domingo, diciembre 19, 2010

Homenaje a Valentín "El Rey de la Montaña"

El pasado domingo 19 de diciembre le hicimos un homenaje sorpresa a nuestro queridísimo y admirado amigo Valentín García Vioque, entre los compañeros que mas veces hemos coincidido con él en los últimos tiempos.

Una vez que Paco Jaime se ofreció para brindarnos su local próximo a la Plaza de la Hispanidad de Fuengirola. Se puso en funcionamiento toda la maquinaria de propuestas de regalos, coordinación del evento, confirmación de participantes: ausentes y asistentes, etc… viviendo con gran intensidad, discreción y emoción contenida los días previos al evento (incluidas las propias hijas y el hijo de Valentín).

La primera parte consistía en inventarse una excusa para que Valentín viniera a Fuengirola, para ello recurrimos a la tradicional tertulia montañera que hacemos de vez en cuando los compañeros de la zona, para ello Miguel y Patri se ofrecieron para traerlo, al tiempo que cuando nos encontrábamos en el bar en cuestión, yo les decía que estábamos esprando a Carlitos, Paco Jaime y Paco Leal. Y mientras tomábamos el café comentano anécdotas de las últimas salidas y planeando las próximas. Todo el mundo iba llegando al local de Paco Jaime donde ya llevaban un buen rato los coordinadores del evento con todos los preparativos de regalos, montaditos, canapés, bebidas, sillas, proyector de imágenes, adaptada al portatil, etc… Y cuando ya estuvo todo el mundo Paco Jaime me hizo la llamada acordada, a la que yo le contestaba a modo de clave: “¡Coño es verdad que quedamos en que nos íbamos a pasar por tu oficina para que nos enseñaras las fotos de la última ruta en tu ordenador!”.

Con toda la naturalidad del mundo, nos levantamos pagamos la cuenta y nos fuimos para el local de Paco Jaime, sin que él sospechara ni por asomo lo que allí le esperaba. Al llegar al local Paco Jaime hizo perfectamente el paripé enseñandonos los distintos despacho de su oficina y entonces dijo: ¡por cierto, aquí abajo está el sótano! Bajamos las escaleras, asi a oscuras y cuando ya estábamos abajo se encendieron todas las luces y ¡TACHÁN…SORPRESA!, allí estaban sus hijas Verónica, Laura, Victor Manuel con los correspondientes yernos y nuera de valentín, además de todos/as sus nietos/as, además de: Carlitos ( El poeta de las cumbres), Juan Antonio Mena ( El Elfo de la Malagueta), su hija Ana, Vicky Beltrán ( La botánica), Paco Leal ( Doctor Leal) con su mujer Auro, Paco Jaime (El Sabio de Hortaleza) con su mujer Rosa, Patri (La chica que miraba a las estrellas y sonreía), Miguel (El hombre que sabía demasiado), Ilse ( La gacela de la Selva Negra), Rosa Moreno (Rosa la del Bosque), Ruslan (El Espartano) y el pequeño Rusi (El Demonio de Tasmania), María Díez (La de la sonrisa cautivadora), Sylvia ( Sylvestre), Juan Antonio Villalba ( El Señor de los Cahorros), María Rivera ( la chilena), Ana (La Silenciosa), Ana (La Venus de Boticcelli), Juani ( El comandante) con su mujer María (La Ninfa del río Verdugo) y su hijo Nacho (El Demonio de Timanfaya). A los que mas tarde se uniría: Eduardo Campos ( Padre Carras).

Ante el shock inicial Valentín tardó en reaccionar con una sonrisa que no se le borraría de la cara en toda la tarde, comunicándose mas con gestos que con palabras en los primeros compases de la sorpresa, pero rápidamente se compuso y aunque con infinitas muestras de agradecimientos para todos, para sorpresa de todos se mantuvo con gran entereza a la posterior entrega de regalos que tendría lugar a continuación.

Para mantener un orden de los detalles que se iban a entregar a continuación hicimos un guión que comenzaba con el agradecimiento por haber venido a todo los presentes, destacando la presencia de Laura, Verónica, Victor manuel y sus respectivas familias, así como d todos los ausentes que también habían participado en el evento, entre los que estaban: Rafa Flores (El Mago Gandalf de la Serranía), Miguel Becerra (El Maestro Jedi), Juan Luis España ( Juanlukita), Eduardo Campos ( El profeta del Tajo Gómer)

Sean Brown ( El canadiense errante) y Carlos (El Rey de las Risa).

