luis, superados los cerrados zigzags por los que hemos ido ganando altura, nos encontramos con una bifurcación. El carril que sigue por la izquierda, se dirige a Quejigales y el de la derecha a Tolox y Pinsapo de la Escalereta, que será nuestro camino a seguir, a partir de aquí la pista empeora un poco por presentar mas piedras sueltas, pero en cualquier caso asequible para cualquier tipo de turismo que no sea demasiado bajo.  Mientras seguimos disfrutando de magnificas panorámica sobre el cerro Alcojona y el maravilloso pinsapar asentado sobre su falda septentrional, todo ello perteneciente al variopinto término municipal de Parauta, poco a poco la pista se va adentrando en un bosque cerrado de encinas, quejigos, pinos reales, negros y carrascos, pinsapos que lucían flores masculinas a modo de piñas pequeñitas de una intensa tonalidad rojo burdeos y abundante matorral mediterráneo. Tres kilómetros más allá de la mencionada bifurcación la pista traza una cerrada curva a la altura de un pronunciado badén  e inmediatamente después nos encontramos con una plazoleta que hace las veces de aparcamiento, el lugar es conocido como "Llano de la Laguna", que es nuestro inicio de ruta. Allí nos encontramos con varios paneles informativos de lugares, distancias, aves más representativas de la zona o el sendero "Pinsapo de la Escalereta", cuyo primer tramo, ramal de pista secundaria, en dirección sur, coincide con el inicio de nuestro recorrido.
Resumen itinerario:  Inicio del Sendero Pinsapo de la Escalereta, Mirador y Pinsapo del Puntal de la Mesa, cordal del cerro Alcojona hasta su cumbre. Descenso al Puerto Capuchino, Ascensión al cerro Abanto por fuera de la alambrada hasta su cumbre. Prolongación por su crestería en descenso hasta salir a la Vereda o Pista de La Refriega, que tomamos a la derecha, dirección O,N-O, hasta el Puerto del Robledal, que erróneamente aparece en los mapas como Puerto de Las Trincheruelas (que en realidad está en la cordal Trincheruelas-Palmiteras a unos tres o cuatro kilómetros al S-O de este punto.  Rodeamos el Peñón del Robledal (1.369 m) por una pista secundaria, que pronto se ve invadida por matorral y pinos caidos, hasta que venimos a salir al cortafuegos que nos lleva al Puerto de Los Realejos, que lo atravesamos manteniendo dirección O, N-O. tomando ahora como referencia una loma, cuyo cordal irá quedando a nuestra izquierda, conforme vamos descendiendo por una senda de cabras, hasta el erróneamente denominado Puerto del Robledal, desde donde comienza el sendero de ascensión al cascajares propiamente dicho. Tras la ascensión al cascajares, regresamos sobre nuestros pies a este mismo punto y tomamos la pista terriza que desde aquí parte, predominantemente en descenso y en dirección E, N-E hasta llevarnos sin margen de error hasta el A.R. de la Fuenfría Alta, donde dejamos nuestro vehículo de enlace a primera hora de la mañana.
Distancia a aprox: 14 km
Desnivel subida y bajada: 800 m
Dificultad: Alto por el perfil en diente de sierra y algún tramo de cierta exigencia en el cerro Abanto, que en más de una ocasión hará necesario el uso de las manos y un par de tramos campo través con mucho matorral de aulagas.
Tiempo aproximado: dependerá principalmente de nuestro estado de forma, número de personas que formen el grupo y pausas.
Punto de partida: Llano de la Laguna (1.184 msnm)
Puntos mas elevados:  Alcojona (1.501 m), Abanto (1.503 m) y Cascajares (1.416 m)
Punto de finalización:  A.R. Fuenfría Alta (1.270 m)
Tipo de ruta: Lineal
Tipo de suelo: 30% pista o cortafuegos, 70% trazas de senderos intermitentes, muy difuminadas o directamente campo través.
Fecha y meteorología: Sábado 5 de Mayo 2018, cielos despejados con interbalos de nubosidad intermitente a partir del mediodía. La cumbre del Torrecilla estuvo cubierta la mayor parte de la jornada, a partir de las 11.00 am
Participantes:
Ana "la Arqueóloga", Mabel "Libre y Salvaje, Don Manuel "Premio Nobel de Senderismo", Rubén "Kminante del Sur" que aportaron muchas fotos de esta crónica  y un servidor Juan Ignacio Amador que la firma y aportó algunas fotografías, los mapas y las localizaciones de lugares en las fotos.
