domingo, enero 29, 2017

Ascensión al Torcal desde el Nacimiento de La Villa + Sierra Pelada y Torcal Bajo:

X Travesía del Jurásico
Ascensión al Torcal desde el Nacimiento de La Villa + Sierra Pelada y Torcal Bajo:
Hora y punto de encuentro 1 (inicio de ruta): 9.30 am (ya desayunados) a los pies del Puerto de la Escaleruela.
Cómo llegar: Una vez que estamos en el cruce de carreteras que hay a tan sólo 2 km al sur de Antequera, veremos El Torcal y Villanueva de la Concepción a la izquierda, Valle de Abdalajís, Lobo Park a la derecha. Tomamos dirección Valle de Abdalajís, en menos de 1 km la carretera describe una cerrada curva para salvar una arroyo por un puentecito y a penas 400 m más allá (o menos); a la izquierda de la carretera vemos una pista terriza, unas casas cercanas y un cartel indicativo de "Puerto de la Escaleruela" (o hacia "Sierra Chimenea" que como referencia es igualmente válida), este es nuestro camino a seguir, nos adentramos por esta pista bastante llanita y en unos 3 km la pista viene a morir a los pies del Puerto de la Escaleruela y de la falda N-E del impresionante Camorro Alto. Éste fue nuestro inicio y final de ruta.
Hora y punto de encuentro 2 (inicio de ruta alternativo): 10.15 am, en la explanada terriza que hay junto a la carretera Antequera, Torcal. Concretamente a unos 200 m del famoso Restaurante El Molino Blanco (dirección Torcal) o a unos 500 m de la entrada del camping nacimiento de la Villa (dirección Antequera).
(Ventaja de empezar en este punto: Tienes 45 minutos más para dormir).
(Inconvenientes: Al poco de empezar tendrás que afrontar la subida más dura del recorrido. Y cuando tus compañeros finalicen el recorrido a los pies del puerto de la Escaleruela, te restarán 45 minutos para completar el recorrido, que hay desde ese punto, hasta el lugar donde dejaste estacionado tu vehículo, unos 3 km de suave perfil descendente).
Distancia aprox.  19 km
Desnivel acumulado subida 800 m
Nivel dificultad: Medio, salvo la ascensión por la chimenea al inicio de la ruta, tramo corto, pero muy intenso, por terreno muy empinado.
Punto más elevado: Vértice geodésico de Sierra Pelada (1.184 m)
Tiempo aprox.  7-8 horas (contando con paradas).
Tipo suelo:83 % senderos de cabra y caminos antiguos, 15 % pista y 2% vereda empedrada en la bajada del puerto de la Escaleruela.
Tipo de recorrido: circular en el sentido de las agujas del reloj.
Resumen itinerario y Bibliografía: Para esta edición nos decantamos por la ruta 7, titulada "Ascensión al Torcal desde el nacimiento de La Villa" tal y como aparece descrita en el libro EL TORCAL y otras sierras de Antequera (Editorial ARGUVAL), enlazando con parte de las rutas Nº3, Sierra Pelada y Nº4 Torcal Bajo
Nota: Este año coincidiendo con el X Aniversario de las travesías del Jurásico, se hará una por El Torcal y otra, probablemente en febrero, por la zona de El Chorro.
48 Participantes: Todos socios (como es norma actualmente en el club), menos dos personas que se hicieron socias, aquel mismo día.
Descripción del recorrido:
1ª Parte: Por la Cañada Pesquera y ascensión hasta el nacimiento de la Villa.
Una vez que finalizamos la charla introductoria de la ruta, bajo un mar de nubes bajas que nos impedían disfrutar del paisaje de montaña, fuimos pasando de uno en uno, a través de un curioso sistema de disposición del vallado, para evitar la tentación de saltarlo o dañarlo e iniciamos la caminata por la antiguamente conocida "Cañada Pesquera", hoy angosto, pero bien marcado sendero, paralelo a la base de los tajos de la cara norte, que llevábamos a nuestra derecha, si bien, la parte superior de los mismos estaba cubierta por un denso manto de nubes.
Esta fue una zona que hasta bien entrado el siglo XX, albergó un buen número de corrales para ganado y algunos huertecillos, cuya ubicación podemos adivinar por los restos de sus muretes de piedra, cada vez mas mimetizados con la vegetación de esta zona de umbría. 
Por esta zona se encuentran algunos enclaves históricos, antaño muy bien conocidos por los pastores de la zona, actualmente casi olvidados como: el "Tajillo de Roque", "la Mesetilla del Verano", "Los Corralones", "El Hoyo del Mochuelo", "El Cañaón", la "Fuente de los Berros" y en su día, se llegó a instalar una cruz de hierro en el lugar donde falleció un senderista, parece ser que debido a un infarto. 
El perfil de la Cañada Pesquera desde la base del Puerto de la Escaleruela hasta el Nacimiento de la Villa, presenta una suave pendiente descendiente, que hace muy cómodo este tramo de algo más de 3 km, a pesar de que estaba algo embarrado por las lluvias del día anterior. Una vez que llegamos a la explanada terriza de las "Ruinas de la Ventilla", se unieron al grupo varios compañeros que ya nos esperaban allí. Desviándonos ligeramente del recorrido para visitar el "lago grande" del nacimiento de la Villa, que desde la época de los romanos, hasta antes de ayer, dio de beber a todos los antequeranos, regó sus huertas y también se utilizó para mover las norias y los ingenios de sus antiguas fábricas.

