lunes, enero 29, 2018

Sendero de la Cañada del Sereno

Entorno: Parque Natural Sierra de Huétor, Sector: Los Peñoncillos - Cabecera del río Darro.
El acceso para llegar a la Casa Forestal de los Peñoncillos, se encuentra junto a la salida 259 de la autovía A-92, poco antes de llegar al Puerto de La Mora si vamos dirección Guadix, o poco después de dejarlo atrás, si venimos desde la zona de Guadix, dirección Granada.
Pueblo de referencia: Huétor Santillán
Recorrido: Circular(en el sentido de las agujas del reloj)
Longitud aproximada : 15 kms
Dificultad : Media
Desnivel: 600 m
Tipo de suelo: pistas forestales, senderos terrizos y pedregoso y senderos de cabra y campo través en el descenso del cerro del Corzo.
Fecha de realización y meteorología: Sábado 27 de enero de 2018, hasta pasado el mediodía fue una jornada de cielos cubiertos y temperaturas por debajo de los 5ºC, de hecho nos encontramos con los márgenes del camino nevado hasta primera hora de la tarde, en que ya por la zona de la solana, la nieve empezaba desaparecer. Temperatura idónea para caminar, pero parados hacía bastante frío, hasta el punto de que no pudimos parar más de 15 minutos para almorzar 8aunque íbamos muy bien de tiempo), porque las bajas temperaturas no lo permitían.
Unos 40 participantes: Todos prestonianos; Manuel Peña Pérez, Ana Pérez Salas, Sancho Adam,  Carlota Comino, Pepi Pérez, Juan Manuel Jurado, Eduardo Campos González, Inmaculada López, José Manuel Moreno Olmos, José Valenzuela, Aurelio Campos, Josefa Rebollo, Soledad Moreno, Antonio Martin, Diego Martínez, Carmen Pérez Galisteo, Pepe Pateador, Rosa, Manuel Esteban, Marlis, Lourdes Sasores, Isabel Diaz Morales, Pepe Mayorga, Carmen Belmonte, Ana Martínez, Manuel Álvarez , Alberto Serrano, Juana Ramos, Marta Serrano, Paco Gutiérrez, Fali, Paqui, Paqui Gallego, Abel Saavedra, Miguel Saavedra (nuestro pequeño montañero), Pedro Arenas, Julio Pelaez, José Guerrero, Julio Rodríguez, Salvador Gómez, Rafael Quirós y un servidor: Juan Ignacio Amador.
El Parque Natural Sierra de Huétor (declarado como tal en 1989) está situado en el centro de la provincia de Granada, pero al encontrase muy cerca del Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada que es el que aglutina la mayoría de visitas de esquiadores y excursionista, sigue siendo un gran desconocido a pesar de encontrarse situado a escasos kilómetros al norte de la capital nazarí. Las sierras de este espacio, son muy parecidas al Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas. El espacio solo tiene 12.428 hectáreas, en su corazón nace el río Darro, que alimenta los estanques, fuentes y canales de la Alhambra, el Generalife y el Albaicín, para poco después entregar sus aguas al Genil, que vemos nacer desde la Vereda de la Estrella.
Aunque el parque recibe el nombre de la Sierra de Huétor, (como pasa con el parque natural Sierra de Grazalema), en realidad está formado por otras muchas sierras como por ejemplo son en su caso las sierras de: La Alfaguara, Cogollos, Diezma, Beas y estribacioines de la sierra de Harana, donde se encuentran las cumbres mas alta el Peñón de la Cruz (2.027 msnm) y el pico Harana (1.975 msnm), aunque al encontrarse en el perímetro exterior del parque, concretamente al norte del mismo. Oficialmente su cumbre mas alta es el Peñón del Majalijar con 1.889 msnm. La mayoría de sus cumbres oscilan entre los 1.100 y 1.675 msnm. Aunque son alturas modestas si se las compara con Sierra Nevada, a poco que nieve en Granada es fácil que estas cumbres amanezcan cubiertas de un manto blanco en las frías mañanas invernales.
El parque abarca parte de los términos municipales de: Huétor Santillán, Viznar, Alfacar, Cogollos Vega, Nívar, Diezma y Beas de Granada. Una de las peculiaridades del paarque es que se encuentra dividido por la A-92, que pasa por el puerto de La Mora (1.380 msnm).
A la Sierra de Huétor se la considera un macizo complejo desde el punto de vista geológico por el origen y la composición de sus rocas. Está formado por montañas de mediana altitud compuestas por rocas calizas con formaciones geológicas peculiares. El diferente grado de erosión de los materiales determina su paisaje que alberga desde impresionantes barrancos, hasta cumbres escarpadas y arroyos de aguas cristalinas, así como abundantes formaciones kársticas, donde abundan las cuevas.
En el corazón del parque nacen los ríos Darro (por cuya cabecera discurre nuestra ruta) y Fardes cuyo cauce alto discurre por este sistema montañoso, en el segundo abunda la trucha, hasta el punto de que se ha convertido en un lugar de reunión para los aficionados a la pesca deportiva.
Ambos ríos forman estrechos valles que separan las verdes lomas, donde proliferan masas vegetales autóctonas compuestas por encinares y matorral espinoso. Robles y arces son también especies relevantes de la zona; así como quejigos en las áreas más umbrías y de mayor altitud. De la misma manera pueden encontrarse amplias zonas repobladas con pinos (algunos autóctonos) y coníferas, donde nos sorprenderá encontrarnos con algunos pinsapos o hermosos cedros, como los que nos encontramos en el primer tramo de esta ruta. La presencia de numerosas especies vegetales exclusivas de este espacio completan su interés botánico, hay endemismos vegetales de: Arenaria, lantana, centaura y nébeda.