1.- Una vez que mencionamos a todos los participantes el primer punto fue un Discurso introductorio que le dedicó el amigo que tuvo el honor de ser el primero en conocer a Valentín hace ya 12 años y que fue Juan Antonio Villalba “El Señor de los Cahorros”, que además le hizo entrega de una bonita lamina dibujada por él mismo del Valle del Chillar, estano escrito a mano por detrás el discurso en cuestión que decía algo así como:

Hoy, diecinueve de diciembre de dos mil diez, nos hemos reunido aquí, este grupo de amigos, en parte porque compartimos una estupenda afición, como es el monte, la naturaleza, el canto de los pájaros, el murmullo del riachuelo, el grito de…¡ESPARTANOS!, que no puede faltarnos, y si es entrando en un pueblo a la hora de la siesta, mejor,…

Pero sobre todo, estamos aquí, por un gran amigo y compañero de peripecias, Valentín. Hace ya Valentín, más de diez años que nos conocemos, recuerdo aquella bicicleta que te preparamos Julio y yo; ya por aquel entonces con sesenta y tantos, despertabas en la gente, y en mi, una gran admiración. Y es que pocos con esa edad demuestran esa energía y esas ganas de comerse el mundo, más propias de un muchacho de veinte años, que de una persona de sesenta y tantos, que ya hoy son setenta y seis con las mismas energías. Aquellas historias que contabas cuando ibas acá y allá por el campo, cuando esperabas oculto observando a los pájaros, pasando noches al raso,... historias que ciertamente, a quien le gustaba el campo, le ponían los dientes largos.

Circunstancias de la vida, han hecho que durante mucho tiempo no supiésemos nada el uno del otro, sin embargo, los caprichosos senderos de la vida y del destino nos tienen aquí esta tarde juntos de nuevo.

Fue el Río Chillar el que propició nuestro reencuentro, en esa maravillosa Sierra Almijara que tú y yo tanto amamos. Por fin, he podido participar junto con éstos estupendos compañeros de grandes y estupendas experiencias por esas sierras que tanto nos gustan,… y las que nos esperan todavía.

Cada uno de nosotros guarda estupendos recuerdos de cada una de las rutas que hemos hecho contigo, en cada ruta, y en el día a día eres un ejemplo a seguir para todos, con tu sencillez y humildad, tu entrega a los demás, hasta el punto que no dudas en bajar de un par de brincos al fondo de un barranco para ayudar a un compañero,… la cosa es que eres el primero en estar ahí para ofrecer tu mano,… y tus conocimientos,… porque aunque tantas veces digas que no has estudiado lo que otros, la vida te ha llenado de sabiduría en cosas que en las universidades no se aprenden. Amén de tus muchas horas de estudio e investigación en temas tan diversos como la medicina, la psicología, la botánica, ornitología, geología y otras materias de lo mas diversa con las que tantas veces has enriquecido nuestras rutas o has amenizado tantas charlas por el camino. Que ya quisieran muchos con carrera haber alcanzado tan amplios y altos conocimientos para llevarlos a la prácticaen cualquier momento y no sólo el día antes de aquellos exámenes que tú nunca necesitaste pasar.

Alguna vez nos has preguntado algo así, como queriendo saber si no estarías mejor en casa, como algunos amigos de tu quinta, con los que quedas a veces. Más que nada porque te han preguntado cosas como ¿Dónde vas tu con 76 años con esa gente?.... pues ¿a donde vas a ir mejor que al Almendrón, o que a Sierra Crestellina, o al Cisne, o al Higuerón? Y con tan buena compañía, pero créeme, que si tu disfrutas de nuestra compañía, mas lo hacemos nosotros con la tuya.

Cuando sales con nosotros, nos transmites una energía especial, créeme que haces que queramos comernos el mundo, y por supuesto, que todos deseamos llegar a esos 76 años que tu tienes con el mismo buen humor, los mismos ánimos, y las mismas energías que tienes, y seguir bajando las cuestas, saltando hacia atrás y a la pata coja.

Valentín, por ser como eres, estamos hoy todos nosotros, y otros muchos que querrían, pero por circunstancias no han podido, por lo tanto que te apreciamos, por todo lo que nos alegramos cuando compartimos ruta, o simplemente cuando nos regalas un ratito de compañía, por esto y tantas cosas que dejo en el tintero, Valentín, te hemos preparado éste detalle..

Firmado: Juan Antonio Villalba “El Señor de los Cahorros” y suscrito por todos los compañeros que participamos.

