lunes, mayo 19, 2008

Visital al Parque Natural de Baixa Limia- Serra do Xurés (“Terras da Baixa Limia”, suroeste de Ourense, Galicia)
Inolvidable visita de la mano de mi gran amigo Servando “O Profeta das Rías Baixas” a uno de las rincones menos conocidos de la península ibérica. Donde la comunidad europea puso en marcha la primera experiencia comunitaria de colaboración transfonteriza con el fin de preservar toda la diversidad de esta interesantísima comarca a caballo entre España y Portugal. Por rango, el Parque Nacional da Peneda_Gerês (Portugal, 72.000 Ha.) junto con el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés (Ourense, España, 20.920 Ha.)forman una sola joya natural de esta vieja y nueva Gallaecia.
El acceso natural es la carretera N-540, que une Lugo con Portugal, pasando por Ourense capital y atravesndo toda la provincia de norte a sur o viceversa. Esta carretera atraviesa poblaciones como Bande ó Celanova, precisamente en esta segunda localidad, parada obligada para todo viajero que se precie, tomamos el desayuno y aprovechamos para visitar el Monasterio de San Salvador en pleno corazón de este bonito pueblo ourensano. La segunda parada fue en “Alto de Vieiro” (856 m.), donde camino del parque, siempre por la N-540 en dirección sur podemos ver a la izquierda de la carretera un curioso estanque protegido por unas barandillas de madera, alimentado a su vez por los caños que salen de la base del tronco del árbol que lo preside. Una especie de bonsái gigante que le da el toque mágico de postal a este puerto que en realidad no es mas que una pequeña tachuela de esta carretera bastante llana y con amplios tramos de rectas hasta que se adentra en los Ayuntamientos que componen el Parque Natural, finalizando el recorrido en la frontera de la Madalena (Lobios).
El Parque Transfronterizo Gêres-Xurés se ha convertido en el primer Parque Transfronterizo de la Comunidad Europea y el de mayor extensión contando con un total de 92.920 Ha. . de espacio protegido, si bien la zona portuguesa que es la de mayor extensión está catalogada como parque nacional y la española como Parque Natural de Baixa Limia- Serra do Xurés, encontrándose ubicado al suroeste de la provinciade Ourense en el extremo sur de la comarca de la "Baixa- Limia", en los municipios de “Entrimo” Y “Lobios”, cuyos concellos (ó términos municipales) se extienden por las orillas del embalse o “Encoro de Lindoso” que a su vez comparte frontera con Portugal, al igual que .el “Encoro del Salas”. Otro de los embalses que forma parte importante no sólo de sus paisajes, sino de su historia es el de “Las Conchas”, en cuya orilla norte se estableció el campamento militar romano de “Aquis Querquennis”, que controlaba el río Limia y sus alrededores, ubicado en las proximidades del pueblecito de “Santa Comba”. Una vez mas fue un privilegio caminar por la historia de la mano de “Servando” que dados sus amplios conocimientos de arqueología e historia fue narrándome cómo debió ser la forma de vida en aquel campamento, reconstruyendo cada estancia, a partir de una hilera de piedras en el suelo, según su distribución en plan “CSI”. A renglón seguido pasamos por el pequeño museo que se encuentra en sus cercanías, donde unas amables señoritas nos atendieron con el genuino encanto que caracteriza a los habitantes de estas hospitalarias tierras. Y de allí nos acercamos a unos baños termales, que todavía a fecha de hoy, se encuentran en medio del campo, muy próximos al “Encoro das Conchas”, junto a la aldea de “Os Baños”, cuyo nombre no deja lugar a duda al origen de lo que aquí se encuentra.