Mapas y Bibliografía:
SOBRE LOS PINSAPOS:
https://blogsostenible.wordpress.com/2016/05/04/abies-pinsapo-abeto-andaluz/
PINSAPO DE LA ESCALERETA
http://www.laopiniondemalaga.es/municipios/2013/04/05/edad-apaga-pinsapo-escalereta/578821.html

Track de referencia:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/llano-de-la-laguna-alcojona-abanto-cascajares-a-r-fuenfria-24620606
Alicientes principales:  Esta ruta enlaza un trío de ases de las grandes secundarias de la zona Occidental del Parque Nacional Sierra de las Nieves. Es posible que cuando se inicie el nuevo protocolo de visitas al interior del Parque exclusivamente con minibuses lanzadera, itinerarios como este, requieran de un pateo mucho más largo, si nos restringen el acceso con nuestros propios vehículos.
Breve descripción de la ruta:
1ª parte, Ascensión al CERRO ALCOJONA ó ALCOR (1.501 m) "El Gran queso de Tetilla"
Una vez en la pequeña explanada del Llano de la Laguna, observamos cómo se bifurca la pista por la que hemos llegado, que continúa dirección N-E, hacia Tolox (32 km), por este ramal continuaríamos si fuésemos a hacer las rutas del Alcazaba desde la Majá de Paco Agüera o La Torrecilla por el mítico Paso del Cristiano.
Pero nosotros tomamos el ramal secundario de pista que en dirección Sur, coincidiendo con la señalización “Pinsapo de la Escalereta 1 km”, este camino, se nos aparece envuelto en un halo de misterio por la perpetua umbría, debido al gran tamaño de los árboles que flanquean el camino y laderas aledañas, cubiertas de pinos reales, negros y carrascos, así como de los pinsapos que, aquel sábado 5 de mayo de 2018,  lucían flores masculinas a modo de pequeñas  piñas color rojo burdeos, que parecen moras grandes, también pueden ser  de color amarillo, y tal y como nos estuvo explicando nuestra amiga Mabel, liberan gran cantidad de polen al viento. Las flores masculinas están separadas (es un árbol monoico) y crecen en la parte baja del árbol. Ambos tipos de flores maduran en primavera pero no a la vez en cada árbol, evitándose así al máximo la probabilidad de autofecundación en el mismo árbol. Cuando ésta ocurre las semillas no son fértiles o producen plantas muy débiles.
Las flores femeninas crecen en la cara superior y en los extremos de las ramas más altas. Las piñas crecen erectas hacia arriba (10-16 cm.), con sus escamas puestas helicoidalmente sobre el eje de la piña. La producción de flores suele ser muy intensa cada 2 ó 3 años, y puede adivinarse mirando en cada árbol las yemas de las flores el verano anterior. Al secarse las piñas, sus escamas se caen, liberan las semillas, y dejan en el árbol los raquis (ejes) de las piñas, con algunas escamas estériles en la punta.
La semilla es triangular, en forma de cuña (7 mm.), con un ala tres veces mayor que facilita su viaje con el viento. Contiene un aceite inflamable de olor muy agradable. Para germinar requiere pasar un período de frío, evitando así que el arbolito nazca antes del invierno y se congele. Por tanto, las semillas germinan pasado el invierno. Cada semilla nace con 5-8 cotiledones  (hojas iniciales). Muchas semillas no son viables por una polinización deficiente debida a que los ejemplares no abundan.
Los tres núcleos principales donde nos encontramos con bosques de pinsapo son el parque Nacional Sierra de las Nieves, el parque Natural de la Sierra de Grazalema y la vertiente norte del paraje de Los Reales de Sierra Bermeja. Después hay lugares donde la repoblación humana está dando sus frutos como en algunos rincones de la Sierra Almijara, en Alozaina o a los pies de la cara norte del Castillón de Cuevas del Becerro. También podemos encontrar pequeños rodales de pinsapos jóvenes probablemente por repoblación natural, en la vertiente oeste de Sierra Canucha, seguramente, debido a su proximidad a la Sierra de las Nieves.
Como íbamos diciendo, desde el Llano de la Laguna, tomamos el ramal de pista secundaria que se adentra en un denso pinsapar con ejemplares de gran porte, coincidiendo con el Sendero del Pinsapo de la Escalereta. En pocos minutos a nuestra izquierda, por encima de las copas de los pinsapos, en dirección Este, comenzamos a vislumbrar la imponente silueta de la Torrecilla (1.919 m) y a su izquierda La Alcazaba y la loma por la que de forma intuitiva ascendemos a esta cumbre desde la cañada de Paco Agüera, que hasta más allá de la cumbre del Abanto, seguirán siendo nuestros hitos orográficos más significativos, al principio a Este de nuestra posición y después al N-E.