2.- Seguidamente tuvo lugar la entrega de dos álbunes de con mas de 300 imégenes, debidamente etiquetadas e historiadas, entregados por: Ana “La Sirenita del Guadalmina” y Nacho “El Diablillo de Timanfaya”, guiados por nuestra encantadora amiga Vicky “La Botánica” (senderista Destacada 2010), todo un lujo como compañra de ruta para todos los amigos que hemos tenido la suerte de compartir mas de una ruta con ella.

3.- A continuación se le entregaron unas fotos ampliadas y enmarcadas por parte de María Díez, bautizada por el propio Valentín como “La de la Sonrisa cautivadora” que fue una excelente coordinadora del evento, teniendo informados en todo momento a los particiapntes en las semanas y días previos al evento y el Gran Paco Leal (Senderista destacado 2009), uno de los mejores compañeros que podemos encontrar para compartir un buen trecho por los senderos de la vida.

4.- Nuestro ínclito amigo Carlitos, matemático de profesión y poeta de vocación, le dedicó una poesía-prosa ó prosa-poesía con un profundo contenido a caballo entre elogios entrañables y dudas existenciales, que gustó mucho a todos los allí presentes. Y que me gustaría añadir a esta crónica tan pronto como me lo envíe.

5.- La Rucky del año, mejor debutante 2010, compañera de gran sencillez, nobleza, bondad, además de la pericia y la destreza que le ha llevado a convertirse en la alumna mas aventajada de Valentín, es decir: Sylvia-Silvestre, también conocida como “La Pitonisa del pico capilla” tuvo el honor de entregarle un magnífico trofeo a Valentín: “El Rey de la Montaña”, con una bonita placa donde se ensalzaban algunos de sus principales valores humanos, como ejemplo de vida para todos los que tenemos la gran suerte de conocerle.

6.- Muchas palabras habían sido pronunciadas hasta ese momento, pero si una imagen vale mas que mil palabras, lo que íbamos a ver a continuación no tenía precio. No sólo por la cantidad de horas que había llevado el proceso de selección, recopilación y montaje de imágenes y sonido, sino por el cariño tan grande que le había puesto la persona encargada de tan magnífica labor y que a pesar del poco tiempo que lleva con nosotros, nos ha conquistado con su afán de superación, su ímpetu, su fuerza y la nobleza de la gente que va de frente por la vida. La bailarina y coreógrafa: Rosa “El bicho del Bosque” que nos deleitó a todos con el trabajo faraónico, de un MACRO-POWER-POINT, hecho con todo el cariño del mundo para Valentín, transmitiendo un montón de matices y emociones y que entre otras cosas también podemos interpretar como un monumento a la amistad y por lo tanto un regalo para todos.

Proyección de DVD.

7.- Bonitas y entrañables sorpresas y palabras de elogio se habían visto y escuchado hasta ese momento. Sin embargo, todos los amigos que hemos colaborado en este homenaje al Gran Valentín, no las teníamos todas con nosotros, porque sabíamos que nos faltaba algo. Y entonces surgió la chispa de dos compañeros que además de atesorar una gran calidad humana y ser unos excelentes compañeros de ruta, con los que ya hemos compartido mil y una batallas en los últimos 5 años, siempre nos aportan interesantísimas propuestas, dignas una mente privilegiada: Patri “La Chica que miraba a las Estrellas y Sonreía” y Miguel “el Hombre que sabía demasiado” que tuvieron la genial idea de proponer el bono reserva para vuelo en parapente del que podrá disfrutar el día que escoja durante los 6 próximos meses en Medina Sidonia a donde intentaremos irtodos los amigos que podamos para compartir tan histórica jornada.

Y después emotivas palabras d emoción y reconocimiento de: Verónica, Laura y Victor Manuel, seguidas d los correspondientes aplausos y después ya en un tono mas desenfadado e informal bebidas, canapés, risas, abrazos, felicitaciones y un magnífico ambiente d hermandad con el que nos despedimos hasta nuestro próximo encuentro.

viernes, diciembre 17, 2010

Ascensión al Veleta (3.394 m) desde la Hoya de la Mora (2.500 m)

Largo tiempo hacía que mis viejos amigos Juan Carlos "El Portador del Anillo" y Paqui "La Reina del Chocolate" me habían propuesto subir al Veleta con nieve, pero unas veces por "H" y otras por "B" el tiempo iba pasando y núnca llegaba el momento. Hasta que el otro día en vista que me quedaba a penas una semana para reincorporarme al hotel se me encendió la bombilla y me dije: ¡coño, voy a tomarle la palabra a mi viejo amigo Juan Carlos y voy a despedir estas vacaciones forzosas con una ruta de altura y eso hice. A la interesante propuesta del "Portador del Anillo" se unieron: Juan Antonio Mena "EL Elfo de la Malagueta", Manolo "Supersónico" y Mariana Raverta "La Chica del Central Park". Todos ellos viejos amigos de mis primeros años en Pasos Largos y ¡vive Dios! que el día se convirtió en un auténtico homenaje a los viejos amigos y aquellas primeras rutas en petite comité, disfrutando desde el primer kilómetro de coche a la salida de Málaga, hasta nuestro regreso ya denoche.