Por aquí pasaron las legiones romanas a la conquista de la tribu de los indomables “callaici”, o sea, de los galaicos. No existía entonces frontera alguna y aún tardaría en haberla. Un mismo río con dos variantes. Limia para los gallegos que lo ven nacer en las fuentes de Antela y Lima para los portugueses que lo ven morir en Viana do Castelo. Toda la zona está dominada por los cursos fluviales. Numerosos afluentes acompañan al Limia que acoge dos grandes embalses: el de As Conchas y el de Lindoso. Este último con presa en territorio portugués y agua gallega.
Nuestra siguiente parada nos llevó por una carreterita de montaña, hasta la misma frontera con Portugal concretamente a “Castro Laboreiro” una de las entradas al “Parque Nacional Peneda-Gerês”, donde un gran cartelón nos daba la bienvenida. Adentrarse por estas carreteras perdidas, es descubrir a cada paso un lugar donde detenerse. De todo tiene: aldeas tradicionales, miradores, embalses, cascadas o vestigios romanos decoran este accidentado espacio dispuesto en forma de herradura, cuyos extremos parecen abrazar el Sudoeste de la provincia de Ourense, con la que tiene más de 100 kilómetros de frontera en común. La Portela de Homem da acceso a la zona más conocida del parque y marca el límite entre España y Portugal o, lo que es lo mismo, entre Serra do Xurés y Peneda-Gerês. En realidad, uno es continuación del otro, aunque con sus peculiaridades. La Portela, en lo más alto del puerto, fue un importante puesto fronterizo y, aunque hoy poco queda de antaño, es el mejor lugar para observar restos de la vía romana que unía Braga con Astorga.
Si accedes al lado portugués, es decir al “Parque Nacional Peneda-Gerês”, la carretera que se adentra en el corazón de este espacio desciende en zigzag entre un frondoso bosque de pinos y encinas descubriendo en cada curva un hallazgo a cual más sorprendente. En una, un torrente que precipita sus aguas; en otra, una fuente; más tarde, uno de los mojones milenarios que medían las millas de la Geira (la vía romana) y, poco después, el espectáculo visual del embalse de Caniçada, donde el Cávado y su afluente el Caldo son transformados en lago en medio de un paisaje verdoso. Los caminos que surgen a uno y otro lado de la carretera merecen su tiempo, como el que lleva a la cascada do Arado, al mirador de Pedra Bela o a Campo do Gerês, que ofrece una magnífica panorámica del embalse de Vilarinho das Furnas y cuenta con un museo etnográfico sobre el pueblo que en 1970 quedó anegado por sus aguas. En realidad si se quiere conocer bien este parque hay que dedicarle mínimo una semana y moviéndose mucho, pero como sólo disponíamos de un día y además pretendíamos hacer una ruta acuática, dimos media vuelta para dirigirnos al recóndito pueblo de “Olelas” encaramado en lo alto de una sierra a modo de “Nido de Águilas”, donde tampoco faltaron las paradas para fotografiar algunos de los elementos paisajísticos comentados en este párrafo.
Sin duda “Olelas” es uno de los pueblos mas pintorescos de toda esta zona, amén de privilegiado balcón por su espectacular ubicación en lo alto de una sirrea, tal es el desnivel de la mayoría de sus calles que las casas tienen dos entradas una abajo para el establo y otra arriba para vivienda. En esta localidad se encuentra una de las mayores poblaciones de “vaca cachena”, una raza bovina en peligro de extinción. Se trata de una vaca, poco mayor que un becerrillo, de color castaño y de espectacular cornamenta en proporción a su tamaño. Por el plan de fomento de razas autoctonas de la “Consellería de la Xunta de Galicia” todos los propietarios de estos animales están obligados a comunicar cualquier parto, muerte, aborto y cualquier otra incidencia, tal es su importancia y el interés que existe por preservar a esta peculiar y entrañable especie donde las haya.
Realizada una breve visita a “Olelas” regresamos a la curva previa a la entrada en estra bonita aldea para almorzar con el delicioso pan de levadura hecho por “Servando y Elena” disfrutandode unas vistas memorables sobre la estrecha cola del embalse ó “Encoro de Lindoso” donde hacen frontera España y Portugal, precisamente las casas que podíamos distinguir perfectamente al otro lado del embalse mientras comíamos pertenecían a la localidad de “Lindoso” (Portugal), donde a decir verdad, se podía observar una mayor densidad en los bosques y mucho mas verde.
Precisamente desde esa misma curva situada pocos metros de la entrada en “Olelas” parte una pista asfaltada que desciende hasta el pie de la cola del embalse, donde llegamos no sin antes abrir varias cancelas, hasta situarnos al pie de una espectacular mole granítica que domina todo el paisaje en muchos kilómetros alrededor, y que justamente es la confluencia de los ríos “Castro Laboreiro”, también conocido como “Barranco de Olelas”, que entra por el norte haciendo frontera por Portugal y el Lima que directamente por el oeste, procedente directamente de Portugal. Cuyas cristalinas aguas remontamos de forma épica Servando y yo en una interminable sucesión de pozas y cascadas, contra corriente. Que a pesar de no llegar a superar el kilómetro aguas arriba, sin duda supuso el toque épico de la jornada no estando exento de dificultad y peligro en algunos pasos delicados, siempre contra corriente y con bastante fuerza de caudal. Precisamente en uno de esos pasos se me empapó mi cámara digital de la forma mas tonta que cabría esperar. Ya que al apoyar todo el peso de mi cuerpo sobre el pequeño bote estanco que llevaba especial para la cámara, la tapa se abrió lo suficiente como para dejar entrar una buena cantidad de agua de la cascada que intentaba superar en ese momento, anegando totalmente el bote estanco y dejándome un amargo sabor de boca, por no poder seguir fotografiando cada recodo de aquella ruta, cada curva del camino. Pero en compañía de grandes amigos como “Servando” y en aquel entorno mágico, las penas se llevan mejor y el descenso entre pozas y cascada lo disfrutamos juntos, como si de un parque acuático se tratara.
Esta región es recorrida por una gran cantidad de ríos, arroyos, torrentes y cascadas que atraviesan las numerosas sierras que forman este interesantísimo parque, alimentando a su vez a los grandes pantanos que dan de beber no sólo a los habitantes de la zona, sino de un amplioradio de acción alrededor. Según nos vamos moviendo por el parque, las sierras delimitan el horizonte con su perfil a veces redondeado, a veces afilado. Es inconfundible con sus característicos picos como castillos la “Sierra de Xurés”. Por altitud, conservan los circos glaciares más bajos de la Península Ibérica. De norte a sur, la Serra do Laboreiro y la de Queguas; los montes de O Quinxo; el alto de Santa Eufemia, ya vecino de la Serra do Xurés que se yergue en el punto más alto de todas estas serranías en el pico de A Nevosa (1.539m); más al oeste la Serra do Pisco y aún más alejada la Serra da Pena y las tierras del Couto Mixto que en tiempos no pertenecían ni a España ni a Portugal.
Los escarpados roquedales cercanos a “Olelas”, asistieron a la caza del último oso de estas latitudes y hoy son testigo del regreso de la cabra del Xurés a través de un plan de reintroducción en libertad de la cabra montés. La parte lusa conserva zonas muy frondosas con árboles de gran porte que antiguamente eran utilizadas para navegar como traviesas, cuadernas y mástiles de fama en los siete mares.
Pero no hay que olvidar que El parque natural “Baixa Limia-Serra Do Xurés”, además de su gran interés paisajístico, botánico y faunístico, también posee un gran potencial en lo referente a sus pueblos con muchísimo encanto, sus costumbres y tradiciones, donde la vida parece que se ha detenido en el tiempo. Encontrándonos con pequeños hórreos, pastos donde las vacas pacen sin molestias ó por ejemplo: casas apoyadas sobre inmensas rocas graníticas, como es el caso de la aldea de “Cela”, que además nos ofrece bellas vistas sobre la sierra de Xurés, el Quinxo y Sta Eufemia. Tal y como me enseñó Servando en otra parada inolvidable, donde pude comprobar como “Los "bolos" caracterizan el paisaje urbano de “Cela” donde sus habitantes han aprovechado las inmensas dimensiones de redondeadas moles graníticas, para hacer sobre ellas su casas y corrales. Especialmente interesante me resultó una casa apoyada sobre cuatro bolos. Si bien, este pueblo debería ser catalogado de interés paisajístico y monumental.
Desde esta peculiar aldea, digna de cuento de hadas, donde “los bolos” (moles graníticas)han sido reutilizadas como paredes y soportes para hacer las casas y corrales, parte un sendero balizado por el parque que nos muestra los caminos vecinales donde las vacas y los hórreos forman parte de este entorno rural de la Galicia profunda de montaña, si bien dada la hora que era decidimos dejar para una futura ocasión, ya que sin duda, en estos tiempos que corren, una visita a estas tierras recónditas es toda una cura para el cuerpo, la mente y el alma en estos tiempos donde “nos come la bulla y el estrés.
Flora: se trata de una zona de transición entre dos grandes regiones florales europeas: la Eurosiberiana (provincia atlántica) y la Mediterránea (provincia carpetano-leonesa). Por este motivo, la vegetación alterna bosques de árboles caducifolios, característicos de condiciones climáticas húmedas, con los de hoja perenne como el alcornoques (Quercus suber), más adaptados a la falta de agua durante determinados períodos del año. Pero la formación vegetal mas extendida es el bosque caducifolio, con robledales (Quercus Pyrenaica) y abedulares (Betula celtibérica), con presencia del madroño y el acebo acompañados por pino silvestre (Pinus sylvestris) y tejos (Taxus baccata) en las zonas mas elevadas. También existen amplios matorrales con algunos endemismos como el “Iris boissieri” ó el “Prunus Iusitanica”, especie que coloniza los barranquillos y otras áreas de gran humedad.
Fauna: Entre los Mamíferos destacan especies cinegéticas como jabalí, corzo, perdiz, liebre o conejo, los mamíferos están representados por el lobo como animal emblemático de estos territorios, a menudo vistos en las proximidades de basureros en los pueblos y aldeas buscando comida. También existe una amplia colonia de musaraña común, turón nutria, gineta, gato montés y comadreja.
En los cursos de agua aparece la trucha. Entre los anfibios y reptiles podemos citar a la salamandra rabilarga, la lagartija ibérica y la culebra viperina. Los dos embalses situados en el parque son el hábitat de importantes poblaciones de aves. Zampullín chico, ánade real, somormujos y aguilucho cenizo son algunas de ellas. También se observa la presencia de águila real, alcotán, azor, gavilán, águila culebrera, cernícalo común, cuco, pico picapinos y vencejo.
Existe un programa de recuperación en marcha del caballo (Equus cavallus) llamado Poni galego de Garrano, que vive en régimen de semilibertad en las partes altas (Leboreiro, O Quinxo, Santa Eufemia, Xurés ou Pisco) y por supuesto la emblemática “vaca cachena”.
Se puede combinar con una visita previa al Centro de Visitantes del parque Baixa Limia-Serra do Xurés. Con una visita al balneario de aguas termales de Lobios, junto con la visita didáctica a la via romana Nova y a la “mansio Aqui Originis” que son paso obligado para comprender la historia y legado de esta zona fronteriza con Portugal y el parque de Gerés.
Si se vienes con tiempo no te puedes perder: La sierra del Xurés, Leboreiro, Santa Eufemia, las riberas de los rios Salas y Covas, el barranco de Olelas, los bosques y picos de Fontefría, la arquitectura popular o los numerosos e impresionantes monumentos megaliticos repartidos por toda la zona.La arquitectura de la zona presenta antiguas casas de planta baja y de un solo recinto en cuyo interior, al parecer, convivían personas y ganado. Baixa Limia-Serra do Xurés une a sus valores naturales otros de tipo arqueológico, como los que representan sus dólmenes, que en la zona se conocen con el nombre de "mamuas".