En poco menos de diez minutos desde el inicio, nos encontramos un ramal de sendero a la izquierda del camino, que conduce al Pinsapo de la Escalereta, declarado en su día Monumento Natural y todo un símbolo dentro del parque nacional Sierra de las Nieves. Su tronco mide 5,10 m. de circunferencia y 1,62 m. de diámetro. Se le calcula una edad de entre 350 y 550 años; se ubica a 1100 m. de altitud, su sombra abarca
unos 200 m2, su altura es de 26 m., a los 3 m. de altura, el tronco se divide en tres ramas de 80 a 90 cm. de circunferencia y una de éstas se subdivide a su vez en dos...
Cuenta la leyenda que el pinsapo creció justo en el lugar donde fue enterrada una mujer de gran hospitalidad que prestaba su ayuda para socorrer a todo el que pasaba por la zona arrastrando dificultades.
Sin embargo, nuestros amigo Andrés Rodríguez nos recuerda que desde hace poco, una de las patas del Pinsapo de la Escalereta, denominado así por la disposición de las lajas calizas a modo de escalones sobre las que ha crecido, empezó a deteriorarse, signo del comienzo de la agonía del viejo coloso. Por desgracia ya ha comenzado a morirse de viejo, podrían quedarle muy pocos meses de vida porque la muerte de los pinsapos es así. Se irá deteriorando hasta que sólo quede el esqueleto. Uno de los principales motivos que ha propiciado su aspecto monumental ha sido el hecho de que haya crecido en una situación propicia para su desarrollo, porque cuenta con las aguas subterráneas del Cambullón de Vélez.  Y contra lo que algunos comentan, su inevitable muerte no se debe a ninguna enfermedad, sino que son los  años, varios siglos ya, los que le están afectando, porque hace poco se realizó una investigación y todo estaba correcto. Por otra parte el Gran Rafa Flores nos recuerda que es un proceso natural que esté llegando a su fin. Normalmente, un pinsapo sólo llega a los 200 años aproximadamente y éste ha sido capaz de resistir a las inclemencias del tiempo durante muchísimo tiempo.
Visitar el pinsapo de la Escalereta y retornar al camino principal, lleva un mínimo de 20 minutos, mas el tiempo que le dediquemos a fotografiarlo, pero los cinco compañeros allí presentes, ya lo habíamos visto en varias ocasiones y además en pocos minutos el final de la pista, que pasa a convertirse en sendero, nos conduce hasta el Mirador y el gran pinsapo del Puntal de la Mesa, de características muy parecidas en dimensiones y longevidad al Pinsapo de la Escalereta.
El Pinsapo del Puntal de la Mesa nos sirve de referencia para abandonar el sendero que traemos y tras hacernos la correspondiente foto junto a este gran coloso solitario, que se encuentra, apenas 20 m por encima del Mirador del mismo nombre, iniciamos la ascensión por un difuminado sendero de cabras montesas que discurre más o menos, paralelo al borde de los Tajillos Blancos que llevaremos  a la izquierda en el primer tramo de la ascensión. Se trata de una ascensión muy llevadera en sus inicios, pues al comienzo la pendiente no es demasiado pronunciada, mientras vamos ganando altura entre abundante matorral de piornal y la parte alta de un bosque de pinsapos que irá desapareciendo poco a poco, conforme vayamos ascendiendo.
Desde el inicio de la ascensión dos grandes colosos calizos se vislumbran en  nuestra trayectoria: el primero y más alomado a la derecha que en el track lo denominamos "Joroba 1" y a la izquierda otro más alpino que a primera vista pudiera parecer la cumbre del Alcojona, al que denominamos "Joroba 2" o "Falso Alcojona", ya que el Alcojona propiamente dicho, se encuentra a la derecha de este segundo pico, detrás de la primera elevación mas alomada.
Al ser varias las trazas de sendero con las que nos iremos cruzando, se diversifican las posibilidades sobre nuestro camino a seguir. Pero nosotros, proponemos  el que ccontinúa paralelo al borde de los tajos que llevamos a la izquierda, sin abandonar el cordal, de las dos elevaciones que tenemos ante nosotros. A poco que nos despistemos, podemos tomar alguno de los senderos de cabra, que faldean las escarpadas laderas, pero si esto ocurriera, debemos rectificar, ganando altura de la forma más cómoda posible hasta situarnos sobre su cordal, o lo más cerca posible a la misma.