Tras la foto de rigor en tan emblemático lugar, desandamos nuestros pasos y nos dirigimos, a una caseta de agua, distante a unos 200 m al sur de nuestra posición, más concretamente, situada a los pies de la ladera. Nos reagrupamos y desde allí iniciamos la ascensión perpendicularmente a la izquierda, tal y como miramos a los tajos de frente, que siguen cubierto de nubes. Pasamos junto a la figura (roca) de "La Ardilla", tomando como referencia uno de los muchos senderos de cabra que faldea la ladera, poco a poco vamos ganando altura, llevando siempre los tajos a nuestra derecha y dejando a nuestra izquierda las instalaciones del camping, aproximadamente al llegar a su altura, atacamos la ladera arriba, ya de una forma más acusada, serpenteando por una ladera, sin mayor complicación que la exigencia física de la pendiente y la precaución requerida al caminar sobre algunos tramos rocosos, bastante humedecidos, por las nieblas matinales, todavía predominantes a la altura de los tajos. Hasta el punto de que conforme nos vamos acercando al embudo del "Peligrillo Grande", hay que caminar mirando el GPS cada pocos pasos, pero dando con él a la primera, tras un breve momento de duda, dada la poquísima visibilidad. Estos embudos o chimeneas que se antojan casi inexpugnables, vistos desde el Nacimiento de la Villa, tienen su truco y en la mayoría de los casos son factibles con la ayuda de pequeñas trepadas. Sin embargo, escogimos el paso del Peligrillo Grande, porque es de los pocos que te permiten llegar arriba caminando, sin necesidad de trepada, más allá de algún escalón de un metro y también por ser el lugar donde se los guerrilleros del bando republicano instalaron uno de los nidos de ametralladoras, que con mayor efectividad y contundencia, castigó a las tropas fascistas que avanzaban desde Antequera, camino de Villanueva de la Concepción.
2ª Parte: Por Sierra Pelada:

Una vez arriba nos encontramos en una gran dolina, y tal y como describimos en nuestro libro, se nos presentan dos posibilidades:
1º) Si tomamos a la derecha, un sendero de cabras, nos conduce hacia el abrigo de Merino, el Camorro de la Torrecilla, el Camorro de Mataverde, el Hoyo de Duarte  y el Puerto de la Escaleruela, pero ésta sería la versión reducida o posible vía de escapa de nuestra ruta.
2º) Tomando, a la izquierda, que fue nuestra opción, la continuación del mencionado sendero, remonta una pendiente conocida como "El Estrecho" por encontrarse situada entre la "Silleta Alta" que dejamos a la derecha y el Camorro del "Peligrillo Grande" a nuestra derecha, que apenas podíamos ver, porque, al contrario de lo que me imaginaba cuando iniciamos la jornada, la abundante nubosidad que se posó sobre el Torcal, no sólo no terminaba de disiparse, sino que se hacía persistente, como si las nubes se hubieran anclado allí arriba. De modo que el Torcal, jugaba con nosotros "al escondite", su juego favorito en muchas mañanas otoñales e invernales, aún cuando han anunciado cielos despejados en casi toda Andalucía.
 Superada la pendiente del "Estrecho" nos situamos en una nueva dolina más alta, llevando ahora a nuestra izquierda, el borde de los tajos que se asoman hacia el tramo de carretera que va desde el Nacimiento de la Villa, hacia el Puerto de la Boca del Asno. En los días despejados, a poco que nos asomemos sobre el borde de los tajos, las vistas que tenemos son magníficas, a nuestra espalda (al OESTE): la sucesión de dolinas entre Sierra Pelada, el Torcal Bajo y los distintos camorros alineados hasta la formidable pirámide del Camorro Alto de Sierra Chimenea. A nuestra izquierda (al NORTE): Antequera, con toda su vega, la Peña de los Enamorados (o "El Indio"), la dehesa y pinares del Romeral y hasta las Sierras Subbéticas; hacia el nordeste la Sierra de Archidona. Y más adelante, casi de frente (al ESTE): La Sierra de Las Cabras con sus cumbres del Pico Yedra y las cabras, propiamente dicha, así como La Peña Negra y todo el cordal de la Sierra de Camarolos y El Jobo, hasta La Maroma, todo un espectáculo para la vista que muy a mi pesar, nadie pudo disfrutar, desde este tramo del recorrido, tan poco frecuentado.

Encaminando ahora nuestros pasos hacia el Camorro de Malaceite, donde está situado el vértice geodésico de Sierra Pelada, pero la niebla era tan densa, que en nuestra trayectoria, nos vimos obligados a hacer un par de rectificaciones, que tuvieron como parte positiva el que la cola se aproximara a la cabeza, y el grupo de 48 personas, que como suele ocurrir se había quedado parcialmente fragmentado, volviera a caminar de forma más compacta. En tales circunstancias, los walkies, resultaron ser de gran utilidad y en vista de que la niebla (nubes) entre la que íbamos caminando no nos permitían ver más allá de 80, 100 m de distancia, decidimos descartar la doble ascensión prevista al Camorro de Malaceite y al Camorro de los Montese (Los Repetidores), acortando un poco el recorrido y buscando los tramos más asequibles para salir directamente la pista asfaltada que conduce a las antenas, intentando coincidir con la ubicación del "Abrigo de Roete", donde vinimos a salir de forma directa, siendo este precioso enclave, el lugar elegido 
para almorzar, mientras las nubes comenzaban a ganar altura y por fin, permitirnos disfrutar, por primera vez, aquella jornada de los bonitos paisajes de alrededor. Por lo tanto, buen momento para el almuerzo, mientras veíamos, ahora sí con optimismo y alegría, que por fin podríamos disfrutar del paisaje, el resto de la jornada. Pero en aquel momento de lo que tocaba disfrutar era de un buen almuerzo de hermandad montañera, en buen ambiente de camaradería, inesperado regalo incluido que difícilmente olvidaré y como traca final, la última sorpresa de repostería de Arnaud: ¡GALLETAS DE DINOSAURIOS, Modelo Jurásico, hechas por el mismo!, con unos moldes que había comprado en los días previos, donde no faltaba ningún dinosaurio de los clásicos. Las galletas eran tan grandes y deliciosas, que no pude evitar devorar en pocos segundos el "Tiranosaurio de chocolate" que me tocó en gracia.