Seguramente no hay una ruta mas asequible en toda Sierra Nevada para hacer un 3.000 m saliendo desde la Costa del Sol por la mañana y regresando por la tarde noche. Pero no es menos cierto que pocas rutas son tan engañosas como ésta en su aparente sencillez. Pues cuando llegamos al aparcamiento de la Hoya de la Mora y miramos hacia el Veleta, su cumbre parece tan cercana, que nos da la impresión de que la ruta va a ser un paseo. Nada mas lejos de la realidad. Como diría Valentín, en la montaña las distancias resultan muy engañosas pués la vista siempre va en línea recta y desde el inicio nos da la impresión de que trazando una simple linea recta llegaríamos por su alomada ladera al Veleta, pero no es ni tan recta, ni tan dócil como parece.

Desde un buen rato antes de llegar al aparcamiento de la Hoya de La Mora ya se veía que las últimas lluvias y las suaves temperaturas de la semana anterior habían dejado a la sierra con poca nieve. Los cañones de nieve funcionaban a atope en Prado LLano, que desde la distancia parecian formar una especie de caminos blancos sobre las rocas de pizarra color marrón oscuro. El día era de un radiante cielo azul que se mantuvo hasta el final, pero nada mas llegar al aparcamiento nos dimos cuenta de que el descenso de las temperaturas anunciado para ese día iba en serio y que habíamos hecho bien en llevar ropa de abrigo y dos pares de guantes cada uno.

Una vez untada la protección solar, bastones en ristre, GPS en marcha y puesta a buen recaudo la llave del coche, echamos a andar hacia el arco de la Virgen de las Nieves donde para no faltar a la tradición nos hicimos la foto oficial de inicio de ruta con el Veleta al fondo. Por un lado daba pena ver esa ausencia de nieve por allí, pero por otro nos beneficiaba para progresar mas deprisa. Sin embargo, a penas 1,5 km mas alla del monumento de la Virgen, cerca del cruce de Borreguiles, atravesadas ya varias curvas de la vieja carretera, la presencia de una primera capa de hielo, hizo prácticamente obligatorio el uso de crampones, que Juan Carlos como buen experto en tresmiles por Sierra Nevada nos ayudó con mano experta a colocar a Mariana y a mí, bastante menos acostumbrados a este artilugio tan práctico como imprescindible para nuestra seguridad y comodidad. Pues a pesar de lo aparatoso que resultan, una vez te acostumbras a caminar con ellos, rápidamente le coges el tranquillo y te dan una seguridad absolutamente impagable.

Superada ya la mitad de la ascensión, abandonamos la cercana presencia de la pista de esquí de Borreguiles, para asomarnos hasta las Posiciones del Veleta y recrearnos con las impresionantes paredes verticales de la cara norte del Veleta, hasta donde Juan Carlos tenía intención de guiarnos manteniéndonos cerca de la arista. pero dado el estado de la nieve, tan dura que parecía una placa de hielo, sobre la que a penas se clavaban los pinchos, nos vimos obligados a descender un corto tramo, faldeando en paralelo a las pistas de esquí que siempre íbamos llevando a nuestra derecha. A pesar de que el ritmo impuesto por Juan carlos, era muy cómodo, incluyendo pequeñas paradas de vez en cuando, a partir de los 3.200 m, tanto mariana como yo, empezamos a padecer el famoso mal de altura, aunque a pequeña escala. Pués sin llegar a sentir nauseas, parecía que nos movíamos a cámara lenta. Pasando cerca del artilugio donde finaliza el último remonte, sólo tenía una frase en mi cabeza: "¡no hay dolor!". Al cansancio físico se unía la lentitud de mis movimientos, mi cabeza le pedía a mis piernas subir un poco el ritmo pero no podía, de vez en cuando hacía el esfuerzo de levantar la cabeza para mirar a mis tres compañeros que iba adelante, pero cada uno a su ritmo también estaban concentrados en no perder el ritmo sin levantar la cabeza del suelo. Mariana venía muy cerca detrás mía y a penas conseguía hablarle porque media cara se me había quedado casi dormida del frío, la lengua como una alpargarta. Cuando señalándole al suroeste le identificaba las cumbres del Lucero y La Maroma, la lengua la tenía como travada, pronunciando las "R" como "D", de manera que le dije algo así como: "¡mira el Lucedo y La Madoma!".