 Una vez que vamos dejando detrás los últimos pinsapos comienza a ganar protagonismo el esparto y el matorral almohadilladlo (piornal de alta montaña), así como magníficos ejemplares de enebros y sabinas.  Entre la abundante caliza donde predominante de color gris claro, tapizado por abundantes capas de musgos y líquenes de diversas tonalidades, nos encontramos algunos ejemplares de calcita cristalizada, donde podemos observar distintos estratos, que nos hablan de sus etapas de sedimentación, según las capas de agua y hielo sobre la que se han ido originando, a lo largo de milenios.
Ni que decir tiene que las vistas son sencillamente extraordinarias: a nuestra espalda (N-E) presiden el horizonte La Torrecilla (1.919 m) techo del Parque y de todo el cuadrante S-O de la Península Ibérica y La Alcazaba (1.700 m) a su izquierda; a nuestra derecha N aparece el llano conocido como la Nava de San Luis presidida por el Alojamiento Rural (propiedad del mítico TOM, al igual que la Finca de la Fuenfría, que abarca la mitad del cerro Abanto, incluyendo toda su cordal desde el Puerto Capuchino hasta su cumbre y la prolongación de su cordal hasta la Vereda de La Refriega. Además del Cancho del Conio en la divisoria Genal-Guadiaro y otros cotos de caza repartidos por la Serranía), también se vislumbra la ciudad de Ronda y por encima de ella la Meseta de Acinipo, a la derecha de Ronda se distingue perfectamente la Peineta de Sierra Hidalga. De frente al S-O la cordal que nos llevará al cerro Aljona y a su izquierda el cerro Abanto, nuestro segundo objetivo, ya en territorio peridotítico (roca color rojizo) y a nuestra izquierda S, S-E, toda la caída hacia el Barranco del Quejigo, hacia su confluencia con el Cambullón de Vélez, procedente de la Meseta de Quejigales, de la unión de ambos barrancos nace el río Verde de Istán; y como telón de fondo Sierra Canucha y Sierra Blanca de Istán, Ojén y Marbella.
Al superar la primera loma, ya se intuye fácilmente nuestro recorrido, que discurre sobre el cordal que nos lleva hasta la segunda elevación que al comienzo podía parecernos el Alcojona, pero que desde allí arriba, ya vemos claramente como es la otra elevación, a la derecha de la segunda. No es necesario coronar la segunda elevación, que de hecho podemos rodear ligeramente por su vertiente derecha (N), dirigiendo nuestros pasos hacia el collado, que lo separa del Alcojona, propiamente dicho. 
Una vez en dicho collado, al tratarse de un lugar obligado de retorno, decidimos dejar allí las mochilas, echar un trago y tras coger las cámaras, tirar ladera arriba, yendo ligeros de equipaje para llegar hasta los dos monolitos de piedra que hacen las veces de vértice geodésico del cerro Alcoja o Alcor (1.501 m), que aparece erróneamente señalado en el mapa de Edit. Penibética como "Alcojoncilla".
Desde su cumbre, a las vistas ya mencionadas habría que añadir en dirección S-O, la tremenda cantera o/y mina al aire en el pie de monte de la vertiente E y NE del cerro Cascajares, a su izquierda cerros de menos altitud, cubiertos de una densa masa forestal por donde discurre nuestra aproximación al Cascajares y a la derecha del mismo, algunos pueblos del Alto Genal, la Sierra del Oreganal y ya, mucho más lejana, la Sierra de Grazalema.
2ª parte, Ascensión y Descenso del cerro ABANTO (1508 m), la montaña alambrada:
Una vez finalizada la identificación de hitos orográficos y poblaciones varias 360º a la redonda, así como las fotos de rigor. Descendimos  sobre nuestros pasos hasta el collado donde habíamos dejado las mochilas. Rodeando el "Falso Alcojona" (o "Joroba 2" por la derecha, vertiente E, a través de un sendero de cabras desde donde iniciamos un pronunciado descenso. 