jueves, mayo 08, 2008

Puerto de la Ragua-Chullo

Escapada al Chullo para completar los 8 techos provinciales de Andalucía:
Día 2 de mayo de 2008, a las 10 de la mañana lugar de encuentro previsto, en el aparcamiento del Albergue de montaña del puerto de la Ragüa, nos encontrábamos los cuatro héroes “sevillanos” del día anterior en la Sagra, con Jose Antonio Montenegro venido desde La Línea de la Concepción y con Enrique F. Bobadilla, que desde Jerez de Frontera, se estrenaba en su primera ruta montañera como socio de Pasos Largos.
El objetivo en este caso era ascender al punto más elevado de la provincia de Almería, El Chullo, última de las ocho cumbres andaluzas que restaba al triangulo Renault, Pepe el Makis, Ignacio Montaraz del Aneto y yo el Vendaval del Moncayo.

El Chullo es el pico más alto de la provincia de Almería, con 2.610 metros de altitud, encontrándose la cima en la frontera entre esta provincia y la de Granada. Esta excursión estaba prevista en un principio para el mes de febrero pero por inclemencias de la meteorología hubo que posponerla, y efectivamente la fecha inicial era la época ideal efectuar la ascensión, pues cuando no tiene nieve ofrece escaso interés. Es además una cumbre muy apropiada para los que se inician en el mundo de la montaña invernal, ya que no tiene dificultades técnicas, al tratarse de una pendiente no muy pronunciada aunque exigente, no obstante como cumbre de Sierra Nevada la vista sobre la Alpujarra almeriense y sobre el cordal que va desde el Morrón hasta el Mulhacén merece la pena y compensa con creces la subida, incluso con la poquita nieve que en estas fechas queda y que la bruma limitaba los amplios horizontes que podrían verse.