Los últimos metros de esta cumbre se hacen especialmente duros, porque como he comentado anteriormente, no sólo se trata del cansancio acumulado de los 900 m en unos 5 km, sino que como te pille un día chungo, notas como por momentos puedes llegar a perder parte del control, de esa orden que tu cabeza manda al resto del cuerpo. Es como si la cabeza fuera por un lado y las piernas por otro. A mi mente venían las épicas escaladas de los himalayistas, obviamente esta podría ser una ruta de risa para ellos. Pero os puedo asegurar que para quienes no estamos acostumbrados a hacer tresmils y encima vivimos al nivel del mar, nos levantamos por la mañana a ese nivel, venimos hasta aquí y nos ponemos a subir, por ejemplo hasta el "Veleta" (3.394 m), os puedo asegurar que como os coja el día chungo se pasa mal. Afortunadamente no fué nuestro caso que llevamos un ritmo muy cómodo, Juan Carlos nos esperó y nos animó en los tramos finales e incluso mantuvimos una breve charla con dos científicos que estaban haciendo un estudio medio ambiental, en un refugio cercano al vértice geodésico del Veleta, estando allí el tiempo justo para ponernos toda la ropa de abrigo que teníamos a mano. hacernos unas fotos, inmortalizar el espectacular paisaje nevado de los alrededores destacando la presncia del cerro de Los Machos, Mulhacén, Alcazaba al este. Hacia el sur la cuerda del Caballo y hacia el oeste la caída hacia Prado LLano y la pirámide le Trevenque. De Sierra Almijara lo mas fácil que distinguíamos era el Lucero y de Sierra Tejeda La Maroma. Al norte el parque natural de Sierra Mágina ya en Jaén y al noreste la gran pirámide solitaria de La Sagra, en los confines de Andalucía: "El Kilimanjaro del altiplano granadino".
A pesar de que la bajada la hicimos en menos de la mitad del tiempo que empleamos en la ascensión, pasamos un frío tremendo y eso que el sol nos acompañaba en todo momento bajo aquel resplandeciente cielo azul. ¡Coño!, hasta el punto que de vez en cuando nos ametrallaban pequeñas partículas de nieve arrastrada por el viento helado que otra vez me dejó media cara dormida y la lengua trabada durante un buen rato. Con el estómago pidiendo comida nos debatíamos entre pararnos a comer algo o seguir bajando y llegar a una zona sin viento para huir del frío, que fué lo que finalment hicimos, hasta que por fín llegamos a una zona donde el viento dejó de soplar y pudimos disfrutar tranquilos del almuerzo, aunque mas que la comida en sí, lo que mejor te entraba era el chocolate y una petaquita de whisky o coñac de haberla tenido a mano. Sin embargo, lo que yo tenía era una botella de Coca Cola Zero, que cuando fuí a cogerla se había congelado, al igual que la botella de agua de Chucky.
Al poco de reanudar la marcha llegamos a una zona donde ya empezaban los tramos sin nieve, quitándonos los crampones, con mucha mas rapidez que con la que nos lo habíamos colocado. Antes de darnos cuenta ya estábamos pasando junto al arco de la Virgen, dejando el viejo edificio del Mojón del Trigo a la derecha y llegando a la zona d lo albergues donde nos esperaba nuestro coche aparcado en la Hoya de La Mora. Al llgar, aún on mas de una hora d luz solar, hacía 2ºC y nos llevó un buen rato arrancar el coche, que a pesar del viejo truco de pisar el embrague a fondo, no arrancó hasta 10 minutos después de empezar a intentarlo. ¡Basta deci que en todo el descenso no fuimos capaces de quitarnos una sola prenda, incluidos gorros y guantes, con los que llegamos a la primera venta que vimos abierta en nuestro descenso hacia Granada, pidiéndonos todos un cola cao calentito. Aprovechando Juan Antonio para comprar el décimo de lotería de Navidad: 22857, que nos aseguró el chaval de la venta que era el que este año iba a tocar.

lunes, diciembre 13, 2010

1ª Travesía Sierra de Grazalema

1ª parte: TRAVESIA DEL PINSAPAR

Localización: en el corazón del Parque natural Sierra de Grazalema (Cádiz)

Duración teórica: 5 horas Dificultad: media-baja

Punto de partida: km 22 de la carretera CA-531 Grazalema-Zahara. Se sale de una antigua escombrera que ha sido rehabilitada como parking situado a unos 1.000 msnm

Punto de llegada: Benamahoma 450 msnm, junto a la fuente que está a la entrada del Camping Los Linares.