A penas, cinco minutos más allá del mencionado collado, observamos otro collado a nuestra izquierda, ligeramente por encima de nosotros, a menos de 25 m de distancia, hacia donde dirigiremos nuestros pasos si o si, porque de mantener la trayectoria que llevamos, el sendero se va cerrando cada vez más, hasta vernos obligados a abrirnos paso por un cerrado mar de aulagas. Sin embargo, desde este segundo collado, el difuminado sendero se hace mucho más llevadero y llegamos de forma mucho más limpia y directa al collado Capuchino (o Capuchín), que es el puerto que separa el cerro Alcojona, que ahora vamos dejando a nuestra espalda y el cerro Abanto, que es hacia el que iniciamos la ascensión desde este punto.
Es el Puerto Capuchino un lugar de gran interés geológico, por ser el lugar donde se fusionan
las  rocas peridotitas (de origen Magmático) de las que está compuesta el cerro Abanto, así como Los Reales de Sierra Bermeja y otras sierras más cercanas como las de Tolox, Ralmitera, Real y Realengo, al sur. Y las calizas que dejamos atrás del cerro Alcojona, de origen sedimentario. En el Puerto Capuchino nos encontramos con una verja que podemos saltar, sin dañar su estructura, por un saltadero a la derecha de la misma (si bien estaríamos en el Coto de Caza de la Finca de la Fuenfría) o bien, no tenemos porque entrar, pues podemos iniciar la ascensión por fuera de la alambrada, que en todo momento, llevaremos a la derecha, que fue lo que hicimos nosotros, llevando a nuestra izquierda, la caída hacia el profundo barranco del Quejigo, en la primera mitad de la ascensión podemos disfrutar de la agradable sombra de los pinos, que siempre ayudan a mitigar el esfuerzo.
Pero antes de llegar a la mitad de la ascensión, también desaparece la agradable sombra de los pinos, encontrándonos ya solo con algunos ejemplares aislados y bloques de peridotita, que irán aumentando de tamaño, conforme vamos ganando altura. Las escarpadas laderas quedaron asoladas como consecuencia del enorme incendio que tuvo lugar en el verano de 1991 y que abarcó desde el cerro Abanto hasta Sierra Palmitera. Afortunadamente el monte comienza a regenerarse, aunque sea con especies de reforestación como los pinos.
Continuando con la descripción de nuestra ascensión, al cerro Abanto, teniendo como referencia en todo momento la alambrada que discurre por el mismo cordal de la montaña. Una vez que superemos un primer collado donde se acumulan grandes bloques de peridotita, que aún nos da varias opciones para permanecer pegados a la valla metálica o bien separados hasta más de 20/30 m de distancia, la cordal no tarda en transformarse en una arista con vertiginosos pasos de caída vertical hacia nuestra izquierda. 

Hasta el punto que si no nos queremos jugar el físico en algunos pasos de fe, con mucho vuelo, estamos obligados a pasar al otro lado de la valla, donde la ascensión resulta mucho más llevadera y sin ningún paso expuesto, si bien, tendremos que seguir usando las manos en algunas ocasiones en que grandes bloques de peridotita se interponen en nuestra trayectoria, si bien, se trata de pequeñas trepadas sencillas, que no presentan mayor dificultad, que el propio esfuerzo de la ascensión.
Además de la predominante peridotita que nos rodea por todas partes, nos encontramos con preciosas rocas de serpentina que en ocasiones parece tener incrustaciones de mica, y que distinguiremos por su tono brillante parecido a la pizarra, pero con un color donde se fusuiona el verde oscuro con el gris y negro. 
La última parte de la ascensión se hace un poco dura, porque no existe ningún sendero claro, si escogemos progresar por su arista debemos extremar las precauciones en algunos pasos, siendo por ello lo más recomendable, que nos dejemos caer un poco hacia la derecha (vertiente O) y no realizar nuestra ascensión definitiva hasta divisar el punto más alto, donde yo juraría que antaño existía un vértice geodésico al otro lado de la alambrada, pero repasando fotos de la ascensión que hicimos en enero 2010, deduzco que este vértice geodésico sólo existió en mi imaginación. En cualquier caso, se trata del punto más alto de una dorsal, repleta de salientes rocosos en su tramo más alto, no es la típica cumbre acogedora que en ausencia de viento te invite a disfrutar de un relajado almuerzo, más bien es un lugar un tanto agreste e inhóspito, que te invita a abandonarlo cuanto antes.  Una chova piquirroja pasó muy cerca de nosotros, graznando, como si se estuviera riendo de nosotros.
Hay quien dice que la palabra "Abanto"  hace referencia al tono rojizo de las rocas que lo forman, cosa que si me cuadra con Sierra Bermeja, pero jamás había oído que abanto fuera un sinónimo de rojizo. De hecho, en el Diccionario de la RAE: Abanto aparece como sinónimo de aturdido o torpe y refiriéndose a un toro que pueda parecer temeroso o espantadizo.