Finalizado el almuerzo, nos hicimos la correspondiente foto de grupo frente al emblemático abrigo de Roete, con la disciplina que impone nuestro ínclito amigo y compañero de aventuras Rafa Castillo, para ocasiones tan solemnes.
Finalizada la sesión de posado colectivo, que ya empieza a ser todo una tradición dentro del grupo, para sorpresa de los nuevos socios, desesperación de algunos, admiración de otros, con cierta guasa y cachondeo, pero siempre magnífica foto de grupo para todos, a pesar de su largo proceso de elaboración. Nos pusimos en marcha, aprovechando el tramo de pista en ligera ascensión para poner un ritmo vivo y llegar en poco tiempo al Puerto de Las Campanas, donde abandonamos la mencionada pista a la derecha, para buscar el paso sobre la parte superior de Los Lajares, a modo de gran balconada, desde donde pudimos disfrutar de preciosas vistas a nuestra espalda (ESTE): con La Sierra de Las Cabras con sus cumbres del Pico Yedra y las Cabras, ¡por fín!, en primer plano, y su prolongación hacia la parte oriental del Arco Calizo, con la Peña Negra, como siguiente eslabón de esta cadena montañosa, el Morrón de Grajea, el Enebral, El Realengo, la Cruz de Camarolos, el Chamizo Alto, Sierra de San Jorge, Loja y hasta La Maroma parcialmente nevada que se veía por encima de la Peña Negra. 
Mientras que a nuestra izquierda (al SUR) la cabecera del río Camapanillas, con Villanueva de la Concepción allí abajo, el Mediterráneo al fondo y mas a la izquierda los Montes de Málaga y asentados en sus laderas las localidades de Casarabonela y Colmenar, también se podía ver desde la distancia, asentada sobre la falda occidental de La Maroma, la localidad de Alcaucín. Otro de los hitos visuales, más significativos de este tramo, es el gran pináculo conocido como "El Peñón del Fraile", asentado sobre el extremo oriental, de la crestería que se conoce como Caballón Grande.
3ª Parte: Por el Torcal Bajo, "La ruta de Los Canteros":
Poco después de finalizar el bonito paso aéreo (pero no expuesto) de Los Lajares, venimos a salir a una zona llana, conocida como Campo de Tenis, donde ya enlazamos con la pista terriza del Camino de Los Canteros, por donde teóricamente discurre la ruta, pero para hacerla más completa, continuamos de frente, y nos adentramos directamente al Callejón de la Cruz, para contemplar de cerca las formaciones imitativas de "La Muela" y "La Pinza", con los consiguientes comentarios jocosos de que si "La Muela", más bien era un "Gallo Francés" o si "La Pinza", más bien era unos "Alicates".
 
Abandonando este rincón del Torcal, por el sendero de cabras que remonta el callejón a la derecha y se asoma a la espalda del Camorro del Pinche, pasando junto a los Llanos del Filete y viniendo a salir al Pilón de la Cruz, cuyo corralón y acceso al pilón estuvimos visitando, antes de iniciar el descenso hasta el enclave de la Casa de Juan González, con la perrera grande y la perrera chica, dejando antes a nuestra izquierda, la Sima del Pastor.Se trata de una de las zonas del Torcal bajo, donde podemos encontrarnos con una mayor concentración de huellas de fósiles de amonites y ruedas de molino, esparcidas por aquí y por allá.
Desde allí nos adentramos en la zona conocida como las Librerías, pasando junto a hitos como "El Empujoncito Chico" o el "castillo de Orbaneja" hasta venir a salir al Poblado de los Picapedreros, también conocido como "Las Sepulturas", donde estuvimos, donde dedicamos un ratillo al juego de "la búsqueda del Tesoro" para encontrar la muy bien camuflada "Cueva del Buda", que aún llevando GPS, le costaría encontrar a cualquiera. Pero que fue localizada, gracias a nuestros expertos.
Desde Las Sepulturas, tomamos dirección Noroeste, hasta venir a salir al Hoyo del Copao, y más tarde al Hoyo del Partidario, aprovechando para hacer una bonita fotografía del Camorro de Las lajas y desde allí alcanzar el puertecillo, que ya nos sitúa frente al Hoyo del Partidario, donde se nos atravesaron tres hembras de venado, con elegante caminar, primero ladera arriba, y después, ladera abajo.

Siguiendo por la vereda de ganado, que atraviesa esta dolina, dejando a nuestra izquierda los majestuosos tajos de las Vilaneras Altas, localizando la ubicación de la Cornisa del Diablo y más adelante las Vilaneras de Enmedio, llegamos a la zona de Cagahurones, dejando el Camorro de Mataverde a nuestra derecha, para salir definitivamente a esa gran dolina, conocida como El Hoyo de Duarte, teniendo frente a nosotros la imponente pirámide del Camorro Alto de Sierra Chimenea, mientras el sol, se iba poniendo a su izquierda.
El último tramo del Hoyo de Duarte, coincide con un sistema de callejones entre bloques, que le da un especial encanto a esta puerta de salida (o entrada) al Torcal, iniciando a renglón seguido el empedrado y zizgagueante descenso por el Camino de la Escaleruela, con las últimas luces de la tarde, disfrutando del impresionante telón de fondo de las colosales paredes del Camorro Alto, hasta nuestra llegada a los coches.