La fauna es propia del hábitat mediterráneo como: la cabra montés, garduña, jabalí, ratonero común, gineta, comadreja, tejón, gato montés y zorro, son especies faunísticas de esta zona.. Entre la avifauna merece destacarse el ratonero común y el águila real, ésta última de forma muy esporádica.
Para mas información sobre el parque natural Sierra de Huétor:
Dentro de la red de senderos del parque natural sierra de Huétor, se encuentran señalizados:
Ruta 1: Sendero de Las Mimbres (a los pies de la sierra de Arana)
Ruta 2: Cueva del Agua y Cueva del gato (área recreativa La Alfaguara)
Ruta 3: Cañada del Sereno (acceso por la entrada del parque, que coincide con la salida 259 de la A-92 y que coincide con el itinerario que describimos a continuación).
Ruta 4: cerro del Maullo (inicio desde el Centro de Visitantes)
Ruta 5: Sendero de las Aves
Ruta 6: Cruz de Víznar
Ruta 7: Barranco de Víznar (inicio en el puerto del Lobo).

Track de referencia:

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/canada-del-sereno-trincheras-las-veguillas-cueva-de-los-marmoles-mirador-de-las-minas-cerro-del-cor-9999232
Resúmen del itinerario:
Una vez nos bajamos del autocar y nos abrigamos con todo lo que llevábamos a mano, nos ajustamos polainas, botas, bastones, conectamos GPS, comprobamos cámaras, etc...nos ponemos en marcha por la pista forestal que desde el pie de carretera, ya nos introduce en el Parque Natural de la Sierra de Huétor. Nada mas dejar a nuestra izquierda las instalaciones de la Casa Forestal de los Peñoncillos, llegamos a una bifurcación y tomamos el ramal de la derecha, en suave descenso y en paralelo al Barranco de la Tejoneras, que discurre paralelo a nuestra izquierda en este primer tramo del recorrido.
A unos 2 km del inicio llegamos al Mirador de Las Veguillas, bajo el cual el Barranco de las Tejoneras entrega sus aguas al joven río Darro que nos acompañará en siguiente tramo y que se forma a partir de la unión de varios barrancos como el del Polvorite, la majá de Los Mármoles o el de la Hoz, entre otros arroyos, ya cercanos a nuestra posición.
ASituado a la sombra de un cedro, desde este mirador se puede contemplar todo un mosaico vegetal que viste la confluencia del río Darro y el barranco de las Tejoneras.
Lo primero que llama la atención es la variedad de tonalidades, resultado de la rica cubierta vegetal. Abajo, en el valle, la fresca vegetación de ribera nos advierte del recorrido del agua a su paso por este lugar.
En los laterales del valle podemos diferenciar los pinos resineros de los tonos más cenicientos de las encinas y los enebros, con su particular porte. En las zonas más aclaradas se desarrollan especies más arbustivas, como jaras, salvias, lavanda o aulagas. Muchas de ellas perfumarán el aire con sus intensos aromas.
Al fondo de la panorámica, el cerro del Maúllo, denominado así por la existencia en su cima de trincheras que durante la Guerra Civil sirvieron de refugio a los soldados. Para comunicarse sin ser descubiertos, imitaban el maullar de los gatos monteses de la zona. De ahí su curioso nombre.
Al llegar a este mirador las Veguillas, la pista describe un giro de 90º a la derecha, a partir de aquí caminamos en dirección N, todavía flanqueado por numerosos cedros que aquel día se encontraban parcialmente nevados. 
Unos cinco minutos mas allá del mirador la pista salva el cauce del barranco de la Majada de Los Mármoles (que llega por nuestra derecha). 
En este punto abandonaremosmo momentáneamente , la pista por la que vamos, parta tomar un ramal a nuestra izquierda, que cruza el recién nacido río Darro (aunque por aquí discurre mas como un arroyo), e inmediatamente después, la pista comienza a ascender, describiendo tres cerrados zig-zags , que nos lleva hasta unas trincheras de la Guerra Civil, pues de todos es conocido los cruentos enfrentamientos que tuvieron lugar en esta sierra, durante los primeros meses de la Guerra Civil.
Regresamos sobre nuestros pasos y continuamos por el carril paralelo al río Darro que volveremos a llevar a nuestra izquierda, divisando en la orilla de enfrente una pequeña fuente que preside el centro de lo que parece un pequeño anfiteatro.
 Inmediatamente después llegamos al paraje donde se encuentra la Fuente de La Teja, que se encuentra justo debajo del talud que nos separa del río Darro, a la que podemos bajar por unas escaleras de piedra y también podemos pasar al otro lado para visitar un pequeño monolito o echarle un vistazo al panel que nos habla sobre la permeabilidad de la roca caliza, el origen del nombre del río, y su relación con la fauna, la flora y los usos humanos a lo largo de su recorrido hasta la ciudad de Granada, pasandoa los pies de la Alhambra, para poco después, entregar sus aguas al río Genil.
