domingo, noviembre 03, 2013

Refugio de Juanar-Ojén

Entorno: Sierra Blanca, Perímetro sureste parque natural Sierra de Las Nieves
Pueblo de referencia:  Ojén
Hora y Punto Encuentro 1: 10.30 Travesía principal de Ojen para dejar un coche (o dos para los conductores al final de la ruta).
Punto de encuentro 2:11.00 Refugio de Juanar
Distancia: 6 km (pues en la ruta tomaremos pequeños rodeos y desvíos para alargar un poco el paseo por las zonas de castaños).
Nivel de dificultad: fácil
Desnivel aprox: 400 m, casi todo en descenso.
Tipo de suelo: 70% sendero terrizo y arenoso + 27% pista terraza + zona asfaltada al llegar a Ojen.
Tipo de recorrido: lineal
Mapa: ING, Marbella (1.065-IV)
Fecha de realización: viernes, 1 de noviembre de 2013, magnífica temperatura de unos 20ºC con cielo azul toda la jornada.
Participantes: De ronda vinieron Eva “a dibujante de sueños” con su hermano Dani: “Cocodrilo Dundee”. Desde Cerralba (Pizarra): Elena con sus intrépidos hijos Marco y Paclo y desde Fuengirola Ramón, maruja, maría y un servidor: Juan Ignacio Amador.
Bibliografía: http://elblogdeantonioternero.blogspot.com.es
Fotos del Camachuelo: Fjm.Olmo
A tener en cuenta:
1º) Antes de comenzar la caminata desde el Refugio de Juanar, hay que dejar al menos un coche en Ojén , lo cual pudimos hacer gracias a la ayuda de Celñia. Por lo que se recomienda no venir mas de 3 personas por cada coche.
2º) dado lo corta que sería la ruta entre el refugio de Juanar y Ojén, lo suyo es comenzar dando un paseo por el castañar de Juanar, prolongando hasta el mirador en el puerto de Marbella, retroceder hacia el Refugio de Juanar por los llanos de Olvivar y al llegar al desvío en cuestión, iniciar el descenso hacia Ojén. Justo antes de llegar al cortijo del Cerezal, tomar el ramal de la izquierda y remontarlo casi 1 km hacia arriba hasta llegar a un pequeño bosquete de castaños de no mas de 30 ejemplares, pero todos ellos centenarios y de gran espectacularidad, de este modo queda muy completa y en pocos kilómetros atravesamos paisajes de gran belleza.
Breve descripción de la ruta Refugio de Juanar-Ojén:
En los alrededores del hotel Refugio de Juanar (820 msnm) nos encontramos con un joven castañar donde iniciamos nuestra caminata, inmersos en un paisaje otoñal de tonalidades ocres, dorados y verdes que llenan de magia el entorno del hotel refugio de Juanar entre mediados de octubre y mediados de noviembre. En este ecosistema vienen a pasar algunas aves el invierno empujadas por las frías temperaturas del norte,  como los camachuelos comunes alimentándose de los frutos que dan las zarzas muy apreciados por ellos, además de acentores comunes, otra especie que pasan aquí los inviernos.

Aunque la mayoría de la gente comienza su caminata por la pista que nos lleva directamente al olivar de Juanar, lo mas interesante es iniciar el recorrido por el tenue sendero que va por dentro del Castañar, a unos 20 m a la derecha de la pista, discurriendo al principio en paralelo y poco a poco alejándose de la misma.