Fecha de realización: sábado 11 de diciembre, cielos casi totalmente despejados y temperatura muy agradable a pesar de los pronósticos de cielos muy nubosos que daban en los días previos.

Participantes: Valentín García Vioque, Miguel Becerra Rodríguez, Manuela, Reinaldo, Costas, Noel Gran Maestre, Paco Leal, Auro López Salazar, Matilde Marín Luque, Fernando Jiménez, Ana Bueno, Carlos Tapia, Cristina López Marín, Agustín Macia , Salvadora Rivas García, Maria Ortega Torres, Héctor Reina Giménez, Mª Luisa Morilla Cortés, Rafael Sancho González, Paco Jaime, Ana Serrano Morales, Ana García, Salvador Aguilar González, Carmen Barriga Márquez, Juan Carlos Bernal, Ruben Infante, Cristóbal García, Patricia López, Miguel Ángel Buitrago, Silvia Mérida, Eduardo Campos González, Eduardo Campos Montañez, María Diez, Celia Barreira, Juan Carlos Oyarzabal, Paqui, Ignacio Ruiz García, Ildefonso Ruiz, Pepe Macarro, Ilse Bullerdieck, Maria Andrea Rivera Medel, Juan Antonio Villalba, Rosa Romero, Salvador Herrador Carpintero, Teresa Rodriguez Ramos, Guillermina Montañez, Francisca Holgado de Villamartín, Enrique F. Bobadilla y un servidor Juan Ignacio Amador. Es decir un total de 49 participantes con tan sólo una única baja de la que me comunicaron a las 7.30 cuando ya iba de en el coche sin tiempo material para encontrar algún compañero que quisiera cubrirla.

El pinsapo es una conífera del tipo abeto que ha sobrevivido desde la era del Jurásico hasta nuestros días por lo que se considera una auténtica joya botánica que sólo podemos encontrar en los Montes Urales (Rusia), en Croacia, en el Rif de Marruecos, además de en la Sierra de las Nieves (Ronda), cara norte de Los Reales de Sierra Bermeja y en la Sierra de Grazalema. Aunque se está intentando su recuperación en otros parques relativamente cercanos como en Sierra Almijara.

Descripción de la ruta: La 1ª parte de la travesía del Pinsapar que nos lleva desde el inicio del sendero (1.000 m) hasta el puerto de Las Cumbres (1.300 msnm), consiste en una cómoda ascensión mediante una sucesión de zig-zags bajo la sombra de un pinar que nos acompaña hasta poco antes de llegar al puerto de Las Cumbres, donde aprovechamos para hacernos la primera foto de grupo con la piramidal silueta del San Cristóbal, además de parte del pinsapar y de la crestería de la Sierra del Pinar que ya empezamos a vislumbrar desde la distancia. Esta primera parte del recorrido coincide con la de la ascensión al San Cristobal y la mítica crestería de la Sierra del Pinar, hasta el punto donde nos cruzamos con una torrentera, por donde se inicia la ascensión de las dos rutas anteriormente mencionadas. Mientras que nosotros seguimos llaneando describiendo una gran herradura que finaliza en un pequeño prado situado junto a un bonito tajo con vistas espectaculares hacia el norte destacando el pueblo de Algodonales a los pies de la sierra de Líjar, el cerro Coros, el cerro de los ballestero y los tajos conocidos como el Mirador de los Buitres desde donde se inicia el descenso a la mítica Garganta Verde.