Iniciamos la marcha por un camino que sale de detrás del albergue, bordeando una zona repoblada de pinos, siguiendo el camino permite la subida directa hasta la cuerda de la montaña. Ya no hay más que seguir la loma hasta llegar a la cumbre. Un agradable levante nos acompaña en todo el trayecto evitándonos la sensación de calor.
Después de un descanso, alguna barrita energética, y las fotos en la cumbre, donde echamos en falta los estandartes de Pasos Largos, nos dirigimos en dirección este, cresteando hacia la Laguna Seca. Pasado el Morrón del Chullo a mitad de la loma de bajada a la Laguna, que a pesar de la últimas lluvias hacía honor a su nombre, Seca, y dado el cansancio del día anterior y que íbamos cortos de provisiones, decidimos regresar pero sin descender al camino de vuelta ya que a la subida habíamos visto dos pequeños neveros en la ladera norte y queríamos tocar la ultima nieve del Chullo de esta temporada, como así lo hicimos.
Más foticos con el contraste del blanco nival, y bajada al punto de inicio.
Subida para el currilum vital montañero, y a partir de ahora temblad resto de España, vamos a por vosotras.

martes, mayo 06, 2008

Sábado, 3 de mayo de 2008
Encuentro de Hermandad Sendérica Pasos Largos-Batolitos en el Peñón de Zaframagón:

Eran las 10,30 am. cuando empezábamos a llegar los primeros coches al antiguo proyecto de la Estación de “Navalagrulla”, curioso nombre compuesto por el accidente geológico de “la nava” donde se encuentra” y “la grulla” que no llegamos a ver. Como bien había explicado nuestro anfitrión: para acceder a la estación de Navalagrulla, tomamos por la A-384 y en el tramo que va desde Olvera a Algodonales, nos desviamos por una carreterilla en dirección a " La Muela", y trascurridos unos 3 km., tomamos una pista asfaltada a cuya entrada un cartel rezaba: "Vía Verde de la Sierra" donde en menos de un kilómetro llegábamos al punto de encuentro, terreno de suaves colinas, pero recóndito lugar donde los haya, para el que no es asiduo a “La Vía Verde”.

Encontrándonos en medio del puente del 1 de mayo, con las comuniones en las que se encontraban algunos de los mas ilustres miembros de Pasos Largos, bien como invitados, bien como anfitriones en el caso de Rafita y Andresito. Unidos a las escapadas y compromisos varios propios del mes de mayo, estaba claro que a la asistencia no iba a ser multitudinaria. Pero ya estaban allí el incombustible Juan Antonio Mena, candidato a “Senderista destacado 2008”, haciendo escuela con su hija Ana y su gran admiradora Lourdes desde Málaga capital. Mónica “La Princesa de la Patagonia” uno de los fichajes estrella de esta Temporada 2007/8 desde “Alcalá del Valle” (ó “Vache” como sólo ella sabe pronunciarlo). Tres miembros fundadores del Comando Preston, llegados desde Sevilla entre los que se encontraban Luis, Cristina y digamos que “Mr. Fantástico”, al igual que Felix y Katherine. Desde Ronda: nuestro anfitrión Don Fernando “El Diácono” acompañado por su hijo Javier y un séquito encabezado por el “Aristóteles de La Senda” y su hermano “José Mª el Tempranillo”, seguido por un elenco de bellas damas acompañadas a su vez de sus hijos. Y desde Fuengirola “el Comandante” con su fiel e ínclito lugar teniente “Carlitos” y su inseparable “Chukie”.

Comprobado ya por parte de Don Fernando que no quedaba nadie por llegar, echamos a andar tan peculiar grupo, para salir al encuentro de nuestros hermanos “Los batolitos” a la altura de la “Estación de Zaframagón” hacia donde poníamos rumbo con el tibio sol de media mañana a nuestra espalda, bajo una fina capa de calima que no nos permitió ver el cielo completamente azul hasta bien pasado el mediodía. Con la sierra de Algodonales a nuestra izquierda y algo mas atrás el Lagarín y Las Grajas como testigos comenzábamos a disfrutar de la caminata, mientras veíamos como agricultores de la zona trabajaban con su maquinaria plantando ó recolectando los productos propios de la época. Mientras tanto no dejaban de pasar el ya clásico chorreo intermitente de ciclistas que tiene lugar en la vía verde de la Sierra, cada fín de semana, máxime cuando al parecer, estaba teniendo lugar una competición de ciclistas que afortunadamente venían hacia nosotros, desde la “Estación de Puerto Serrno” hasta el final situado en la “Estación de Olvera-Pruna”, no muy lejos de donde nos encontrábamos. Para no ser menos, Ana comenzó muy fuerte con su bicicleta, mientras que Javier encabezada el grupo orgulloso con su bandera, intercalándose ambos bici y bandera la mayor parte del recorrido cuando cada uno se cansaba de lo que llevaba. Si bien papás y amigos echaron una manita de vez en cuando en alguna que otra cuesta.