Nada mas iniciar la caminata sobre la alfombra de hojarasca, llegamos a un angosto puentecillo que se puede vadear por abajo, aunque todos pasamos por encima.
Pronto el sendero comienza a discurrir por la misma orilla del arroyo Juanar, pasando junto a una caseta de aguas, las camas de jabalí, sobre el mismo cauce del arroyo, generalmente seco y alguna que otra zorrera, nos da una psta sobre el tipo de fauna de la zona y lo frecuentado que esta éste rincón del bosque en las horas de mayor tranquilidad y menos tránsito de senderistas.
Poco después la pista se bifurca, tomando nosotros el ramal que durante un corto trecho remonta una pendiente que nos va acercando a un bosque formado por pino canadiense o menterrey y algunas manchas de eucaliptal, bajo la que pronto comenzamos a caminar, llevando un manto de helechos a ambos lados del sendero.
El siguiente hito del camino  es una curiosa mole rocosa, de aspecto redondeado conocida como “el hipopótamo”, unos metros antes el sendero comienza atransformarse en pista, los pinos predominan en este bonito tramo del camino, mientras que en los matorrales de alrededor, podemos distinguir algunos enebrales que en otoño dan sus pequeños frutos que es un alimento muy apreciado por el mirlo capiblanco, asiduo visitante de esta zona, donde también abunda el aulagar frecuentado por las currucas rabilargas.
Justo antes de abandonar la agradable sombra de los pinos, pasamos junto a un castaño que queda a la derecha del camino y a continuación ya nos adentramos en el olivar de Juanar, con la imponente mole piramidal de la Cruz de Juanar, que durante los próximos minutos es nuestro principal referente visual al suroeste de nuestra posición.
Antes de llegar a los pies del cerro de la Cruz, llegamos a un primer cruce de senderos: a nuestra derecha continúan las rutas que se dirigen hacia Istán y la Concha, pero nosotros nos desviamos a la izquierda, permaneciendo en el olivar de Juanar, llegando en unos instantes a la pista principal que atraviesa el olivar y comunica el hotel Refugio de Juanar a nuestra izquierda (NORTE) con el mirador del Puerto de Marbella a nuestra derecha (SUR), pista muy transitada por corredores, ciclistas de MTB y caminantes de todo tipo, incluidas señoras muy perfumadas con zapatos de tacón y perros con pedigrí de mas de 2.000€, niños con carrito o en sofisticadas mochilas de trecking y todo un desfile que en aquel festivo uno de noviembre eran multitud, por lo que renunciamos a la idea original de acercarnos al mirador de Marbella y tomamos directamente hacia la izquierda, es decir, en dirección al refugio de Juanar, llevando ahora la Cruz de Juanar a nuestra espalda y teniendo ahora frente a nosotros otra magnífica mole piramidal como es el cerro Nicolás.
En la foto de arriba, el cerro de La Cruz de Juanar (1.184 msnm), con su característico sendero en zig-zag.
En la foto de arriba, el cerro San Nicolás (1.022 msnm).
Poco antes de dejar atrás los Llanos del Olivar, llegamos al cruce de balizas, que a nuestra derecha nos indica derivación Ojén,;
siendo nuestro camino a seguir, pero antes de iniciar el descenso, hicimos una parada de avituallamiento, que una vez finalizada dio paso al inicio del descenso hacia Ojén, a través de un arenoso sendero muy escalonado y zigzagueante, algunas tablas a modo de trampolín delatan la práctica de bicicletas de descenso de este bonito sendero;
sobre el que cada año suelen caer algunos pinos de gran tamaño, debidamente talados, para permitir el paso de los senderistas, corredores y ciclistas especializados en descensos. En la primera parte del descenso, el cerro Nicolás nos va acompañando a nuestra izquierda.
En uno de los pocos rellanos del sendero, nos encontramos con un desvío a la derecha, con una marca de “X” (no continuar por aquí), aunque en caso te tomarlo nos llevaría hasta la ermita de Ojén, un ramal de sendero, semiabandonado, pero a tener en cuenta, para quien quiera descubrir nuevos itinerarios por la zona.
Le humedad exuberancia de vegetación a nuestro alrededor con gran abundancia de lentiscos y algarrobos, delatará la presencia del arroyo Almadán, por cuyo cauce, generalmente seco, caminaremos en algunos momentos, mientras que otras veces, el sendero cruza de forma alternativa para discurrir, a veces por su izquierda, otras por su derecha, hasta que llegamos al túnel de unos 100 m, que se construyó, bajo la carretera que comunica a Marbella con Monda, Coín, etc… para dar salida al cauce del arroyo los pocos días del año, que lleva agua, pues hay que recordar, que aunque estos arroyos, que discurren por abruptas laderas tan cercanos al mar, no llevan agua la mayor parte del año, en días de lluvias torrenciales, pueden llevar un caudal que se lo lleva todo por delante a su paso.
Éste, túnel de unos 100 m de longitud es nuestro camino a seguir, al otro lado nos deja prácticamente frente al cortijo del del Cerezal, lugar perfecto para realizar la parada del almuerzo, pero antes, lo mas recomendable es tomar el ramal de pista que sube ladera arriba, hacia la izquierda y que poco después de dejar a nuestra derecha un aljibe, nos lleva por un bonito alcornocal, donde comenzamos a encontrarnos con numerosos paneles, que nos ilustran sobre las distintas especies botánicas del entorno, desde la mas modesta planta o matorral, hasta los árboles mas representativos.