martes, enero 24, 2017

La Maroma desde El Alcázar y descenso hasta Alcaucín

Entorno:  sector occidental Sierra Tejeta
Localidad de referencia: Alcaucín
Hora y punto de encuentro recomendado: a las 8.30 am para desayunar en casa Paco, en el Puente de Don Manuel, está a pie de carretera y también es el lugar ideal para tomarse la copa post-ruta o incluso cenar después de la misma.
De lunes a viernes abre a las 8.30 de la mañana, sábados y domingos 9.30 am (en este último caso no nos serviría para desayunar, pues estimamos que las 9.30 am es la hora tope para ponernos ya en marcha si no queremos que nos pille el toro en la larga ascensión a La Maroma).
Cómo llegar a Alcaucín (y al inicio de ruta): La principal carretera  de referencia es la A-402,  que une las localidades de Vélez Málaga con Alhama de Granada, poco antes de llegar al km 56 nos encontramos con un desvío a la derecha (si venimos desde Vélez o a la izquierda si venimos desde Alhama) que nos señala: Alcaucín, Puente de Don Manuel, pequeña pedanía, también conocida como Puente de Salia, nada mas tomar este devío a la derecha de la carretera está nuestro bar de referencia para antes y después de la ruta “Casa Paco”. Desde aquí seguimos por la MA-4104, hasta Alcaucín a nuestra izquierda, dirección N-O nos llamará la atención las ruinas del castillo de Salia (ó Zalia), sobre una dócil loma que domina la mayor parte del valle del río Alcaucín, en el histórico camino real nazarita que unía Málaga con Granada y que formaba parte de la ruta de la seda.
Es éste uno de los restos de fortificaciones más antiguos que se conocen. Se ha pensado que bien pudiera haber sido construido por los fenicios, y posteriormente fue reconstruido por los árabes. Los árabes construyeron el actual castillo con su doble anillo de murallas, alcanzando cierto apogeo merced de la crianza de ganado y al cultivo del cereal. Más tarde fue conquistado por los Reyes Católicos en 1485, sirviendo esta fortificación como "prisión - obispado de los levantiscos moriscos". Esta conquista se logró por la traición de un árabe de ascendencia cristiana residente en Zalia.
A penas 4 km separan la pedanía del puente de Don Manuel de la localidad de Alcaucín.
Cómo llegar de Alcaucín al área recreativa del cortijo del Alcázar:
La distancia aproximada es de unos 5 km. Una vez que estamos llegando a la zona alta del pueblo, cuyo núcleo principal vamos dejando a nuestra derecha, estaremos atentos para tomar el desvío que sale a la izquierda donde ya se nos señala la dirección hacia el parque natural Sierra Tejeda (Alhama y Almijara), por donde debemos adentrarnos, dejando un coche de enlace en la primera explanada terriza que vemos a la derecha de esta pista que de momento está asfaltada.  Un kilómetro más allá, la pista pasa a ser terriza, pero en razonable buen estado, popularmente conocida en Alcaucín como camino de Los Colmenares, a unos 2 km del pueblo, vemos a la derecha un ramal de pista hormigonado, que en pronunciada pendiente parte a nuestra derecha. Éste fue nuestro punto de partida en enero de 2015, lugar conocido en Alcaucín como “La Ollas Altas”, aunque sólo se encuentra a unos 680 m sobre el nivel del mar.
Más adelante, nos encontramos un panel descriptivo presidido por el Embalse de la Viñuela. A escasa distancia dejamos a nuestra izquierda un privilegiado mirador presidido por una cabra montesa, donde merece la pena parar para hacer algunas fotos, de la impresionante garganta que podemos contemplar al fondo, donde la acción erosiva del arroyo del Alcázar, también conocido como arroyo de Alcaucín, ha esculpido un formidable barranco, declarado: Monumento Natural de Los Tajos del Alcázar, un conjunto de formaciones geológicas singulares, entre las que destaca el denominado Tajo de El Fuerte, con más de 170 m de verticalidad ininterrumpida y 500 m de anchura. 
Se trata de un lugar inaccesible, solo frecuentado por aves rapaces como el águila real y las cabras montesas, tal y como tuvimos oportunidad de comprobar al atravesar el vado del arroyo en nuestro trayecto en coche hasta el cortijo del Alcázar.
Estos tajos, flaquean la cabecera del arroyo del Alcázar, es una verdadera explosión vegetal, que presenta una flora vascular de gran interés ecológico y es por ello que precisamente al inicio de nuestra ruta nos encontremos con carteles indicativos de una ruta botánica, que quedará a nuestra derecha, al inicio de nuestra ascensión a pie. En algunos tramos aparece seco, durante gran parte del año, ofreciendo innumerables rápeles, de gran interés para los amantes del barranquismo.
Después de pasar junto al mirador, dejamos a nuestra izquierda una primera área recreativa, conocida popularmente como la del río (arroyo) Alcázar, cerca de las cuales, el arroyo forma, pequeñas cascadas, que junto con la umbría que se da, debido a la gran altitud de los imponentes tajos, favorecen la abundante vegetación del entorno.  
No obstante, la pista tiene muy buen piso, salvo alguna cárcava, fácil de esquivar con un turismo normal (al menos a fecha: enero 2017) y a través de cerrados zig-zags vamos ganando altura hasta llegar a la zona de parking del área recreativa Cortijo del Alcázar (850 msnm). Nuestro punto de partida, En este área hay una zona de acampada con agua, con varios paneles y señales indicativas, e incluso duchas. Al llegar el frío era tan intenso, que rápidamente tuvimos que echar mano de toda la ropa de abrigo disponible, a pesar de lo cual había una familia con niños de acampada, saliendo tranquilamente de su tienda, como Perico por su casa, sin inmutarse lo más mínimo del frío.