Flanqueados permanentemente por un mosaico multicolor de flores silvestres a ambos lados del camino fuimos abriéndonos paso por “La Vía Verde de la Sierra”. Que al igual que todas las de su categoría, nos ha llegado como herencia de un antiguo trazado ferroviario, en su día ideado por José Antonio Primo de Rivera y actualmente acondicionado para uso turístico. Siendo hoy transitables 36 Km. a caballo entre Cádiz y Sevilla, que unen las localidades de Olvera y Puerto Serrano. A lo largo de este recorrido podemos encontrar 5 estaciones, 30 túneles que le aportan gran encanto al recorrido, al igual que sus 4 viaductos, la espectacular Reserva Natural del Peñón de Zaframagón, sin duda la postal por antonomasia de esta vía, que alberga unas de las mayores colonias de buitres leonados de Andalucía y por ende, del sur de Europa. No es casualidad que su acceso se encuentre hoy en día completamente vallado, pudiendo ser visitado exclusivamente por personal autorizado del parque. Tampoco podemos olvidar El Monumento Natural Chaparro de la Vega, próximo a la “Estación de Coripe” y otros atractivos naturales y paisajísticos. De las 5 estaciones, 3 se encuentran rehabilitadas, entre ellas la de Olvera, municipio declarado conjunto histórico artístico en 1983, siendo muy recomendables las visitas a Puerto Serrano, Caripe, Algodonales, Pruna, y ya puestos: El Gastor, Torre Alhaquime, Setenil de Las Bodegas y Alcalá del Valle.

Hay paisajes que nunca te cansarías de mirar, uno de ellos es la impresionante panorámica que nos regalan los majestuosos farallones rocosos que forman las verticales paredes del “Peñón de Zaframagón, cortado a cuchillo por la persistente corriente del arenoso “río Guadalporcún” que nos brinda su mas bella imagen a su paso por la conocida “Garganta del Estrechón” a su paso por el peñón. Hechas las fotos de rigor, tan sólo quedaban por cubrir los 300 m. que nos separaban de la “Estación de Zaframagón”, donde ya nos esperaban nuestros hermanos los “Batolitos”, que acababan de llegar 10 minutos antes que nosotros, con una comitiva algo mayor que la nuestra encabezada por su carismático presidente el “Ilustrísimo Sr. Don Pepecuen”, escoltado por “El Cuñao”, carismáticos miembros de “Batolitos” como nuestro ínclito amigo “Don Ildefonso León Ortega” que con sus 79 años, no sólo sigue siendo campeón de España de Maratón y Media Maratón de veteranos, sino que actualmente se está preparando para los 5.000 y 1.500 m., presentándose también a la cita algunos nuevos fichajes de muy buen ver. Finalizado el protocolo de saludos, se procedió al reparto de camisetas conmemorativas del evento y posteriormente “Los Batolitos” que aún no habían tenido tiempo de contemplar el Peñón de Zaframagón se acercaron un momento al viaducto, para disfrutar de la mejor postal del camino. Mientras tanto algunos compañeros “Pasos Largos” aprovecharon para descanar a la sombra, si bien la mayoría entraron en el “Centro de interpretación y observatorio ornitológico especializado en buitres” en el que se ha convertido hoy día la “Estación de Zaframagón” con imágenes en directo de varias pantallas, conectadas a distintas cámaras móviles instaladas estratégicamente con sensor de movimiento que no sólo filman el vuelo de los buitres mas cercanos, sino los que se posan cerca de las mismas, sus nidos e incluso la aparición de posibles visitantes ilegales o cazadores furtivos, como si del edificio central del F.B.I. o la C.I.A. se tratara. ¡Acojonante tío, cualquiera se salta la valla para subir allí arriba!.

Al regreso de “Los batolitos”, nos pusimos todos juntos en marcha, dirección “Estación de Caripe”, para desviarnos a unos 500 m. a la izquierda, dirección sur, por un empinado camino entre pinares, hasta el idílico pradito donde se encuentra la emblemática “Fuente de la Alberquilla” lugar elegido para el “Encuentro de Hermandad Sendérica Batolitos-Pasoslargos 2008” con la parte mas alta del “Peñón de Zaframagón” como testigo. Ante la ausencia del Gran Rafa Flores, nuestro “Gran Maestro Gandalf”, el carismático “Pepecuén” se ofreció a ser rebautizado por nuestro anfitrión “Don Fernando el Diácono” que con “el tazón de la alianza” lo nombró “El Coloso de Zaframagón” ante las atentas miradas atónitas de “los batolitos” y “pasos largos” que en perfecta hermandad almorzaban juntos en el prado. Tampoco faltó la ya tradicional poesía de Carlitos, intercaladas con otras cortas pero no menos interesantes de algún que otro paisano batolito y para no ser menos, Don Fernando “El Diácono” gran autodidacta como fotógrafo, informático y poeta improvisado, entre otras especialidades se sacaba de su chistera el siguiente verso en prosa:

En la vida de todo senderista, hay rutas que pasaran a la historia y posiblemente a la eternidad, por lo que simbolizan y lo que representan. Esta, sin lugar a dudas será una de ellas.-
Como dice la frase que incluye últimamente en sus correos nuestro compañero Juani, extraída de la película “Gladiator”:

“...¡Si os veis cabalgando solos por verdes prados, el rostro bañado por el sol, que no os cause temor! ¡Estaréis en el Elisio y ya habréis muerto! ¡Hermanos! ¡¡Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad!!...”

Acontecimientos como los de hoy, deben de tener su eco, si no en la eternidad, si en el resto de la sociedad y en las generaciones venideras, pues en este mundo en el que vivimos, marcada por el materialismo y el botellón, que un grupo de senderistas venidos de todos los rincones de Andalucía, nos demos cita, aquí en Zaframagón, unidos y hermanados, por una afición común, tan digna, bonita y tan noble, como es el senderismo, es algo que a todos nos engrandece y nos debe de llenar de orgullo.-

Hermanos: ¡Si os veis caminando entre valientes, el rostro bañado por el sudor y os encontráis dentro de un túnel, que no os cause temor!.
¡ Estaréis en la Vía Verde!, pero no habréis muerto, estaréis “reventaos”. -
¡¡ Hermanos!!.- Actos como el que está teniendo lugar aquí en el día de hoy, quedará marcado en nuestros corazones y posiblemente también tendrá su eco en la eternidad.-


¡¡VIVAN LOS BATOLITOS!!
¡¡VIVAN LOS PASOSLARGOS!!