Aunque para los vecinos de Huétor Santillán, el río darro nace en el paraje que ellos denominan "El Nacimiento", cerca de la localidad, en un lugar donde el cauce se enriquece con otros manantiales. Oficialmente su nacimiento se sitúa en la Fuente de la Teja, en pleno corazón del parque natural, atural, pues a escasa distancia aguas arriba confluyen los barrancos de la Hoz y el del Polvorite, y a partir de la Fuente de la Teja, ya se considera río Darro, aunque los vecinos de Huétor, lo suelen denominar barranco del Polvorite, hasta que este llega al lugar que ellos denominan del Nacimiento. 
Las umbrías dominan el paisaje. El agua aún cristalina, recién surgida de la tierra, forma pequeñísimos torrentes entre cantos rodados y rocas de aluvión con capas de color amarillo, impregnadas por los minerales que el agua deposita sobre ellas. Es el color del arroyo dorado que los romanos bautizaron como Dauro, el río que «da oro», y los árabes como AhDarro, aunque esa tonalidad que las piedras adquieren en los inicios de su cauce se debe a mineral de hierro y cobre y no a la presencia del preciado metal amarillo. Arboledas, piedras y agua, hacen del nacimiento un lugar propicio para las leyendas y el misterio, especial para contar historias y recordar a quienes disfrutaron de él, desde hace más de un milenio.
A escasos 200 m mas allá, justo donde el carril, salva el cauce del barranco del Polvorite, que a partir de aquí, queda a la derecha dela pista (a la que volveremos mas tarde). Estaremos atentos para tomar el ramal de sendero, por el que iremos faldeando la base de un cerro, cuya cumbre queda a nuestra derecha, y el fondo de una cañada a nuestra izquierda, mientras nos abrimos paso por un senderillo secundario, a través de un bosque de pinos, cuyo trazado marrón de la tierra del terreno, contrastaba con el blanco de la nieve del entorno y por este idílico sendero en suave ascensión, llegamos hasta la denominada Cueva de los Mármoles, donde estuvimos haciendo la siguiente parada de reagrupamiento y pequeña exploración por esta cueva que a primera vista por la anchura de su entrada parece un abrigo rocoso, pero después nos sorprende con una pequeña galería y un bonito conjunto de estalactitas y estalagmitas, en un estado de conservación bastante aceptable.
Regresamos a la pista forestal por donde veníamos, bien sobre nuestros pasos, bien, hasta tenerla a la vista y llegar a ella, cruzando la cañada, que ahora, en el sentido de regreso queda a la derecha del sendero. Una vez en la pista forestalla tomamos a la derecha, para continuar rumbo N, hasta que pocos minutos después la abandonamos definitivamente para tomar un sendero que está balizado, manteniendo rumbo N, al llegar a un claro del bosque, hay que tener cuidado, porque yo, que iba de guía de cabeza, me despisté y seguí unos 100 m recto, respecto a la trayectoría que traíamos, sin embargo, en ese claro del bosque, junto a un bosquete de pinos, hay que tomar el desdibujado senderillo de la derecha, que a escasa distancia de allí, pasa por delante de la base de la cara norte del cerro del Púlpito (1.424 m), preciosa atalaya rocosa de porte muy alpino, como se ve en esta foto. Según nos comentan unos compañeros de Granada, se puede coronar a través de una serie de trepadas por su cara sur, mucho mas sencillas de lo que podría paracer a primera vista. Pero aquel no era el día, dado lo húmeda que estaban las rocas, ni tampoco lo teníamos previsto en el itinerario, por lo que continuamos por este sendero secundario, a través de la denominada Cañada del Sereno, que desde los pies del púlpito, discurre en paralelo al barranco del Polvorite, que durante un corto trecho, 
volvemos a llevarlo a nuestra derecha, hasta que venimos a salir a una pista secundaria, desde la cual iniciamos una suave ascensión hasta un collado, desde el que ya se antoja cercana la Caseta Forestal anti incendios de color blanco, situada en la cumbre del cerro del Corzo (1.605 m), al que llegamos en una cómoda y escalonada ascensión, que en su último tramo incluso complementa el sendero con unas barandillas de madera, que nos llevan hasta la mencionada caseta, al norte de la cual se encuentra el panel del "Mirador de las Minas", denominación con la que también se conoce este cerro.
Siendo los hitos orográficos principales el señorial Peñón de la Mata al Oeste.
La Cuerda de la Gallega y el Alto de Majalijar al Norte.
La cara norte de los Tresmiles centrales de Sierra Nevada al Sur
Y al este, la prolongación del mismo cerro del Corzo, hacia la cuerda de los Gitanos, en medio de la maravillosa y densa masa forestal que caracteriza a este P.nat. de la Sierra de Huétor.
Para no cometer el clásico error de foto de cumbre dónde solo suele verse el cielo detrás, decidimos invitar al grupo a descender a la siguiente terraza mas cercana a la cumbre y hacerles allí otra foto de grupo.
Retomando la ascensión desde allí mismo, que duranteunos instantes, estuvimos tentados de hacer por la pistaque desciende por la cara Norte, hacia la Casa Forestal de las Minas. Pero hicimos bien, en retomar el plan inicial de descender por el senderillo de cabras que por la cara sur nos devolvía a la pista paralela al barranco del Polvorite, ya que con posterioridad comprobamos como la misma cuerda de Los Gitanos, sobre la que se encuentra el cerro del Corzo, nos hubiera obligado a dar un gran rodeo.
En cualquier caso, el descenso hasta la pista forestal, aunque relativamente corto, conviene tomárselo con calma, por lo precario del sendero y lo empinada de la pendiente con algo de piedrecillas sueltas que lo hace resbaladizo en algunos momentos.