Distancia aprox: 20,5 km
Desnivel de subida acumulado: 1.500 m
Desnivel de subida acumulado: 1.650 m
Punto de partida: Área Recreativa cortijo del Alcázar
Punto más elevado: La Maroma (2.065  msnm)
Tipo de ruta: en forma de "V" (dejando previamente un coche de enlace en Alcaucín).
Tipo de caminos: pista terriza, sendero pedregoso y gigantesco lapiaz (de dócil tránsito) en la meseta somital de La Maroma.
Mapa:  IGN (Iberpix).
La ruta discurre dentro del t.m. de Alcaucín, hasta el collado del Espino, donde nos adentramos dentro de la provincia de Granada, concretamente dentro del t.m. de Alhama de Granada, aunque caminando casi en paralelo a la línea interprovincial Málaga-Granada, que llevarem,os a escasos 300 m a nuestra derecha, hasta la cumbre. El descenso lo hacemos por  dentro del t.m. de Canillas de Aceituno hasta el collado de La Torrecilla y a partir de ahí, ya volvemos a caminar por dentro del t.m. de Alcaucín.
Fecha y meteorología: domingo 22 de enero. A pesar de que en los días previos había nevado por casi todas las sierras de Málaga y el jueves y viernes se observaba un amplio manto blanco sobre La Maroma, el grosor de la capa resultó ser muy fino y como era nieve polvo, el viento predominante en la zona, sólo nos permitió disfrutar de la nieve desde el bosque mágico de pinos por encima de "Las Víboras" hasta la cumbre, donde a primera hora de la mañana el viento llegó a alcanzar los 45 km/h, aunque afortunadamente a nuestra llegada, nos dio una tregua en el vértice geodésico; no así la mayor parte de la jornada, que fue bastante ventosa y fría, a pesar de los cielos completamente despejados.
8 Participantes: Javi "Matt Wildness" que para ese día nos tenía preparad a la ascensión al Picón del Jerez, pero se tuvo que posponer por problemas en el camino de acceso al refugio de Posteero Alto, punto de partida, de hay que pusiéra en marcha esta ruta como plan B (el primero por la derecha, de rojo), Juan Antonio Villalba "El Corsario de Sierra Tejeda y Almijara" si ir con él ya es un lujo en cualquier ruta de montaña, en sus dominios siempre es garantía de calidad y seguridad 100% (de azul marino arriba, a la izquierda), Yoli "Como corre" campeona de España de ultra trail cada año mas rápida y potente (de naranja, arriba), Lena "La Amazona Bielorrusa" (de rojo, antigua U.R.S.S. en el centro), Maria Victoria Orellana,, novia dee nuestro amigo Javi (chaqueta rosa), que se está preparando para los 101 de Ronda, Mariano "El Ingeniero de Telecomunicaciones" (de azul, segundo por la izquierda), mucho mejor de lo quee hubiera imaginado hace un año, Arnaud "El Repostero de Versalles" (de azul claro, primero por la izquierda, integrante de la última expedición francesa al Everest) y un servidor: Juan Ignacio Amador (autor de la foto).
Fotógrafías de: Arnaud "El Repostero de Versalles", Juan Antonio Villalba "El Corsario de Sierra Tejeda y Almijara"y un servidor: Juan Ignacio Amador
Bibliografía: Disfrutar caminando por las sierras de Tejeda y Almijara (Editorial Arguval)
Material recomendado:
Si bien es cierto, que de las 10 veces que he subido a La Maroma con nieve, el uso de crampones sólo me ha hecho falta en tres ocasiones: dos en la ruta del Robledal para asegurar el paso por la zona escalonada previa al "Salto del caballo" y otra para salvar la empinada ladera entre la cumbre y el tajo Volaero. Y otra vez subiendo desde Alcaucín, para superar la última loma previa a la cumbre, que estaba completamente congelada.
A la Maroma con nieve siempre conviene venir bien preparados con crampones y piolet por si te pillan tramos de nieve dura o placas de hielo, además de ropa de máximo abrigo: gorro de lana, braga y mínimo un par de guantes. Curiosamente casi siempre he pasado más frío en La maroma, que en Sierra Nevada. 
La nieve es como un ser vivo, un gigante dormido, que en cuestión de horas puede cambiar de grosor, dureza, profundidad, etc... La Maroma es una montaña muy traicionera y si no se tiene la debida experiencia o/y preparación física (y de equipamiento adecuado) puede jugar muy malas pasadas. Esta montaña nos pone a prueba física y mentalmente.
Dónde alquilar crampones y piolet en Málaga:
En Málaga: En la Trucha y El Yeti; y en Vertikalia
En Churriana (Tienda de montaña: Terral, muy económica y con personal muy amable:  pero deberíamos saber usarlos y tener unas nociones mínimas de auto detención en caso de caída.