Tras lo cual, junto con Rafa Márquez “El Aristóteles de la Senda”, procedió a la entrega de regalos, entregando a “Los Batolitos”, un pequeño ejemplar de “algarrobo” y “una placa” conmemorativa del encuentro, que recogían las manos del recién bautizado: “Coloso de Zaframagón” ó lo que es lo mismo el “Gran Pepecuén” a quien le falló el fabricante del encargo que tenía previsto entregarnos para dicho evento, prometiendo entregarlo en una próxima ocasión. Pero ¡atención!, para no ser menos, nos hizo entrega de una de las obras maestras de la literatura española del s. XX, altamente recomendable para todos los amantes de la naturaleza y auténtica Biblia de “Los Batolitos” tal y como él escribió en su dedicatoria de “El Bosque Animado”, que decía así:
Este es el libro sagrado de “Los Batolitos”, las vivencias que en él se narran son palabra de naturaleza. Hacemos entrega de este ejemplar, para perpetuar con su símbolo, la hermandad surgida desde el mismo “Pilar de Tolox” con el “zorro de Tolox” como testigo, el 6 de marzo de 2004, ¡bendito día!.
Desde nuestro reconocimiento y admiración a nuestro Hermano Mayor “Asociación Pasos Largos” en la encomiable labor a favor de la defensa, conocimiento y divulgación de los valores arqueológicos, paisajísticos, medio ambientales, la historia, geografía y naturaleza.
Gracias por enseñarnos tanto a tantos.
En el Peñón de Zaframagón
Grupo Senderista El Batolitos
03 de mayo de 2008

Como tuve la gran suerte de que me lo regalara en su día, puedo aseguraros que las páginas de “El Bosque Animado” guardan vivencias, leyendas, descripciones y reflexiones tan bellas como ésta: “Los árboles tienen sus luchas. Pero entre todos los seres vivos del bosque son los mas pacíficos, los mas bondadosos, losque poseen un alma mas sencilla e ingenua. Conviene saber que carecen absolutamente de vanidad. Nacen en cualquier parte e ignoran que sólo por el hecho de crecer allí, aquel lugar queda embellecido. No se aburren nunca porque no miran a la tierra, sino al cielo, y el cielo cambia tanto, según las horas y según las nubes, que jamás es igual así mismo. Cuando los hombres buscan la diversidad viajan. Los árboles satisfacen ese afán sin moverse. Es la diversidad la que se aviene a pasar incesantemente sobre sus copas.
Ellos son también la diversidad. Como quieran que se agrupen, siempre forman un conjunto armonioso, y hasta los que nacen aislados en la campiña ó sobre los cerros parecen tener una profunda significación que emociona el espíritu. Si los troncos son rectos, impresiona su esbeltez, si torcidos y atormentados, no deja de haber en ellos una sugerida belleza, algo que los humaniza ante nuestros ojos… Y en ambiente de fraternal hermandad nos despedíamos con prolongada pereza: “Batolitos” de vuelta a “La Estación de Caripe” y “Pasos Largos” a la “Estación de Navalagrulla” con el Peñón de Zaframagón como testigo y son las inconfundibles siluetas de la Sierra del cerril y Peñón de Algámitas en lontananza.

domingo, mayo 04, 2008

La Sagra

Miércoles, 30 de abril de 2008 (el día antes)
Ascensión a La Sagra, “El Kilimanjaro andaluz”

Si mi paisano Antonio Machado solía decir que: “En el Amor la locura es sensatez”, me quedaré tranquilo pensando que aquella escapada a “La Sagra” fue un acto de sensatez, aunque las circunstancias hicieran pensar lo contrario.