Una vez en la mencionada pista forestal, la tomamos a nuestra izquierda (dirección E), en paralelo al
al barranco del Polvorite, que volvemos a llevar durante un corto trecho a nuestra derecha, hasta que precisamente a la derecha, tomamos un ramal de sendero que lo cruza, y que nos va a llevar en dirección predominantemente S, a veces S-E, a veces S-O, según la orientación de los zig-zags, que fuimos remontando en suave ascensión,  por la Umbría del Polvorite, que se llama así por discurrir por la zona de Umbría, cara N, y O, del cerro del Muerto, que en todo momento iremos llevando a nuestra izquierda y que fuimos recorriendo en medio de un paisaje nevado que de nuevo nos hacía disfrutar de mágicas estampas invernales . 
Hasta llegar a un collado que nos ofrece la posibilidad de asomarnos a un precioso balcón natural, presidido por un panel informativo que hace referencia a las numerosas formaciones vegetales.

A partir del mencionado collado, lo que resta de itinerario ya lo hacemos llaneando o en suave descensosu ladera S,a partir de aquí en dirección predominantemente S con el impresionante telón de fondo de Sierra Nevada, bajo un precioso cielo azul, ziz-zagueando  de  a veces S-O, a veces S-E, hasta completar el trazado circular de nuestra ruta, pasando por el Calar de los Mármoles, desde donde podemos ver la Cueva del mismo nombre, así como gran parte del sector del parque por donde realizamos la primera mitad del recorrido, especialmente a la altura del Panel informativo correspondiente al Mirador panorámico barranco de Los Mármoles, situado en la LOma de la Zarraca que vamos faldeando, como mas tarde haremos con la Loma de Los Corrales, hasta retornar al área recreativa de la Casa Forestal de Los peñoncillos sin margen de error.

domingo, enero 21, 2018

La Peineta de Sierra Hidalga desde Quejigales

Entorno: Cudrante N-O, P. Nat. Sierra de Las Nieves
Hora y punto de encuentro VENTA NAVASILLO:  A las 9.00 am parada desayunar o a las 9.25 am ya desayunados (para quienes vengan desde Sevilla, Cádiz, Ronda y otras zonas).
Situación de la Venta el Navasillo: Carretera A-397, San Pedro-Ronda, km 11,5 (Abierto de 7.00 a 22.00), Telf. 952.11.42.35.
Un kilómetro más allá de la entrada del P.Nat. Sierra de Las Nievas a la altura de "Conejeras" si vienes desde San Pedro, o 1 km antes, si vienes desde Ronda.
Hora de inicio de ruta: A las 10.20 am A.R. Quejigales
Hora de finalización: 16.45 pm A.R. Quejigales
Distancia aprox. 15 km
Desnivel acumulado subida: 700 m
Nivel dificultad: Medio (asequible para cualquier socio del club medianamente en forma que se defienda en zona de lapiaz). El único terreno un tanto dificultoso es el descenso de la Peineta de Sierra Hidalga hasta su base, la ascensión es muy escalonada sin necesidad de trepadas y el resto del recorrido no tiene más dificultad que la pendiente a superar con numerosos sube y baja.
Punto más elevado: 1.504 m (Peineta de Sierra Hidalga)
Tiempo aprox. 6-7 horas
Tipo suelo: inicio por cortafuego, páramos pedregosos/terrizos (sin obstáculos), zona de lapiaz en la Peineta de Sierra Hidalga (con senderos de cabras), senderos, pistas ganaderas, campo través y pistas forestales del parque.
Tipo de recorrido: circular.
Resumen itinerario: A.R. Quejigales, Cortafuegos, cerro de La Yedra, Cancho de la Majá de Las Vacas, Camino del Espinarejo, Peineta de Sierra HIdalga, Cancho de las Pitarras (Formación imitativa de la "Esfinge de Gizeh"), Cortijo del Espinarejo, zona cercana al Cortijo del Sabinal Alto, Puerto de Quejigales, A.R. Quejigales.
Crónica y track de referencia (de Rubén "Kminante del Sur"):
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-de-la-hidalga-desde-quejigales-malaga-15821785
Toponimia facilitada por: El Gran Maestro de Maestros Rafa Flores "El mago gfandalf de la Serranía"
Mapa: P. Nat. Sierra de las Nieves (Edit. Penibética)
Datos geológicos facilitados por: Don José Guerrero "El Maestro Geobotánico"
Frotgrafías de: Jorges Castrillo, Manuel Limón y Juan Ignacio Amador
Crónica de: Juan Ignacio Amador
Fecha de realización y meteorología: Sábado 20 de Enero, cielos despejados con algunas nubes de transición y algunas rachas de viento en la cumbre de La Peineta.
(Preparatoria: 15 de Febrero de 2017)
Unos 30 prestonianos:
Desde Cádiz capital vinieron: Ana Dianez "La Arqueóloga" Manuel Limón "Premio Nobel de SEnderismo"; desde Córdoba: Hector Reina "El Caimán de Puente Genil" y Maria Luisa "El Duendecillo de Sierra Horconera"; Desde Sevilla: Andrés Gil y Carmen Ricca; Desde Ronda: Isa Terroba, Antonio Cano "Cocodrilo Dundee" y nuestro guía y anfitrión: Jorge Castrillo "Aterriza como puedas". Y desde distintos puntos de la Costa del Sol: Maria José Fernández "La Peregrina que llegó a Finisterre", Antonio Pascual, Mercedes González, Manuel González Luna "Mago Luna", Rafael Molina "El Retorno de Elvis", Paqui Bravo, Emilia Franco "La coleccionista de sombreros", Pepi Rebollo, Isabel Torres, Marlis Hoffer, Manuel Esteban, Alena "Ice Woman", Salvador Gómez "El Ornitólogo", Carmen Pérez Galisteo, José Manuel Vázquez "El Coleccionista de aventuras", Arnaud Tornier "El Repostero de Versalles", Julio, Aurelio Campos y las debutantes: Belén Blanco Martínez y Yolanda Castro Torrado de quien nuestro guía Jorge nos envió informes muy positivos.