Para descender del cerro Abanto, una vez situados de nuevo en el perímetro exterior de la alambrada, prolongamos nuestros pasos en dirección S, S-E por su crestería. Sin más referencia que la misma divisoria de aguas y tenues senderos de ganado o/y de la fauna, principalmente de cabras montesas y jabalís de la zona.
Tres meses antes habíamos realizado la crestería integral de Sierra Palmitera y el terreno era practicamente calcado, los mismos bloques de peridotita y la misma flora: piornal, matagallo, esparto y aulagas principalmente. Poco más de un kilómetro nos separa de la pista terriza a la que tenemos que descender, en la primera mitad, salvando algún saliente rocoso con cuidado, se camina sin problemas por una zona muy despejada, esta zona es conocida como "Orejas de Burro". 
Sin embargo, al igual que en Sierra palmitera, mientras más vas bajando, mas cerrada se presenta la vegetación de matorral pinchoso ante nosotros, hasta que ya vemos la pista terriza a nuestra derecha, casi a tiro de piedra. Descendiendo al destrozo o con un poco de suerte, con algunos metros de antiguos senderos intermitentes que aún distinguimos entre el denso matorral. Y así aterrizamos en la pista terriza, que aparece en los mapas como "Vereda del Puerto de la Refriega".
Una vez en esta pista terriza, la tomamos a la derecha, en ligera pendiente de subida dirección N-O, algo más de un kilómetro hasta el "Puerto de la Trincheruela", aunque Rafa Flores afirma que en realidad se trata del "Puerto del Robledal", de hecho en teoría el Puerto de las Trincheruelas, se encuentra en la sierra del mismo nombre que estaría en la cordal que va del Puerto de Realejos a la crestería de Sierra Palmitera, si bien es cierto que el cordal de esta subsierra, comienza precisamente en este puerto. En cualquier caso, este puerto es fácil de reconocer, por la pequeña ermita-hornacina que existe con una imagen de María Auxiliadora.
En este punto finaliza la ascensión casi continua que viene desde San Pedro por el Camino del Castaño Santo y a partir de aquí ya comienza a descender hacia Ronda. Es importante recordar que si continuamos por esta pista tras un dócil kilómetro de descenso en dirección Oeste, se llega al A.R. de la Fuenfría Alta donde habíamos dejado los vehículos al comienzo de la jornada. Esta es una opción a tener en cuenta para quienes dispongan de menos tiempo, o den por bueno el recorrido hasta aquí, que aunque relativamente corto en distancia, es intenso en sensaciones montañeras y panorámicas grandiosas. Por nuestra parte el Puerto del Robledal (erróneamente denominado del  "de la Trincheruela", fue el lugar escogido para almorzar a pocos metros de la hornacina, saludando a una pareja que pasaba por allí, viniendo desde San Pedro para preparar la prueba de los 101, que tendría lugar en Ronda al sábado siguiente.
3ª parte, Ascensión al CERRO CASCAJARES (1.416 m) "El cerro profanado"
Finalizado el almuerzo, tomamos el ramal de pista que en dirección S-O, rodea un precioso peñón calizo, que por proximidad los denominamos "Peñón del Robledal" y que iremos dejando a nuestra derecha. A partir de aquí la ruta discurre por fuera de la línea que delimita el territorio considerado parque nacional, que por esta zona coincide con el trazado del Camino de la Fuenfria hasta el Puerto del Robledal y desde aquí traza una línea recta hasta la crestería del Abanto, a la altura de Las Orejas de Burro. Esa misma divisoria sirve para delimitar los términos municipales de Parauta por donde discurrió la mitad de la ruta hasta el descenso del cerro Abanto; y de Igualeja por cuyo término municipal discurre el resto de la ruta, incluido el cerro Cascajares, naturalmente.