Empujado por el irresistible poder del “Mago Gandalf” salí a su encuentro, para compartir vehículo a partir de Riofrío, donde apareció escoltado por el gran Rafa Ríos “El hombre que balizaba los caminos” y la encantadora “Saskia Walschburgeuer” que se había apuntado alegremente a la fiesta creyéndose que íbamos a hacer la “Nocturna del Torrecilla”, (¡cuñaaaaaaaaaaao!,¿no lo has pillao Jesú”?). A partir de allí el viaje por la A-92 se convirtió en una improvisada versión reducida de “Junta Directiva” entre presidente, vicepresidente, secretario de Pasos Largos, hablando de todo un poco, análisis de la temporada, fiesta final de temp., planes para la próxima, posibles puntos de mejora, nuevos enfoques, etc…mientras contemplábamos por el espejo retrovisor el último atardecer de aquel abril de 2008. Unos 20 km. mas allá de Baza, por esa especie de cola alargada que describe el mapa de la provincia de Granada, que es única hasta para eso, nos desviamos dirección Cúllar, en pleno altiplano granadino, por la larga recta que te lleva hasta el pueblote “Galera” y desde allí tomamos dirección “Huescar” que la mejor referencia que podemos coger para acceder a “La Sagra” los que venimos desde el sur. (Y no “Puebla de Don Fabrique” que es la opción mas recomendable si vienes de la zona de Murcia ó Alicante). Una vez en “Huescar” comenzamos a atravesar el pueblo atravesando varios semáforos y antes de abandonar su casco urbano tomaremos una carreterilla semi abandonada tipo “Jeeper Screeper” dirección norte (nuestra derecha), por aquí nos adentramos pasada ya la media noche, todavía llaneando dejando a unos 7 km. a nuestra izquierda dos desvíos: Embalse y Canal de San Clemente respectivamente, que ignoraremos, para continuar dirección norte, pronto la carretera se convierte en un eslalon paralelo al cauce “arroyo Raiganadas” que llevábamos a nuestra derecha. Y cuando ya comenzábamos a creernos que nos habíamos perdido en aquella noche sin luna, el manto estrellado del que veníamos disfrutando por aquel territorio perdido de la mano de Dios, quedó parcialmente eclipsado por una tremenda mole negra que como un gigante dormido teníamos a nuestra derecha. Ya no había dudas, el impacto fue tal que a pesar del cansancio de kilómetros acumulados, nos pegó un subidón y al poco llegamos al desvío que nos marcaba “Collados de La Sagra” a 4,5 km. Donde llegábamos en un instante con las peripecias al volante del amigo “Rafa Ríos” que rápidamente reconoció el lugar con el gran cortijo a la izquierda y el llano a la derecha, como punto ideal de partida para iniciar la ascensión como nos certificó un hombre que salía de las cercanas instalaciones de un pequeño observatorio astronómico. Dicho y hecho, a escasos metros de la solitaria carretera que rodea la vertiente norte de “La Sagra”, y pasada ya la primera hora de aquel mes de mayo 2008, aparcamos sobre el manto de hierba que se encuentra en el lugar conocido como “Los Collados de La Sagra” (1.468 m.), donde tras una fugaz cena de hermandad, instalamos las colchonetas y los sacos en los que ya estábamos metidos en un santiamén, bajo aquel impresionantes mant de estrella brillando en todo su esplendor. ¡Que bueno hubiera sido tener cerca de “La Chica que miraba a las estrellas” para que nos identificara todas las constelaciones que casi podíamos tocar con las manos bajo aquel firmamento espectacularmente estrellado, como no recordaba haber visto desde la noche previa al inolvidable “Descenso del Guadalentín” en Cazorla. Afortunadamente, no corría el viento y enfundados en los sacos, favorecidos por una agradable temperatura primaveral, no tardamos en quedarnos dormidos bajo aquel manto de infinitas estrellas, tras la paliza de kilómetros, en los confines de Andalucía, en aquel rincón de la “España incógnita”, donde acaba la provincia de Granada y comienzan los sueños del montañero, que acunado en los brazos del gigante descansa en las horas previas a la ascensión mas esperada.

Jueves 1 de mayo de 2008

Ascensión a La Sagra por “El Embudo” desde “Los Collados” y descendo por “La Pedrera”:

Poco antes de las siete de la mañana, me despertaban las primeras luces de la “Aurora” bajo el lecho violeta de “Apolo” para darnos la bienvenida, rociando la tierra y nuestros sacos de dormir, con el brillo de la escarcha. El frío en los pies a pesar de los dos pares de calcetines térmicos te llevaban a pensar que los menos cuatro grados que marcaba el termómetro del GPS en aquel amanecer, se quedaban cortos. Pero cuando el sol comenzó a iluminar la cabeza del majestuoso gigante que teníamos ante nosotros, comenzamos a entrar en calor, aprovechando la ocasión para prepararnos un abundante y variado desayuno. Puntualmente llegaban a la cita el “triángulo Renault” formado por el anfitrión de aquella jornada: el carismático Ilde, mas conocido como “El Vendabal del Moncayo” y sus inseparables discipulos: Ignacio “El Montaraz del Aneto”y Pepe “El Maki”, acompañado a su vez por su hijo “Ruben” con el que hemos empezado a negociar su posible fichaje por “Pasos Largos”, además debutaba en aquella histórica jornada, el amigo: Fernando de Granada “La Comadreja de Cueva Secreta”, que a la postre se convertiría en una de las grandes sensaciones de la jornada.

Tal y como podemos leer en el magnífico libro “Sierras Andaluzas, itinerarios senderistas y ascensiones” (Edit. La Seranía): La Sagra es un nombre que alude a dos enclaves por una parte la zona septentrional de la provincia de Granada, el altipilano granadino, cuyas llanuras oscilan entre los 700 y 1.000 m. y por la otra a la segunda cumbre mas alta de Andalucía, si dejamos a un margen los grandes colosos de Sierra Nevada. Entre las muchas peculiaridades de esta montaña, nos encontramos con que no forma parte de ninguna cadena montañosa, de hecho desde la distancia aparece como un auténtico coloso solitario en medio del altiplano granadino, de ahí que también la podamos denominar como el “Kilimanjaro Andaluz”. Curiosamente en sus laderas nos encontramos con la vegetación de tres continentes. Como toque mas exótico nos podemos encontrar en los secuoyas del cortijo de “La Losa” en su vertiente oeste.

Tras la foto de rigor de comienzo de ruta, comenzamos la caminata con el gran objetivo al fondo en una perspectiva relativamente parecida a la aproximación que podemos hacer desde “La Llanura lacustre de Zafarraya” hacia La Maroma, por su cara norte, curiosamente en el otro extremo de la provincia granadina.

La aproximación al pie de “La Sagra” es muy dócil, ya desde la distancia podemos adivinar varias de sus vías de acceso, siguiendo el camino que parte de “Los Collados”, donde comienza esta ruta, a unos 20 minutos, llegamos a una bifurcación en forma de “Y”, tomando el ramal de la derecha, que pronto se convierte en senda, para adentrarnos ya en pleno bosque de pinos. Aunque el camino está poco marcado, no hay problemas si lo perdemos, puesto que al ser nuestro objetivo “El Embudo”, sólo tenemos que situarnos al pie de la pedrera, donde por cierto hicimos la única parada de reagrupamiento en toda la ascensión y a partir de ahí, comenzó la subida de verdad, echándole mucha paciencia dada, ya que a veces la continua pendiente sin tregua es superior al 70%, por un terreno muy poco estable, que te obliga a hacer uso de las manos cada pocos pasos.