Material recomendado:
La ropa, calzado y comida y bebida habitual para una ruta de todo el día en esta época del año. Aunque la mayor parte del itinerario discurre por terreno despejado y senderos anchos, durante el ascenso y descenso de la Peineta de Sierra Hidalga y zonas aledañas caminaremos por un terreno muy rocoso, se trata de un lapiaz muy desarrollado, que hacen muy recomendable unas botas de trekking. Núnca está de más llevar un chubasquero fino en el fondo de la mochila por si se pone a llover/nevar, junto con un pequeño botiquín.
No olvides cargar tus baterías de móvil/cámara la noche previa y poner el móvil en modo avión si realizamos la ruta por zona de montaña, para no agotar baterías sin necesidad.
Y sobre todo no olvides traer tu mejor sonrisa y un frontal para verla si cae la noche. Y despídete siempre cargado de energía positiva para el resto de la semana.
A tener en cuenta: Esta sierra tiene en su mayor parte, el gran inconveniente de tener carácter de propiedad privada  y su conversión en coto de caza hace muy complicado el pasear por ella. El día que realizamos la preparatoria de esta ruta, 15 de febrero de 2017, al llegar al idílico enclave del cortijo del Sabinal Alto, que tanto nos recordó a esas películas del Oeste, con la casa al lado de un arroyo de aguas cristalinas. Aunque sólo éramos cuatro personas (siempre respetuosas con el medio ambiente y amantes de la Naturaleza), tuvimos que emplearnos a fondo con toda nuestra humildad y capacidad de persuasión, rogándoles a los dos encargados del cortijo del Sabinal Alto, nos permitieran continuar por el camino que nos llevaba de regreso a Quejigales a lo que se negaban en un principio, argumentando que era propiedad privada por ser finca ganadera y estar algunas cabras recién paridas, a las que nuestra presencia podía estresar. Afortunadamente, al final los convencimos para que nos dejaran pasar, no sin antes recordarnos que JAMÁS volviésemos a pasar por allí. Una lástima porque el enclave era precioso y con el debido respetro no se causa ningún daño, mas allá de dejar cerrado a nuestro paso las dos berjas que uno se encuentra en el camino de acceso y que discurre por una dócil pista forestal con vistas al Cancho de Las Pitarras, al valle del arroyo del Sabinal y a la zona del Carramolo del Queso.
Pinceladas de Sierra Hidalga:
Está situada en el cuadrante N-O del P. Nat. Sierra de las Nieves dentro del t.m. de Ronda.  La Peineta (1.504 m) es el nombre que los rondeños le pusieron a su cumbre, por ser este el objeto, con el que muchos identificaban su silueta, vista desde Ronda. Entre sus características presenta numerosos torcales, localmente conocidos como "canchos". Hasta el siglo XVIII, la sierra Hidalga, albergó un enorme pinsapar que con el paso del tiempo fue prácticamente arrasado por el carboneo y la ganadería intensiva. Una lástima que lo que antaño fuera un espectacular bosque de pinsapo, se antoje hoy como un páramo de apariencia muy desértica, sin embargo, aún sobreviven algunos pequeños retoños y grandes ejemplares tan dispersos como solitarios, que debidamente protegidos y reforzados con una eficaz campaña de repoblación, propiciarían el renacer de aquel bosque mágico para que vuelvan a disfrutarlo las generaciones venideras, seguramente más preparadas y concienciadas para cuidarnuestro medio ambiente. Pero a fecha de enero 2018 el sobrepastoreo hace que sus posibilidades de supervivencia sean nulas. 
Breve descripción del recorrido:
Tomando como punto de partida el A.R. de Quejigales, abandonamos la zona de aparcamiento, pasando bajo las barandillas de madera que delimitan su perímetro para orientar nuestros pasos en dirección N-O, comenzando a ganar altura por el cortafuegos, hasta que unos 300 mas allá del inicio, nos cruzamos en nuestra trayectoria con otra línea de cortafuegos, que tomaremos a nuestra derecha, cambiando a rumbo N-E, trasdescribir un ángulo de 90º
 Se trata de un inicio muy monótono, pero necesario a modo de aproximación y además también nos sirve de calentamiento, sobre todo, cuando unos 300 m mas allá del primer giro, debemos tomar un segundo giro, esta vez a la izquierda, para seguir por otra línea de cortafuegos por donde la pendiente comienza a aumentar de forma paulatina y a mas de uno comienza a sobrarle la primera capa de ropa y el grupo se estira de forma inevitable. Pues a penas se ha completado el primer kilómetro de recorrido y la pendiente no le tiene nada que envidiar a los tramos mas exigentes de las ascensiones mas clásicas.