Tal y como vamos rodeando el mencionado peñón, la pista, antaño limpia y despejada, ha ido cayendo en el abandono, hasta verse invadida de aulagas y sobre todo jara pringosa, que no obstante podemos ir esquivando con un poco de paciencia, al igual que algún pino caído, unas veces por la izquierda y otras por la derecha, tenues senderos de cabras nos dan la pista del camino a seguir, que en cualquier caso debe ser predominantemente S-O, Oeste, sin ganar, ni perder altura, siempre manteniéndonos sobre el bancal de la antigua pista, que mas que verse se intuye, hasta que un kilómetro más allá de campo través y pinar muy cerrado, venimos a salir a un cortafuegos, que en 
suave ascensión ¡por fin!, por terreno despejado nos lleva hasta un collado (1.343 msnm), donde giraremos a la derecha,m dirección Oeste, para descender hasta el Puerto de Los Realejos (1.298 m), aunque no aparezca en los mapas desde este punto, sale una pista en dirección Sur, que tres meses antes, utilizamos para llegar dócilmente hasta el Puerto de Las Aguzaderas, desde donde continuamos toda la crestería de la Palmitera. Pero en esta ocasión, atravesamos el Puerto de Los Realejos (1.298 m), manteniendo la dirección Oeste en lo que sería la prolongación de la línea de cortafuegos que traemos, alcanzando un collado situado a 1.379 m, apenas 300 m más allá del mencionado puerto. Ni que decir tiene, que en plena digestión la pendiente de este tramito de cortafuegos se hace un poco cañera.
Una vez en el mencionado collado, estamos situados al inicio de una cordal que en dirección Este-Oeste nos orienta hacia nuestro objetivo, el Cascajares que ya vemos cada vez más cercano, aunque también podemos caminar sobre dicha cordal, lo más práctico es caminar en paralelo a ella, llevándola a nuestra izquierda, mientras vamos descendiendo por un desdibujado sendero de cabras por un terreno mixto, de contacto entre las peridotitas y los mármoles de la Unidad de las Nieves, llegando en un descenso relativamente tendido al "Puerto del Robledal " (1.299 m). 
En este punto comienza la ascensión al cerro cascajares, al comienzo el sendero parece claro, pero no tarda en presentarse confuso, conforme aparecen bifurcaciones de senderos paralelos al principio, pero que no tardan en separarse, sirva como norma, mantener rumbo oeste, escogiendo siempre el ramal de sendero que nos mantenga más cerca del cordal montañoso que tenemos a nuestra izquierda, para comenzar a ganar altura lo antes posible, hasta enlazar con el empedrado sendero, que ahora sí, se hace ya muy evidente, enfilando de forma directa hacia las dos cumbres del Cascajares, dejando la segunda cumbre a nuestra izquierda (Cascajares 2: 1.411 m) y continuando hacia la cercana cumbre del Cascajares 1: 1.416 m El empedrado sendero viene a morir en el collado existente entre las dos cumbres, pero el terreno hasta la cumbre del Cascajares es relativamente dócil y escalonado y más o menos podemos atacarle por cualquier flanco, siendo la forma más fácil y directa por la vertiente sur, donde alguna traza de sendero de ganado, siempre nos aportará alguna pista sobre el trazado más asequible. Se trata de un vértice geodésico de tercer orden y su hito se conserva razonablemente bien. Una grieta atraviesa la base de lado a lado y la divide en dos.
La parte más alta del cerro presenta dos eminencias, que salvando las diferencias, bien podría recordarnos al Lucero y al Lucerillo, aunque en este caso las altitudes son prácticamente inéditas pero en este caso casi 400 m más bajas que el Lucero (en Sierra Almijara). Ambas cumbres distan 252 m en línea recta, separadas por un puertecillo hasta el que llega el empedrado camino que antiguamente conducía hasta las denominadas minas de la Fuenfría.
El cerro Cascajares pertenece a la sierra Blanca de Igualeja. Por el O desciende hacia el valle del Genal y sus aguas vierten a este río por varias cañadas. Por el S sus laderas bajan hasta el cauce del río Seco de Igualeja, tributario más lejano respecto al teórico nacimiento del Genal y por ello considerado auténtico nacimiento del Genal, que de forma orientativa podríamos considerar la cañada central alrededor de la cual pivota esa gran curva de herradura que traza la carretera Ronda-San Pedro desde el Puerto del madroño, hasta los pies del Cascajares.
Por el E y el N lo limita el arroyo de la Fuenfría, que se une luego al de las Carboneras, afluente del Guadalevín o río Grande de Ronda. Lástima que al Norte de este cerro, en gran parte de su base se siga explotando desde hace muchos años, una mina a cielo abierto de magnetita y canteras de mármol (de ahí el nombre de Sierra Blanca de Igualeja).