Cuanto menos es recomendable asesorarse lo mejor posible sobre el uso de crampones y piolet, tanto a la hora de comprarlos, como a la hora de alquilarlos para utilizarlos en nuestras primeras ascensiones invernales, donde la falta de costumbre puede hacer que no sepamos ajustarlos correctamente a la medida de nuestro  pies, como colocárnoslo (sin ayuda de nadie), como distinguir el izquierdo del derecho. Para ello podemos encontrar algunas páginas interesantes en internet, por ejemplo:
http://comandopreston.blogspot.com.es/2012/01/curso-basico-de-iniciacion-al-alpinismo.html
Alicientes principales: Las vistas desde La Maroma, por cualquiera de sus vertientes siempre resultan espectaculares. Desde la zona de Alcaucín y el Alcázar nos permite disfrutar de una panorámica privilegiada de gran parte del denominado Arco Calizo central, tomando de referencia el Boquete de Zafarraya en su prolongación hacia el oeste podemos distinguir fácilmente: el Hoyo del Toro, La Torca, el pico Vilo, los tajos del río Sábar o el Chamizo Alto, la Cruz de Camarolos, la Peña Negra, El Torcal, La Capilla, Huma, Sierra de las Nieves, etc... como localidades más fácilmente identificables podremos distinguir: Periana, el curioso nido de águilas de Comares o Colmenar, así como el embalse de la Viñuela al oeste. Al alcanzar la zona de cumbre disfrutaremos de unas vistas preciosas de la Axarquía a nuestros pies: pudiendo distinguir de izquierda a derecha: Cómpeta, salares, Sedella y una pequeña parte de canillas de Aceituno (semi oculta tras el peñón Grande), así como Torre del Mar en la Costa y hasta parte de Málaga capital. Si el día es lo suficientemente claro, podremos distinguir hasta las montañas del Rif en Marruecos al otro lado del Mediterráneo.
El paso por el bosque de pinos de repoblación previo a la Fuente del Espino (también conocida como "Fuente Santa" es una maravilla; así como la mencionada fuente en cuestión y el encajonado paso entre el roquedo que nos sitúa en el segundo nivómetro. Sin olvidar la primera zona del recorrido de gran diversidad arbórea y con mucha umbría. El muy poco frecuentado tramo entre Alcaucín y la Proa del Barco por el Collado de la Torrecilla con sus vistas aéreas, así como otras sensaciones que le podréis añadir vosotros mismos, hacen de esta ruta un itinerario completísimo. 
Breve descripción del recorrido: Las vistas
Desde el aparcamiento subimos por la escalera de piedra situada junto a los paneles informativos y atravesamos la zona de acampada, de unos 80 m de longitud, donde el agua de la lluvia ha formado algunas cárcavas que han dejado parcialmente al descubierto, las raíces de algunos pinos y cipreses, por lo que debemos caminar con cuidado, para no tropezar.
Poco después accedemos a una pista terriza, donde un paso con cadena, advierte que a partir de ese punto sólo pueden pasar vehículos autorizados (teóricamente guardas forestales o personal para la reforestación, control de la fauna y vegetación de la zona). Nada más comenzar a caminar por la pista, vemos un primer ramal de sendero a la derecha, se trata del mencionado sendero botánico, y apenas, 80 m mas allá , abandonaremos la pista principal por donde discurre el PR.A-352 Alcázar-La Maroma, de perfil muy suave, pero con una serie de zig-zags que lo hacen demasiado largo, hasta que se llega al primer pluviómetro. Por lo que nosotros, decidimos acortar por una vereda secundaria que parte a la derecha. Se trata del popularmente conocido como "sendero delo cortafuegos" y de este modo, nos vamos adentrando en una zona de mucha umbría conocida como Los Escansaderos, adentrándonos en pleno bosque de pino carrasco y de repoblación. Conforme vamos ascendiendo, nos vamos encontrando con chopos, cedros, encinas, cipreses, y especies arbustivas como cornicabras, tojos, jaguarzos, jaras, palmitos o hiedras; tampoco faltan las  herbáceas como: el tomillo, el romeros, o el torviscos. Estamos atravesando una de las zonas más ricas en cuanto a flora y fauna de la Axarquía, a pesar de lo cual, no falta el gilipollas de turno, que deje su firma a modo de gran pintada multicolor en una roca, demostrando así su falta de respeto total al entorno y su nulo nivel cívico e intelectual.
A lo largo de un trecho de unos 300 m el sendero discurre por el cauce seco, del arroyo de la Higuera (o de la Cerca), justo después de cruzar un tupido pinar de pino salgareño, nos encontramos con un murallón de piedra de sillería, semi oculto por la maleza, conocido popularmente como "La Cerca", son las ruinas de una antigua fortificación árabe que inspiró el nombre del "Alcázar" con el que se conoce a esta zona de sierra Tejeda. Sigue la senda un corto trecho por la orilla izquierda del barranco, cruza de nuevo a la derecha (izquierda en el sentido de nuestra marcha), estando atentos a unos hitos de piedra, para tomar un sendero que comienza a ganar altura, ya de forma mucho más acusada, a través de una larga y empinada sucesión de zigzags, hasta situarnos sobre la misma loma del cortafuegos, si bien en la actualidad, ha crecido 

tanto el matorral sobre dicho cortafuegos, que apenas percibimos que vamos por él, de no ser porque a partir de un determinado punto, ya acaban los zigzags y la pendiente se muestra siempre constante y muy rectilínea, por lo alto de la loma. A la izquierda vamos viendo el pequeño valle que forma el arroyo de Los Castillones, entre la loma por la que vamos ascendiendo y la pista terriza por la que discurre el PR.A-352 Alcázar-La Maroma, y a nuestra derecha el barranco de la Higuera, con los impresionantes cortados que le flanquean y sus agrestes tributarios, formando una gran mole caliza salpicada de pinos y encinas. Al final de nuestro tramo de ascensión por el cortafuegos, venimos a coincidir con el final de la pista que abandonamos al poco de iniciar la ruta. También llega hasta este punto el poco frecuentado sendero que parte desde el área recreativa de La Alcauca, al norte de nuestra posición. Se trata de un pequeño llanito conocido como la Erilla Tarara, un primer nivómetro (pluviómetro) situado a escasos metros certificará que nos encontramos en el lugar al que hacemos referencia.