Especialmente dura se hace la pendiente cuando el cortafuego viene a finalizar en las estribaciones del cerro de La Yedra, donde la pendiente adquiere la categoría de final de las etapas mas exigentes de Tour de Francia, hasta el punto que mas de un escalón requiere del uso de las manos, o apoyarla en nuestra rodilla mas adelantada, para aliviar el esfuerzo mientras vamos recuperando el resuello, hasta coronar esta magnífica atalaya, donde se presenta ante nosotros un escenario grandioso, pero al mismo tiempo desolado, de una belleza telúrica, por donde discurre la mayor parte de nuestra ruta. Un páramo aparentemente desértico, salpicado por algunos majuelos, sabinas y pinsapos solitarios, donde solo parece proliferar el piornal y alguna sabina rastrera. Tremendo contraste entre la frondosidad de los bosques de pinos (y pinsapos) que dejamos atrás y el terreno tan desértico en el que estamos apunto de adentrarnos.
Buen lugar para hacer una pausa de reagrupamiento y echar un primer trago, pero también, para recrearnos con la fotografía y deleitarnos con las magníficas vistas del entorno, pudiendo identificar ya no sólo un gran número de cumbres y sierras del entorno, sino mostrándonos gran parte del trazado por el que discurrirá nuestra ruta, por una zona de gran interés geomorfólogico.
Tal y como nos informó nuestro guía Jorge "Aterriza como puedas": A los pies del cortado que existe en la cara ESTE del cerro de la Yedra, nace uno de los arroyos tributarios que forman la cabecera del denominado arroyo de La Higuera que pasa por el cortijo del Sabinal Alto o de la histórica atalaya de la Torre de Lifa, para mas tarde formar la cabecera del río Turón, al unirse con otro arroyo, que también aparece en algunos mapas como arroyo de la Higuera, aunque en realidad debería llamarse de la Cuesta del Gazpacho, otro paraje tan solitario como emblemático que forma parte de la también poco transitada ruta de Quejigales al Peñón de Ronda. Ambos arroyos denominados de La Higuera, aunque al nuestro lo podríamos denominar del Sabinal Alto y al otro de la Cuesta del gazpacho, se unen en el lugar conocido como "Buena Vista", cerca del cual se encuentra el inicio de ruta tradicional para visitar el cornicabral de Lifa que suele mostrar sus mejores galas entre finales de noviembre y principios de diciembre (según lo abundantes o escasas de las lluvias otoñales).
El siguiente tramo que tenemos por delante, aparentemente desértico resulta de gran interés desde el punto de vista geomorfólogico y mientras lo vamos recorriendo, podemos comprobar la naturaleza metamórifica de las rocas sobre las que caminamos, donde se alternan los gneis, las cuarcitas, calizas blancas y negras tableadas, arcillas, que se formaron en el Paleozóico tal y como nos comentó Don José Guerrero, el Maestro Geobotánico, el día que vinimos a hacer la exploratoria con él. En el sector que va de Sierra Hidalga, hacia el puerto de LIfa y el Peñón de Ronda, la caliza forma capas de sedimentos que han sido dobladas, retorcidas y cortadas por las fuerzas de la tierra como son los pliegues, cabalgamientos, anticlinales  o fallas, muy visibles en el tramo central de este itinerario y en el tramo de pista que nos lleva de regreso hasta el Puerto de Quejigales.
Tal y como nos vamos aproximando a la Peineta de Sierra Hidalga en una sucesión de redondeadas lomas intercalando suaves subidas y bajadas, llegamos a un collado desde el que contemplamos ante nosotros varios del canchos (o torcales) que se encuentran al ESTE de la Peineta de Sierra Hidalga, destacando el Cancho de Las Pitarras, presidido por una figura que se nos antojó como la "Esfinge de Gizeh", a sus pies se encuentran las ruinas del cortijo del Espinarejo, junto a a un pequeño cancho (o torcal), al que también le da nombre y mas cercano a nosotros, el Cancho de la Majá de las Vacas, que irá quedando a nuestra izquierda, conforme tomamos el camino del Espinarejo, que nos acerca a nuestro objetivo.
 En un principio caminamos de frente hacia el Cancho de Las Pitarras y las ruinas cortijo del Espinarejo, pero antes de llegar a este ya giramos a nuestra izquierda, dirección O, N-O.
 Vamos dejando a nuestra izquierda el cancho de la Majá de Las Vacas.
 Y no tardamos en enlazar con la desvencijada pista terriza (y parcialmente empedrada) del Camino del Espinarejo, que nos llevaría hasta el Puerto de las Ventanas, donde se encuentran las antenas existentes al S-O de La Peineta, y a partir de aquí se bifurca en varios ramales que van pasando por los principales cortijos existentes entre Ronda y Sierra Hidalga.
 A lo largo de algo mas de un kilómetro caminaremos por esta pista en direcci´´on N-O, con vistas frontales a La Peineta de Sierra Hidalga, a cuyos pies nos vamos aproximando en suave pendiente ascendente. Unos 400 m mas allá de que la pista gire a la izquierda, en dirección S-O, encontrándonos ya a tiro de piedra de su base, es el moemnto de abandonar la pista, desviándonos a nuestra derecha para iniciar la ascensión a la Peineta propiamente dicha. 
Al principio de forma intuitiva, haciendo bueno el dicho de: "mientras vayamos subiendo vamos bien", la senda no está nada clara al comienzo, pero incluso en los cerros mas remotos, siempre podemos encontrar paso de ganado o de cabras que nos ayudan a escoger la progresión mas favorable, que pronto nos conducirá a una especie de corredor verde de hierva, que se agradece muchísimo en medio de un terreno tan agreste.
 ESte corredor verde no llega hasta la misma cumbre, pero nos conduce hasta un difuminado sendero, que tras salvar varias sucesiones de tramos escalonados nos deja a tiro de piedra del vértice geodésico.