Una vez que abandonamos el mencionado prado junto al tajo, iniciamos la bajada hacia el Pinsapar que con el telón de fondo de la crestería del Pinar se nos presenta como un auténtico tsunami verde oscuro en el que nos vamos a sumergir, pero lo hacemos poco a poco, pasando junto a algunos pinsapos sueltos que nos van a ir enmarcando el paisaje que va quedando a nuestra derecha donde además de los hitos anteriormente mencionados destaca la sierra de Zafamalgar que parece como una mesa gigante de montar coronada por sus dos cerros uno en cada extremo, a la izquierda el cerro del Pilar (1.294 m) y a la derecha el cerro de la Cornicabra (1.286 m) con sus laderas teñidas del verde oscuro de las encinas, contrastando con los quejigos dorados, que enriquecieron enormemente la paleta de colores del paisaje y que se terminarían convirtiendo en la estrella botánica de la ruta. Pues haciendo honor a la verdad los pinsapos que se encuentran a ambos lados de este célebre sendero del pinsapar se encuentran muy deteriorados. Eso sí el sendero está impecable y muy bien cuidado, pero lo que son los pinsapos que nos vamos encontrando a lo largo del recorrido parecen estar enfermos, muchos de ellos con las ramas secas de la mitad para abajo, la mayor´ñia muy jóvenes pero muy delgados y los que veíamos con un tronco de mayor grosor estaban caídos en el suelo. A diferencia de los robustos ejemplares que vimos el año anterior mientras hacíamos la ruta de la crestería del Pinar.

Otros hitos que vamos viendo desde la primera parte del pinsapar son el Llano de Ravel o el pequeño llanito donde se encuentra la casa de la Vía del Moro, comunicados entre sí por un ramal de la pista que va desde el puerto de Los Acebuches, cercano al comienzo del sendero de La Garganta Verde en la carretera CA-531 Grazalema-Zahara, y que llega hasta Benamahoma. Entre pinsapo y pinsapo aparecía de vez en cuando algún ejemplar de quejigo teñido de color por sus hojas doradas, que fueron apareciendo cada vez con mayor frecuencia conforme íbamos llegando al puerto del Pinar (1.044 m) donde se puede decir que finaliza la travesía del pinsapar, coincidiendo con un hermoso prado donde hicimos la correspondiente para de reagrupamiento, algo de comer y beber, reportaje de fotos a Valentín con su club de fans y foto de grupo con el impresionante telón de fondo de la crestería del Pinar desde una de las perspectivas mas espectacular para admirar la verticalidad de sus paredes y los imponentes colmillos que forman su magnífica crestería.

Una vez reanudada la marcha y dejando atrás el bucólico prado del puerto del Pinar iniciamos el pronunciado descenso hacia Benamahoma, por una pista que aunque a simple vista antes de realizar esta ruta, podríamos imaginar como un mero tramo de tránsito entre el pinsapar y esa localidad, se convirtió en una de las partes mas interesantes del camino pues tuvimos la gran suerte de encontrarnos con los quejigos en plena eclosión otoñal con sus hojas doradas en contraste con las distintas tonalidades del verde de las encinas, algarrobos y pinos que pueblan estas laderas, sin olvidarnos de las bolitas de color rojo de los majuelos, las florecillas de las aulagas con su intenso color amarillo y algún que otro pinsapo que nos acompañaría hasta mediación de la bajada. Todo ello enriquecido con las nuevas perspectivas alpinas de la crestería del Pinar que íbamos descubriendo, tras cada nueva curva del camino, quedando normalmente a nuestra izquierda o a nuestra espalda, mientras que a la derecha llevábamos la sierra del Labradillo (1.094 m).

Tampoco faltaron numerosas vacas rojas reposando mansamente en el prado donde dejamos a la derecha el desvío que nos llevaría a Los Llanos de ravel El Santo. Poco después, una gran fuente a la derecha del camino alimentada por un generoso chorro de agua fresca es buen testimonio de la riqueza en aquiferos que atesora toda la sierra. Conforme nos íbamos acercando a Benamahoma, mas concretamente a la altura del camping Los Linares, el rumor del agua que mana de sus fuentes se convierte en una constante que hace del agua su principal riqueza con su piscifactoría, sus fuentes con una pureza de agua espectacular, por algo alberga el museo del agua, que ya estaba a punto de cerrar a la hora a la que llegamos. Aún así se dio una hora de pausa al entrar en Benamahoma, de manera que cada cual disfrutara del almuerzo como quisiera repartiéndonos por las calles del pueblo, entre bares, restaurantes, terrazas o el merendero que hay cerca del parking donde empieza la ruta del río Majaceite ó río del Bosque, donde quedamos en reagruparnos a las 15.30 pm para reanudar la caminata.

2ª parte: De Benamahoma al Bosque por el río Majaceite ó río del Bosque

Mientras esperábamos a los compañeros que se estaban demorando respecto a la hora a la que habíamos quedado para reanudar la marcha (15.30 pm) en el parking donde se inicia la ruta del río Majaceite. Aprovechamos para dar una breve introducción sobre la ruta que íbamos a realizar y de camino, dada la escasa o nula dificultad de este recorrido, invitamos a aquellos compañeros/as que por cualquier motivo tuvieran prisas para llegar a casa, a que comenzaran a adelantarse, despidiéndonos en este punto de un pequeño grupo de compañeros. Poco después salíamos tras ellos el resto del grupo sin prisas, pero sin muchas pausas, salvo las intermitentes paradas para hacer una foto por aquí y por allá.