La entrada por “El Embudo” es una especie de cuello de botella, por el que vamos ganando altura, encajonado entre angostas paredes verticales, que certifican ir por el camino correcto, tal y como habían hecho dos años antes “Los Senescales de la Bahía”. A partir de aquí ya no hay secretos, caminante no hay camino, se hace camino al andar y a veces incluso trepar, dada es la dureza de la pendiente y lo inestable del terreno, debido a la cantidad de piedras sueltas, no obstante vamos por una pedrera. Poco a poco nos fuimos quedando descolgados del grupo principal: Ilde, Pepe, Saskia y un servidor, que guiándonos por el principio de “sube como viejo achacoso para llegar como joven mozo”, fuimos ganando altura, sin prisa y con alguna que otra pausa. Llegando a la conclusión de que el terreno mas asequible para subir era el que delimitaba la orilla de la pedrera y las rocas mas firmes y aunque los compañeros de adelante, ya comenzaban a verse como hormiguitas, próximos a la ante cumbre. Llegó un momento en que la ante cumbre aparentemente cercana, daba la sensación de no llegar nunca. Y fue en aquel preciso instante cuando nos dio alcance la versión murciana de “Rafa Flores” encarnado en Don Javier Alcaraz, del “Club Montañero de Murcia” que acompañado de su pequeño perrito y con segunda residencia en “Puebla de Don Fabrique” nos transmitió el aliento necesario para alcanzar la cuerda del coloso, dejando a nuestra derecha la carismática piedra de forma cuadrangular conocida como “El Caramelo” y tras rodearla, llegar juntos a la cumbre donde nos unimos al resto de compañeros, que había subido en poco mas de dos horas y media, siendo aproximadamente las 11,00 am. y disfrutando de una temperatura ideal, sin una gota de viento, tan sólo una ligera brisa que nos acompañó durante toda la mañana, haciendo muy grata la caminata. Entre risas, bromas, un trago a la cantimplora, intercambio de víveres y las aclaraciones sobre la toponimia 360º alrededor, por parte del maestro murciano, comprobábamos in situ, la proximidad geográfica a la que nos encontrábamos respecto a Jaén, Murcia, Albacete, Almería y por supuesto Granada, pudiendo localizar no sólo sus techos provinciales sino la mayoría de sus sierras mas conocidas.

Instantes después, llegaban al pinturrequeado punto geodésico, un par de chavales alicantinos, que en buena armonía se unieron a la comitiva, quedando también inmortalizados en la obligada foto de grupo en la cumbre, donde para no ser menos, sacaron su bandera de España, la que nos une a todos, por si a alguien le quedaba alguna duda. ¡Por cierto!, que pocos deportes unen tanto como el senderismo y es que por encima de los ideales políticos, nacionalidades, religiones, filosofías, etc... En ningún deporte se comparten tantas sensaciones, vivencias y emociones como en el senderismo. Muestra de ello fue la espontánea armonía de la que disfrutamos en la cumbre, compartiendo juntos el camino de vuelta, mientras descendíamos por el cordal nordeste, a través de intermitentes tramos de fuerte toboganes rectos o en zig-zags, disfrutando de espectaculares vistas aéreas sobre muchos kilómetros a la redonda. Llegando así hasta el “Collado de las Víboras” despidiéndose allí, los chavales de alicantes optaron por bajar hacia “La Ermita de La Santa” a la derecha (dirección este). Mientras que nosotros giramos a la izquierda, dirección norte para bajar por la famosa “Pedrera” que impone gran respeto vista desde arriba por su fuerte pendiente, un gigantesco tobogán a cuyo pie se encuentra el gran bosque de pinos que rodea la mayor parte de “La Sagra”. Una vez superado el temor a lo que podría suponer una larguísima caída por aquel terraplén interminable, afortunadamente no se tarda en comprobar lo bien que te agarras al terreno por donde te vas hundiendo los pies entre pequeñas piedrecillas y pronto le coges el tranquillo como si estuvieras descendiendo por una gran duna. Con las debidas precauciones inclinándote de forma correcta, en caso de caida te quedas donde estás sin rodar hacia abajo y antes de darte cuenta, cuando ya le has cogido el gustazo y sin ningún dolor para las rodillas, ya se llega alas primeras hileras de pino donde acaba la pedrera. Comenzando a caminar por pleno bosque de pinos dirección noroeste al encuentro del camino por el que habíamos realizado la aproximación por la mañana, camino al que llegamos sin problemas, poco después de pasar junto a un curioso sistema de troncos ahuecados a modo de pequeño canal, denominado “Tornajos” alimentado por la “Fuente de Los Paradores”. Unos 60 m. después llegamos a la confluencia de caminos, donde ya sólo nos quedaba desandar la suave aproximación, esta vez en descenso hasta “Los Collados de la Sagra” donde nos esperaban los coches, llegando allí poco después de las 14.00 pm. con esa indescriptible sensación de enorm,e satisfacción que siempre te dejan las grandes rutas.

Tras la conquista de “La Sagra” el “triángulo Renault” (aquel día Rombo, con “Ruben”) se quedaron a almorzar en plan homenaje en el restaurante "Cortijo Collado de la Sagra", premio turístico de Andalucía. 1999/2000, Guía Michelín y “Premio Protagonistas”, 50 € Menú, planeando ya su conquista al Chullo, 24 horas mas tardes, donde se encontrarían con otros compañeros de “Pasos Largos” a primera hora de la mañana en el “Puerto de La Ragua”. Mientras que los que no nos lo pudimos permitir, emprendimos el largo camino a casa, con la satisfacción de ver cumplido el sueño, largamente esperado de subir a “La Sagra” y con la mente ya puesta, en repetir la ascensión con nieve, en un futuro y por otras vías de acceso, ya que como en toda gran montaña, son varias sus alternativas de ascensión. Si bien en este caso, hay que venir preparado con crampones y ropa de abrigo.