 Recuerdo esta ascensión mucho mas cómoda y agradecida de lo que podría parecer desde la distancia, por su dócil perfil escalonado en la versión en la que lo realizamos. Cumbre generalmente castigada por los fríos vientos del norte que corren por la Serranía.
Al llegar al vértice geodésico de La Peineta (1.504 m) nuestro esfuerzo queda recompensado con unas vistas excepcionales de toda la zona norte del Parque Natural Sierra de las Nieves, la meseta de Ronda, la Cancha Almola, la Sierra de Los Merinos, así como un gran número de sierras malagueñas y varios techos provinciales, abarcando desde El Torreón (Sierra del Pinar en el P. Nat. Sierra de Grazalema) al Oeste, techo de Cádiz, como Sierra Nevada (techo de Granada y de toda la Península Ibérica al Este), incluyendo además la cumbre del Terril y Peñón de Algámitas (techo de Sevilla al Norte) y la Tiñosa, coronando la Sierra Subbética Cordobesa al Noroeste, sin olvidarnos de La Maroma al S-E. Paradójicamente a pesar de la relativa corta distancia con el Torrecilla no podemos ver su cumbre al sur, tapada por el borde septemtrional de la meseta de Quejigales. 
 Así mismo nos permite disfrutar de una magnífica panorámica para recrearnos con el último tramo que nos ha traido hasta aquí y el siguiente tramo por donde ya discurre el retorno hacia el inicio de ruta, como refleja la foto de abajo, correspondiente al día que hicimos la exploratoria, de izq. a der.: Paco "El Generoso", Serrato "Al filo de lo Imposible", Don José Guerrero el "Maestro Geobotánico" tras la cámara y el teclado que escriben estas líneas.
 Para iniciar el descenso, debemos hacerlo dirección E, es decir, a la derecha del V.G. tal y como llegamos al mismo y una vez en la siguiente plataforma a modo de bancal, caminamos a nuestra izquierda, hasta localizar de forma intuitiva la sucesión de veredones, callejones y escalones que nos resulte menos complicada, entre el tyremendo caos de bolos por los que nos iremos abriendo paso. Aunque se trata de un tramo relativamente corto, hasta situarnos de nuevo en el pìe de monte, debemos estar muy atentos en todo momento para no resbalar, tropezar o peor aún meter la pierna en alguna grieta, que en cualquier caso no resulta peligroso con las debidas precauciones, haciendo algún que otro "autoculing" si es necesario, porque si intentamos hacerlo deprisa, siempre vamos a tener mas papeletas para una caida, que en estos terrenos karsticos puede ser muy jodida, sobre todo si caemos sobre un afilado lapiaz.
Este caos de bloques por el que se realiza el descenso procede del Paleozoico, y no será raro encontrarnos con rocas metamórficas como el gneis o las cuarcitas.  
 Sobre estas líneas Ana "la Arqueóloga" y su marido Manuel Limón "Premio Nobel de Senderismo" seguidos por Marlis y otros compañeros, dejando atrás La Peineta.
 Sobre estas líneas "Mago Luna" y el "Maestro Geobotánico" otros dos grandes senderistas y montañeros de leyenda posando con la bandera del club a los pies del cancho de las Pitarras y bajo la emblemática silueta de la "Esfinge de Gizeh", aunque no sea esta su mejor perspectiva, muy cerca de allí se hizo la pausa del almuerzo en esta bonita jornada montañera.
 Tras el almuerzo tocaba reiniciar la marcha por el camino que conduce hacia el cortijo del Sabinal Alto.
 A la izquierda del camino y cada vez mas atrás va quedando el espectacular cancho de Las Pitarras, que tras nuestra ruta exploratoria denominé erróneamente de "Las Atalayas" por ser este el nombre que aparece en esta zona en los mapas topográficos. Ni que decir tiene, que su monumental aspecto no le tiene nada que envidiar a su hermano mayor "El Torcal de Antequera". Conviene aclarar que en los localismos serranos y de otras zonas de la provincia de Málaga, a lo que nosotros conocemos como "torcal", aquí se les denomina "cancho" o incluso "cancha"", los puede haber grandes como "El Cancho del Conio", "Cancho de La Pepa" o "Cancha Almola", medianos como el que aparece en la imagen: "Cancho de las Pitarras" o pequeños como el "Cancho del Espinarejo" o su vecino "Cancho de la Majá de las Vacas". Otra denominación local para describir este tipo de terrenos son "los carramolos" como el relativamente cercano "Carramolo del Queso", el lapiaz que rodea el cerro Colorado en Cuevas del Becerro conocido localmente como "Los Carramolos" o en la zona del arco calizo "Los Camarolos" ("Cruz de Camarolos").
 Poco a poco nos fuimos distanciando del Cancho de Las Pitarras, que cada vez iba quedando mas atrás, hasta perderlo de vista.
 Siguiendo las instruccionesde los responsables del cortijo del Sabinal Alto de no volver a pasar por sus dominios, abandonamos el cortijo que nos lleva hasta él, dejando el camino a nuestra derecha.
 Para atravesar el arroyo de La Higuera, aguas arriba del denominado cortijo del Sabinal Alto.
 En la imagen, vemos a Jorge "Aterriza como puedas", como buen guía, pendiente de su rebaño, casi siempre cámara en mano. Precisamente de esa cámara salieron muchas de las fotos que podemos ver en esta crónica.