Unos metros después, llegamos a otro túnel, este mas corto, que el anterior y que nos lleva al otro lado de la misma carretera bajo la cual volvemos a pasar, pero ahora, ladera arriba. Inmediatamente después del túnel, el sendero se bifurca, siendo nuestro camino a seguir, el ramal de la derecha que en pocos metros nos lleva hasta una angarilla, que dejamos cerrada a nuestro paso, los alcornoques son cada vez de mayor tamaño y la pendiente se hace cada vez mas fuerte;
pero unos 400 m mas allá de la mencionada angarilla, llegamos a un pequeño castañar, de no mas de 30 ejemplares, pero todos ellos centenarios y de una belleza espectacular, donde aprovechamos la ocasión para hacernos numerosas fotos, bajo la sombra de los mismos, por donde de vez en cuando se filtraban potentes rayos de luz, pues el día era muy luminoso y la ladera, como la vida misma, era un mosaico de luces y sombras.
Se supone que este pequeño, pero precioso castañar, es la parte mas alta de lo que se conoce como jardín Botánico del Cerezal, a cuyo cortijo o casona, regresamos sobre nuestros pasos, para disfrutar de un plácido almuerzo, haciendo uso de una de las numerosas mesas y bancos de madera que frente a e él se encuentran. Cabe destacar que este lugar, situado al norte del municipio de Ojén, a media hora escasa, andando de su núcleo urbano, está actualmente concebido como centro de esparcimiento y de paso obligado para la ruta que va de Ojén al Refugio de Juanar o viceversa, tal como era nuestro caso. Este lugar se suele utilizar por los vecinos de Ojén para realizar romerías, encuentros y concentraciones.
En noviembre de 2008 se procedió a la rehabilitación externa de la casona de El Cerezal, que se dejó abierta en un principio, para facilitar el acceso a la misma como visita cultural, pero que por desgracia dada la cantidad de vándalos y descerebrados que abundan en nuestra fauna urbana (y campestre), han dejado prácticamente desbalijada.
También nos encontramos con una zona barbacoa, a la espera de que se inicie una segunda fase donde se saneará de manera integral el interior del edificio. Además se han colocado cerca de una veintena de mesas de madera para el uso y disfrute de vecinos y excursionistas. Todo ello se acompaña de un huerto ecológico, que suele ser motivo de visitas educativas por parte de los colegios de las localidades cercanas. Encontrándonos con una decena de paneles informativos en los que se explican las particularidades de la flora autóctona y se detalla la procedencia, nombre y género de los árboles endémicos. La recuperación y restauración de El Cerezal, ha supuesto para Ojén, un paso más en su empeño por crecer de manera sostenible.
Desde el cortijo o casona del Cerezal, la pista continúa dirección SURESTE, sin embargo, una vez finalizado el almuerzo, nosotros preferimos la opción de avanzar por el sendero que discurre paralelo al arroyo Almadán, hasta que unos 200 m, mas allá, este nos devuelve a la pista que en todo momento hemos llevado a nuestra izquierda, encontrándonos con una verja, actualmente cerrada, que salvamos gracias a una apertura que se ha realizado en la valla, a unos 10 m a la derecha de la misma, a través de la cual pasamos sin dificultad, desembocando inmediatamente después en el denominado camino de Las Rozas, que recibe el nombre de una casa histórica, junto a la cual pasaríamos si tomamos el ramal de la izquierda, que desemboca en la parte alta del pueblo, sin embargo, nosotros tomamos el ramal de la derecha, llevando a nuestro derecha, la compañía del arroyo Almadán, al que pronto se unen las aguas de otro tributario que recibe desde su margen derecho.
Se trata de un camino salpicado de fincas y algunas casas de gran tamaño con su buena piscina y sus frondosas huertas de las que nos llegará el aroma de una gran variedad de frutales que así se da, desde aguacates a nogales, pasando por caquis, nísperos, manzanos, almendros, naranjos, granados, etc, tampoco faltan los algarrobos, algunos de ellos con troncos que delatan una gran longevidad.
Poco antes de llegar al casco urbano de Ojén disfrutamos de una magníficas vistas de postal sobre esta localidad a nuestra izquierda, a la que vamos a llegar en pocos minutos, a través de un tramo de sendero con fuerte pendiente y gran número de piedrecillas sueltas, donde conviene estar atentos para nos resbalar, viniendo a salir muy cerca de la Cueva de Las Campanas, que no es mas que el acceso directo a una sala de cueva de no mas de 20 m cuadrado, generalmente abierta al público y perfectamente iluminada para disfrute del visitante, así como la magnífica sucesión de terrazas que se encuentra justo por encima, a la que se accede, también desde la calle, con algunas columnas de piedras y curiosas barandillas que le dan un toque Gaudiano de parque Güel.

1 comentario :

  1. Buenas!! Me ha encantado esta ruta! Soy seguidora de vuestro Blog desde hace tiempo y me encanta todo lo que publicáis!! Tenéis el Track de esta ruta por casualidad??, no la encuentro por ninguna parte con todo lo que habéis visto vosotros, tiene que ser una pasada!!
    Os dejo mi correo electrónico por si podéis pasarmela de alguna forma o orientarme sobre ella, ¡muchísimas gracias por compartirla!, loliredondobonillo@gmail.com

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