Desde el llanito de Erilla Tarara, primer nivómetro-pluviómetro, parte el sendero de Las Víboras, que a pesar de su intimidante nombre, siempre me ha parecido uno de los tramos más cómodos de la ascensión, de toda la ruta, pues aunque la ascensión es continua, resulta mucho menos empinada que el cortafuegos y su elaborado sistema de zigzags, perfectamente estudiado, por quienes en su día lo construyeron, hace muy llevadero este tramo, desde donde también nos podemos ir recreando de las vistas hacia el noroeste,
presidido por el espectacular Boquete de Zafarraya (perfecto candidato a monumento natural), su multicolor llanura lacustre de tierras de cultivo, con el pueblo de Zafarraya al fondo, y la pedanía del Almendral, a los pies de la falda sur de la Sierra de Loja. Hacia el oeste: destaca el embalse de La Viñuela, la Mesa de Salía, e identificaremos fácilmente las localidades Comares, Almachar, Los Romanes, Cútar, Colmenar y Periana.
Al finalizar el tramo de zig-zags, del sendero de las Víboras, que tal vez tenga este nombre no por la abundancia de este tipo de reptil en la zona, sino, porque simplemente el sensero serpentea, durante un buen rato, llegamos a una zona, que de hecho se conoce como Las Llanadas (no confundir con las Llanadas de Sedella), se trata de un altiplano rocoso salpicado de encinas y quejigos dispersos, al principio el sendero discurre en paralelo al barranco de La Cerca, por cuyo cauce seco, caminamos en la primera parte del recorrido.
Poco después vamos a dejar a nuestra derecha el punto donde confluyen el barranco del Mojón, que llega por nuestra derecha, entre el cerro del Águila a nuestra derecha y el cerro del Mojón frente a nosotros; y el barranco del Espino, que coincide con nuestra trayectoria hasta el punto de que lo vamos a atravesar, unos metros más adelante se encuentra la Fuente del Espino, del que solo mana agua tras días de abundante lluvia, a lo largo un kilómetro o algo mas, caminaremos llevando a nuestra izquierda el barranco del Espino. Aclaremos que los mencionados barrancos en este tramo del recorrido, no son más que incipientes arroyos secos la mayor parte del año.
Poco a poco nos vamos acercando a lo que llamamos el bosque mágico, que en realidad, no son más que tres bosques de pinar de repoblación, que vamos a ir atravesando, pero que después de una gran nevada, nos trasladan a un paisaje invernal tipo Narnia. El primer bosque coincide con el collado del Espino, donde comenzamos a cambiar el rumbo ESTE, que nos ha traído hasta aquí por rumbo SUR, lo que ahora tenemos a nuestra izquierda es la caída hacia el profundo barranco de Los Tejos y en la vertiente opuesta, el imponente cordal del cerro Selladero, mientras que a nuestra derecha, tenemos el alomado cerro del Mojón, alrededor del cual, vamos pivotando, hasta que llegamos al idílico enclave de la Fuente Santa (o Fuensanta).
Desde la Fuente Santa, de la que sí suele manar agua la mayor parte del año, tan solo nos restan unos cinco minutos para llegar a una especie de embudo rocoso, que tras una corta y escalonada ascensión nos sitúa en el collado del Mojón, también conocido como collado del Acarraero, donde nos encontramos con el segundo pluviómetro. A este mismo punto también podemos llegar de forma directa remontando el barranco del Mojón, a través de un tenue sendero de cabras que discurre paralelo al mismo.
A partir de este punto o incluso antes la vegetación predominante ya son, los espartos, el piornal de alta montaña y los enebros rastreros.
Esta zona cuando no tiene nieve nos recuerda a un paisaje lunar, y cuando está muy nevada, el sendero se puede perder fácilmente, si bien, casi siempre tendremos la referencia de una baliza de madera del PR.A-352 Alcázar-La Maroma o en su defecto un hito de piedra, que nos devolverá al sendero en caso de haberlo perdido. No obstante, en caso de perder el sendero, a partir de aquí, el terreno es tan alomado, que se podría decir aquello de "mientras vayamos subiendo, vamos bien".
Si bien, se puede intuir fácilmente que la senda ya sea mimetizada por el interminable pedregal, ya esté oculta bajo la nieve, va ganando altura por la divisoria de aguas, que en este tramo hace de límite entre las provincias de Málaga y Granada. El único problema que puede surgir a partir del segundo pluviómetro es que nos coja un día de mucho viento arriba, a menos de 300 m al calor amarillo y blanco de nuestras balizas, se le une el verde y blanco del SL-A142 Canillas de Aceituno-la maroma "Ruta de los Neveros".
De esta guisa nos encontramos un pequeño pino solitario cargado de nieve, junto al que aparece nuestra compañera Lena, en el penúltimo collado previo a la cumbre.
Desde el segundo pluviómetro (collado del Mojón o del Acarraero), sólo nos queda completar  el último cuarto de ascensión, que junto con el tercer cuarto es el más dócil del recorrido, por lo redondeado de las dos lomas que nos restan hasta alcanzar el emblemático monolito de la Maroma (2.065 m). Donde como decíamos anteriormente, el frío viento norte, predominante la mayor  parte de la jornada, nos dio una tregua, como por arte de magia, para curiosear por los refugios de piedra de los alrededores, acercarnos a la emblemática Sima de La Maroma, situada unos 100 m al suroeste de la cumbre, de donde toma su nombre actual.