 Después de vadear el arroyo de La Higuera, remontamos la ladera, viniendo a salir al Camino que conecta el cortijo del Sabinal Alto, con el Puerto de Los Quejigales, enlazando en nuestro caso a la altura del cerro de Los Arcos, cuya ascensión estuvo tentado de proponer el bueno de Jorge.
Tal y como se llega a la pista, hay que tomarla a la derecha, siempre en sentido ascendente, llevanod a nuestra izquierda al arroyo, cuya cabecera se forma a los pies de la Cañada de Enmedio, y que poco antes de llegar al cortijo del Sabinal Alto, se une al que viene del cerro de La Yedra, para juntos formar el arroyo de la Higuera. Al fondo, en nuestro horizonte sur ya comienzamos a divisar la masa forestal de los pinsapos que albergan las cañadas de Enmedio y de las Ánimas.
 Resulta curioso comprobar la estratificación oblicua de las calizas que flanquean el camino, casi milimétricamente paralelas a la pendiente del camino por el que vamos ascendiendo. Por aquí se alternan calizas de tonos rosados, con otras de color gris claro y a veces  más oscuro  tableadas, intercaladas con arcillas, que a veces dan lugar a tramos muy rojizos del camino.
 Otro de los hitos orográficos mas destacados de este último tramo de la ruta, son los espectaculares plegamientos en la cabecera del arroyo de La Higuera, provocados por la potente erosión de las lluvias torrencialesque, que acelerá el proceso de desgaste, haciendo estas carcavas mas profunda, conforme va arrastrando los materiales de las zonas despobladas de vegetación.
Paralelamentetambién tiene lugar otro proceso, donde al agua de la lluvia se le suma el Co2, dando lugar al Carbonato Cálcico y formando mas tarde el Bicarbonato Cálcico que origina una especie de polvillo que arrastrado por el agua de la lluvia origina profundas carcavas en la superficie. Y bajo tierra va originando pequeñas, grandes y medianas galerías subterráneas denominadas simas, tendiendo las mas cercanas a conectarse entre sí.
Sobre el viejo pinsapo, nuestro amigo Aurelio, rinde homenaje al antiguo coloso.

 Sobre estas líneal última parada de reagrupamiento antes de llegar al Puerto de Los Quejigales, donde ya se enlaza con la pista, que tomándola a la derecha, nos lleva, dirección O, S-O, ya nos lleva de regreso, sin margen de error al área recreativa del mismo nombre (inicio y final del recorrido).
 Así, y mucho mayor era la bandada de buitres que sobrevolaba el entorno del Puerto de Los Quejigales el día que hicimos la exploratoria, con enormes ejemplares posados sobre sus copas y que casi nos disuadían a pasar por allí, tal era el elevado número de ejemplares y la potencia de sus graznidos.
 A las 16.45, todavía con casi dos horas de luz, se retornaba al A.R. de Quejigales, tras una jornada muy interesante y con tiempo para brindar todos juntos desde la Venta El Navasillo, desde donde Fali tuvo el detalle de hacerme una inesperada videollamada (WhatsApp) que casualmente me pilló frente al ordenador, recopilando datos para redactar la crónica que en este mismo momento estoy a punto de terminar.
Finalizada la crónica, me han quedado pendientes de añadir estos datos geológicos que os dejo a continuación para los amantes de la Naturaleza, por si queréis conocer o refrescar algunos datos de este Paraiso Natural, que no sólo está declarado desde hace muchos años reserva de la Biosfera, sino que muy pronto será declarado Parque Nacional. Esperemos no nos pongan tantas pegas para visitarlo como la crestería del Pinsapar de Grazalema y otras zonas cercanas.
Los restos fósiles hayados hasta la fecha en la Sierra de las Nieves corresponden a caracolas, conchas o caballos de mar, demuestran que estas sierras también formaron parte del fondo marino de Mar de Thetys. Comenzando a elevarse por encima del mar, a partir del choque entre la placa africana y la placa euroasiática.  Los fósiles están fechados en el Triásico-Jurasico.

Una característica de las rocas calizas es que son muy permeables, como si fueran grandes esponjas, todo lo contrario de las rocas de peridotitas. Esto da lugar a la formación de rìos subterràneos ,cuevas y simas, estas ùlitmas son cuevas formadas verticalmente por la filtración del agua, disolviendo la roca càliza. La màs conocidas son sima GESM ( grupo espeleologico de la sociedad malagueña) y sima Honda. Alcanza una profundidad de 1.098 m. y en la parte màs profunda se encuentra el lago ERE, sus aguas se comunican con la cavidad del nacimiento de Rìo Grande, sito en la cañada de los Zarzalones, dentro del t.m. de Yunquera.
En la zona que va del cerro Corona y Puerto de las Golondrinas hasta Tolox nos encontramos con un gran afloramiento de PERIDOTITAS, se trata de rocas plutónicas que se formaron bajo unas presiones tremendas y a unas temperaturas  mucho más altas, que las rocas calizas. La peridotita tiene un aspecto rojizo al oxidarse  su composición mineral de hierro, cuando entra en contacto  con la lluvia y el sol, son además rocas muy permeables, es decir no absorben el agua, al contrario que la caliza.
En resumen, la Sierra de las Nieves, es una gran masa de rocas calizas, atravesada por una densa red de fisuras que funcionan como enormes esponjas, las cuales se empapan . El agua que desprenden está cargada de Sales de Calcio, lo cual implica la disolución de la roca, formándose en su interior grutas y simas.