Distancia aprox. 5 km (sólo ida) Desnivel aprox. 50 m Nivel dificultad técnica: muy bajo Tipo de recorrido: lineal.

Tiempo aprox. Según el ritmo se puede llegar a hacer incluso en menos de una hora, pero el lugar se presta a la contemplación del paisaje, escuchar el fluir del agua por el río, la avifauna, etc… Es un delicioso recorrido para hacer sin prisas.

Tipo suelo: senderos arenosos y a veces excavados en roca con algún que otro angosto puente que nos llevará de forma alternativa por ambas márgenes del río a lo largo del recorrido.

Breve descripción de la ruta:

El sendero recorre la cabecera del río Majaceite y supone un suave y apacible paseo. Aunque como toda ruta lineal que comunica a dos pueblos se puede empezar por cualquiera de los dos extremos tradicionalmenmte se comienza en la localidad de Benamahoma tal y como hicimos nosotros, donde nos encontramos con un amplio aparcamiento cercano a la Picifactoría y Museo del Agua, al que se puede llegar por un camino bien señalizado.

Desde el mencionado aparcamiento comenzamos el descenso hasta la localidad de El Bosque, encontrándonos con varios paneles informativos tanto a nivel general de esta ruta, como del funcionamiento de los antiguos molinos y batanes junto a cuyas ruinas fuimos pasando a lo largo del recorrido. La presencia de terrazas, nos indican los restos de antiguas huertas, de las que sobreviven algunos frutales, como los encontramos todavía en las cercanías de Benamahoma. Al dejar atrás las huertas, el valle se cierra, y aparece ante nosotros un bosque de ribera con sauces, álamos y chopos, en el que abundan las lianas y las enredaderas que sobre todo en primavera y verano le dan un ambiente selvático a este peculiar bosque de rivera.

En este hábitat suelen abundar en primavera y verano los acrobáticos vencejos, abejarucos y mirlos. Entre la fauna, poco abundante en esta zona por el elevado número de visitantes que soporta este sendero, destaca la nutria, recuperada en estos parajes que vuelven a ser habitados por varias parejas. También encontramos entre la fauna que vive en el río numerosos invertebrados. Caminamos a pocos metros del río, disfrutando de pequeñas cascadas, rápidos y pozas, resultantes de la acción erosiva del río. El contraste de luces y sombras que provocan los árboles contribuyen a la belleza de este paraje. Si bien es cierto que ya a finales de otoño, tal y como nos lo encontramos muchas de las hojas habían caído, no es menos cierto que también disfrutamos de una mayor visión sobre el cauce del río propiamente dicho que durante la primavera y el verano, suelen resultar menos visibles por la abundancia de vegetación.

Cerca ya de la localidad de El Bosque el valle vuelve a ensancharse, encontrándonos con una pista de tierra que de tomar a nuestra izquierda nos lleva hasta el Jardín Botánico (que suele abrir sólo hasta el mediodía), mientras que si no abandonamos el cauce del río, llegaremos al área recreativa de El Bosque por el sombreado sendero que discurre paralelo a su orilla derecha, volviendo a cruzarlo por un angosto puente a su orilla izquierda poco antes de llegar al área recreativa junto al río, donde se encuentra el popular restaurante la Trucha y el albergue juvenil de la Junta de Andalucía. Seguimos caminando por un camino empedrado que durante un buen trecho sigue discurriendo paralelo al río hasta poco antes de entrar en la parte baja del casco urbano del pueblo del Bosque con luz de atardecer que aprovechamos para hacernos la última foto de grupo, minutos antes a los cafelitos y cervezas de despedida, como colofón de oro a esta ruta en la que tal y como vaticinó Rafa Flores, que no pudo venir por encontrarse en Granada ese fin de semana, todo saldría a pedir de boca sin el menor incidente, aunque al amigo Ignacio “El Soltero de oro” poco le faltara para pegarse la hostia del siglo al intentar subirse en aquella roca con verdina a la orilla del río aterrizando sobre un servidor que tuvo el honor de coordinar esta primera travesía Sierra de Grazalema.

Crónica y fotografías: Juan Carlos Bernal y Juan Ignacio Amador