Resulta que hasta bien entrado el siglo XX, esta montaña era conocida como La Tejeda. Sin embargo, el nombre actual le viene dado por la mencionada sima (que está junto a la cima), y para la que se usaban maromas (cuerdas) para descender a recoger nieve, término que dio nombre a la sima. La emigración de algunos cordobeses con seseo en su forma de hablar, a poblaciones al pie de la montaña donde los habitantes ceceaban, produjo confusiones entre el término sima de la Maroma (con s) y la cima (con c) cambiando el nombre a la montaña
También estuvimos disfrutando de una plácida sesión de fotos, de grupo, individual y algunos minutos más para disfrutar de las magníficas vistas sobre el mediterráneo al sur, Sierra Nevada al Noreste, el mencionado paisaje al oeste y al norte la misma loma nos impide disfrutar de las vistas hacia la comarca del Poniente Granadino y las tierras de Alhama. Siempre me quedará la duda, de por qué colocaron el vértice geodésico en el lugar donde se encuentra y no, unos 200 m al noreste, donde a simple vista la meseta somital, tiene al menos 4-5 m mas de altura a lo largo de una ancha superficie.
El hecho de no encontrarnos con nadie en tan emblemática cumbre, siendo fin de semana y encontránddose nevada, ya es suficientemente significativo de las frías condiciones de viento norte que arreciaba aquel día. A excepción de un grupo de cuatro chavales que venían desde Canillas de Aceituno (vertiente sur), con quienes coincidimos brevemente allí arriba, cuando ya estábamos a puntos de marcharnos y que no tardaron mucho en seguir nuestros pasos hasta la Proa del Barco.
Tal y como estaba previsto, la primera parte del descenso hacia Alcaucín, lo realizamos por la ruta de Los Neveros, es decir: sendero SL-A142 Canillas de Aceituno-la Maroma, que fué por donde ascendimos en enero de 2015. Tras dejar a nuestra derecha, las ruinas de la antigua casa de la Nieve, encaramos el descenso por las empinadas laderas, llevando a nuestra izquieerda la imponente caída con vistas sobre los denominados Chimeneones, y El Encadenado.
Hasta que llegamos a la cabecera del barranco de la Cueva de Don Pedro,  donde la pendiente se suaviza y comenzamos a caminar por el interior de su vaguada, que nos protege del viento norte, que volvía a soplar con fuerza, nada mas abandonar la cumbre. Lugar propicio para disfrutar de un plácido almuerzo, aunque fuera con los guantes puestos, pues aunque la capa de nieve era fina ya a esas alturas, el viento que aunque mas amortiguado nos seguía llegando, hacía que la sensación térmica fuera cercana a los 0ºC.
Reiniciada la marcha compartimos un corto trecho de sendero hasta la Proa del Barco, también conocido como la Colada del Puerto del Pico, con los cuatro chavales que habíamos dejado en la cumbre, y mientras ellos continuaban hacia Canillas de Aceituno por el sendero principal, nosotros lo abandonábamos.
DEscendiendo por la loma quee continúa de frente, en dirección oeste, hasta que poco antes de bajar hasta el barranco, (o todavía barranquillo) de la Cueva de Don Pedro, que hasta ahora heemos llevado a nuestra derecha, describe una cerrada curva de 180º para vadearlo (aunque generalmente, casi siempre está seco). A partir de aquí lo vamos a ir llevando a nuestra izquierda, aunque cada vez se va a ir alejando mas de nosotros, conforme nos acercamos al Collado de la Torrecilla, no sin antes aprovechar para asomarnos a la 

preciosa crestería que llevamos a nuestra izquierda y que da vistas hacia la empinada caída del barranco de la Cueva de Don Pedro, también conocido como Barranco Hondo en su descenso hacia la base del Atalayón, que también vemos allí abajo.
Al mismo tiempo que La Maroma va quedando a nuestra espalda cada vez mas atráas.
En la imageen podemos observar a los compañeros lleegando al Collado de La Torrecilla
El descenso hasta Alcaucín, es el mas largo y el que acumula mas desnivel, pues esta localidad se encuentra a una altitud media de 540 msnm, mientras que La Maroma, se encuentra a 2.065 msnm, a lo que hay qee añadir, las pequeñas subidas, que nos vamos encontrando a lo largo del descenso y que van acumulando mas desnivel, que el simple cálculo de restar la diferencia de altitud.
No obstante, el espectaculo visual hacia el Valle del río Vélez con el embalse de La Viñuela en lontananza y el sol reflejándose sobre su lámina de agua, cual gigantesco espejo, así como el modesto pero frondoso valle del río Alcaucín y el corredor que sube hasta El Boquete de Zafarraya, así como toddos los tramos de costa que podemos contemplar desde muchos tramos del descenso y todos los hitos ya mencionados en la primera parte del recorrido,  hacen de este tramo un auténtico espectaculo.
Estando particularmente atentos, al momento en que el sendero nos sitúa en una pista que se ha hormigonado para reforestar la zona y que preferimos abandonar, para continuar por un precioso sendero, que después de realizar una gran curva de herradura, para vadear un último barranco, nos conduce en zigzagueante descenso hasta Alcaucín, por la vertiente oeste del cerro de Los Mosquitos, estanddo ateentos a un última bifurcación de senderos que si bien en am,bos casos nos llevan hasta Alcaucín, preferimos tomar el de la derecha, mas marcado y que en poco menos de media hora ya nos conduce hasta el pinar que se encuentra justo por encima del barrio alto de Alcaucín, donde la mitad del grupo se queda haciendo un tour fotográfico de mediaa hora, mientras los conductores regresábamos para recuperar nuestros vehículos hasta el área recreativa del Alcázar, en el coche dee enlace quee habíamnos dejado en Alcaucín y que en estee caso fue el coche de Yoli, funcionando la logística a la perfección.
He aquí algunas de las fotos que hizo Juan Antonio Villalba en Alcaucín, mientras íbamos por los coches al Alcázar.