Como hitos más significativos desde su cumbre destacan al Sur: Montemayor, sierra Palmitera, sierra de Trincheruelas, sierra Blanca de Marbella, sierra Canucha, sierra Real de Istán, con el vértice geodésico de Armas y, entre ella y la sierra de Trincheruelas, la cumbre del cerro del Duque, en la sierra de las Apretaderas;  al Este los cerros Abanto y Alcojona y detrás las laderas sudoccidentales de la Torrecilla y la sierra de las Nieves; al Este la sierra del Oreganal, con la cancha Almola, Jarastepar, sierra de Juan Diego, sierra Blanquilla de Cortes, sierra del Pinar de Cortes, sierra de Benadalid, Benalauría y Algatocín y, entre nosotros y ellos, el alto valle del Genal del que vemos dos pueblos: Cartajima en la laderas septentrionales y Pujerra en las meridionales; y un poco más a la izquierda, el cerro Jardón.
Su relativa proximidad al solitario paraje de la Fuenfría y su interesante entorno forestal, geológico y paisajístico, son motivos suficientes para apuntar esta cumbre en la agenda de rutas pendientes, de quien aún no la haya subido. De hecho, es una de las atalayas favoritas de los más experimentados fotógrafos de la Serranía  como mis grandes Maestro Rafa Flores “El Mago Gandalf de la Serranía” o Carlos Tapia “El Reportero de los Atardeceres”. Ya que desde el cerro Cascajares se disfruta de espectaculares atardeceres, con una panorámica privilegiada sobre gran parte del valle del Genal. 
Después de abandonar la cumbre más alta, ascendimos a la segunda cumbre, que por tener una caída más directa sobre el Valle del río Seco, hacia la carretera san Pedro Ronda, transmite mayor sensación de altitud y verticalidad. Entre esta segunda cumbre y el collado que la separa de la principal, nos encontramos con restos de un refugio, que por su estratégica situación bien, podría haberse construido como  puesto defensivo de observación  militar, más que como refugio pastoril, en cualquier caso está levantado con grandes lajas de mármol.
Hay que recordar que cuando la guerra civil estalla en 17 de julio de 1.936. Queipo de Llano toma Ronda el 16 de septiembre. El 5 de febrero de 1.937 Queipo de Llano inicia la ofensiva que había de culminar con la toma de Málaga y el 8 de febrero a las 7:30 a.m. los nacionalistas entran en Huelin. Así pues la carretera de San Pedro de Alcántara a Ronda se convierte en frente de batalla durante más de cinco meses, lo que justificaría plenamente la existencia de restos de fortificaciones, como la que se encuentra junto al antiguo sendero que sube desde la antigua carretera. (Ver descripción de esta ruta en el libro azul de "POR LOS MONTES DE MÁLAGA" (Edit. Primtel). Cuando se llega a la confluencia de dos vaguadas nos encontramos con una excavación circular con reparos de mampostería que hace pensar en un nido de ametralladoras. Continuando la ascensión desde la carretera, poco antes de llegar a la segunda cumbre se pasa cerca de un puesto de observación militar en la vertiente de la solana, la que da a la carretera, precisamente para disparar desde allí arriba a cualquier convoy militar del bando nacional que circulara por la carretera San Pedro-Ronda.
Antes de abandonar la segunda cumbre, que por su situación, me gusto más que la más alta, a Manolo ya mí nos estuvieron sobrevolando varios buitres y más tarde estuvieron planeando en círculo por debajo de nosotros. Esta atalaya es tan bonita, que da pereza abandonarla.
Desde allí arriba, descendimos por el sendero empedrado, hasta el collado que mencionábamos al inicio de la ascensión, prolongandoahora nuestros pasos en dirección N-E, hacia la pista forestal, que deja a nuestra izquierda una balsa contraincendios, que se alimenta del nacimiento que surge justo por encima, desde una angosta vaguada, sobre la cual se encontraba las antiguas Minas del Robledal. 
Un poco mas adelante nos encontramos con dos bifurcaciones, en ambos casos, nos mantendremos  siempre en el ramal de la derecha que discurre por un cerrado pinar, que en suave descenso nos conducirá en poco más de veinte minutos al arroyo del Realejo, que junto con otra cañada cercana forma da origen al arroyo de la Fuenfría, cuyas aguas cruzamos por el puente vado, que ya nos deja frente al antiguo abrevadero y descansadero de ganado de la Fuenfría Alta, nombre con el que también se conoce al renovado cortijo blanco que vemos al fondo y la casi siempre, solitaria área recreativa, al lado de la cual, habíamos dejado el primero de nuestros dos vehículos a primera hora de la mañana. Finalizando de este modo una preciosa ruta montañera.

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